Este escrito puede contener palabras antisonantes, violencia, así como toca temas delicados. Si esto no es de su agrado, le recomiendo evadir este escrito, por su atención, gracias.
omnisciente / primera persona.
arco de las tres deidades.
" RECORDAR LO SOÑADO "
𝐋a habitación se llenaba de luz, el inconsciente Akihiro gruño gracias a que la luz del sol le dió directamente en la cara, que mal despertar con un dolor tremendo en las costillas. Sin embargo en toda su vida aquello era rutinario ya que todo el tiempo se la pasaba en el hospital, oyendo aquel pitido molesto aún lado de el, todo el tiempo. Jamás pensó que eso le molestaría pues de alguna manera eso lo ayudaba según todos, además de que su padre se miraba más relajado en cuanto ese procedimiento le era hecho.
Suspiro pensando que aquel lugar era su segunda casa. Poso una de sus manos enfrente de su cara, poniendo una cara aún más confundida al ver una cicatriz en ella, rápidamente intento sentarse sin embargo el agudo dolor lo hizo acostar nuevamente, tocando aquel punto que le causaba dolor.
Si no podía estar más confundido, una voz que tanto le gustaba escuchar se hizo presente en la habitación con uno o dos niveles de aumento, aquella despeinada albina había entrado a la habitación en cuanto vio que esté abrió los ojos, queriendo algún tipo de explicación. Estaba feliz y el lo sabía, sus ojos estaban hinchados, probablemente no durmió, su cabello más desordenado de lo común y unas gran ojeras adornando el contorno de sus lindos ojos.
───¡¡AKI!! - se lanzó a él, abrazándolo, este soltó un quejido de dolor -. ¡Ay! Lo siento tanto, es que ví que abriste tus ojitos y ese era el momento adecuado para venir, espere esto por tanto.
¿Dijo tanto? El pelinegro miro a su alrededor, topandose con unas flores, había de muchos colores, incluso algunas empezaban a marchitar por falta de agua y luz natural, aquel lugar la mayoría del tiempo lo iluminaba un foto que le daba a la habitación un tono azulado.
───¿Eh?
───¡Lo sé! Probablemente estés impresionado, es decir ¿Quién se pasaría aquí más de cinco días por una herida como esa? - señaló el punto con vendas, miro su abdomen.
¿¡Cinco días!? No pudo evitar taparse la boca con una mano, mientras tocaba su herida con brusquedad. No era posible que aquello tan pequeño lo tumbara en la cama por tanto tiempo, su ansiedad aumento. Pero por alguna razón, el verla lo hacía calmar, no pudo evitar sonreír mientras está se sentaba en su cama, a un lado de el.
───Señorita - la albina palideció -. Lo siento pero ¿Quién es usted? Y ¿Dónde estoy? No puedo recordar mucho, pero parece que me han apuñalado así que.....
───¿Como....? - retrocedio de la cama, tropezando un poco en el proceso -. ¡Tu! Deja de bromear así, jamás volveré a ponerme en riesgo, pero no hagas esto.....es cruel....
El pelinegro se sorprendió, sin importar su dolor intento alcanzarla para que está pudiera levantarse, por otro lado la albina comenzaba a llenar sus ojos de lágrimas incluso cuando no quería que esté la viera llorar. Akihiro sorprendido tocó su mejilla, aquello le dolía y no sabía el por qué.
───¡Señorita! Tenga cuidado - sus ojos comenzaron a llenarse de agua también -. ¿Realmente será así? Por qué me duele sin saberlo, quizá es usted la razón por la que mi corazón duele tanto....no llore más....
───¿Que? ¿Realmente no sabes quién soy.....? - apretó su camisa, pidiendo de cualquier forma que dijera lo contrario -. Akihiro..... realmente me recordabas hace días......sabía que esto pasaría....no lo disfruté.
───¿No? - una lágrima rodó por su pómulo -. Pero duele.....tanto que quiero verla más......yo, me siento muy......estúpido en este momento, la lastime y se que.... probablemente la ame más que a mi vida.
