10 Things I Hate About You...

By Mari-Unicorn

1.4K 115 171

Un poema con diez razones no sería suficiente para describir cuánto odia a Lucas Friar, ni todo lo que le hac... More

×Sipnosis×
×Personajes×
Capítulo 1: S/HE
Capítulo 2: They
Capítulo 3: Go away!
Capítulo 4: Master Plan
Capítulo 5: Alcohol
Capítulo 6: Swings & Kiss.
Capítulo 7: Can't take my eyes off you
Capítulo 8: Dates
Capítulo 9: Smile
Capítulo 10: Paintball
Capítulo 11: Tell me something Real
Capítulo 12: Decision
Capítulo 13: Prom with P of Problem...
Capítulo 14: And P Of Pain
Capítulo 15: Time
Capítulo 16: Broken
Capítulo 17: Look at me
Capítulo 18: 10 things I hate about you
Capítulo 19: 10 things I love about you
Epílogo:
×Playlist×

Capítulo 20: Graduation

43 2 3
By Mari-Unicorn

–¡No me culpen, estoy muy feliz con la noticia!

–¿En serio? No lo había notado, Riles – acompaña su sarcasmo con una sonrisa dirigida a su hermana, la cual no detiene sus saltitos desde que llegaron a la heladería tras un último día de clases –. Cualquiera pensaría que estuvimos años separados.

–En mi defensa, se sintió muy largo.

 –Lucas estuvo como un tonto rogando por tu atención.

–Sí, el pobre daba lástima.

–¿Están aprovechando para burlarse de mí?

–No, no, no.

–Para nada, amigo.

Las chicas se ríen bajito presenciando la agraciada escena que montan sus parejas en la mesa; Lucas estaba viendo amenazadoramente a los intimidados de Zay y Farkle.

–Lamento que hasta ahora es que estamos haciéndonos un grupo. ¡No es justo! – la castañita da un puchero después de sorber de su batido –. Ahora que todos estamos en buenos términos, con relaciones estables y unidos sin lanzarnos por la ventana, tenemos que graduarnos.

–Todavía tenemos un mes de ventaja antes de empezar la universidad, hay tiempo – anima el sureño con despreocupación, colocando su brazo en el respaldar para rodear a su novia de lentes –. De haber tenido una pista de que eran tan geniales, yo mismo habría sido el primero en cruzar palabras con cada uno.

–Pero le tenías miedo hasta a mi sombra, Babineaux – se mofa el Texano –. Creo que me hablaste porque Farkle te arrastró de lo enamorado que estaba de Riley.

Los implicados se sonrojan en medio de las risas, agachando la cabeza a la par de una manera que a Maya le parece tan tierna como ridículamente cursi.

–No tienes demasiada moral cuando me acabas de escribir un poema de razones para amarme, Huckleberry – aporta con una sonrisa inocente –. Apuesto a que Hunter salvo tu trasero con eso para no reprobarte en literatura.

–Lo hizo, no lo niego – corrobora con un guiño, comiendo la cereza de su postre sin apartar la vista de su ahora novia –. Así que oficialmente todos en esta mesa nos vamos a graduar. Aunque les sea difícil de creer, aprobé todas las materias.

–Quiere decir que todos iremos a la universidad.

Lucas y Maya comparten una mirada al lado del otro, siendo el primero en responder:

–No todos, aún no tengo planes. Supongo que lo descubriré en el camino.

–Brindemos por eso entonces y dejemos lo triste para otra ocasión – Smarckle se adelanta, con su copa de helado en alto –. ¡Salud!

–¡Salud!

Todos chocan las copas con una sonrisa satisfecha, sumidos en sus conversaciones grupales. En aquel preciso momento, se aproxima a la mesa un deportista con aire inseguro, aparentando con su postura de superioridad. El primero en divisarlo es Minkus desde su posición, frunciendo el ceño como su novia, y el siguiente es Lucas una vez se gira, poniendo una cara de irritación.

–¿Qué carajos haces tú aquí, imbécil?

–No vine a buscar pelea, ya tuve suficiente 

–Se nota, digo, nadie usa lentes solares dentro de un local en pleno anochecer  – la mordaz lengua de la rubia causa una risita reprimida de la mayoría en la mesa, a excepción del tenso ojos verdes a su izquierda; a este último le da un apretón en su mano debajo de la mesa para apaciguarle –. ¿Te perdiste o algo?

