ASHLEY
23:00HS
No sé cuánto llevaba encerrado en esta habitación sentada mirando a la nada, repitiendo una y otra vez las imágenes de lo ocurrido. Tan solo quería volver a desaparecer, volver a ser una sombra que se ocultaba en la oscuridad, segura de que nadie la iba a encontrar.
Mientras pensaba en cómo era mi vida los momentos que viví con Kevin y cada una de sus personalidades, se hicieron presentes.
Estaba claro que Kevin no era el malo ya que él no podía controlar lo que sus personalidades hacían cuando tomaban el control, pero estaba seguro que era la única que pensaba eso, porque el resto lo veía como un asesino, un psicópata que secuestra chicas para luego comérsela, descardando por completo el hecho de brindarle ayuda.
Por décima vez la puerta del cuarto de interrogaciones se vuelve a abrir, solo que en esta ocasión la única que persona que entro fue el detective Polo, hombre el cual supuestamente había llevado acabo mi búsqueda.
El detective cerró la puerta tras él y tomo asiento frente a mí en una de las sillas vacías. Dejo sobre la mesa una carpeta con varios papeles y clavo su mirada en mí, en la cual reflejaba cierto cansancio ya que llevaban horas interrogándome y yo no había dicho una sola palabra.
— ¿Ya no duele? —pregunta refiriéndose a mi herida que estaba cubierta con una venda, para que los puntos no se vieran expuestos provocando que se me volviera a abrir el corte que me había hecho.
Negué con la cabeza, sin apartar mi vista de la suya.
— Bueno — agrega mientras se acomoda en su asiento y abre la carpeta que antes había dejado en la mesa —. Como llevamos haciendo todas estas horas. Vamos a leer tu declaración que diste esta tarde y repasaremos cada punto de interés, en los cuales me gustaría que aportaras más información que un silencio insignificante.
Como estuve haciendo desde que llegue, solo me quede viéndolo en silencio, ya que no pensaba decir nada más de lo que ya hice.
— Empecemos por los puntos interesantes. — vuelve a agregar, pero esta vez dibujando una sonrisa en su rostro.
...
OCHO HORAS ANTES (ASHLEY)
Dennis se encargó de alertar a los demás sobre lo que pasaba mientras que yo no paraba de hacerme ideas locas de lo que estaba por ocurrir.
En tan solo segundos la policía supo dónde nos dirigíamos, comenzando a acorralarnos de apoco. Quería pensar que Jordan no nos había delatado ya que sería raro que luego de ayudarnos se chivara, me niego a creer que él es uno de esos. Pero aunque intentara explicarle eso a Dennis ya era tarde, él ya tenía más que seguro que si lográbamos salir de esta iba a ir a por Jordan.
— ¿Qué vamos a hacer? — pregunto, ya que desde que escuchamos que la policía se dirigía hacia nuestro destino no nos hemos movido.
Dennis caminaba de un lugar a otro hablando solo, o más bien, hablando con el resto de las personalidades; ignorándome por completo.
Me acerque a él tomando su mano haciendo que parase por un segundo y me prestara atención tan solo por unos segundos. Cuando ya tenía sus ojos puestos en mí volví a hablar.
— ¿Cuál es el plan?
Su mirada me mostro angustia, dejándome en claro que no tenía ninguno. Claramente me preocupe pero intente no mostrarlo porque sabía que estaba haciendo todo lo posible para sacarnos de este aprieto.
— El único plan que tengo es uno que no te va a agradar para nada.
Fruncí el ceño confundida y con miedo.
— Quiero saberlo. Merezco saberlo.
— Las cosas no pintan nada bien, eso quiere decir que va a ser imposible que los dos salgamos de esta ahora que la policía sabe cuál era nuestra ruta de escape, lo cual implica que en cualquier momento nuestros caminos se cruces provocando un enfrentamiento.
Mi corazón comenzó a agitarse cuando comprendí cual era la idea que ellos tenían en mente, que como había dicho Dennis, no me gusto para nada.
Negué con mi cabeza varias veces alejándome de él mostrando que no iba aceptar lo que decía.
— Ashley, mira. Sé que no es lo que quieres pero Kevin será el que tome la decisión, él llamara a la bestia para que tome el control y gane tiempo para que puedas huir...
— ¿y piensas que lo voy a hacer sabiendo que los dejo a ustedes? —interrumpí —. No pienso dejar que lo hagan.
— Lamento decirte que tú no tomas esa decisión.
