La llegada de mis hermanos me lleno de mucha emoción, yo solo los abracé mientras le daba la bienvenida e indicaba que le llevaran sus maletas a sus cuartos.
— ¿Cómo has estado? – me preguntó Alex.
— Bien. Mi bebé cada día crece más – les dije con una sonrisa mientras que acariciaba mi pipita.
— ¿Feliz? – preguntó Esteb.
— Si muy feliz – le dije con una sonrisa.
— Bien, entonces a lo que vinimos – dijo Alex mientras se acercaba a Damien y le tendía la mano, mi hombre guapo la recibió mientras lo saludada con seriedad - ¿Dónde podemos hacer la reunión? – le pregunto mi hermano a Damien.
— Donde quieran – les dijo mi hombre guapo mientras se ubicaba a mi lado – tenemos el salón de eventos, salón principal, comedor campestre y salón de ceremonias.
— Bien, entonces los veremos todos y organizaremos – le dijo Alex.
— Le diré a los omegas de servicio que estén al pendiente para lo que necesiten – le dijo mi hombre guapo.
— Si con eso pueden ayudarnos a aligerar todo.
— Yo puedo ayudar – les propuse con entusiasmo.
— De ninguna manera todo es una sorpresa – me dijo Esteb.
— Pero a mí me gusta organizar eventos – les dije con un puchero.
— No me convencerás con ese puchero – dijo Alex mientras subía las escaleras – me voy antes de que me manipules.
— Yo también me voy – dijo Esteb mientras dejaba un beso en mi frente y subía las escaleras.
— Yo quiero ayudar – le dije a Damien con un puchero.
— Puedes ayudarme a mí en el trabajo – me sugirió él, pero de ninguna manera me iba a volver aguantar sus gritos.
— No quiero que me grites – le asegure.
— Seré más paciente – me dijo mientras tomaba mi mano.
— Mejor te acompaño, pero yo solo voy a leer.
— ¿Pero estarás conmigo?
— Si – le dije con una sonrisa.
— Lamento que mi poca paciencia y malgenio, generen que ya no quieras ayudarme con el trabajo – dijo con disculpa.
— Son las consecuencias de nuestras acciones – Damien solo se rio levemente —. ¿Por qué te ríes? – le pregunté con intriga.
— Creí que me dirías algo cómo tranquilo hombre guapo.
— Claro que no. Me lastimaste y me generaste una inseguridad sobre ayudarte con tu trabajo, así que no te puedo decir tranquilo hombre guapo – le dije seria.
— Mi niña hermosa, solo tú logras ser tierna y ruda al mismo tiempo – dijo mientras dejaba un beso en mi coronilla y después tomaba mi mano para que ingresáramos a la casa.
Los siguientes días mis hermanos solo estuvieron recibiendo todo lo que habían solicitado y no me dejaron ni asomarme a donde lo iban a organizar, yo me moría de la curiosidad por saber cómo quedaba todo, pero ellos eran muy tercos y obstinados, así que no habían accedido a mis caritas.
— Hombre guapo – dije mientras entraba con los ánimos bajos al estudio de Damien.
Damien solo levanto la vista de los documentos mientras dejaba de hablar y todas las demás personas que estaban reunidas con él me voltearon a mirar, eso solo me altero más porque pase de estar triste a estar supremamente avergonzada por haber interrumpido su reunión. Creí que estaría solo porque me había dicho que hoy no tendría ninguna reunión, pero parece ser que se le olvidó.
— Lo siento – dije suave mientras me quedé estática en el lugar.
— ¿Qué paso mi niña hermosa? – me preguntó Damien mientras se ponía de pie.
— No te levantes, sigue en la reunión. Es algo sin importancia – le aseguré, pero él solo siguió avanzando hacia mí.
— Si te involucra a ti, por supuesto que es importante para mí.
— Ya no – le dije con una sonrisita, pero él solo termino rodeándome con sus brazos.
— Dime – me pidió suavemente.