–Entiendo que me detesten, no es novedad – inicia con mandíbula apretada –. Necesito charlar contigo y con tu hermana.

–De ninguna manera.

–Minkus, si tuviese malas intenciones no habría escogido venir hasta ustedes cuando están reunidos.

–No tenemos nada que hablar contigo, Gardner. 

–Cierto, Charlie. Si tienes que decirnos a Maya y a mí algo, que sea aquí mismo.

El muchacho se ve acorralado, maldiciendo en un siseo y sacando sus lentes para mostrar su necesidad.

–Un minuto, ¿Sí? Juro que no las molestaré más.

Ambas Matthews-Hart están recelosas a aceptar la propuesta, sobre todo porque sus novios parecen perros rabiosos ahora mismo, sin embargo, asienten al cruzar miradas y se levantan a la par.

–Volveremos rápido, no se preocupen.

–Pero...

–Me sé defender, Vaquero.

–Lo sé, pero no me agrada ese idiota.

Maya entorna los ojos con diversión y le da un rápido beso al ojos verdes que deja a todos algo sorprendidos, incluyéndole. 

–Es bastante obvio, pero voy a ir sin tu permiso a la final. Vamos, Riles.

Salen del local tomadas del brazo, siguiendo el trayecto del atleta hasta que este se detuvo a unos centímetros de la entrada.

–Tu presencia da algo de náuseas, agradecemos que te apresures.

–¿Piensan que esto es sencillo para mí? Escuchen, la estoy pagando bastante caro con todo, ¿De acuerdo? – bufa con malhumor –. No me graduaré porque mis padres descubrieron que le pagaba a los profesores para aprobar y porque no tenía idea de que debía asistir a la mitad de las clases, ¿Cómo saberlo? – las hermanas intercambian miradas que el desplaza para proseguir: –. Perdí mi contrato de modelaje este año por las peleas y los castigos, tengo mi hermoso rostro repleto de moretones aún y el señor Hunter fue quien me delató para que no me aceptaran ni en los exámenes recuperativos, lo que se resume a que no tengo siquiera la oportunidad de ir a la graduación al apelar.

–Es una acusación seria, idiota.

–Nadie más tenía idea, Hart.

–Sigues sin tener pruebas.

–Literalmente me dijo que se vengaría por lo de tus fotos y que haría que no me graduara.

Cierra su boca con la defensa suspendida.

–Bien, admito que estuvo bien jugada.

Ahora la menor intercede:

–Pero la mereces con todo lo que nos hiciste, sobre todo a mi hermana.

–Por eso vine a pedirles disculpas – las desarma con tan simple sentencia, la misma que le estaba costando demasiado siquiera decir –. No actúe de la mejor manera con ninguna.

–¿Ah, de verdad? – Riley expulsa con rencor e ironía –. Nos haces la vida un caos y luego te disculpas.

–Esto me suena a estrategia – coincide con una ceja elevada –¿Te disculpas con nosotras por nuestro perdón o para buscar algo a cambio?

–Ya les dije que la estoy pasando terrible, ¿Qué más quieren? – lloriquea colocándose los lentes, porque se siente demasiado expuesto y juzgado –. Borré las fotografías y te estoy pidiendo disculpas. No tienes que acusarme, por favor, Maya.

La mayor de las chicas lo escanea brevemente, porque para nada era el mismo capitán de Villa estúpida al que conoció años atrás, ni el que hasta hace no mucho estaba pavoneándose con sus millones y levantando faldas. Ciertamente, daba lástima.

–No pensaba hacerlo. Los dos estuvimos en acuerdo aquella vez, aunque no era consiente de que sacarías esas fotos –explica con desdén –. Fue consentido, un error de ambos,  y no voy a denunciarte tampoco.

–¿D-de verdad? – se abstuvo de no besarle los pies porque estaba siendo vigilado por quien le dio la paliza de su vida desde las ventanas del local, a lo que carraspea para mantener a raya su entusiasmo –. Es decir, que genial, Hart.

–Te sigo odiando.

–Te odiamos.