— ¿tú sí? ¿tú decides si la persona dueña de ese cuerpo muere por culpa de la policía o se pudre el resto de su vida en una celda por homicidio?
Sabía que Kevin tenía aun una oportunidad pero si la policía lo capturaba solo lo iban a culpar sin piedad, sin por lo menos entender que las cosas por las que se le acusan él no las quiso hacer. Y saber que puede ser castigo por años de prisión por algo que, ni recuerda haber hecho, me molesta.
Estaba dispuesta a discutir con Dennis con tal de evitar que ellos se sacrificaran por mí, porque a pesar de situación la que merecía la libertad era yo ya que no hice nada. Pero aun así sabía que lo hacían por el conocimiento de mi pasado, porque sabían que apenas vuelva a mi antigua vida mi papá iba a volver a golpear y a hacerme daño, y que la ley ni la justicia estaba para ayudarme ya que mi papá se encargaba de llenar su cuenta bancaria con tal de salvarse el cuello.
— Dennis, sacrificarte de esta forma por mí no vale la pena. No vale la pena para Kevin —agrego, esperando hacerlo entrar en razón —. Si a ti te atrapan acabaran contigo, en cambio sí a la que consiguen es a mí Kevin aun logra conservar la oportunidad de tener una vida normal.
— Pero él se niega a tener esa vida que tú dices si no estás en ella.
Eso me tomo por sorpresa. Sabía que en estos meses me volví alguien importante para Kevin y para algunas de sus personalidades, aun así no esperaba que de verdad Kevin sea el que ahora se negara a tener fuera de su vida.
Dennis llevo su mano hasta a mi mejilla y la acaricio con delicadeza, como si fuera frágil y con el más brusco movimiento me fuera a romper.
Aún tenía una pequeña esperanza que me decía que podíamos salir de esta juntos. Sin la necesidad de que uno se entregara a la policía.
Volvimos a ponernos en marcha, solo que esta vez estábamos con todos nuestros sentidos activados. El más mínimo ruido nos ponía alertas que lograba que Dennis se pusiera enfrene mío para protegerme, cuando al final terminaba siendo algún gato o el crujir de una lata vacía, que no nos iba lastimar para nada.
Como Dennis sabía que iban a ir por el camino corto —el cual era por el que estuvimos avanzando todo este tiempo para llegar a las vías del tren que llevaban al callejo de la dieciséis— tomamos un giro despejado, pasando por varias cámaras de seguridad para así desviar a varias patrullas de nuestro camino. Llegamos a entrar a varias tienda para comparar cosas y hacer que la genta nos viera la cara para que luego le informaran a la policía.
De apoco el radio comenzaba a sonar seguido, mostrando que todo lo que estábamos haciendo funcionaba. Varias patrullas dieron la vuelta con la idea de solo dar un vistazo, pero cuando ellos llegaran nosotros ya estaríamos lejos de ahí.
Todo salía bien y la tensión que teníamos Dennis y yo disminuyó. Pero eso no significaba que teníamos que bajar la guardia.
Pasamos por varios barrios y callejones de muerte, ya que en ellos había mucha gente que no generaba mucha confianza. Por momentos pensaba que nos iban a hacer pero el que estuviera Dennis conmigo me dejaba claro que eso no iba a pasar, ya que si a esas personas se les cruzaba la idea de asaltarnos o algo por el estilo, él los iba a detener sin pensarlo.
— Si no estoy muy desorientado te puedo asegurar que estamos cerca del callejón de la dieciséis.
— Eso quiere decir que estamos salvados ya que ellos piensan que nos dirigimos al callejón de la trece —digo con alegría y alivio.
— Si es que tu amigo no dijo todo. —comenta volviendo a poner todo en negativo.
Le tire una mirada molesta ante su comentario, cosa que él noto pero no pensaba decir otra cosa para arreglarlo ya que así era Dennis, no cambia sus palabras u opiniones por nada del mundo.
Al llegar al final de nuestro largo camino nos topamos con una puerta de barrotes que nos impedía el paso. Era bastante alta como para que la saltáramos así que estábamos sin salida.
Dennis giro en su eje miro el camino por donde habíamos venido, seguramente trazando la ruta en su cabeza para asegurarse de que estábamos bien encaminados.
— Podríamos romper el candado. No hay gente cerca así que no llamaremos la atención, y si luego lo encuentran ya estaremos lejos de aquí —propongo tomando la cadena que se encontraba unida por un gran candado, bloqueando a puerta.
