Después de su primera vez juntos, Lan Zhan siguió usando la silla la mayoría del tiempo, aún tenían las fisioterapias y en el salón de baile, sostenido de la barra, caminaba para recuperar poco a poco la movilidad de sus piernas. Wei Ying encontraba raro que, después de meses de su esposo hartándose de su condición, cuando al fin tiene una luz al final del oscuro túnel, no esté caminando más que los minutos que sus ejercicios dura.
Pero supone que cada quién lidia con las noticias a su manera, ya sean buenas o malas.
Lo que él no sabía, era que Lan Zhan y Lan Huan habían tenido una conversación, una última prueba lo habían llamado. Para desafiar y comprobar el amor de Wei Ying por su esposo.
Después de todo, en silla o no, Lan Zhan todavía era el segundo heredero de la familia Lan y tenía una gran fortuna a sus espaldas que aumentaba día a día.
Lo que habían decidido con ayuda de su tío era que por tres meses más, Lan Zhan debía fingir necesitar de la silla de ruedas, también le harían creer a Wei Ying que la empresa estaba “embarcada” y no en bancarrota, ya que le dirían que si bien no podían disponer del dinero invertido en la empresa, tampoco estaba completamente perdido como para declararla en banca rota, después de todo, tenían planeado seguir adelante, como si nada hubiera pasado.
Sin Wei Ying enterándose que todo había sido mentira.
¿Qué podría salir mal?
———
-¿Embarcada? -jadeó sorprendido viendo a su serio esposo-
-Mn, tío y hermano están tratando de arreglarlo tan rápido como sea posible
-Vaya... -susurró- eso es... Desafortunado Mi señor
-Lo sé -respondió, amaba cuando lo llamaba así-
-Pero saldrán adelante ¿No? -se acercó a abrazarlo por los hombros- saldremos adelante, ayudaré en todo lo que pueda amor
--Te lo agradezco -tomó su mano entre la suya, tratando de ignorar la punzada de culpabilidad que pulsaba y dolía en su pecho-
-WangJi, no podemos fiarnos de su palabra
-Yo puedo hermano, confío en él
-¿Y si te dijera que yo también? Solo quiero asegurarme de que no está manejando esto a su... Favor ¿Entiendes?
-Wei Ying no haría eso, él no...
-¿Estás seguro? ¿Ni por su enferma abuela? En realidad ¿No es lo que inició su matrimonio?
-Y-yo...
-No te preocupes, será algo simple, y él nunca sabrá la verdad. Lo peor que puede pasar es que no te ame realmente y... Se aleje
-No lo hará
-¿Seguro?
-Lo estoy, por eso no lo creo necesario
-O solo no quieres hacerlo porque sabes que algo saldrá mal
-Bien
-¿Si? -sonrió satisfecho-
-Lo haré y cuando sepas el verdadero tipo de persona que Wei Ying es, te disculparás conmigo por tu errónea suposición
-Bien
Las primeras semanas no lograba dormir tranquilo, aún con su esposo entre sus brazos saciado de deseos y cansado. No era suficiente. Su conciencia le pedía detener todo, sabía perfectamente que algo saldría muy bien o algo saldría muy mal.
Wei Ying estaba preocupando en su mayoría por su abuela, pero el dinero que ahorro estos meses con sus pinturas lo respaldaron por un tiempo, sin embargo, no podía confiarse y quedarse en la nada ahora que no contaría con el apoyo de los Lan por un tiempo. Así que habló con su esposo al respecto.
-Quiero trabajar fuera de casa
-¿Qué? -giró a verlo preocupado ¿Wei Ying ya no deseaba estar más tiempo junto a él ahora? ¿La suposición de su hermano había sido acertada?-
-Sé que al inicio nuestro matrimonio me ayudaba con el tratamiento de mi abuela
-Y aún lo hace -interrumpió- hay un fondo fijo para...
-Lo sé y no quiero quitarles ese dinero, probablemente podría servirles por un tiempo, tal vez no sea mucho pero con algo de esfuerzo tal vez pueda ayudarles en algo y yo pueda hacerme cargo por un tiempo de mi abuela, o bueno -sonrió nervioso- hasta que mis ahorros se acaben je~
-Wei Ying -balbuceó conmovido- no es necesario
-Quiero hacerlo ¿Si? Además, podría ayudar en la economía de nuestra casa y así ¿Ahorras lo que normalmente inviertes en nuestro día a día?
-¿Quieres que deje de proveernos? ¿Me crees incapaz?