Senju no pudo escuchar más, salió corriendo de la habitación dejando al pelinegro solo, poco después comenzó a llorar por alguna razón, aquel sentimiento no se hiba de ningún modo, lo vivió como si realmente pudiera haber algo. Se sintió culpable, tocó su pecho que dolía terriblemente, entonces comprendió que aquella joven era la dueña de aquel dolor y de su corazón, probablemente.
───Regresa......
Musitó para si mismo, mirando aquella puerta por dónde la joven segundos atrás se había marchado, entonces fue cuando entro aquel hombre de aspecto frio, con vendas y curas medicinales por la cara y manos. Eso no le hizo mejoría si no que comenzó a llorar más mientras sentía más culpabilidad, aquel joven se acercó rápidamente al pelinegro quién yacia llorando sin mirarle a la cara.
───¡Akihiro! ¿Ahora que? - sin saber que hacer intento quitar sus manos de su cara -. Vamos, ¿Que paso? Me estás preocupando.....¿Y Senju, no estaba aqui......?
───¡Senju! - el pelinegro alzó la vista -. ¿¡Así se llama, verdad!?
Takeomi retrocedio un poco, captando la situación. Aquel joven sentía dolor por qué la persona que amaba había salido lastimada y sin saberlo el había sido la causa de aquello, sentía dolor sin poder recordarla pero sus sentimientos seguían vivos, dentro de el.
───Tu.....¿Ya no recuerdas nada, no? - el negó con ansiedad -. Akihiro.... tranquilízate, todo irá bien. Soy Takeomi, hermano de la chica que se fue hace poco, tu padre vendrá pronto por ti. Regresarán a California, tu hogar.
Akihiro fruncio el seño cuando el dolor se hizo más agudo, ¿Volver a su hogar? La definición era cuestionable, no quería irse. Quería pedir perdón de rodillas por alguna razón, sus dudas lo hacían enojar, sin saber que sentía la ansiedad subía a su cabeza y con ello la anestesia que le ayudaba a modular sus constantes dolores de cabeza se acabó, dándole un buen repaso de lo que era el dolor realmente. Aunque probablemente eso era lo que menos le dolía en aquellos momentos.
───No, ese no es mi hogar, quiero verla otra vez, dijiste que eras su hermano ¿puedes traerla? quiero pedirle perdón - el dolor de cien lo hizo inclinarse hacia adelante, tocando aquel punto.
───Ire por un médico, acuéstate mientras tanto.
Dejo aquel ramo de nube en la mesilla mientras el joven rogaba internamente que no se marchara sin antes dejarle ver a aquella albina que había entrado con entusiasmo a mirar su avance, cosa que jamás había sentido antes. Era tarde para aceptar que estaba enamorado, ya no podía retroceder el tiempo y fingir de alguna manera demencia, todo para que ella se quedaba un poco más con el.
primera persona. Senju Akashi.
𝐒implemente ¿Por qué....? Habíamos hecho planes juntos, había regresado a mi y el sentirme viva estaba todos los días junto a el. ¿Pero porque debería simplemente aceptarlo? No quiero, me duele y me negare a hacerlo. No debería haber problemas al admitir que siempre lo ame y amare probablemente hasta el final de mis días.
Apoye una de mis manos en la pared, definitivamente esto no era algo que esperaba pero que era probable que pasará, después de todo el doctor lo dijo.
───La herida no es grave, pero su padecimiento se retraera con ello, deben prepararse mentalmente para ello - dijo, tomando notas en aquel cuaderno.
No le tome importancia, en lo absoluto. Estaba feliz, el me había recordado completamente, aunque no dijo más aquel apodo era todo para mí sí venía de su boca y en aquel tiempo era todo lo que me importaba, incluso mi nombre dejo de gustarme por aquel apodo. Todo por qué el niño que me gustaba me lo había dado, cuando sabía que le era muy difícil conseguir uno.
Incluso sabiendo eso, deje que mis sentimientos me guiarán por algún camino incierto, el riesgo de que un día me recordara y al otro no era algo que no podía negar pero lo hacía. Me aferre a él una y otra vez intentando que me recordara incluso cuando no pudiera hacerlo más, sus sentimientos siguen ahí ¿no? entonces debería ser más fácil de lograrlo, pero no sé si es que el siente lo mismo por mi, incluso cuando ví incontables sonrojos de su parte no puedo asegurar nada.