Lo aceptaba, tampoco volvería a repetir sus disculpas, y es que él mismo todavía no era del todo consiente de la magnitud de lo que hizo, sencillamente tocó fondo y tuvo miedo de que empeorara. 

En fin, Gardner era un cretino, y sólo el tiempo diría si cambiaría o no, ellas lo saben perfectamente.

–Bien, es todo... Gracias, supongo – les da un movimiento con su cabeza en señal de despedida, intimidado por los noviecitos, más que nada con Lucas, que le chequean aún –. Suerte en su graduación.

Lo observan alejarse para entrar a la heladería, uniéndose a su mesa nuevamente y contando brevemente los hechos. 

–No puedo tragarme que lo han perdonado.

–Nos vale mierda, además de que la está pagando caro.

–Le fue muy duro reconocerlo, apenas y lo logró – completa la más alta con un encogimiento desdeñoso –. No hablemos más de ello.

Concuerdo unánimemente, disfrutando de su compañía y de las merecidas vacaciones que tendrían a partir del siguiente mes.

---

La ceremonia de graduación marchó de maravilla, con los típicos traspiés por parte de los graduandos, pero a todos les fue increíble.

Riley tuvo el discurso a su mando, porque Topanga supuso que si se lo daba a Maya -a pesar de que esta es genial en el arte de las palabras-, iba a causar un alboroto tras mandarlos a todos muy sutilmente, a la mierda. Sus diálogos fueron muy emotivos, y lograron sacarle incluso lágrimas a su padre y a otros espectadores.

Claro, Maya tuvo su momento en la tarima cuando dieron entrega de los diplomas, y se aseguró de dar un alarido de alivio al no tener que volver a verle las caras a ninguno de los profesores y alumnos presentes; o bueno, a la mayoría, porque a la directora, al señor Hunter, y a su grupo, claro que los iba a mantener con ella, siempre.

Todos lanzaron sus birretes e hicieron lo usual en dichos actos, hubo cientos de fotos, familias felicitando a sus graduados, y parejas besuqueandose. Cory logró intimidar al novio de su hija menor para que no tuviese tanto contacto con esta, sin embargo, la tarea no le fue tan fácil con Friar, porque no dejaba de cargar a la rubia o abrazarla; esos dos estaban demasiado cerca tras su reconciliación, no un cursi ni empalagoso típico, sino a su manera.

–Mantengan la clasificación A, jovencitos.

–Tienen a los niños escandalizados con sus cosas.

–¡Lo estaba ayudando a acomodar su birrete, papá! 

–Es en vano, Riles. Papá buscará cómo molestarnos así estemos a dos kilómetros de Lucas y Farkle. 

–De eso me encargo yo – Topanga se adelanta para jalar a su pareja lejos, ignorando sus quejas y guiñándole a las chicas –. Sigan en lo suyo y luego irémos a la fiesta.

Las hermanas ríen por la divertida escena y aprovechan de conversar con los padres de sus novios, ya que estos hicieron presencia para felicitarles a todos. Ava y Auggie igualmente les felicitaron, y luego todos acordaron ir a la fiesta en casa de Shawn, pues este les invitó solamente a ellos y sus familiares; los otros le valían mierda, y honestamente, preferían mantener su círculo pequeño y evitar a los demás hormonales entrometidos en busca de aperitivos gratis.

Ya tuvieron demasiado con la última fiesta en donde el pendejo de Gardner les arruinó las cosas.

Ya nada malo quedaba, sólo goce.

---

–¿Cómo es que el señor Hunter tiene una casa tan grande si es profesor de literatura?

–Sus padres tienen dinero, y trabaja aparte como fotógrafo.

–¿Me estás jodiendo? ¿Entonces por qué es profesor si ni nos tolera a nosotros o al sistema educativo?

–No tengo idea, tal vez sea para no aburrirse en sus ratos libres – chasquea con diversión –. Deberíamos preguntarle.

–Apuntado, pero lo harás tú. Eres su favorita – recuerda algo de pronto, expresandolo en mismo tono risueño: – Fue ingenioso eso de "Tomarémos caminos separados sin mínima pista de lo afortunados que serémos"

–Yo redacté esa parte.

–Lo supuse – atina con un asentir –. Fue una manera muy genuina de decirles que apestaban sin que tu hermana se diera cuenta de lo que escribiste en su discurso.