-¿Qué? ¡No! -tomó el rostro de su esposo entre sus manos y beso varias veces sus labios- nunca pensaría menos de ti amor
-Entonces no entiendo porque quieres pasar menor tiempo conmigo
-Esposo -se quejó- no quiero pasar menos tiempo contigo, quiero que puedas dormir más tranquilo
-Duermo tranquilo
-Mentira -besó sus labios otra vez- esas ojeras tuyas dicen otra cosa, gritan preocupación. Probablemente la empresa y todo este asunto del embargo te tenga así, sí puedo disminuir aunque sea un poco esa de carga, lo haré, quiero hacerlo
-Wei Ying -besó a su esposo, profundizando los picos que su esposo le había estado dando- te amo
-Y yo a ti
———
Wei Ying termino volviendo a tener dos trabajos. Regresaba a casa entre las nueve y diez de la noche, el tiempo necesario para saludar a su esposo y compartir su ritual diario para prepararse para dormir. Por la mañana salía temprano de casa, aveces sin desayunar completamente. Pero estaba ayudando. Y eso lo hacía feliz.
Tuvo que dejar sus proyectos en su arte estancados por un tiempo. Su horario se dividía perfecta y exactamente entre su esposo y abuela, y el trabajo. Y estaba bien así.
Aunque le preocupaba que Lan Zhan aún parecía estar cansado todo el tiempo, sus ojeras eran tan notorias como al inicio y parecía estar irritado cada que se iba de casa, como si quisiera decirle algo pero luego se arrepentía.
Frente a la puerta de su casa, suspiro cansado y dolorido, para después introducir la llave en la cerradura y abrir. Antes de empujar la puerta, inclinó su cabeza con los ojos cerrados, Dios, estaba tan cansado, forzando una sonrisa en su rostro entró a su hogar.
-¡Esposo! ¡Estoy en casa!
-Wei Ying -saludó saliendo de su despacho en su silla, tratando de aparentar que no había saltado del susto y corrido a su silla cuando lo escuchó- bienvenido cariño
-Me alegra estar aquí -rió contento, su esposo podía alegrarle el día solamente viéndolo- ¿Ya hiciste la cena? ¿O cocinamos juntos?
-Aún no, cocinamos
-Perfecto, solo iré a darme un baño antes, estoy agotado -besó los labios de su esposo, en un beso profundo y húmedo- bajo enseguida ¿Si?
-Mejor te ayudaré -lo tomó de la cintura atrayéndolo hacia sí, desequilibrado al menor, este apoyó su rodilla en la silla de ruedas y sus manos sobre sus hombros-
-¡Lan Zhan! -rió encantado- si tú tío supiera lo atrevido que eres, moriría por un paro cardíaco ¿Eh?
-Asi me amas
-Totalmente -volvió besarlo-
Empezando a desabrochar los botones de su camisa, sin despegar sus labios, acarició las costillas y pechos, apretando los músculos blancos.
-Sé como desvestirme Er-Ge
-Mn... Lo hago mejor yo
La risa de Wei Ying fue tragada por la boca del Lan, quién inclinando sus cabezas profundizó su beso, su lengua lamiendo el cielo de la boca y enredándose con la contraria. Jadeando y gimoteando, Wei Ying correspondió el beso apretando las mejillas de su esposo.
-¿Quieres intentar llegar al baño solo? -sonrió alentador, amaba el rostro de concentración que su esposo ponía cuando caminaba-
-Mn
-Bien, veamos esas sexys piernas funcionar
-Wei Ying -sintió sus orejas sonrojarse y su cuello arder-
Caminando lentamente entre besos y caricias al baño, encendieron el chorro de la bañera y mientras esperaban, siguieron desnudándose entre besos y jadeos.
Pronto toda la ropa estaba en el suelo, tirada descuidadamente. Los dos amantes ingresaron a la tina ya llena, Wei apoyado en la orilla de la cerámica, de rodillas, mientras Lan Zhan se apoyaba sobre él, besando y mordiendo sus omóplatos, al mismo tiempo ingresaba dedo a dedo en su interior para prepararlo.
-Dios~ eso siente tan bien...
-¿Si?
-Ah... Si, lo hace
-Estás más apretado de lo normal -besó debajo de su oreja, sacando un escalofrío del oji-gris-
-Mi señor, te extrañe tanto...
-Mn... También te extrañe
Sacando sus dedos, acarició un par de veces su erección antes de enterrarse hasta las bolas en el húmedo interior, que entre pulsaciones, se contraía y apretaba a su alrededor, sacándoles un gemido a ambos.
