❜ ⌗ . . . . Látex . . . . ⌗ ❜
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Dos meses en una relación y absolutamente nadie lo sabía, cuando empezó todo y los mayores le pidieron llevar todo en secreto él aceptó sin dudarlo.
Puede asegurar que desde ese día su vida tiene un color diferente. Ya no vive en la rutina de ir al instituto, volver a casa para estudiar, jugar un poco con su perrito y nada más. Ahora salía casi siempre para tener citas con sus novios, ya sea al centro comercial, cine, pista de patinaje o dónde sea.
Los amaba, quizás demasiado.
V.- ¿Iras el viernes a la fiesta de disfraces? Sería una buena idea para interactuar más con tus compañeros, pequeño-. Preguntó apretando más su agarre.
Estaban en la casa de los profesores, que vivían juntos de hecho, más específicamente en el sofá. Viktor con un adormilado rubio encima de su regazo y Jack en la cocina terminando de preparar palomitas.
J.- El ruso tiene razón, aparte nosotros tenemos que estar obligatoriamente ahí-. Apareció en la escena y dejó un bowl con la comida en la mesita que tenían delante.
Gustabo ante esa pregunta se aferro aún más al cuello del contrario y escondió su rostro ahí mismo.
G.- No, ¿Para que ir?, si es obvio que nadie hablara conmigo y terminaré solo toda la tarde... ustedes ni siquiera me hablan en el instituto-. Lo último lo dijo en susurro pero aún así fue audible.
Conway miro a sus parejas y pidió un permiso silencioso para ahora tener él al rubio. Una vez el peligris asintió, él se encargo de jalar a Gustabo para dejarlo sobre sí mismo.
J.- Mírame bebé-. Ordenó suave.- Si alguien nota que nosotros tenemos algo contigo nos metería en muchos problemas, no solo por el hecho de que eres menor, si no que eres nuestro alumno-. Explico mientras sobaba su espalda y Volkov acariciaba sus piernas.
G.- Pero joder, no hay tanta diferencia, solo son... diez años-. Pronunció con un puchero.- ¿Me prometen que cuando sea mayor y ustedes no sean más mis profesores haremos lo nuestro público?
Los mayores asintieron sin dudar, ganarse esa deslumbrante y perfecta sonrisa era su droga diaria. No les importaba mentirle.
G.- Pues vale, iré a la fiesta, intentaré hacer amigos-. Su felicidad era palpable y eso logró cautivar a Jack quien no se pudo contener en robarle un profundo beso.- Mgh~.
Soltar ese sonido fue sumamente vergonzoso pero al parecer a ellos no les disgusto, juraba que los ojos de Volkov incluso se dilataron un poco antes de comenzar un beso algo salvaje con él.
Gustabo no se acostumbraba al ritmo de los labios del más alto y las manos de Conway sobre su cadera lograba desconcertarlo aún más
G.- Mgh, e-esperen-. Artículo con dificultad cuando noto a donde querían llegar.- Mi madre me llamó hace un momento y me preguntó que dónde estaba, debo irme-. Se excusó con rapidez y casi corrió en busca de sus cosas.
Una vez listo, salió de ahí gritando cosas lindas a sus parejas y despidiéndose con un tierno movimiento de mano.
J.- ¿Fuimos muy rápido?-. Cuestionó ensimismado.
V.- Si, creo que lo asustamos, debemos ir más lento con él cariño-. Dijo y ambos asintieron.
Igualmente eso no quitaba el dolor que sentían en su parte baja por la ereccion reprimida que tenían.
Los dias pasaron y hoy era la tan "ansiada" fiesta. Gustabo estuvo a punto de no ir pero se armo de valor y compro un disfraz que le pareció bonito.
Iría de Catwoman, o Gatúbela. El único detalle que no tuvo en cuenta es que el jodido traje era totalmente de látex y vaya que le costó entrar en él. Sin embargo valió la pena todo esfuerzo, pues esas prendas se ajustaban a la perfección en su bonita figura y le resaltaba todas y cada una de sus curvas.
