FEELING
En otras noticias, los criminales que tantos fueron buscados han sido encontrado, agradecemos la seguridad que nuestros héroes nos dan y así mismo en---
Apagué la televisión, suspirando con pesadez. Había transcurrido bastante tiempo desde el entierro de Sumie, la visitaba todos los días durante la noche, como promesa no había nada más que caminar sin rumbo, hubieron dos ocasiones que ayudé en un accidente salvando dos vidas, así como Sumie hubiese querido que lo hiciera, la única compañía era Kurogiri, siempre resguardaba mi seguridad y le agradecía su asistencia.
La realidad de las cosas es que la extrañaba demasiado.
— Joven Shigaraki, ¿Desea comer algo? — Preguntó Kurogiri.
— No, no tengo apetito, estoy bien. — Respondí con simpleza.
— Joven Shigaraki tiene una visita.
Fue lo más inesperado que pasó, miré en dirección a la puerta encontrándome con Eraserhead en persona, no dije más que desviar la mirada, Kurogiri nos dejó a solas.
— Es raro que estés aquí. — Comenté sin ganas de burlas.
— Cumplo lo que he prometido pero no te confíes demasiado. — Dijo él.
— Ya lo veía venir. — Sonreí de lado. — Da igual, puedes irte.
— Esto es raro pero... ¿Estás bien?
— Regular. — Respondí seco.
— Al igual que tu, la extraño pero todo va a estar bien, porque a pesar de lo sucedido ella sigue con nosotros, Shigaraki.
— Lo se, Eraser. — Bajé la mirada, sintiendo ganas de llorar otra vez.
— Si necesitas algo, puedes buscarme, nos veremos pronto Shigaraki, no olvides sus palabras.
Con ellos se marchó, al estar solo me sentí libre de llorar, cubrí mi rostro con mis manos, limpiando las lágrimas, debía ser fuerte, como ella lo hubiese querido. De cierta forma Eraser tenía razón, no podía descuidarme, debía de ser fuerte por Sumie, esforzarme por mantener su reputación y que la gente siempre la recordase como la mejor heroína de la generación.
Me levanté, saliendo de mi cuarto, bajé a la primera planta encontrándome con Eraser quién estaba esta vez hablando con Kurogiri.
— Joven Shigaraki.
— Hey Eraser. — Llamé su atención de mala gana.
— ¿Qué?
— Sabes que odio a los héroes ¿no?
— Créeme que mi odio contra los villanos es igual. — Contestó.
— Que bien que lo entiendes. — Apreté la mandíbula. — Llévame a comer algo, tengo hambre.
— Joven un "por favor" no estaría mal. — Intervino Kurogiri, limpiando un vaso.
— Me voy arrepentir después de esto. — suspiró Aizawa. — Te llevaré pero eso no quiere decir que mi odio disminuya.
— Lo mismo digo.
— Quién los entiende a ustedes dos.. — Se quejó Kurogiri.
— Te veré después Kurogiri.
Salí del bar, siendo alcanzado por Eraserhead al instante, comenzaba a creer que despejar mi mente me ayudaría a pensar mejor y saber que hacer con lo que quedaba de mi vida, dispuesto a cumplir mi parte de lo prometido con ella, Sumie Kawamura.
Si en verdad estás aquí... Recuerda que siempre te amaré, tonta...
FIN DE LA HISTORIA...