Apoyando sus manos a los lados de las de Wei Ying, en la cerámica que rodeaba la tina, empujó su cadera sin esperar a que el menor se acostumbrara a la intrusión. El choque de pieles húmedas y las ondas del agua llenaron la habitación.
El eco de los gemidos y jadeos los acompañaron. Golpeando su ingle contra ese esponjoso y firme trasero, disfrutó del aterciopelado interior que profanaba gustosamente. Wei Ying sollozó el nombre de su pareja, con la voz quebrada y el cuerpo sacudiéndose hacia adelante por la rudeza de los golpes.
-¡Lan Zhan! -gritó al sentir una dura mordida en su hombro- Estoy cerca -lloró apretando su erección entre sus dedos, apreciando la hipersensibilidad- ¡Más! ¡Dios, no te detengas, ah!
-Wei Ying -jadeó en su oído- eres mío
-¡Si!
-Mi esposo
-¡Si, si, Dios, soy tuyo amor!
-No importa que, siempre serás mío -gimió a punto de llegar también-
-¡Te amo!
Y esas únicas dos palabras bastaron para acercó correrse, jadeando y gimiendo un “te amo” una y otra vez contra su omóplato. La sensación de ser llenado por ese caliente chorro de semen, lo hizo apretarse a su alrededor y venirse también. Dejándose caer contra el azulejo, respiró agitadamente, sintiendo sus ojos cerrarse por el cansancio.
Lan Zhan besaba su espalda por todas partes, amaba esos pequeños lunares que la adornaban, al igual que su labio inferior, mientras salía de la rosada mancha, ahora hinchada, dejando que borbotones de semen salieran y escurrieran por sus muslos.
-Te amo -volvió a decir, pegando su frente en la caliente piel de la espalda-
-Yo también te amo, esposo -murmuró casi cayendo dormido-
-Lo siento tanto -suspiró- te mentí todo este tiempo, no hay embargue ni problemas en la empresa y en mi cuerpo, todo es una vil mentira, yo sólo...
Un suave resoplido lo interrumpió, fijándose en el rostro de su amado, suspiro al verlo completamente dormido, con las mejillas sonrojadas y el cabello húmedo, el flequillo pegándose a su frente.
-No importa que, te amo
Terminando de limpiarse y de limpiar a su esposo, lo cargó a la cama y los arropó, desnudos y cálidos, hasta que también cayó dormido.
Sin embargo, Wei Ying realmente si estaba quedándose dormido, pero acostumbrado a siempre prestarle atención a su esposo, trató de mantenerse consiente sin esperarse tal confesión.
En su interior, sintió su corazón romperse y hacerse añicos.
Luchó duramente por retener sus lágrimas y aguantar todo el ritual de su esposo, que, aunque lo hacía con amor y cuidado, lo único que Wei Ying sentía era traición y engaño. Y un horrible sentimiento de enojo.
¿Así que estaban jugando a las mentiras? Bien. Dos pueden jugarlo.
———
Siguió fingiendo que todo estaba bien, siguió llendo a trabajar en sus dos turnos y siguió cuidando de su esposo en el tiempo libre. Lo único que cambió (aparte de no estar más en la ignorancia), es que al llegar a casa se quejaba con más ánimos de su trabajo, está vez contando todo lo malo que solía pasarle —que normalmente no contaría para no hacer sentir mal a su mentiroso esposo— como clientes groseros y dolores de cuerpo.
Todos con el mismo objetivo en mente, hacer sentir mal a su esposo y hacerle confesar la verdad.
Mientras tanto, con ayuda de algunos trabajadores de Lan, inocentemente preguntó sobre la situación de la empresa con disimulo. Al fin enterándose que el patrimonio Lan, estaba completamente bien.
Le dio tantas oportunidades a su esposo para decirle la verdad, al pasar una semana, las esperanzas fueron disminuyendo. Para cuando pasó un mes bajo la mentira, se rindió ante la situación. ¿Su esposo creía que podía mentirle y el no haría nada al respecto?
Estaba completamente dispuesto a perdonar a su esposo y darse otra oportunidad. De verdad lo quería, no deseaba echar al caño su relación.
Pero al pasar el mes, toda motivación de seguir adelante se perdió. No amaba a su esposo menos, por supuesto que no. Pero ya no estaba dispuesto a ser tomado por el tonto esposo sumiso del gran CEO Lan, Lan Zhan. No más.