Agradecía que sus padres estaban en un viaje de negocios, como siempre, y no lo verían de esa forma tan vergonzosa.
Así que espero que sean las ocho de la noche y con un largo abrigo se cubrió antes de salir, hoy sería una buena noche.
[...]
No se equivoco, para su sorpresa muchos chicos y chicas se acercaban a él para sacarle charla e incluso pedirle bailar. No era bueno sociabilizando, pero eso no le impidió seguir con el buen ambiente del lugar.
Pudo notar que todos los profesores estaban presentes y al rededor del lugar, claramente para cuidarlos, sin embargo los que más le importaban eran Jack y Viktor quienes al parecer estaban más entretenidos en hablar con la nueva profesora de teatro.
H.- ¡Hey tú, el rubio! Deja de mirar tanto a los profesores y ven a bailar, no nos van a regañar-. Oyó de un chico de cresta, disfrazado de vaquero.- Me llamo Horacio, un gusto.
G.- Gustabo, vamos a la misma clase-. Pronunció con una sonrisa algo incomoda.
Luego de ese momento todo mejoro. Siempre leía sobre qué la gente extrovertida terminaba "adoptando" a su introvertido, eso fue lo que ocurrió esa noche y vaya que se olvidó del pequeño detalle de que tenía novios.
[...]
Viktor estaba charlando muy entretenido con Julia y Jack cuando al voltear su vista por un segundo a la pista de baile pudo ver a su pequeño rubio rodeado de personas que le bailaban eroticamente.
Su cuerpo se calentó, pero no de una buena forma, más bien tenía ganas de moler a golpes a esos adolescentes hormonales que manoseaban a su chico.
V.- Lamento interrumpir pero debemos irnos, un placer conocerte y suerte en tu nuevo empleo Julia-. Se despidió cordial y recibió una mirada disconforme del otro hombre.
J.- ¿Me puedes explicar que coño haces? Estábamos bien ahí, es divertido hablar con ella-. Cuestionó
V.- Bien, quédate y observa de lejos como morbosean a Gustabo. Solo míralo-. Señaló y fue cuando Jack vio como un muchacho le daba un beso en el cuello.
No se pudieron contener y fue Conway quien a paso apresurado se acercó a los jóvenes para jalar a un lugar apartado al menor.
G.- Pero que hacen, estaba diviertiendome joder-. Rabió como un niño y al llegar al coche de Volkov fue acorralado por este mismo.
V.- ¿Tus padres están en la ciudad?-. Interrogó y al recibir un no como respuesta sonrió.- Bien, hoy dormías en casa, ¿Te apetece?.
G.- V-vale, siento que están enojados. ¿Hice algo malo?-. Miro a Jack y este negó con la cabeza antes de entrar al asiento de conductor.
J.- No, pero será una larga noche.
Estaba en la los asientos traseros del coche pero podía sentir el palpable ambiente pesado, notaba como de a ratos lo miraban por el espejo retrovisor y eso solo lograba confundirlo más.
No estaba ebrio, claro que no, pero la felicidad en su sistema era demasiada debido a que conoció gente "nueva".
J.- Ya llegamos, bebé-. Hablo notando lo pedido que estaba.
[...]
No esperaron ni a entrar un poco más a casa, en la entrada lo atacaron con besos y lamidas.
J.- Este puto disfraz resalta tanto tu culo que tuvimos que evitar estarte viendo-. Susurro en su oído mientras dejaba cálidos besos en su cuello aprovechando que estaba detrás suyo.
G.- Pensé que estaban, ah~, enojados y por eso me ignoraban-. Artículo como pudo, sentir a Viktor masajeando su culo era meramente exitante.
V.- Claro que no, te aseguro que se nos ponía dura con tan solo verte menear las caderas... Pero al parecer tú aprovechaste eso para dejar que otros hombres te toquen-. Su mirada se volvió frívola a la par que una de sus manos viajaba a su cuello para hacer una leve presión.
