Digamos que Edd, Matt y Tord estudian en ese tipo de institutos donde se lleva de primaria a preparatoria, no me se el tipo de nombres de esas cosas
Pero en fin, aquí va a otro capítulo sacado de la manga del escritor
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Por más que lo intente no logré conciliar el sueño. Estaba tan cansado. El despertador sonó, ese típico timbre que es un completo martirio.
Salí de mi habitación, frotando mis ojos mientras bajaba las escaleras. Oliendo ese maravilloso aroma a tocino que tanto me gustaba. Al asomarme a la cocina, vi a mi bella madre preparando el desayuno. Papá ya no estaba, pues se iba una hora antes de que yo despertará.
En el momento que me senté, mamá volteó a verme mientras traía un plato con huevos y tocino.
—¡Oh dios Torddie, mira esas ojeras! Pareces un mapache, cariño.— Cubrió su boca con una de sus manos, mientras tomaba mi rostro con su mano restante.
—Perdón má, no pude dormir en toda la noche. . .— Comencé a comer, bajando la mirada mientras apoyaba el rostro en mi mano derecha.
Al terminar, levanté mi plato y fui a lavarlo. Recibiendo una orden de parte de mi madre sobre que me fuera a bañar, pues solo tenía 15 minutos antes de que me llevara a la escuela.
Entonces subí rápidamente, me retire la ropa y la dejé en el suelo a medida que llegaba al baño. Me metí en la ducha y aunque el agua estuviera fría en ese momento trate de mojar cada parte de mi cuerpo lo más rápido que podía. Al final termine bañandome por completo.
Salí en toalla, con el cabello mojado casi corriendo a mi habitación. Cerré la puerta y tome uno de mis boxers de uno de los cajones, al ponerme lo me seque el cabello con la toalla y empezó a vestirme lo más rápido que pude.
Me puse mis jeans, una camisa negra y mi sudadera roja favorita. Acomode mi cabello tal y como me gustaba, en dos cuernitos y salí de mi habitación una vez que tome mi mochila.
Baje las escaleras mientras ataba los cordones de mis zapatos hasta llegar a la puerta donde me esperaba mi madre, bese su mejilla y me despedí con un "Que tengas un buen día, má" luego salí.
Al llegar al instituto con tan solo un minuto de retraso corrí por los pasillos, parandome frente a la puerta de mi aula. Toque dos veces y abrí, asomando la cabeza mientras el profesor me veía.
—Tarde otra vez. Larsson.— Dijo el hombre frente a todos, cruzando sus brazos y haciendo la señal de que podía pasar.
—Perdon. . .— Entre cabizbajo, yendo a sentarme en mi asiento. El compañero que se sentaba a un costado mío, me dio un pequeño papel que no dude en tomar después de dejar mis cosas donde debía.
"Yo se lo que hiciste por la noche, se
lo que te paso y la manera en la que gritaste."
Eso me heló la sangre, mire al chico que me dio el papel y me saludo con una mirada tranquila e inocente.
Cuando la clase termino, me acerque a el con el papel en mi mano. Di un golpe en su pupitre y le mire con enojo.
—¿quien carajos te dio esto?— El se hizo para atrás, negó con la cabeza y dio un pequeño chillido cuando lo tome del cuello de la camiseta. —¡RESPONDEME!—
Podía ver el temor en su rostro, suplicando que no le golpeara.
—Y-Yo no lo sé, estaba en mi casillero junto a un lapicero que tenía enrollado otro papel, decía que te lo diera y yo solo cumplí— Su voz, estaba quebrantada y quería llorar, lo solté y con preocupación palmee su cabeza.
—Oye amigo, perdón, no era mi intención asustarte así— Con vergüenza salí del salón cuando escuché el timbre sonar para ir a almorzar.
Corrí buscando a Edd, quien estaba en los comedores mordiendo un sándwich. Lo que me impresionó, es que aparte de que estaba acompañado por Matt, había un chico nuevo a su lado. No me gustó para nada.
—¡E-Edd!— Grite, y el volteó para saludarme con la mano. Extendí el pequeño papel y el lo tomo, ganándose la atención de Matt.
—Dios. . . Este tipo si que está loco.— Dijo dejando el papel en una de sus manos, y volvió a mirarme. —Pense que lo de anoche era una broma, pequeñín.—
—Pero cariño, mira esas bolsas bajo tus ojos. No dormiste anoche ¿Verdad?— Matt me miro, parecía estar preocupado por mi. Sonreí al respecto.
—Estoy bien, solo fue una pequeña desvelada.— Entonces vi como aquel chico vestido con una sudadera azul, me daba su comida.
Podía ver qué sus intenciones no eran malas, pues me miraba con. . . Esos extraños ojos, casi suplicando por qué lo tomara.
—Debes comer, podrías desmayarte por la falta de sueño.— Después de dejar su comisa frente a mi, se cruzó de brazos.
—Ow, eso es muy lindo.— Hablo Matt, luego Edd le negó con la cabeza.
—Veo que aún no conoces a Tom, pequeñín. El es nuevo por aquí— Edd sonrió, poniendo su mano sobre el hombro del nombrado.—Tom, el es Tord, nuestro pequeño protegido. El está muy agradecido contigo por haberle dado tu comida.—
Asentí con la cabeza, dando un mordisco de lo que ahora tenía en manos.
Ese chico ya no me parecía tan malo como en un principio. . .
Me quedé durante todo el almuerzo con ellos, hablando, jugando un poco y conociendo más a aquel chico nuevo.