Por supuesto que razonó y pensó una y otra vez en esta decisión. Después de todo, su abuela dependía de su dinero. Pero con sus ahorros y sus trabajos algo podía hacer, si no, ya se las arreglaría. Pero no iba a dejar que esos Lan jugarán con el a costa de sus necesidades.
Fingió que salía de casa rumbo al trabajo, como todos los días, y al esperar unos quince minutos, volvió a entrar a la casa, completamente en silencio. Se acercó al despacho, de donde se había despedido anteriormente, y se apoyó en la puerta para escuchar que ocurría adentro. Logró escuchar fragmentos de una conversación.
-Creo que ya es momento
-...
-Ha probado ser digno, hermano
¡Digno mi trasero, grandísimo idiota!
-...
-Mn. No quiero llevar esto más lejos y arruinar mi matrimonio.
¡Ja! Si supiera la que le espera. Pensó.
-No hermano, ya es suficiente. Wei Ying está cansado y yo también lo estoy. No quiero continuar. Desmentí tu punto y mis inseguridades, eso basta -escuchó pasos ir y venir-
¿Inseguridades? ¿Es enserio Lan Zhan? ¡Tu, maldito canalla!
-Si, también dejaré la silla, me tiene harto
-...
-No lo sabe, se lo diré en la cena
-...
-Me perdonará, solo le diré que trataba de no correr riesgos...
No se molestó en oír más, camino encabronado a la sala y tiró su bolso al sofá. ¡Esos malditos!
-¡Lan Zhan! -gritó molesto-
-¿Wei Ying? -vió a su esposo salir de su despacho ¡En esa estúpida silla de ruedas!- Estás aquí temprano ¿Pasó algo?
-¡Levanta tu trasero de esa silla, tu, gran mentiroso!
-¿Qué? -preguntó sintiendo su sangre helarse-
-Lo sé todo
-Wei Ying -se levantó de abrupto de la silla de ruedas y se acercó a él, siendo detenido por la mano en alto frente a su rostro- déjame explicar...
-No Lan Zhan -sintió sus lágrimas caer- te di semanas para decir la verdad, tirando indirecta tras indirecta para que lo confesaras, y no lo hiciste, preferíste mentirme
-Hay una razón para eso -abogó desesperado- si me dejas decirte
-¡Bien! -lloró cruzándose de brazos- escucharé tu versión, haber que mentira dices ahora
-No lo haré, yo... -suspiró pasando sus manos sobre su cabello- escucha amor -intentó acercarse siendo detenido de nuevo- tío y hermano querían asegurarse que siguieras conmigo porque realmente correspondías mis sentimientos...
-¿Fue su idea entonces? ¿Y decidiste hacerles caso? ¿Qué eres? ¡¿Un maldito niño sin voz propia?!
-¡No! -suspiró para calmarse- quería saberlo también, el como reaccionarias si... Si no dispusiera del dinero al cien
-Solo fui un maldito sujeto de pruebas
-Wei Ying
-¡No! ¡No empieces con tus “Wei Ying”! -tomó un cojín del sofá lanzándolo al Lan- ¡Si querías saber algo así porque de alguna manera te di ese tipo de inseguridades, es algo que tenías que hablar conmigo! ¡Preguntarme! ¡No ir y hacer un experimentos social a idea de tu familia! ¡Estúpido!
-Lo siento...
-Me hiciste creer que estabas preocupado y bajo presión, me hiciste sentir como una mierda ¡Trabaje de seis a nueve todos los días para tratar de ayudar a una estúpida causa perdida!
-Wei Ying...
-¡Puse la vida de mi abuela en riesgo al renunciar al fideicomiso que el estúpido contrato decía que le darían, por ayudarlos!
-¡Ese contrato me dio esas inseguridades!
-¡Necesitaba ese estúpido dinero! ¡En ningún lugar del papel decía algo sobre enamorarme de ti! ¡Tarado! -lloró colérico- ¡Y aún así lo hice! ¡Lo hice y jugaste conmigo! ¡Nunca jugué contigo, jamás lo haría, fui honesto desde el inicio!
-Perdoname -rogó sintiendo las lágrimas rodar por sus mejillas-
-¡Nunca! -sorbió su nariz- hace un mes lo habría hecho, hoy no -declaró asustando al Lan, que se puso más pálido —si fuera posible—
-¿Qué quieres decir?
-Tu mismo lo dijiste Lan Zhan, fue suficiente
-Wei Ying -le interrumpió-
-No puedes manejar de esa manera la vida de una persona Lan Zhan, si en una relación hay problemas o inseguridades los hablas conmigo o con un maldito psicólogo, no con tu hermano, no con tu amigo ¡No con tu tío!
