Martes
La gemela mayor de los Zenin, siempre se caracterizó por tener un carácter muy rebelde
Siguiendo sus propios ideales y sobre todo, haciendo lo que ella creía que era lo correcto, aunque eso significará ir en contra de su familia
Y en aquella ocasión, no sería la excepción, aquel día sólo sería la gota que derramaría el vaso antes de crear un gran tsunami con todas sus rebeldes acciones
En aquella tarde de verano, se le veía muy desinteresada en aquel ritual que estaba haciendo su maestra
Aquel ritual consistía en una larga sesión de oraciones, bailes y ofrendas para pedir a los dioses y a los espíritus de la prosperidad y la fertilidad, que trajeran la fortuna al cercano matrimonio de alguna de esas dos
Ambas gemelas estaban vestidas para la ocasión, ambas llevaban las clásicas camisetas blancas que usaban las doncellas, pero cada una llevaba un hakama de diferente color, Mai uno morado y Maki uno azul oscuro
Las oraciones seguían mientras las tres estaban frente aquel altar
Pero la gemela mayor, solo miraba hacia el jardín a través de aquella gran puerta de madera, esperando con desesperó a que su maestra dejara de hablar con los "espíritus"
—¡Maki! ¡Maki!— repitió Utahime dando unas palmadas para que esa chica pusiera atención y recitara las oraciones finales
—¡Te hablan!— Mai le dio un leve codazo en la costilla
—¡Auch! ¡No me toques idiota!— se quejó Maki, mirándola furiosamente
—¡Pues presta atención! Imbécil... — respondió Mai con una mueca de desagradó
Utahime solo sobo sus sienes —¿Qué voy a hacer con estas niñas?— se sentó sobre sus rodillas para mirar fijamente a esas dos, a las cuales, había cuidado y enseñado desde que eran unas bebés
Verlas ahí frente a ella, ahora siendo todas unas señoritas le daba demasiada nostalgia
Un suspiro de desilusión salió del pecho de aquella sacerdotisa, mirando con gran tristeza el inminente futuro que le esperaba a alguna de esas dos
De repente, sintió como su celular vibraba, así que supuso que su informante ya la estaba esperando en su lugar de siempre
—Bueno chicas, hemos terminado por hoy, pueden retirarse ... las veré en la cena del jueves, después de que quede pactado su matrimonio, veremos los últimos rituales que se deben hacer antes de que se establezca la fecha oficial de la ceremonia — comento Utahime con un tono triste antes de salir de ahí y desaparecer por los pasillos de aquel santuario
Últimamente a esa maestra se le podía ver más misteriosa de lo normal y una de las gemelas descubriría aquel "secreto" que guardaba
—¡Tsk! ¡Maldito Naoya! ¡Te maldigo por ofrecernos como carne fresca a esos perros salvajes!— Maki chasqueo la lengua por aquella maldita cena que se llevaría a cabo en unos días
La verdad, necesitaba un milagro para poder liberarse de ese compromiso
En cambio, Mai solo suspiro e hizo una mueca por la actitud de su hermana, parecía que la menor de las gemelas ya se había resignado a dicho futuro
Ambas tenían sentimientos encontrados por aquel destino que se avecinaba y cada una lo trataba de afrontar a su manera
Una vez salieron de aquella gran sala de ceremonias, ambas tomarían caminos diferentes
Mai se había sentado por afuera de uno de los pasillos de aquel sagrado lugar, mientras admiraba el estanque de peces Koi que deleitaba la vista
Ambas debían esperar a que un guardia o un sirviente de su clan pasarán por ellas, pero su hermana mayor tenía otros planes en aquel momento antes de regresar a casa
—¿A dónde vas? Aun no vienen por nosotras— pregunto Mai viendo como su hermana se dirigía hacia la salida del santuario
—Iré a dar un paseo por ahí y si no llego a tiempo, te veré en la casa — dijo Maki sobre su hombro
—¿En serio vas a irte a pasear por ahí con esta ropa?— Mai hizo hincapié en sus anticuados atuendos de mikos
Maki se encogió de hombros —A quién le importa la ropa, Kioto es un lugar tan antiguo que está ropa pasará desapercibida... ya regreso, quiero ir a "refrescar" mi mente de toda esta mierda— se despidió sin más y sin voltear a ver a su hermana
Mai solo refunfuño por aquella actitud