Di todo por el, no me arrepiento. Pero no lo disfruté, después de todo nuestros planes se planteaban en después de ganar ese algo, no ganamos y lo perdí también, genial, de nuevo a la carrera rutinaria Akashi Senju.
Probablemente su padre me culpara después también, está en lo correcto. Si no hubiera dado paso a qué me acompañará a darme ánimos cuando viera a mi segundo hermano nada hubiera pasado, pero también sabría que el no me abriría otra opción y que iría conmigo incluso si yo no lo quería. El era así, desde siempre.
Admiraba eso de el, está o estaba dispuesto a dejar todo por mi, incluso cuando el mundo estuviera en contra mía, incluso si realmente fui culpable de algo, el siempre me seguiría a mi sin dudarlo, llamándolo ciego, seguramente le daría igual y me seguiría. Quiza la culpa de mis impulsos fue lo que lo invitó a sacrificarse por mi, no lo sabré jamás pues ya no me tiene en sus recuerdos.
Me esforce por estar en ellos de una manera especial y el me lo dijo: era especial desde antes. Pero eso no me llenaba, quería ser todo de él y dar todo de mi para que ello se diera naturalmente, sin verme tan urgida de su amor. Aunque lo estuviera jamás di paso a ello, cuando lo ví, con los ojos hinchados por haber llorado por su madre mi corazón dió un vuelco, probablemente solo era remordimiento.
Recuerdo que su madre dijo que lo cuidara si regresaba algún día a mi, solo asentí en ese momento comprometiéndome a qué aquel niño sería para mí, lo es, lo sé. Pero no es suficiente pensarlo y ya.
Quiero llorar, quiero gritarle de la frustración, quiero correr alejándome de todo, quiero golpear tanto a Terano hasta que esté deje de respirar, por qué gracias a su estúpido juego perdí todo lo que tenía en un segundo, sin que yo estuviera presente. Me duele, lo suficiente para saber que estoy completamente entregada a su amor y que si el tan solo me diera una señal por más mínima que fuera iría corriendo hacia el sin pensarlo, quisiera que eso fuera mutuo de algún modo.
Culpo a todo mundo cuando fue causa mía todo el alboroto, queriendo ser una buena líder y poder ser el ejemplo de muchos. Mi sueño me había hecho perder la cabeza y a Akihiro quien seguramente dejara de recordarme tan pronto como deje de estar en este hospital o peor, desde el momento en el que salí de la habitación. Seguramente se quedó pensando que era lo que me pasaba, sin pensar que realmente lo quiero tanto.
No podía controlar mis lágrimas, me encontraba sentada en una banca metálica en la sala de espera mientras que los demás familiares me miraban con lastima, quizá pensaron que la persona que tanto esperaba había muerto pues muchos me dieron algún tipo de consuelo diciendo cosas como "realmente lo lamento " " probablemente te volverás a enamorar después " "esta en un lugar lejos del pecado de la humanidad, se feliz por eso " etc.
───Senju, no llores - su hermano poso una de sus manos en su cabello -. Lamento decírtelo, pero es verdad, Akihiro no recuerda nada desde que llegó a la privada, ni siquiera sabe que su madre a muerto pero la recuerda de algún modo, solo vámonos, necesitas un descanso.
───¿¡Piensas que puedo!? ¡No puedo hacerlo! Me duele que no me recuerde pero me alivia al mismo tiempo y ni siquiera se por que - tocó su frente con frustración -. No quiero irme, aunque no me recuerde le dije que estaría con el hasta el final, así será, en el momento que se vaya....yo.....
───¿Tu qué? ¿Irás tras de el también? Mira, su padre se lo llevará en cuanto pueda venir aquí, no dejara a su hijo aquí, incluso sus trámites de salida están siendo procesados - senju alzó la mirada, pidiendo explicaciones -. Regresarán a California y no regresarán jamás, Senju.
Entonces lo supe, jamás debí apartarme de el, incluso si era herida en su lugar. Todo para que vuelva a recordarme.