J.- Dinos algo Gustabin... ¿Acaso disfrutas ponernos celosos?, ellos son unos críos que con suerte saben tocar un culo. Nosotros podemos hacerte ver las estrellas-. Lentamente fue bajando el cierre del disfraz de látex, dejando a la vista su espalda llena de lunares.
G.- N-no, no los quise poner celosos, solo soy de ustedes.
Solo basto esa frase para volverlos locos y empezar a desnudarse por completo, querían poseer ese frágil cuerpo. Nesecitaban arremeter contra él.
El rubio se sintió más cómodo cuando lo llevaron al cuarto y lo recortaron sobre la cama, sin embargo seguía con algo de miedo de que todo aquello vaya a ser algo doloroso e incómodo.
V.- Pequeño, no te asustes. Te aseguro que esto será genial-. Dijo gentil mientras lo besaba suavemente.
J.- Exacto, ahora solo mira y aprende, al fin y al cabo somos tus profesores-. Pronunció con gracia mientras se colocaba entre las piernas de Gustabo para besarlo y tocar sus partes más erogenas.
Volkov se limitaba a mirar todo, era exitante ver las caras que ponía el menor. Como mordía su labio inferior con ímpetu mientras aprisionaba con fuerza las sábanas cada vez que Conway bajaba más sus besos y lamidas.
V.- Mierda-. Gruñó y decidió entrar en acción, aprovecho la posición para colocarse detrás de Conway y bajar la única prenda que cubría su cuerpo, unos boxers.
Gustabo llevo su pequeña mano al cabello negro del mayor cuando lo sintió succionar sus sensibles pezones. Sentía sus ojos lagrimear y se sorprendió cuando Volkov le acercó dos dedos a la boca.
V.- Chupa, rápido-. Ordenó dominante y acato lo pedido.
Una vez sintió sus dedos lubricados los dirigió a la entrada del otro profesor.
No fue gentil, ni mucho menos delicado pues sabía que se acostumbraria rápido a la intromisión.
J.- Joder, más, más rápido-. Jadeo grabe al sentir esas largas falanges en su interior, y al sentir que no le estaba dando la suficiente atención al menor bajo su ropa interior para comenzar un vaivén lento en su polla.
G.- Mgh~, J-jack espera-. Bramo exaltado y sintió una corriente eléctrica desde la punta de sus pies hasta el último cabello de su cabeza.
Nunca había estado en una situación así y jamás pensó que sentía de esa forma tan placentera. Desde que empezó esa relación, no mentiría, su búsqueda e investigación de porno gay comenzó.
Pero sentir la áspera mano del mayor, juntando sus dos miembros para masturbarlos a la vez era digno del cielo.
El ruso metía y sacaba sus dedos rápidamente, pero para que mentir, estaba desesperado y no tardo en sacar su pene para alinearlo entre esas musculosas nalgas sin llegar a meterlo.
J.- Entra, joder, solo entra-. Exigió mientras escondía su rostro en el cuello del rubio.
V.- Suplica, muestrale a Gustabo como ser un buen sumiso anda-. Paseaba su roja cabeza por el ano contrario delineandolo suavemente, ver las contracciones que causaba solo lo hacia sonreír victorioso.
J.- Follame, por favor, nesecito sentirte dentro-. Pronunció jadeante y claramente recibió lo pedido, sus cejas se fruncieron y de su boca salían sonidos guturales.
Aprovecho su propio líquido preseminal para bañar sus dedos en el y empezar a acariciar el rosado agujero del menor.
G.- N-no, no hagas eso-. Le calentaba la situación, escuchar las pieles de los mayores chocar y sus gemidos en el aire realmente lo hacían querer que le hagan lo mismo, no obstante aún tenía miedo del dolor.
J.- Tranquilo bebé, tú dejare llevar y si quieres parar lo haremos-. Artículo como pudo y empezó a chupar sus pezones mientras metía lentamente un dedo.