-Ellos jamás habrían dicho algo
-Que tu confíes en ellos no implica que yo también Lan Zhan -jugueteó con el anillo en su dedo anular-
-Arreglaremos esto ¿Si? Solo déjame...
-No, se acabó -se quitó el anillo para consternación del Lan- tu juguete en turno se cansó
Dejó caer el anillo en el cojín del sofá con lágrimas cayendo de sus ojos y la respiración entrecortada. Dándose la vuelta, intentó caminar a la salida, no queriendo tomar nada más que su teléfono y su billetera.
-¡No! ¡Por favor no hagas esto! -lloró arrodillándose frente al oji-gris con sus brazos rodeando su pierna- ¡Lo siento tanto! ¡Lo arreglaré! ¡Yo...
-No Lan Zhan -soltó su pierna bruscamente- no quiero volver a saber nada de ti o a verte siquiera
-No, no, no -negó con la cabeza- no puedes dejarme ¡No puedes! Lo prometiste -susurró-
-Que casualidad -comentó sarcástico- los dos mentimos, entonces
Y sin decir más, caminó apresurado hacia la salida.
-¡Wei Ying!
Ignorando el llamado de su pronto ex-esposo. Aún cuando su corazón se sentía romperse más.
-¡Wei Ying! ¡Yo te amo!
Abriendo la puerta principal, tiro de ella y estando a punto de irse escuchó:
-¡No te daré el divorcio! ¡Olvídalo! -sé puso de pie, enfadado y desesperado- puedes salir de esta casa pero seguirás siendo mío
-Has lo que desees -murmuró sin girar a verlo- mientras no vuelva a ver tu rostro mentiroso me da igual
Y salió. Prometiendo no regresar a esa casa en mucho tiempo.
Regreso a su anterior apartamento, con su abuela en la sala conectada a una intravenosa. Ella al verlo, se sorprendió por sus ojos rojos y rostro arrugado en dolor y desesperación.
-¿A-Ying? ¿Pasó algo? -dejó su libro a un lado y extendió sus brazos-
Corriendo a abrazar a su abuela, se desahogó y lloro tanto como necesitó. En la noche ignoro su teléfono sonante mientras abrazaba el cuerpo de su abuela, como solía hacerlo cuando era niño y los otros infantes en su colegio se burlaban de él por ser huérfano.
Al paso de los días, las llamadas de todo número, conocido o no, se volvieron normales y usuales. Las ignoró, al igual que los mensajes, tanto de Lan Zhan (como sospechaba) y de Lan Huan.
Siguió trabajando de seis a nueve, pues tenía deudas que pagar, ignoro todo tipo de miradas coquetas y números dados a escondidas. Sumergido en un dolor profundo del que empezaba a sospechar no recuperarse nunca.
Pronto, el auto y el mismo Lan Zhan solían esperarlo fuera de sus trabajos o de su casa. Siempre siendo ignorado y pasado de largo.
No importa que obsequio llevo o como pidió perdón, de pie o arrodillado, con lágrimas o enojo. Simplemente no.
Lan Huan también parecía estar en el plan de hacerlo volver —empezaba a creer que ese hombre amaba meterse en asuntos ajenos— pero también fue despachado.
Lan QiRen ni siquiera dio la cara, no a él, al menos. Qué más da. Su sobrino caminaba de nuevo, es lo que importaba.
-No quiero hacerlo si no estoy contigo...
-No quiero seguir sin ti...
-¡Wei Ying! No me ignores...
-Amor, estoy muriendo en vida...
-Te lo suplico, Wei Ying
-Basta Wei Ying, eres mi esposo, tienes que regresar conmigo...
-¡E-epera! No cierres...
¿Quién sabe? Tal vez un día volvería a darse una oportunidad para amar. Tal vez a la misma persona. Por ahora, solo quería tiempo para sí mismo y su abuela.
¿Quién sabe? Tal vez la vulnerabilidad que deja la muerte de un ser amado sea la entrada perfecta para viejos conocidos —esposos, si nunca le dio el divorcio— que lograrán acercarse con una excusa está vez.
¿Quién sabe? Tal vez en dolor y la pérdida los vuelva a unir. Nunca se sabe.
Nota: este es solo un One-Shot que no quería dejar en un fic individual porque es corto y de final algo abierto. Lo dejo a tu imaginación
(◠‿・)—☆
Espero te haya gustado tanto como me gustó escribirlo. 🌻✨