— Es una estupidez – le dije suave mientras agachaba la mirada.
— Dime – me volvió a insistir mientras levantaba suavemente mi rostro para que lo viera.
— Es que yo quiero ayudar a mis hermanos, porque en serio me gusta mucho ayudar. Pero ellos no me dejan ayudarles en los preparativos – le dije con un puchero triste, el cual él no dudo en besar y después de que le correspondí el beso solo lo intensifico más.
— Puedes organizar entonces una cena para tus hermanos esta noche, como una fiesta de bienvenida o algo así, ahí si tú puedes disponer de todo y organizar como a ti te gusta – me propuso y yo solo sonreí feliz.
— Si – celebre —. Es una muy buena idea – dije mientras empezaba avanzar hacia la puerta.
— No te despediste de mí – me dijo Damien y yo solo volteé a ver mientras me mandaba un beso.
Cuando salí del estudio, Leonid y el grandote me estaban esperando, así que empezaron a seguirme, mientras yo me dirigía hacia la cocina para dar las indicaciones del menú.
— Voy a hacer una cena de bienvenida a mis hermanos, así que ustedes dos están super invitadas, solo me tiene que confirmar con quienes van a asistir.
— No lo creo mi luna, no quiero incomodarla – me dijo Leonid con respeto.
— Claro que no me incomodas, ven con tu esposa y tu adorable hijo.
— Gracias mi luna.
— No me agradezcas, eres un gran amigo – le dije con una cálida sonrisa —. ¿Y tu grandote? – le pregunté y Garald solo asintió, así que seguí con mi sonrisa hacia la cocina.
Cómo la comida era en honor a mis hermanos, termine por elegir un rico Sunday roast, que es un rico asado de carne y lo acompañe con patatas y verduritas asadas. Lo que más me costó fue conseguir la Salsa gravy para que le diera el toque especial al plato, esta salsa es tan exclusiva que no se encuentran en casi ningún país, pero como mi hombre guapo tenía buenos contactos, solo con decir que la necesitaba la terminaron por conseguir.
Cuando deje a Gala terminando los preparativos finales del plato, avance hacia el comedor para empezar a organizar todo, así que ya había mandado atraer la loza y manteles adecuados para la ocasión y decoración.
— Llegamos – me dijo Ania con emoción mientras ingresaba con su pequeño bebé —Te juro que casi no encuentro los globos de letras de bienvenidas – dijo mientras dejaba la bolsa en la silla y daba las indicaciones para que trajeran lo otro.
— Lo bueno fue que los encontraste – le dije mientras tomaba la bolsa y empezaba a inspeccionar todo.
— Sí, ahora manos a la obra – me dijo con entusiasmo.
Empezamos a organizar todo y después íbamos dando las indicaciones para que inflaran los globos con helio que sosteníamos de cada una de las sillas y colgamos las letras de bienvenidos. Empezamos a dejar los centros de mesas con algunas velas plateadas y ramas alrededor y terminamos por acomodar todos los paltos sobre la mesa.
— Quedo hermoso – dije mientras veía todo decorado con verde y plateado.
— Si quedo muy lindo.
— Vamos entonces a organizarnos para venir a la cena – dije mientras me despedía de Ania.
Cuando llegue a la habitación me termine por poner un sencillo vestido verde suelto y me hice una trenza que decore con unas pequeñas flores blancas. Cuando Damien entro a la habitación solo me detallo y yo le sonreí mientras lo apuraba para que se organizara.
Por suerte cuando bajamos mis hermanos no habían llegado, pues había solicitado que los entretuvieran más de la cuenta. Así que solo avanzamos a ubicarnos en el lugar, donde ya la mayoría de conocidos cercanos empezaron a llegar.
Cuando mis hermanos entraron solo grite sorpresa y ellos se quedaron estupefactos con una sonrisa mientras miraban todo el lugar.
— ¿Les gusto? – le pregunté con emoción.
— Claro que si mi pequeña todo está muy lindo - me dijo Esteb mientras me rodeaba con sus brazos.
