En estás dos últimas semanas Villamil y yo nos hemos relacionado más.
Habían pasado dos días desde mi conversación con Simón, y en esos dos días les había ayudado a los chicos en la grabación de su nueva canción, "Mi Nuevo Vicio".
Realmente ya lo habían publicado, en una página donde les pagaban por solo publicarlo, cosa que a ellos les pareció muy conveniente, pero era una página ilegal. Mi papá los regaño, fue divertido.
Hoy justamente iban a venir a casa, habían quedado en charlar con un representante y mostrarles su música, así que iban a ensayar para luego, mandarle unos videos.
Me encontraba sola en casa. Mi padrastro, Juan, estaba en su trabajo, Mamá había salido hace unos quince minutos con Simon, iban a recoger a Ali que estaba en el colegio y a Martin que estaba en clases de batería. Moncho había acompañado a mamá porque se había comprometido en ir a recoger a los chicos.
Estaba pensando en como decirle a Villa sobre lo que sentía por él o mejor dicho en que momento hacerlo.
El timbre sonó y le puse pause a la serie que estaba viendo. De seguro a mamá se le olvidaron las llaves de nuevo.
—Hola — era Villamil, estaba ahí parado con una sonrisa.
—Hola — murmuré.
—¿Puedo pasar?.
—Si, perdón — me hice a un lado y él entro — los chicos aún no llegan.
—Lo sé — mencionó, ambos nos sentamos en el mismo mueble.
¿Le digo ahora?, estamos solos y tal vez era el mejor momento, ¿verdad?.
Conectamos miradas inconscientemente y sonreímos.
—Sabes que me encontré con Thomas — comentó de la nada y lo miré con curiosidad — tu ex novio es muy agradable sabes — yo solo negué con una sonrisa — me enteré que se va del país.
—Si a Canadá — respondí — por el trabajo de su papá.
—¿Aún se hablan? — cuestionó, mientras se acomodaba en su asiento.
—Si, somos amigos después de todo, es un buen chico — sonreí.
—Bueno sabiendo sobre los rumores y si yo hubiera sido Thomas, yo hubiera peleado por ti cueste lo que cueste — puso su mano sobre mi pierna y me dedicó una tierna sonrisa.
Es ahora o nunca Kate, tu puedes.
Las palabras se negaban a salir de mi boca, abrí mi boca, pero la volví a cerrar. Juan Pablo solo me veía con confusión.
Sin pensarlo dos veces, tomé el cuello del chico y estampe mis labios con los suyos, Villa quedó estático, pero luego me correspondió.
No podía creer que no había olvidado lo suaves que se sentían sus labios. No sabía cuánto tiempo llevábamos ahi, sentamos en medio de la sala de mi casa besándonos. Ni si quiera nos habíamos separado y ya extrañaba la sensación de aquellos labios.
Ambos estábamos en nuestro mundo, hasta que la puerta de la casa sonó, y nos alejamos rápidamente.
Simón fue el primero en ingresar.
—Papo, perdón por la tardanza — mencionó mi hermano — Alejo demoró un mundo, sigamos acomodando las cosas, los chicos están ayudando a mamá con las compras.
El de lentes tomó la mano de Villa y lo jaló, lo último que logré ver fueron esos ojos verdes, no decían nada y eso me confundió. Me levante y subí corriendo a mi habitación.
—¿Qué pasó?, ¿por qué tienes esa cara? — no me había fijado que Martin me había seguido.
—Acabo de besar a Juan Pablo.
—¡Qué! —grito Martin, rápidamente me acerqué para taparle la boca.
—¿Está todo bien haya arriba chicos? — preguntó mamá desde la planta baja.
—Si mamá — respondí, cerré la puerta de mi habitación — no grites.
—Perdón, es que lo dijiste muy rápido y lo estoy asimilando — se dio algunas palmadas palmadas el rostro — pero ¿Qué tiene de malo que se hayan besado?.
—Siento que no le agrado la noticia, ósea me correspondió el beso y justo ustedes llegaron, Mocho se lo llevó, pero me miró de una forma rara, como si estuviera preocupado de algo... — me quedé callada y Martin se cruzo de brazos.
—Tiene un presentimiento ¿verdad? — cuestionó mientras me miraba con sus cejas alzadas.
—Si y no del bueno — me senté en mi casa y tape mi rostro con ambas manos — tal vez no debí decirle.
—La verdad es que está vez no se como ayudarte Nene — se arrodillo frente a mi — te parece si me voy a bañar y comemos algo, mamá trajo Hamburguesas.
—¿No vas a ayudar a los chicos?.
—Si, pero tu eres más importante, podemos comer y luego voy a ayudarlos, ¿te parece bien? — asentí — bien ahora vuelvo, espérame abajo.
...
La verdad es que Martin si sabía como animarme, es verdad que a veces peleábamos, pero eran por cosas estúpidas y cuando eran cosas serias, no nos hablábamos por días o semanas. Pero si se trataba de que el otro se sentía mal, siempre hacíamos de lado nuestras diferencias y nos apoyábamos. De verdad lo amaba, estaba tan agradecida por tener el mejor hermano mellizo del mundo.
Tristemente la comida no duró mucho tiempo, así que me quedé en la sala continuando con mi serie, pero no podía concentrarme, ¿Qué le pasaba a Villa?.
El timbre de la casa retiro aquellos pensamientos, a mala gana me levante del sofá y abrí la puerta, encontrándome así a aquella visita inesperada.
—¿Gabriela?.
—Hola — dijo a mala gana — vengo al ensayo de la banda.
—¿Qué?.
—No te enseñaron modales, debes dejar entrar a la visita — me corrí un poco y ella pasó.
—Los chicos no me dijeron nada.
—Juan Pablo me invitó — la primera apuñalada — ayer nos reunimos y me dijo que me extrañaba — la segunda apuñalada — así que volvimos — y la tercera — ni si quiera se porque estoy hablando contigo — cerré la puerta.
—Disculpa, iré a decirles que llegaste — ella me miro raro.
—Voy contigo — rodé los ojos y entre de primera a aquel sótano.
Apenas los visualice, estaban charlando los cuatro y Martin estaba acomodando la cámara.
—Chicos — todos se voltearon a verme — llegó su invitada — Isaza y Alejo se miraron con cierta curiosidad.
—¡Amor! — apareció la castaña, quien bajo los escalones a rápida velocidad y se acercó al chico del banjo, para abrazarlo y luego darle un beso — Espero no haber llego tarde.
Todos lucían sorprendidos por aquella visita. Martin se volteó a verme, después de observar la escena. Ni siquiera me moleste en mirar a Villamil, solo negué y subí a mi habitación, para luego tirarme sobre mi cama.
¿Por qué me hizo esto?, ¿Cuál fue la necesidad de curar mi corazón herido para que él mismo lo quebrara de nuevo?, ¿por qué debía jugar así conmigo?, y ¿por qué le creí?.
Ya me cansé de vivir lo que el destino tiene preparado para mí, ¿acaso debía sufrir siempre?, ¡Por Dios!, ya me cansé de volver a pelear en está guerra, ni si quiera me deja ponerme un escudo para no salir tan afectada. ¿Por qué no puede ver que para mi no es fácil perder?. Me cansé de amar.
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Hola a todxs, solo pasaba para agradecerle a RileyAfanadorr, me ayudó con algunas ideas para el libro <3 Muchas gracias. Lean sus historias, son muy buenas.