—Traidora de mierda — soltó molesta
Traición
Pareciera que aquella palabra, encajaba con lo que Mai sentiría de ahora en adelante hacia la otra persona en que más confiaba... lo que sus ojos verían aquella tarde, la harían testigo de más desgracias entre ambos clanes
A Mai no le quedaba de otra que esperar a que pasarán por ella
Así que siguió mirando su reflejo en aquel estanque, tratando de reflexionar sobre su posible futuro y el cómo le estaba afectando todo eso
—¡Estúpida Maki, se cree la gran cosa por ser la mayor! ¿Aunque sea, alguna vez en tu puta vida, te has cuestionado como me siento yo en realidad? — reclamaba a su reflejo pensando que era su hermana
—¡Maldito Naoya por hacernos esto! ¡Malditos todos los de la sangre Zenin! ¡Son unos infelices! ¡Detesto haber nacido en esta familia!— resopló con fuerza y golpeo con su mano aquella superficie cristalina
—¡¿Alguna vez han pensado en cómo me siento Yo?! ¡AAA!— Grito con tal furia mientras sus manos golpeaban la superficie del agua, asustando a todos los peces
Aquella chica estaba imaginando que ahí donde su reflejo se asomaba, estaba toda su familia, que, en el fondo, a pesar de ser sumisa con ellos, los odiaba con todo su ser
Las mangas de su larga camiseta y parte de su Hakama, terminaron completamente empapados
Aquello al inicio era una combinación agradable de desahogo, que después se convertiría en un regaño hacia ella misma por haber hecho aquello, haber perdido la cordura en un momento donde nadie la veía
Pero el desquitarse con aquel estanque, le había servido para refrescar sus pensamientos
—¡Mierda! Ahora debo ir a buscar una toalla — comento está notando lo calmado que estaba aquel recinto
Una vez noto que el santuario se quedó en completo silencio, logró percibir un leve ruido que parecía provenir de muy cerca de donde ella se encontraba
Más específicamente, parecía provenir de la cocina, ya que estaba sentada muy cerca de ahí
Así que Mai decidió ir a averiguar, acercándose hacia ese lugar a pasos lentos
—¿Utahime sensei? ¿estás aquí?— pregunto al escuchar una voz muy similar a la de su maestra acompañada de una voz masculina
Aquel murmullo se convirtió en una especie de gemido, que fue acompañado del ruido de algún utensilio de metal que había caído al suelo
Mai se acercó con cuidado a aquella puerta corrediza y así en silencio, decidió echar un leve vistazo hacia dentro de la cocina
La menor de las gemelas llevo sus manos a su boca para no gritar mientras se recargaba contra la vieja pared de madera, la pobre solo trataba de procesar lo que había visto
Sus ojos observaron cómo su maestra, besaba y mordía con pasión aquellos labios que estaban sobre los suyos, mientras estaba siendo acariciada lujuriosamente y era desnudada por un hombre muy alto y de cabellos blancos que ella conocía bastante bien y que, de solo decir su apellido, le hacía sentir asco y odio infundido
Parecía que aquella Miko, por fin había roto su voto de castidad, ya que aquel hombre estaba a punto de hacerla suya por primera vez en el borde de aquella mesa
—No puede ser...— Mai empezó a murmurar muy indignada por lo que sus ojos habían visto y por lo que sus oídos seguían escuchando —La maestra tiene un amorío con un Gojo... esto es indignante y una falta de respeto hacia mi clan— dijo llevándose una mano al pecho —¿Qué debo hacer? ¿Debo acusarla por este delito y por romper su castidad?—
Era bien sabido que ningún miembro del clan Gojo podía estar bajo el mismo techo o en el mismo lugar ni a la misma hora donde algún miembro del clan Zenin se encontrara
También, estaba establecido que las sacerdotisas debían enseñar con el ejemplo y entre esas buenas enseñanzas, el seguir permaneciendo virgen hasta el momento del matrimonio era algo sumamente importante
Mai se sintió mal por todo lo que estaba presenciando, más que nada, se sentía traicionada tanto por su hermana que no la entendía, como por su maestra por estar con el enemigo... así que esta chica solo decidió alejarse de ahí rápidamente