— Me encanto – me dijo Alex mientras me daba un gran abrazo y me sonreía feliz – pero lo que más me encanto es que ya estás en un lugar donde te sientes cómoda, feliz y puedes hacer todo lo que quieras porque te sientes muy protegida para hacerlo.
— Así es – le dije mientras lo volvía abrazar.
La cena trascurrió con alegría, mientras que mis hermanos hablaban animadamente y hasta incluían a mi hombre guapo en todas sus conversaciones, dejando de lado la hostilidad que siempre los acompañaba cuando hablaban con él.
— Entonces ya saben, tiene que ir de blanco – me dijo Ested mientras se despedía de nosotros.
— Si mi hombre guapo y yo mañana iremos a ir a conseguir nuestra ropa.
Cuando el día de mis cumpleaños llego estaba tan emocionada que me la pase con una gran sonrisa todo el día, mi hombre guapo como el detallista que era me termino por llenar de regalos y mi familia quien había venido también para Gender party y mi cumpleaños, terminaron por organizar un rico desayuno-almuerzo, pues en la tarde-noche era mi super fiesta y Gender party.
Yo terminé por ponerme un vestido en velo blanco escotado y largo con la espalda descubierto, me puse unas sandalias bajitas y mi hermana, termino por hacerme unas pequeñas ondas en el cabello para después ponerme una corona de flores rosas y azules que me hacían ver como una princesa de un lindo bosque. Así que me observe en el espejo mientras veía como me gusto mi resultado final.
— Siempre consigues dejarme sin aliento mi niña hermosa – me dijo Damien a mis espaldas.
Yo solo lo volteé a ver y él también se veía muy apuesto, tenía un pantalón azul y una camisa blanca que marcaba su espectacular cuerpo.
— Tú también me dejas sin aliento – le dije con una sonrisa.
— No soy una criatura tan hermosa de ver como lo eres tú – me aseguró y después solo me tomo de la mano dejando un dulce beso en mis labios que fue interrumpido por el sonido de su celular —. Vamos porque la insistencia de tus hermanos me tiene cansado.
— Si vamos – le dije con emoción.
Salimos de la habitación y empezamos avanzar hacia comedor campestre y me emocioné de que ellos hubieran elegido ese lugar, pues era muy hermoso, cuando nos encontramos a pocos metros del lugar y la música acompañada por las risas se empezó a escuchar, Damien detuvo su caminata.
— Llego la hora, así que te vamos a tapar los ojos – me dijo Esteb con emoción mientras me mostraba un pañuelo blanco.
— Sí, pero no desorganices mi corona de flores – le dije y él solo asintió.
Mi hermano terminó por vendarme los y Damien solo me termino rodeando con sus brazos para guiarme al lugar para evitar que me tropezara. Cuando el ruido se hizo más fuerte, ellos detuvieron la caminata, mientras que escuchaba la voz de Alex en los altavoces.
— Bienvenida, mi pequeña – dijo mi hermano y Esteb termino por quitarme la venda, mientras que veía como todos los invitados me recibían con una gran sonrisa y aplausos. Yo solo me quedé estática, emocionada, viendo todo con detalle.
La decoración era fenomenal, la mitad del comedor estaba decorado con azul y rosa y unas lindas luces blancas que le daban un toque mágico al lugar. Había una gran mesa principal la cual estaba decorada la mitad con de azul y decía soy niño y la otra mitad de rosado con soy niña, en ambos lados había dos osos gigantes, uno de azul y otro de rosado y había también globos que le daban el toque de nube. Mientras que en el centro de la mesa se encontraba un hermoso pastel de seis pisos, mitad de azul y mitad rosado.
— Gracias – le dije con alegría mientras empezaba avanzar por el lugar.
Todo estaba muy hermoso y yo la estaba pasando fenomenal disfrutando con toda mi familia, quienes habían venido a celebrar conmigo este momento tan hermoso. Hasta mi bello primo Robert había sacado tiempo de su apretada agenda para venir.
