Me desperté confundida, adolorida e incómoda, me senté en la cama en la que me encontraba, miré a todos lados confundida, no reconocía el lugar y tampoco creo haberlo visto nunca, me senté más en el borde de la cama y trate de recordar cómo había podido llegué aquí...
De repente los recuerdos de la pelea con shirohige y sus comandantes apareció en mi mente, me pare apresurada, preocupada más de lo que nunca lo había estado antes, saliendo corriendo de ahí.
Al instante que salí, me tapé los ojos con el brazo por lo soleado que esta el dia, cuando mis ojos se acostumbraron, miré alrededor y corrí a la izquierda yendo a la cubierta, corrí tan rápido como pude, me dolía todo, aunque lo ignore fácilmente gracias a la adrenalina y la preocupación, que ayudaban con el dolor. Llegando a cubierta, mire a todos direcciones tratando de visualizar a luffy, pero nada, jade por aire y camine rápido, mirando a todos lados buscándolo.
--que estás buscando mocosa?-- escuché a alguien hablar, gire a ver quién era y era shirohige, me acerque a él enojada, deteniendome al frente de suya, que sentado en la única silla en la cubierta.
--donde está?!-- grite enojada, llamando la atención de todos, los ignore y seguí mirándolo.
--de qué hablas yoi?-- dijo el hombre rubio con peinado de piña a su lado, me acerque a él y agarré su camisa empujándolo hacia abajo, enfrentándolo a la cara.
--donde carajos está mi hijo?!-- grite a todo pulmón, tratando de hacer que me lo dijera, pero solo se quedó en silencio.
--dime dónde está mi bebé? Maldito bastardo!!-- gritó sacudiendo lo bruscamente, queriendo que responda o que reaccione, pero que me diga dónde estaba, estaba empezando a temblar asustada de que le alla pasado algo mientras estaba inconsciente.
--mocosa, eres la madre de ese niño que estaba contigo?-- pregunto confundido, solté al tipo empujándolo para atrás y mirar al viejo.
--claro que es mi hijo, lo e cuidado, alimentado y criando desde hace meses!-- le grité en la cara, escuché a todos jadear de sorpresa, pero me quedé callada cuando empeze a escuchar como el llanto de mi bebé se hacía más fuerte, mire detrás mío y vi a un hombre con copete subir a cubierta, cargando lo mientras lloraba, me preocupe enseguida, y corrí a dónde estaba el tipo, parandome al frente.
--damelo!-- dije exigiendo que me lo diera, esta preocupada, el hombre lo agarró más fuerte, fruncí el ceño ante eso.
--porque debería hacerlo?-- dijo... ¿Haciendo un leve puchero?.
--hijo.... dáselo-- dijo, el hombre lo miró y luego voltio a verme, después me lo dió.
Lo cargue suspirando de alivio al volver a tenerlo en mi brazos, después lo revise a ver qué tuviera alguna herida o algún chichón cualquier cosa, y para me alivio tanto que no tuviera nada.
--ya, ya bebé, mamá está de vuelta, no llores-- dije suavemente, mientras lo acariciaba delicadamente, tratando de calmarlo, pero siguió llorando, suspiré y comencé a tararear, la canción que escribí con Ana para calmarlo por alguna pesadilla o cuando no podía dormir bien.
(por la canción de arriba)
--hijo del corazón... Deja ya de llorar... Junto a ti yo voy a estar... y nunca más.. te han de hacer mal... Tus ojitos de luz... El llanto no ha de nublar... Ven a aquí mi dulce amor nadie nos ha de separar...-- cante cerrando los ojos mientras lo mecía con cuidado en mis brazos, dejando de llorar, abrió los ojos, mirándome curioso, sonreí por eso y le di un pequeño beso en la frente, se reía casi gritando de emoción.
--Hijo mío, mi amor... No me importa el sufrir... Cómo un sol, tu me das luz y das calor a mi vivir... Ven mi amor, ven mi amor..-- siguió suavemente, dejando de cantar y comenzar a tararear de nuevo.
Al detenerme él comenzó a reír con fuerza, le bese la frente nuevamente y luego voltee a barba blanca, mirándolo con frialdad.