Era incómodo, pero podía soportarlo, entendía que en algún punto se volvería tan placentero como lo hacían ver, los gemidos del estadounidense denotaban el placer que sentía al tener ese miembro dentro.
V.- Tenerlos debajo mio, con esas caras y totalmente entregados solo me dicen una cosa... y es que llegue al puro cielo-. Gimió mientras aumentaba el ritmo y logró ver que ahora Gustabo tenía ya dos dedos en su interior.
G.- Ugh~, y-yo nesecito más-. Pidió mientras miraba a otro lado, era vergonzoso pero el calor de su vientre bajo solo rogaban por algo más grande dentro.
Conway apenas tenia la conciencia sobre el suelo pero oír eso lo hizo sonreír tiernamente.
Comenzó un beso lento con el menor y los violentos movimientos de Viktor cesaron y se dedico a acariciar esos lechosos muslos.
Entro en el virginal muchacho con la mayor delicadeza del mundo, lento y siempre buscando distraerlo del dolor. Sabía por experiencia propia que la primera vez siento pasivo podría ser sumamente doloroso si no era gentil.
G.- Detente, duele mucho-. Suplico mientras lágrimas se escapaban de esos azulados ojos.
V.- Pronto se pasará cariño, te amo-. Acaricio su mejilla para limpiar esas saladas lágrimas y esas dos simples palabras lograron crear una burbuja que los encerró en un lindo ambiente.
Los minutos pasaron y entre manoseos, besos y toqueteos la calentura subió de forma desenfrenada.
G.- Pueden, pueden moverse-. Informó y los movimientos de pelvis eran dirigidos por Volkov.
Jack, quien se encontraba en el medio, estaba totalmente sobreestimulado. Sentir las apretadas y calientes paredes anales de Gustabo apresando su pene era exquisito y la gruesa polla del soviético arremetiendo en su interior era el mismísimo cielo.
La velocidad aumento y el largo falo tocó el punto g del rubio, quien no pudo retener el grito que se asomo por su garganta.
Gritos, jadeos, el choque de sus sudadas pieles y esos agudos gemidos del menor fue lo que se oyó ahí durante quizás una hora o más.
El primero en acabar fue Gustabo, era normal, al fin y al cabo era su primera vez y logró llegar al orgasmo unas cuatro veces. Sus piernas estaban totalmente rendidas y el cansancio se apoderó de su cuerpo al punto de hacerlo dormir en cuestión de segundos.
Los profesores, ya acostumbrados a follar entre ellos, lograron acabar a la vez y de forma totalmente escandalosa.
V.- Mierda nunca pensé que seria tan exitante hacer un trío. Podría tatuarme las caras de Gustabo mientras se la metías.
J.- Totalmente. Es jodidamente hermoso, debemos cuidarlo Vik-. Dijo suave mientras peinaba sus dorados cabellos.
V.- Si alguien se entera de esto... será nuestro fin, pero no me importa. Solo quiero seguir aquí con ustedes-. Se acomodaron para dejar al menor al medio y poder abrazarlo ambos.
Querían descansar un momento antes de ducharse e higienizarse por completo.
[...]
Gustabo se despertó a la madrugada con ganas de ir al baño, con muchas dificultades y tropezones logró llegar a su objetivo.
Al volver a la habitación vio su móvil en el suelo y sin carga, así que fastidiado lo conecto para cargar notando que tenía un mensaje de un número desconocido.
"Se tu secreto, tengo fotos y videos donde esos pedofilos te besan. Le voy a mandar todo a tus padres y al director del colegio..."
Su corazón se detuvo y sus manos empezaron a temblar sin fin, pudo oír la sirena de patrullas policiales acercándose a la casa de los mayores.
G.- ¡Jack, Viktor despierten!-. Grito entre susurros mientras los movía de un lado a otro, no le importaba el dolor infernal de sus caderas.
Era un riesgo que asumieron al empezar la relación, sabían las consecuencias y quizás era su hora de afrontarlas.
~Agus