Se carcajean en la banca, la cual se mece por sus movimientos, tal como un columpio en el jardín pero más amplio. El ambiente era relajante y ameno, la música y las charlas del patio se oyen hasta donde están ellos, apreciando a sus amigos y familia compartiendo. Se escaparon un rato de los ojos de todos, necesitando unos minutos a solas para disfrutar de su compañía; esas últimas dos semanas no habían discutido en lo absoluto, al menos no por cosas serias. Todo marchaba excelentemente.

Lo único que perturba un poco su paz, es el tic tac del reloj que no han sido capaz de enfrentar, hasta ahora...

–Voy a extrañarla mucho, y no pensé decirlo, pero al resto también – suspira tendido –. Ha estado muy pegada a mí estas semanas, sé que va a sentirse mal cuando me vaya.

–Está feliz por ti, todos lo están – comenta con un empujoncito amistoso –. De todas serás la primera en salir de la ciudad. Demuestra lo capaz que eres, y estoy orgulloso de ti, rubia.

–Gracias por alegrarte de mi ida, Huckleberry.

–Sabes que no es así.

Los dos dejan el tono jovial, pues el aire se torna triste y tenso ante la verdad del asunto. Lo estuvieron pensando todo el tiempo, ninguno quería separarse. Las cosas serían complicadas, con todo y que no acordaron en terminar lo suyo, porque no lo harían.

–¿No irás a Texas este año? – comienza, analizando su reacción primero –. No has hablado de ello.

–Me quedaré y conseguiré un trabajo para tener el dinero listo lo antes posible – informa, seguido de una exhalación –. Quizás aplique a alguna beca, con mucha suerte.

–¿En serio? Es genial, Lucas – se acomoda en su puesto, viéndole mejor ahora, sonriendo con honestidad –. Si te esfuerzas, estoy convencida de que lo lograrás.

El aludido le corresponde y acaricia su mejilla con suavidad.

–Digamos que tuve cierta inspiración de una obstinada pintora.

Oculta su sonrisa tras una mueca.  

–Me encantaría estar aquí para verlo – se forma un silencio pesado, comprede que no puede proseguir con los cabos sueltos, y aquello la hace actuar: –. He estado pensando en que tal vez no sería tan malo posponerlo para el año entrante – obtuvo la atención de los pares verdes que la ponen nerviosa –. Si me quedo por ahora puedo prepararme mejor, tomar unas clases extras y trabajar en lo que...

–Un momento, ¿Te das cuenta de lo que dices? – rechista con desacuerdo – Maya, no puedes postergar algo como una beca entera. ¿Qué sucede si no la obtienes de nuevo? 

–Hay otras universidades tan buenas como UCLA.

–Soñabas con asistir allá, ir con tu madre.

–Ella no saldrá hasta dentro de dos años, y no sé, a lo mejor no sea tan malo estar aquí otra temporada. Puedo visitarla, ¿No?

–¿Por qué haces esto realmente? 

Los dos estaban serios, estaban cruzando la línea de la estabilidad, y ella tuvo que retroceder, rendida por todo el tema.

–Antes estaba huyendo, ¿Bien? Sí, amo California y quiero ir, pero tengo cosas geniales aquí ahora. Mi familia al fin es una familia, tengo amigos que no me caen mal, y... .

Ablanda su rostro y libera el aire contenido, levantando el mentón de la obstinada artista.

–Ninguno de nosotros estará bien si decides quedarte por eso. Estarémos aquí, no tenemos que alejarnos.

–¿No quieres que me quede?

–Creo que no tienes ni idea de cuánto muero porque te quedes, Maya – sonríe con pesar –. Pero no me lo perdonaría si soy un impedimento para tus sueños.

–No seas dramático – imita su gesto– ¿Qué es un sueño si no lo vivo con quienes quiero?

–¿Me quieres?

–¿Eres tonto? 

–Dijiste que me odiabas.

–En un poema que decía implícitamente que te quería. Además, tú nunca me dijiste que lo hacías.

–¿Y el poema de todo lo que amo de ti no era lo suficiente implícito?

–Bueno, pero no directamente en mi cara como...

