° ○ _____ 𝐌𝐨𝐨𝐫𝐞 🌼
La noche se empezó a hacer presente mientras yo me encontraba en mi habitación preparandome para la salida que tendría en unos minutos.
Decidí vestir una falda con saco de manga corta, ambos de un color verde Oliva de cuadros junto con una blusa negra ajustada y un collar dorado, de calzado unos botines del mismo color de la blusa.
Me maquillé de una manera bastante sencilla una sombra café muy tenue, rimel y un gloss, a mi cabello lo alisté con unas sutiles ondas con el rizador.
Cuando estuve lista, bajé al primer piso y vi a mi padre mirando televisión y a mi madre en el comedor con papeles a su alrededor.
— ¡Ya me voy!
—Te quiero aquí a las diez y media ¿Entendido _____? —protestó mi padre.
—Sí, papá.
—¿Llevas gas pimienta o un teaser? —cuestionó mi madre.
Saqué de mi bolsa enseñando el gas pimienta.
—Bien, diviértete.
—Gracias, los amo —le dí un beso en la mejilla a ambos antes de salir por la puerta principal.
Cuando atravesé el portón de mi casa, Peter ya estaba ahí esperándome.
Debo admitir que se veía bastante guapo, vestía un jeans verde Musgo, junto con una camisa blanca de manga larga y una chaqueta color café claro.
Siempre se me hizo un chico bastante apuesto y verlo así reafirmaba mi pensar.
—Hola.
—Hola, te ves muy bien.
—Tú igual —le devolví el cumplido.
Empezamos a caminar hacía el parque de diversiones, y como siempre la platica comenzó a fluir, hablando de todo y nada, sobre mi día en la universidad y el suyo en el trabajo.
Salió a tema la propuesta de su compañero de trabajar en un bar y sus beneficios ya que la gente de lo ebria que estaba soltaba el dinero como si fuera nada.
—¿Crees que deba dejar mi solicitud de empleo?
—Sería divertido verte siendo un Barman.
—Sí, apuesto que sí —se río al igual que yo.
—Yo opino que sería buena idea, es una entrada extra de dinero y esta genial.
El suspiro tranquilo tal vez pensándolo un poco.
Mientras que yo no lograba sacar ese pensamiento de mi cabeza desde que lo vi saliendo de mi casa, entre más lo miraba más apuesto se veía.
Después de unos minutos caminando llegamos al parque. Mis amigas ya se encontraban ahí.
—Hola chicas.
—Hola _____ -saludó Isabella.
—Les presento a Peter, un amigo.
—Hola —levantó un poco su mano para acompañar su saludo.
—Un gusto Peter, ahora que ya estamos todos podemos paser ¡Andando! —Chloe gritó eufóricamente.
Al principio tratamos de ir a la par que ellos pero muchas veces solo se quedaban abrazadas a sus respectivas parejas y no las culpo, pero era un tanto incomodo tanto para Peter como para mí, hasta que me fastidié.
—Ven vamos —tomé su mano y nos alejamos del grupo, perdiendonos de su campo visual.
° ○ 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐏𝐚𝐫𝐤𝐞𝐫 🕷
Estuvimos vagando por toda la feria buscando alguna atracción al cual jugar hasta que a _____ le llamó la atención el carrusel.
—Vamos al carrusel, anda.
—_____, eso es una atracción para más pequeños.
— ¡Me da igual! —dio un tirón a mi brazo para seguirla.
El señor que atendía obvio se nos quedó viendo raro al ver como dos jóvenes adultos se subían a una atracción para niños pequeños.
Ella se montó en un caballo y yo igual pero a un lado de ella y el juego comenzó. En todo momento estaba presente su risa junto a su sonrisa y me era inevitable no reírme junto a ella de lo contagiosa que era.
Después de tal vez unas cinco vueltas que dio el carrusel, bajamos pero ella se tropezó y estaba apunto de caer pero logró sostenerse.
—Me mareó un poco el juego.
—Dios _____, casi te caes.
—Pero no lo hice —habló entre risas y me uní con ella.
De ahí fuimos por unos algodones de azúcar, nos detuvimos en un banco para comer.
—¿Te estás divertido?
—Demasiado —afirmó.
—Sí, yo igual _____.
—Creo que hubiera sido mejor si solo salíamos tú y yo —comentó mirándome por un momento para luego devolver su mirada al parque.
Sentí como mis mejillas tomar un color rojizo ante comentario.
¿Prefería estar conmigo a solas que pasar tiempo con sus amigas?
Además de que mis mejillas tomaran color, sentí como si el estómago se me revolviera, pero no como si quisiera vomitar sino como una presión que era placentera.
¿Serían las dichosas mariposas en el estómago?
No sabía al cien que estaba pasando en mi pero no deseaba que parara ese sentimiento que desconocía.
— ¿Pasó algo? —su voz me hizo sacarme de mis pensamientos o algo así.
Cuando volví a conectar con los ojos verde helecho que tenía, dicen que los ojos son las ventanas del alma, y en ese momento podía ver la pureza y dulzura de ella.