Por el momento, aquella gemela decidió guardar silencio sobre aquello que había visto ... Pero Utahime no era la única que se estaba viendo con un hombre del clan Gojo en ese mismo instante
En el santuario de Geto
Yuta había logrado llegar a aquel santuario donde era bienvenido
El pobre estaba muy ansioso por lo que pudiera o no pasar
—¿Y si no llega? ¿Quizás habré llegado muy temprano? ¿Cuál será su nombre? De seguro su nombre es tan hermoso como ella ...— se preguntaba aquel enamorado mientras daba una vuelta más por el estanque de aquel tradicional jardín
Este enamorado había llegado un poco antes de la hora citada
Y Geto lo había recibido amablemente, le ofreció un poco de té y algunos bocadillos mientras esperaba en aquel jardín
Los minutos pasaban y aún no había señales de aquella chica que había flechado su corazón
Yuta se acercó al estanque que tenía aquel jardín para observar a los peces koi
Aquel lugar transmitía una gran armonía y tranquilidad
—En serio, este lugar es tan hermoso y pacífico... ojalá así fuera con mi familia y la familia enemiga — comento Yuta al recordar a su clan y lo que escucho el día anterior
Vio su reflejo en aquel estanque y le sorprendió demasiado ver que el golpe que le había hecho Maki, hoy ya casi había desaparecido
Su mejilla estaba mucho mejor y todo gracias a la curación y al medicamento que le dio Geto
—Si que fue un golpe muy fuerte el que ella me dio en la cara ... pero fue más fuerte el que le dio a mi corazón — Yuta suspiro muy enamorado mientras seguía mirando al estanque —En serio... ella es tan hermosa y fuerte... pareciera una chica muy delicada, pero nada de eso tiene mi amada... al contrario ella es tan... tan— miro hacia el hermoso cielo azul
Pero lo siguiente lo tomaría desprevenido
—¿Tan que?— dijo una voz femenina mientras un lindo rostro se aparecía sobre él
Yuta soltó un grito y al tratar de levantase de ahí, termino cayendo al estanque de los kois
El pobre agradecía que aquel estanque no era tan profundo, pero aun así termino empapado hasta los huesos
La peliverde solo se soltó a reír a carcajadas
—Wow, en serio me sorprende que seas un chico muy asustadizo — dijo poniéndose en cuclillas —Yuta Okkotsu — pronunció su nombre con una gran sonrisa
Yuta se puso muy rojo por verla ahí frente a él — ¡No te sentí ni te escuche llegar!—
Maki sonrió muy alegremente
—Como te vi muy entretenido, decidí acercarme con cautela, es una buena técnica para atacar por sorpresa ¿No lo crees?— respondió moviendo sus manos
—Y sí que lo es... aun así, me alegra el volverte a ver — dijo Yuta con gran alegría y con el agua bajando por su rostro
—También a mí me alegra verte...— contesto Maki con un sonrojo en las mejillas, sentía que su corazón se saldría de su pecho al verlo todo mojado y con una gran sonrisa que la termino de flechar
Aquel intercambio de miradas era mágico y sus sentimientos florecieron intensamente en aquel estanque
—¡Ven! ¡Déjame ayudarte!— comento Maki estirándole la mano para que se levantara
—Gra- Gracias — Contesto Yuta dándole la mano
Pero igual que el día anterior, Yuta al levantarse, por su fuerza y lo resbaladizo del estanque, jalo a Maki hacia él
Aquello hizo que ambos cayeran al agua, mojándose por completo las ropas
Maki cayo arriba de él, incluso sus rostros quedaron muy cerca del uno del otro mientras se miraban fijamente a los ojos
Todo aquello la puso muy roja, ya que era la primera vez que estaba semi acostada arriba de un chico
Pero este no era cualquier chico, sino era aquel que había despertado en ella, sentimientos puros de anhelo y deseo
Y Yuta no se quedaba atrás, verla muy cerca de él, con sus labios casi tocando los suyos, y con sus manos apoyadas suavemente sobre su mojado pecho, hacía que su corazón quisiera estallar de emoción al verla contra la luz
Era un deleite ver las gotas de agua recorrer sus tiernas mejillas y ni se diga la emoción que le transmitía el poder admirar sus hermosos ojos sin aquellos anteojos, los cuales, cayeron al agua
—Eres muy hermosa de cerca...— Yuta le volvió halagar mientras sus dedos limpiaban algunas gotas de agua de su rostro, sin despegar su mirada los labios de su amada