–Te amo, Maya – detiene su juego con la sentencia que le causó a los dos un salto en el pecho. Los ojos azules le tienen hipnotizados, nunca imaginó que confesaría algo así tan a la ligera, pero le fue posible con simplemente mirarla –. ¿Así o vuelvo a cantarte?

–Eres un idiota – susurra con una sonrisa, juntando sus frentes con afecto –Pides que me vaya diciendo cosas así, no es justo. 

Era un tema que tendrían al pendiente, no lo continuaron porque los interrumpieron con un llamado, pero lo cargan ahora en su espalda.

Riley citó a su familia en el comedor, todo porque se enteró de cierta cosa que la preocupaba. Su padre y su hermana esperan pacientes su interrupción, a lo que va sin rodeos:

–Maya está considerando quedarse este año y saltarse la beca.

La mayor se exalta al instante, levantándose:

–¿Qué? ¿Quién te contó?

–Lucas me lo dijo.

–¿Y no pudiste consultármelo primero antes de soltarlo?

Cory gime en plena disputa:

–¿Quieres volverme loco?

–Iba a decírselos yo – explica entre dientes, sentándose de nuevo con desgano –. Es que no sé si sea lo indicado irme ahora que las cosas marchan tan bien con nosotros.

Riley coloca su mano de inmediato sobre la de la bajita.

–Maya, no vamos a realmente separarnos.

–Me cuesta admitirlo, pero tu hermana tiene razón – se une el hombre con misma calidez –. Los kilómetros no van a rompernos, no lo harán jamás. 

Ante la duda en el rostro de la de pares azules, la castaña siente que es hora de confesar su plan:

–Voy a solicitar un traslado de universidad. Me uniré contigo en California, ya lo investigué todo.

–¿Traslado? – repite, totalmente conmovida como asombrada – ¿Te mudarás conmigo?

–Espera, espera – el adulto se alarma – ¡¿Van a dejarme las dos?!

Sus hijas le examinan con una mezcla de gracia y remordimiento.

–Bueno, tengo que esperar el primer semestre para cambiarme. Por ahora me quedaré en casa, papi.

–¿Qué hay de Farkle?

–Lo discutimos hace un tiempo y él pedirá también un traslado. Lo decidí antes de la graduación, sólo que me enteré de esto primero, así que lo dije – sonríe para la contraria–. Honestamente, tampoco deseo separarme de mi hermana ahora que nos toleramos, e igual quiero ver a mamá.

Ante la falta de palabras, le toca al padre dar su opinión:

–Vaya, esto será complicado – resignado, les brinda una sonrisa –. Si las hace felices, háganlo. 

–¿Estarás bien? – inquiere la artista, tomándolo en un agarre preocupado –. Digo, ¿Seguro?

–Me siento mejor sabiendo que se mudarán a un mismo departamento y que no estarán con sus novios – se regocija para echarles a perder un poquito la alegría, vengándose por su "Abandono". Con una risita por sus caras, ahora confiesa: –. E igualmente quería notificarles una noticia.

Las dos se miran para preguntar al unísono:

–¿Y...?

Finalmente, les comunica con entusiasmo:

–Le pediré a Topanga que se case conmigo. Le di muchas vueltas, y en verdad es lo que anhelo.

–¡Oh, por dios!

–¡Es una noticia increíble, papá!

Comparten un abrazo sincero entre comentarios tras otro. Tras un rato charlando, su padre debe irse a atender una emergencia en el hospital, lo que les permite charlar a solas.

–Ya no me siento tan mal – bromea con una sonrisa –. ¿Aceptas irte de esta manera?

Maya no se atreve a romper la ilusión de Riley, no cuando estaba dispuesta -junto a su novio de alto intelecto-, a hacer algo como aquello. Una parte de ella se siente mal de tener que despedirse por un tiempo de Lucas, pero ya lo discutirían. Por ahora se limita a darle un mismo gesto y afirmar:

–Acepto, pero me darás la habitación más grande esta vez.

La menor se queja con un empujoncito, susurrándole con complicidad:

–Oye, aún tienes una sorpresa más, pero no te la confesaré hasta que no sea el momento.

Sus protestas se quedan a medio camino porque la castañita le golpeó con un cojín y las dos terminaron en una persecución bastante infantil, repleta de risas que tanto le hicieron falta al hogar por muchos años.