--qué es lo que quieres de mi?-- dije irritada, algunos de mis nakamas decían que parecía que tiraba un viento helado por la boca a veces, aunque nunca les preste atención cuando lo decían, pero ignore esos recuerdos.
--quiero que te conviertas en mi hija-- dijo sonriendo, fruncí el ceño asqueada y aún irritada.
--porque me querías estar en tu tripulación? Por lo que veo ya tienes suficientes hijos, no creo que me necesites en esta supuesta familia tuya-- dije seria, pero se notaba que estaba enojada, el hombre con copete se acercó un poco, antes de que pudiera dar otro paso moví mi cuerpo a un lado y con mi mano izquierda llena de fuego lo apunte, haciendo que se detuviera.
--mocosa, te quiero en mi familia porque eres alguien muy interesante, te volviste bastante famosa en tan solo un par de meses y tienes una tripulación muy leal, hay que admitirlo-- dijo aún sonriendo, lo miré confundida ¿como sabía lo leal que era mi tripulación?.
--mmhh, cómo lo sabrías? Por lo que recuerdo mi tripulación se fue después de que les dije que se fueran al barco-- dije con cautela, queriendo no pensar que les pudo haber pasado, en eso el cabeza de piña se acercó, me mantuve firme mientras el se acercaba y se detuvo al lado del otro hombre.
--tu tripulación nos a está siguiendo desde que nos fuimos de la isla yoi-- dijo aburrido, señalando detrás mío, me sorprendió y mire ligeramente al mar que está por mi espalda, cerré un poco mis ojos y vi a la distancia mi barco dirigiéndose a dónde estábamos, relajé un poco mi postura ante la sorpresa, apagando el fuego en mi mano.
--es sorprendente lo leales que eso esos tipos-- dijo el de copete, me mordí levemente el labio siseando de dolor, la adrenalina y la preocupación habían desaparecen de a poco, dejando que volviera a sentir el dolor de mis heridas, mire mis brazos y noté que algunas de las heridas estaban volviendo a sangrar, luego mire si mi tatuaje todavía está en mi brazo, al verlo aún intacto respire hondo y miré a luffy que se había quedado dormido.
--tch..-- chasquee la lengua enojada y camina por dónde había venido, pero alguien empezó a seguirme poco después.
--oye espera!-- gritó alguien corriendo en mi dirección, caminé más rápido, pero el me alcanzó al poco tiempo.
--no grites-- dije enojada, el idiota del estúpido copete iba a despertarlo si seguía gritando así.
--lo siento enserio, no sabíamos que era tu bebé, pensamos que era de otra persona-- dijo haciendo una reverencia.
--tus disculpas no van a quitar el hecho de que me quitaron a mi hijo-- dije en alto, pero aún sin gritar, el se enderezo y.... ¿puso ojos de cachorro perdido?, Este tipo es demasiado estúpido.
--enserio lo siento, desde que te desmayaste, el bebé no dejaba de llorar, no sabíamos qué hacer al respecto, solo se calmo un poco cuando lo dejamos dormir contigo, no lo entendíamos al principio-- dijo explicando que pasó después de que me desmaye, fruncí levemente el ceño ante eso, el casi ni llora.
--además de que se negaba a comer todo el tiempo, nos estaba preocupado que no lo estuviera haciendo-- dijo en voz preocupada, parpadeó incrédula, hasta que pude asimilar lo que dijo, me acerque a él y agarra el cuello de su camisa.
--estas diciendo que no ha estado comiendo?! Cuánto tiempo estuvo haciendo eso?!-- grite enojada, él levantó las manos en forma de rendición.
--todo el día de ayer!-- grito, lo solté de golpe, haciendo que se tambalee un poco.
--me vas a llevar a lo cocina ahora, o lo próximo que verás será tu estúpido peinado quemarse hasta las cenizas-- dije acercando mi mano derecha cubierta de fuego cerca de su pelo, él se sobresaltó y asintió rápidamente.
--e-enseguida ma-madam-- dijo nervioso, se dió la vuelta y lo seguí de cerca.
luego un largo camino él abrió la puerta de la cocina y trajo una silla, el se sentó en ella, quedándose callado, pero aunque no me gustara la idea deje a luffy en sus brazos.