—No, estoy pensando en otra cosa. ¿Qué más quieres hacer?
—No lo sé, vamos a ver que encontramos.
Vimos un juego que tenías que golpear con un martillo y llegar a un puntaje alto para ganar un premio.
Ella y yo apostamos que quien diera el puntaje más bajo invita los helados, claramente yo tenía ventaja sobre ella por mi fuerza debido a la araña pero _____ no sabía eso.
Como era de esperase yo obtuve el puntaje más alto ganando un pingüino de peluche de color azul pastel. Ella lo amó desde que lo vió y no dejó de repetir constantemente lo tierno y bello que era.
Estuvimos rondando toda la feria y en ningún momento se hicieron presente sus acompañantes, pero pronto dieron casi las diez, entonces era momento de que _____ regresara a su casa.
Durante el camino ya solo faltando unas cuadras para llegar a su casa, se detuvo un momento.
— ¿Qué pasa?
—Los botines me están matando —reposó su mano en mi hombro para sostenerse mientras movía su pie para tratar de descansar.
— ¿Te molestan mucho?
—Sí, además de que son nuevos así que me aprietan demasiado.
—Tengo una idea.
Me posicione atrás de ella agachandome ligeramente para que ella subiera a mi espalda.
—Salta.
— ¿Qué?
—Salta —repito.
Ella parece dudarlo así que le doy ánimos.
—Vamos _____, no pasa nada
—Bien.
Ella saltó a mi espalda y la agarré para que no se soltara, solo faltaban tres calles para su casa así que no me costaría.
Obviamente le consulté si no le incomodaba que la sostuviera de los muslos para que no se cayera, a lo que ella negó que sintiera algún tipo de incomodidad.
Llegamos a su casa entre risas por la manera en la que yo la había llevado hasta aquí. Bajó de mí y ella estaba por entrar a su casa pero antes se despidió.
—Gracias por acompañarme y por la salida.
—No es nada y nos vemos a la próxima.
—Sí, claro —asintió con una sonrisa y dio media vuelta para entrar.
—Espera antes de que entres, toma —le acerqué el peluche de pingüino.
—Peter pero es tuyo.
—Pero a ti te gusto más y seguro tienes un lugar para él.
—Gracias —me abrazó y claro que le correspondí el abrazo.
En el momento del abrazo me invadieron ganas de hundir mi cabeza en su cuello para tal vez para acortar la poca distancia que había entre nosotros.
La razón de ese pensamiento no lo sabía, supongo que instinto.
Al separarnos quedamos bastante cerca por evidentes razones pero ninguno de los dos parecía alejarse del otro.
Por inercia, o tal vez no era inercia, tal vez era algo que ambos quería que pasara. Los dos empezamos a acercar nuestros rostros, sentía su respiración chocar con la mía y mi nariz rozando la suya.
° ○ _____ 𝐌𝐨𝐨𝐫𝐞 🌼
Estamos tan fuera de nosotros, era la primera vez que nos encontramos de tal manera.
Durante toda la salida ese pensamiento de como lucía esta noche, de lo atractivo que se veía no me dejó tranquila.
El detalle de regalarme su peluche, de cargarme para que yo descansara de los zapatos, que siempre que salíamos me recogiera y llevara hasta mi casa para que llegara con bien.
En general lo nerd que solía ser en algunos temas, lo amable, que fuera la primera persona en ver mis diseños y que me dijera unas palabras que removieran demasiado en mí.
"Tienes demasiado talento _____"
Todo junto hacía que mi corazón latiera a un ritmo más rápido de lo normal, que mi respiración se aceleraba. Lo único que no entendía era por qué tenía esa reacción.
Dios _____ ¡enfocate!
Cuando salí de mis pensamientos me doy cuenta que la situación en la que me encuentro no ayudaba precisamente.
Él y yo a una distancia casi inexistente, nuestras narices rozandose, sus manos en mis brazos y las mías en sus hombros.
Seguíamos acercándonos cada vez más, comencé a cerrar mis ojos y él de igual manera cuando...
Escuchamos como el portón de mi casa se abrió, pegué un grito por es susto vi como Peter arrugó su cara y ojos por ¿Fustracion?
Volteó y vi que era Charlie.
—Dios, Charlie me asustaste.
—Lo siento es que su padre me pidió que su coche estuviera en la cochera.
Peter y yo volteamos y efectivamente aún seguía el auto de mi padre aún estacionado en el frente de mi casa.
—Claro —paso un mechón de cabello nerviosa y Peter rasca su nuca nervioso.
—Nos vemos —avisé a Peter.
—S-sí, nos vemos.
Reposé mi mano en su hombro para impulsarme y alcanzar su mejilla en el cual dejé un beso dulce. Cuando me separé, me percaté de como Peter tenia los ojos cerrados gustoso de mi acción.
Entré a mi casa, en cuanto pasé la puerta principal, me recargo en ella dejando salir todo el aire acumulado en mis pulmones.
Trataba de analizar lo que recién pasaba en la entrada de mi hogar.
¡Casi me beso con Peter!
Trataba de analizar toda la montaña rusa de emociones de hoy...
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