---

–Gracias por las gomitas, Auggie. Lamento haberte dicho cabeza de estambre.

–Y yo haberte dicho come mocos.

–Yo lamento tener que quedarme en medio de ustedes porque su niñera no pudo cuidarlos – interrumpe el muchacho con total fastidio –. ¿Hasta qué hora trabaja tu mamá, Auggie?

–Hasta las siete, aburrido.

–Hey, no soy aburrido.

–Déjalo, está deprimido porque Maya es muy inteligente y se irá a California.

–Eso fue bastante cruel, Mocosa.

–No voy a sufrir sola, Luke – suspira con tristeza –. Quería verla hoy.

–Está con su hermana resolviendo varios asuntos, pero me dijo que mañana irán al cine juntas – anima a la pequeña con una caricia en sus rizos rubios –. Darán algo que te gustará.

–¡Yo también voy!

–¡Tienes que venir con nosotros, Luke!

–Tengo que hacer unas diligencias, sino, con gusto lo hubiese hecho.

–¿Ves que eres aburrido?

Lucas quiso protestar, la cosa es que su celular sonó y cuando leyó el contacto de Maya, no esperó nada para contestarle y escapar de los dos infantes. 

–No tengo idea de cómo los toleras, te admiro.

–Aguanta un poco y ponles caricaturas, Vaquero – carcajea del lado contrario –. Si no te funciona, dales el celular. Oh, nada de exceso de dulces.

–No me arriesgaré a que le hagan algo, menos a que destruyan el departamento – resopla con un rodar de ojos –. En fin, ¿Cómo les va?

–Todo bien, hasta ahora. Riley casi se cae con un anuncio de preservativos, pero por suerte la atrapé.

–Deberíamos tomarlo como una señal.

–Cierra la boca – oculta una risa con su palma, soltando el aire con cansancio luego –. Lamento tener que dejarte solo con los niños hoy.

–Tranquila, tengo que acostumbrarme un poco – se arrepiente por su mal chiste, e inmediato lo arregla:–. Les conté que los llevarías al cine, más te vale cumplirles, rubia.

 –Lucas.

–¿Hmm?

–Sigo dudando de hacerlo.

–¿De ver Toy Story 4? Pues sí, vas a llorar.

–No seas tarado. 

–Maya, ya lo hemos hablado.

–Sí, pero no deja de ser duro para mí.

Para los dos lo era, sin embargo, Friar prefiere evadirlo astutamente, sobre todo por los mocosos ruidosos en su apartamento:

–Oye, mañana lo conversaremos, ¿Bien? Ahora mismo tengo que verificar que no rompieran nada en la sala.

No lo refuta porque el escandalo se oye de fondo, y se compadece del chico:

–Suerte, Huckleberry.

–La necesitaré, igual tú.

–Te quiero.

Es la primera vez que lo dice abiertamente, no tendría que darle aquella sensación ni sonrisa tonta, pero ocurre. Espabilándose con otro ruido en la sala, contesta con suavidad antes de colgar:

–Y yo a ti.

---


–En California será mucho más estupendo, lo verás.

–Ya imagino que tu padres las chequeará cada que le sea posible.

–Lo hará, así que debes mantenerte al margen, Minkus.

Terminan por hornear las cosas para la reunión de despedida de ese sábado, pues Maya partiría el lunes por la mañana. Durante todos los días anteriores aprovecharon al máximo como grupo, de verdad eran una buena combinación juntos, y se apegaron tanto, que echarían mucho de menos a la ocurrente y revoltosa artista.

–Maya y Lucas deben de estar teniendo una semana dura con esto del viaje.

–Hmm, sí.

–¿Por qué siento que me estás ocultando algo?

–No oculto nada, eres quien sospecha siempre de mis intenciones.

Farkle le limpia una mancha de la nariz con su dedo índice, sonriéndole.

–Porque eres bastante sospechosa a veces, linda.

Para zafarse de su sonrojo, cambia de tema con agilidad:

–¿Sabes qué he notado? Antes no la llamabas por su nombre, y ayer la defendiste de uno de los que idiotas que le llamó "Fiera".

–Porque la conozco ahora, y me cae muy bien – reconoce sin problema –. No es como la cabeza hueca de Bradford que preguntó en plena graduación "I know you can be underwhelmed and you can be overwhelmed, but can you ever just be whelmed?"