—Gra...Gracias — Contesto Maki muy apenada mirando también los labios de este
Poco a poco, sus labios estaban a punto de sellarse en su primer beso... pero una voz femenina grito furiosa detrás de ellos
—¡Ustedes dos degenerados! ¡Que sean los invitados de mi padre no les da el derecho de hacer estos espectáculos en el estanque!— grito Nanako muy furiosa, llevándose las manos a la cadera
Yuta y Maki se levantaron rápidamente de ahí, ambos estaban muy apenados mientras eran regañados por aquella sirviente del santuario
—¡Lo siento!— se disculpó Yuta
La rubia solo refunfuño
—¡Mimiko, trae unas toallas para estos tórtolos! ¡Ash! ¡Pervertidos!— siguió gritando
Maki y Yuta solo se miraron entre sí y sólo se dedicaron una fugas y cómplice sonrisa
Los minutos pasaron y ahora esos dos amantes estaban bajo un bello árbol, recibiendo entre sus hojas los cálidos rayos del sol para entrar en calor, mientras con las toallas cubrían sus hombros y sus húmedas ropas
—No fue mi intención jalarte conmigo hacia el agua — se disculpó Yuta mientras veía como Maki revisaba que sus anteojos siguieran intactos —Ese estanque estaba muy resbaloso—
—No te preocupes, supongo que necesitaba refrescarme, ya que venía de una ceremonia muy aburrida — comento esta con una sonrisa tratando de no empañar sus anteojos una vez que se los puso de nuevo
—¡Oh! Eso explica la ropa tradicional — dijo Yuta rascando su mejilla mientras miraba a su amada
—Debo confesar que me alegra el que si hayas venido... aunque por un momento pensé que no llegarías después de todo lo que paso ayer... — decía tímidamente
—¿Por qué lo pensaste?— pregunto Maki mirándolo con curiosidad y levantando una ceja
—Por el pequeño mal entendido que tuvimos ayer, por el cual terminaste golpeándome —Yuta rascó su nuca un momento — y por el trato que me dio tu hermana... bueno... ayer fue un día un tanto mmm "extraño" diría yo...— trataba de explicar un tanto nervioso
La peliverde río levemente
—Claro que iba a venir, siempre cumplo mis promesas — contesto esta con un suspiro de ilusión —No se explicar lo que siento, pero solo sé que quería volverte a ver — confesó inconscientemente
—¿En serio? ¿De verdad querías volverme a ver?— pregunto Yuta muy sorprendido
Maki solo hizo su rostro a un lado por la pena —Si... es que eres al primer chico con el que me quedo en ver en algún lugar... Nunca había salido con uno antes y mucho menos tenido una cita— confesó tímidamente haciendo un pequeño puchero —¡Olvida lo que dije! ¡Gracias por venir y perdón por todo lo que sucedió ayer!— Trato de evitar el tema
Yuta solo río un poco, aquella risa salía de su pecho que se inflaba de alegría por haber escuchado aquellas palabras
—¿De qué te ríes? ¿Por qué te ríes de mi?— pregunto Maki entredientes y mirándolo medio molesta
—No es eso... —Yuta seco sus lágrimas de felicidad
—De ninguna manera me reiría de una chica tan hermosa como tu y mucho menos de un tema como este — su sonrisa era sincera —Al contrario, me alegra saber que el sentimiento es mutuo porque yo también estaba ansioso por saber si vendrías y me emocionó el verte aquí— cerro sus ojos de tal manera que a contra luz se veía demasiado atractivo
Maki trago saliva por lo nerviosa que la hacía sentír aquel chico, que incluso sus labios temblaron
Yuta siguió hablando
—¿Qué te parece si esto lo consideramos como una "primera cita"?... aunque también debo confesar que yo nunca antes había salido con una chica en una cita...— dijo apenado, rascando su cabello aun medio mojado
En aquel momento, la peliverde noto como aquella mejilla donde ella le había golpeado, ahora estaba como si nada le hubiera pasado
Maki no resistió la tentación y con su mano acaricio suavemente la mejilla de este, recordando su promesa de que le revelaría su nombre una vez que se encontrarán de nuevo
—Maki— Salió de sus labios
Aquel gesto hizo que Yuta quedara petrificado por un momento, su mano tardo unos segundos en reaccionar para acariciar la mano de su amada, la cual era muy cálida y muy suave...