--mas te vale no hacerle nada o ya sabes que le pasara a tu cabello-- dije en voz baja, de forma amenazante, el asintió rápido y no se volvió a mover.
abrí el refrigerador sacando dos cajas de leche, la cerró dejando las dos cajas al lado, prendi la hornalla con mi dedo índice y saque una olla pequeña, dejándola en el fuego, luego le puse la leche, dejando de se caliente, voltee a ver el hombre que al parecer seguía igual que antes.
--hay algun biberon aqui?-- pregunte, el asintió parándose de donde estaba, se acerco a un cajón abriendolo, luego saco un biberon mediano y me lo dio.
--lo compramos en la isla antes de irnos, además de algunos pañales y otras cosas de bebes, despues lo dejaré en tu habitación, ya que eso lo teníamos en la habitación de marco, porque era el más responsable de nosotros y él no iba a perderlo todo tan rápido como yo-- dijo divagando un poco, agarre el biberon y lo deje a un lado, tenía que esperar a que se calentara un poco antes de ponerlo dentro de la botella.
--oye no crees que es mucho para que el pueda comerlo?, digo todavía es un bebe, no creo que puede con todo eso-- dijo señalando la olla en el fuego, lo mire y ignore la pregunta.
--o por cierto me llamo thatch, soy el comandante de la cuarta división y jefe de la cocina-- dijo sonriendo.
--que bueno por ti, pero ahora necesito que me des a mi hijo-- dije forzando una sonrisa, el... hizo un puchero como un niño de cinco años y me lo dio.
--luffy, ya es hora de comer, tienes que despertar-- dije suavemente, mire de reojo a thatch y tenía la boca abierta hasta el suelo, me reí internamente ante eso, luego luffy se despertó riendo se.
--espera un poco mas y te lo daré ¿si?-- dije divertida, él asintió de acuerdo y lo deje en la silla donde estaba sentado antes thatch, que poco después lo escuche jadear.
--como eres tan suave con el y con nosotros tan fría?!-- dijo en alto sorprendido, sonrió divertida ante eso, mientras ponía la leche tibia en el biberón con un embudo mediano.
--ustedes lo tienen bien merecido, luffy se merece todo mi amor y cariño, no ustedes-- dije simple y directo, el se agacho quedando se en una esquina de la cocina haciendo pucheros y círculos en el piso deprimido, el era el tercer o cuarto hombre más extraño que e conocido en mi viaje de pirata.
deje de prestar atención a lo que hacía sabiendo que se quedaria ahi un buen rato, deje de llenar el biberón al verlo lleno, apague el fuego y deje la olla a un lado, cerré la botellita y agarre a luffy.
--hambre lu?-- dije divertida, él asintió pareciendo muy contento, le di el biberón y comió con tranquilidad.
mientras el comia mire como el hombre de cabeza de piña entraba a la cocina, el me miro y luego a thatch que aún estaba en la esquina deprimido, el suspiro y se acerco a mi, se veía que tenía ojeras leves, su cara y postura que te diria que esta aburrido, y cansado, pero de cierta forma él se veía serio y demostraba que trabajaba mucho. me mordí la mejilla interna al empezar a sentir pena por él, por verlo tan cansado. me queje mentalmente por lo que acababa de pensar del tipo, ser madre me estaba haciendo que me vuelva algo blanda con la gente, pero más cuidadosa en el aspecto de las personas, además de alguna forma ayudaba a saber cómo se sentían solo con ver sus ojos, era algo bueno a veces, pero no lo era todo el tiempo, se notaba más si estaban preocupados, enojados, cansados o tristes, las demás no les prestaba tanta atención para que me preocupara demasiado. el se detuvo al frente mio y miro al bebe, luego me miró de pies a la cabeza.
--deberías ir a la bahía médica, nosotros podemos cuidar al bebé, tienes que dejar que atiendan esas heridas antes de que pueden empeorar o infectarse yoi-- dijo sonando aburrido, pero por alguna razón sus ojos decían que estaba preocupado de alguna forma por mi.