–Su inglés es muy malo, no sé cómo la aceptaron en la academia de aromosas – coincide con una carcajada por la imitación –. Es bueno tener en cuenta que te llevas bien con mi hermana.

–Sería un caos si no fuese así, porque en Los Ángeles nos veremos seguido – le guiña con coquetería –. Mi cuñada debe aprobarme.

Riley le continúa el juego con besos y risas tontas, aprovechando que no están con interrupciones... 

–¡Maldición, las galletas!

---

–¿A dónde me estás llevando, Friar?

–¿No confías en mí, Hart?

–Si no lo hiciera, no estaría con tu mano cubriéndome la vista y siguiéndote a no tengo idea de dónde demonios. 

Suelta una risita en su oído, erizándole la piel.

–Ok, ya estamos aquí.

Examina el área con confusión, ya que básicamente no hay nada en particular.

 –¿Me sacaste arrastrada de la reunión para traerme al jardín de mi casa?

–Nop, te saqué para traerte al lugar donde te diré algo muy importante, belleza – sin mayor preámbulo, le muestra un pasaje de avión que la deja perpleja en lo que explica: –. No iba a vivir tranquilo si hacía que saltaras del bote como Rose por mi culpa. Digo, eso de ser Jack no se me da del todo bien, no sé pintar ni una flor , dudo que me permitas pintarte desnuda.

Maya estaba boquiabierta, ni siquiera toma en consideración el chiste y el coqueteo. En lugar de ello, revisa el pasaje para corroborar que se trata de lo que estaba suponiendo.

–¿Vas a venir conmigo a California? – se le escapa un jadeo seguido de un salto eufórico y lo abraza sin más –. ¡Necesito que me expliques ya mismo, Huckleberry!

–Charlé con mi padre y acordamos en que iría contigo mientras trabajo con un amigo suyo en Los Ángeles. Será una temporada, luego puedo aplicar a una beca o ya veremos en el camino – sonríe contagiado de su emoción, apartando los mechones que se le alborotaron en su lindo rostro –. No te desharás tan fácil de mí.

–Me alegra escucharlo – le rodea con sus brazos, agradeciendo que se agachara un poco por ella y su altura de diferencia. Entrecierra los ojos con gracia, alejándose un segundo  –Riley lo ocultaba, ¿No es cierto? 

–Digamos que sí, pero no le cuentes que te dije o no me dará pastel extra.

Ahí, sonriéndose como dos tontos enamorados, siente que han sido los más afortunados por culpa de un idiota con más dinero que neuronas. 

Si alguien les hubiese relatado su historia con alguna película de los noventa y con una banda sonara increíble, se habrían carcajeado y meses atrás los hubiesen ignorado, pues ni siquiera se dirigían miradas o saludos. Sin embargo, su historia era bastante real, e inició en una ciudad rodeada de cientos de habitantes, donde tuvieron la dicha de conocerse y enamorarse.

---

Falta el Epílogo, aguanten las lágrimas :') ¿Cómo les va? 

Amo demasiado a Avril Lavigne, esta canción es totalmente Lucaya en este fic, incluso me recuerda a todos los ships, y a la relación de todos en general (Maya y Riley, su padre, las amistades) Es preciosa TuT

¿Qué dicen de este episodio? Se centra más en los protagonistas, pero igual involucré lo máximo posible a los demás porque los tqm también. En serio le tengo cariño a cada personaje3 

Edit para ustedes uwu 

¡Voten y comenten! <3

Continue Reading

You'll Also Like

477K 46.3K 68
La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por...
23.4K 1.8K 31
[Ganadora puesto 1 Like Awards SL 2018] [1° Lugar en shipp simbar] [1° Lugar en Mejor historia del año] [Ganadora en los Girsl Choice Awards2019 En...
7.8M 470K 96
Esta es la historia de Katsuki Bakugou y _____. Dos adolecentes con una misma meta, ser héroes profesionales, pero también un mismo sentimiento. ¿Qué...
82.6K 1.1K 19
Es la historia de una maestra de secundaria delgada, con un sentimiento oculto hacia lo que más teme... subir de peso. Una alumna la ira empujando ha...