Cuando la hora de saber el sexo de mi bebé llegó, todos gritaron con entusiasmo mientras mi hermano me indicaba que me subiera la pequeña tarima que habían instalado en el lugar.
— Llego la hora – dijo Alex con emoción – voy a dar las reglas del juego y todos atentos – dijo y todos solo celebraron, mientras que yo no podía dejar de sonreír.
Mi hombre guapo solo permanecía a un lado esperando que todo terminara pronto, pero sin quejarse o hacer malas caras.
— En total van a ver cuatro procesos químicos que nos van a revelar el sexo de nuestro bebe – dijo mi hermano y yo solo me emocione más porque tuvieran en cuenta la química para esto.
— El primero será una reacción química sencilla, un ácido y una base ácido-base – dijo Esteb mientras acomodan seis tarros negros con interrogantes alrededor. Con un recipiente blanco que contenía bicarbonato de sodio.
— Adelanté mi pequeña – me pidió Alex para que avanzar.
Yo terminé por llamar a Damien quien solo me siguió la corriente, mientras agregaba el bicarbonato que hacía efervescencia y del interior del recipiente empezaban a salir una sustancia rosada o azul. En total salieron tres y tres, así que continuamos al siguiente proceso sin saber.
— El segundo es un proceso de sublimación – anuncio Alex mientras traían una mesa con 10 erlenmeyer con agua y un bol de hielo seco.
Yo solo avance con emoción mientras que mi hombre guapo se acomodaba a mi costado y me pasaba unas pinzas para que empezara agregar los cubos de hielo seco. Cuando agregamos un poco de hielo seco en agua muy caliente, lo que hicimos fue es acelerar el proceso de sublimación y el CO2 se convierte rápidamente en un gas muy denso que comienzo a llenar la estancia. Donde 5 terminaron de color rosa y cinco de azules.
— El siguiente es un lindo proceso de titulación – anuncio Esteb mientras traía 1 frascos y me daba a mí una botella. Yo solo empecé agregar el contenido de la botella y el líquido incoloro empezó a tornarse azul o rosa. Donde ocho terminaron azules y ocho rosas.
Todos los invitados empezaron a gritar con entusiasmo, pues querían saber el sexo de nuestro bebé y mis hermanos no hacían más que hacer bromas, pero al final no sabíamos.
— ¿Quieren saber?
— Siiii – gritaron con emoción.
— ¿De verdad quieren saber? – volvió a preguntar mi hermano.
— Que si – dijo con desespero mi prima Alison exasperada.
— En contados minutos se anunciará – dijo Esteb mientras que todos empezaron a gritar.
— No jodan, yo no se para qué dejaron al par de fastidiosas a cargo – dijo Alexa con desespero y ellos solo estallaron en carcajadas.
— Jejej tranquila Alexa, no te sulfures – se burló Esteb, ella iba a responder algo más, pero mi hermano anuncio el último proceso químico
— Presenciaremos ahora una catálisis de la reacción de oxidación, a cargo de nuestra amada abuela y las enzimas luciferasas que producen bioluminescencia en luciérnagas – anuncio mi hermano mientras señalaba el campo que se encontraba frente a la tarima.
Entonces todas las luces se apagaron y el campo se empezó a iluminar de diminutas luces rosas que nos sumergían en un lugar mágico que nos deslumbraba por su belleza. Yo solo empecé a llorar de la emoción mientras veía como el rosado se intensificaba y mi familia me empezó a llenar de abrazos, de felicitaciones.
— Otra pequeña a la cual adorar – me dijo mi papá mientras me rodeaba con sus brazos.
— Si papá – le dije feliz.
— Espero que mi bebé también sea una niña, para que sean las mejores primas, hermanas y amigas – me dijo Indira mientras me abrazaban.
— Sé, a lo que sea igual se adoraran – le dije feliz, pues todavía nos faltaba saber que estaba esperando mi hermana.
— Claro que lo harán – me aseguro ella.