— O podemos dar la vuelta y cruzar por el barrio.
— ¿No es muy arriesgado? —digo volviéndome hacia él —. Y también perderíamos más tiempo.
— Da igual —agrega tomándome de la mano y volviendo a ponerse en marcha, llevándome a mí a la rastra —. Considéralo un paseo o nuestra primera cita.
Reí al ver como intentaba hacer este último trazo de nuestro destino positivo.
— Vaya primera cita —digo irónicamente —. ¿A cuántas chicas llevas de cita huir de la policía como primera cita?
— Estas de suerte, tú eres la primera.
Reí nuevamente y esta vez abrazándome a su brazo para estar más cerca de él.
Cuando estábamos por doblar en una esquina para atravesar el barrio una patrulla apareció estacionada allí. Volvimos nuestros pasos con la esperanza de que no nos hayan visto y así dar la vuelta por el otro lado, pero por las otras direcciones aparecían más patrullas y se detenían al vernos.
— Corre —me ordena Dennis. Sin dudarlo hago lo que me dice y comienzo a correr de nuevo por donde salimos, chocando nueva mente con la puerta bloqueada.
Tome un fierro que había en la basura a un lado y comencé a golpear el candando con la esperanza de romperlo para así abrir de una vez por todas la puerta. Lo golpeaba con todas mis fuerzas pero este seguía intacto.
Dennis al ver que no tenía éxito me arrebata el fierro y sigue golpeándole. Con su fuerza parecía que iba a lograrlo.
Me gire para asegurarme de que aun teníamos tiempo pero al ver a varios oficiales aparecer con sus armas en mano, apuntándonos me invadieron los nervios.
ASHLEY
00:19HS
— Tengo a tres hombres hospitalizados, en un estado muy grave. Y dos muertos por obra de este tal Kevin Crumb y por ti.
Sigue intentando para sacarme información luego de haber estado una hora de silencio conmigo.
— ¿Sabes que la que va a ir juicio por matar a un hombre inocente vas a ser tú y no Crumb?
Como el resto de las veces lo mire sin mostrarle alguna expresión mi rostro.
— Aunque te diga ahora mismos que fui yo quien mato a mis dos compañeras, quien planeo todo y es cómplice, sé que no servirá de nada, ¿quieres que te diga por qué? —hablo por primera vez, cosa que el detective Polo no esperaba para nada ya que no había cruzada ni palabras con el abogado que habían contratado para mí —. Si todo lo que sale de mi boca muestra que estoy involucrada no servirá de nada, porque con un poco dinero meterán palabras que nunca salieron de mi boca, dejando claro que yo solo soy una pobre víctima. Dirán que las heridas que tengo fueron causadas por mi secuestrador el cual me maltrato estos últimos meses y que no fueron obra por el abusivo de mi padre, que claramente me ama demasiado como para ponerme una mano encima.
Polo solo me miro golpeando su dedo índice contra la mesa, seguro controlándose.
— Así que prefiero que se me condene a cinco a seis años de prisión por matar a un oficial de policía a que pensar que si digo la verdad la justicia hará algo.
— Hables o no se dirá en la corte que Crumb te golpeo dejando marcas en tu cuerpo de por vida y que fue él quien mato a los oficiales de policia, así que no te preocupes que podrás volver a tu cómoda vida.
Agrega juntando todos los papeles de la mesa y guardándolos en la carpeta de donde los había sacado. Se puso de pie y camino hasta la puerta, pero antes de que su mano girara el pomo para abrirla él se volvió a girar hacia mí.
— Por cierto, casi me olvidaba —vuelve a hablar. Rodee mis ojos ya molesta por su presencia y fije mi mirada en otra dirección—. También se va a decir que él abusó sexualmente de ti, pasando completamente por alto que ustedes tenían una relación amorosa, dejando a tu novio con un cargo más por violación.
Al escucharlo me levante de la silla rápidamente pero antes de que pudiera llegar a él ya se había marchado de la habitación, dejándome completamente sola de nuevo.
Intente abrir la puerta pero esta no hacía caso. Por la furia y tristeza comencé a golpearla y a gritar para que me dejaran salir, pero sabía que era en vano porque no lo iban a hacer.
Mi regreso a mi vieja vida no me estaba gustando para nada. De apoco perdía poder sobre mí y volvía a hacer una marioneta controlada por mi padre, la cual aunque quisiera decir algo que saliera del fondo de su corazón, no podía porque él solo iba a dejar que dijera e hiciera lo que le conviniera