Ambos se voltearon a mirar, sus mejillas estaban teñidas de un suave carmín
—¿Qué?— Salió de la confundida boca de Yuta
La peliverde le sonrió tiernamente
—Te debía mi nombre después de este golpe que te di y aquí está mi respuesta... me llamo Maki, es un gusto conocerte... Yuta—
En aquel momento, este chico solo tomó la fina mano de esta
—Es un bello nombre, así como tú lo eres— contesto a punto de plantarle un beso en el dorso de la mano
Pero la mente de Maki grito de nuevo, eso hizo que le arrebatará su mano muy apenada y sólo se levantó rápidamente de ahí
—Debo irme, mi hermana me debe estar esperando para irnos a casa — contesto esta mientras su rostro estaba muy rojo, no sabía cómo reaccionar a tales muestras de afecto que nunca antes había recibido
Aquel amor y devoción que le empezaba a demostrar aquel chico, era tan único y agradable, que le causaba un tanto de miedo por ser la primera vez que se enamoraba
—¡Espera! — Yuta también se levantó apurado —¿Te gustaría salir mañana conmigo?— pregunto este armándose de valor
No podía detenerla, pero quizás sí podría volverla a ver los siguientes días con alguna excusa
Maki se detuvo y se giró a mirarlo
—¿De verdad me estas invitando a salir?— pregunto esta con una tímida sonrisa
—¡Si! ¿Te gustaría tener una segunda cita conmigo? Eres la primera chica que invito a salir y bueno yo...— comento Yuta tímidamente
Maki solo sonrió un poco y dejo caer la toalla que había usado
—De acuerdo, mañana te espero en el callejón donde nos conocimos a esta misma hora ... Ya no quiero meterme en más problemas dentro de este santuario — esta había detectado la presencia de Suguru mirándolos desde el otro lado del jardín
En aquel momento, Yuta se atrevió a tomar una vez más la mano de esta y sin miedo, le beso el dorso, haciendo que el corazón de esta chica casi saliera por su garganta
—Entonces hasta mañana, Maki san... esperare con ansias tu llegada — comento Yuta con una amigable sonrisa mientras Maki se moría de lo roja que estaba
En cambio, Suguru sonrió a lo lejos
—Interesante... solo espero que está historia de amor no termine en tragedia como la que dio inició a esta estúpida guerra de clanes — musito alegremente viendo a esos dos amantes
—¿Cuál historia de amor, padre?— pregunto Mimiko confundida
—¡Si! ¿A Cuál tragedia te refieres, padre?— pregunto Nanako mientras le servía el té
Geto les sonrió a sus hijas —La historia detrás del porque esos dos clanes empezaron a odiarse... y todo tiene que ver con ese sentimiento llamado amor...— contesto este bebiendo de su té
Y Así, ambos amantes pactaron el verse al día siguiente, mientras la tragedia y la mala suerte empezaba a llegar junto con la tormenta
Continuará...
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Espero les haya gustado y que tengan unas felices vacaciones
¿Qué tal les está pareciendo?
Pido una disculpa si me he tardado un poquito mas de un mes en actualizar esta historia
Como saben, el mes pasado fue un tanto complicado y pesado para mí, pero hace poco tuve tiempo para sentarme a escribir
Al fin me pondré al corriente con esta historia, así que habrá un mini maratón de varios capítulos de aquí hasta mayo con una actualización cada semana de esta historia
A partir de este capítulo y los que siguen, serán mucha miel con Yuta Y Maki antes de la tragedia
Espero les siga gustando y en serio, muchas gracias por las ya más de 1K vistas y casi los 300 votos
Nos seguimos leyendo ❤
Imagende Gojo y Uta completa: @TL0710I