¿Está Mal Enamorarme De "Mi"?

By Un_Culiao_aleatorio

9.5K 943 756

Bellelin Cranel, una joven aventurera que en los pocos meses que lleva como aventurera ha logrado resonar su... More

Prologo: Un Reflejo Desobediente.
Capitulo 2: El Amor De Un Heroe.

Capitulo 1: De Donde Yo Vengo...

4.1K 382 401
By Un_Culiao_aleatorio

Narrador:

En el interior de una habitación de hospital, dos personas se encontraban en el interior.

Una reposaba en una camilla, con su cabeza llena de vendas.

Y a su lado se encontraba la otra observandola preocupadamente.

Ambos portando los mismos rasgos.

Cabello color blanco, ojos rojos, una cara tallada por los mismos Dioses.

Sus nombres:

Bell y Bellelin Cranel.

Aventureros de renombre en sus respectivos mundos.

Poseyendo casi las mismas hazañas realizadas a lo largo de su trayecto en Orario.

Pero con algunas diferencias en su vida.

Mientras que Bell fue criado por su abuelo e inclulcado con el sueño de ser un heroe, siendo alguien infantil, amable, empatico y sensible la mayorparte de su tiempo.

Bellelin en cambio, fue criada casi toda su infancia por Alfia y guiada por el camino pacifista, siendo alguien tranquila y calmada, siempre que nadie se atreviera a provocarla en exceso.

Aun con esas diferencias, había algo qur los caracterizaba, y eso era la pureza que había en sus corazones.

Ya que si, los dos podran ser dos polos opuestos en cuanto a personalidad, pero la bondad y amabilidad que poseen, es casi igual.

Bellelin podra ser practicamente una pacifista, sin embargo, cuando se encontro con Wiene.

Ella la trato como si de su propia hija se tratase, sin importarle el hecho de que fuera un monstruo, o el de que toda la reputación de su familia y en especial la de ella se encontrara 3 metros bajo tierra.

Sin embargo...

Su "pacifismo" se fue al garete cuando ella no solo estuvo a punto de masacrar a toda la Familia Loki, sino que también logro hacer que el mismisimo toro con esteroides, Asterius, tuviera miedo de luchar contra ella.

Todo porque ellos "atentaban" contra la vida de Wiene.

Después de ese día, a pesar de solo ser una nivel 4, Bellelin Cranel era temida por todos los miembros de la Familia Freya, exceptuando por sus ejecutivos, aunque no estaban muy lejos de acabar igual que toda la ciudad.

Y Bell... bueno, he de suponer que si estas aqui ya deberías de saber todo lo que ha hecho.

Hablando de este, pues digamos que su mente no se encontraba tan tranquila que digamos.

El estaba preocupado por la chica a quien observaba descansar placidamente.

Y como no estar preocupado, si practicamente la encontro en un deplorable estado, luego de que esa misteriosa luz cubriera por completo el piso 19.

Pero si le sumamos el incidente de esta mañana, la cosa se complica todavía más.

El que ambos se hayan "concido" a traves de un espejo, de un "reflejo", de esa manera tan rara no ayudaba.

¿Por qué? Porque la unica razón por la que el la encontro, fue por esa extraña esfera de luz que salio de su espejo.

De no ser por que fue guiado por esa esfera hacia el dungeon junto con su familia, tal vez ella ya se encontraría muerta.

Ese pensamiento no lo dejaba tranquilo.

El solo pensar en que por solo haber tardado unos minutos le pudo costar la vida a alguien.

No era nada motiviante.

En especial, sabiendo que Bell quería ser un héroe, de esos que salvan a todos... que alguien falleciera solo por llegar tarde...

No, solo no.

Puede que ni la conociera, mucho menos sabia quien era o si era una buena persona, eso no lo sabía.

Solo se alegraba de haber podido llegar a tiempo.

Aunque eso no lo hacia sentirse menos culpable.

Sabiendo que de no ser por la intervención de esa esfera, el muy probablemente seguiria practicando la forma correcta de besar con el espejo.

Locura de hormonas, supongo.

–Mmm...–

Bell tuvo que salir de sus pensamientos cuando la chica a quien observaba, desperto.

Ella se sento en la cama, frotando su ojo derecho mientras bostezaba.

–Ah~ al fin despiertas... eh... gusto en c-conocerla– Dijo con una sonrisa nerviosa.

–...– La joven no dijo nada.

En cambio, se limito a ver fijamente a Bell, conectando sus miradas.

–Um... como digo esto... Que hacia–

–¿Qué hacias en mi espejo?– La albina preguntó.

–Eh? Q-Qué? B-Bueno, eso es lo que yo estaba por preguntarle– Respondió algo incomodo por la mirada de la albina.

–No, tu eres el que estaba en mi espejo, eso te vuelve el acosador aquí– Decia ella mientras lo señalaba acusadoramente.

–"¿¡A-Acosador?!"– Penso exaltado por como fue llamado.

–P-Pero y-yo ni siquiera la conozco– Dijo en un inutil intento de defenderse.

–Con solo hablarme ya me conociste, asi que esa ya no es una excusa valida– Interrumpió ella.

–P-Pero–

–¿Por qué me espiabas?–

–¿Qué querias?–

–¿Acaso buscabas el secreto de mi crecimiento?–

–¿Querias buscar alguna debilidad?–

Cada pregunta era más y más hostigante que la anterior.

Cosa que le provocaba miedo a Bell, no solo por el aura de frialdad de la chica.

Sino también por la intimidante mirada que recibía de parte de ella.

Ni siquiera sabia que responder, el ya había dicho la verdad, que más debía decir? Acaso diciendo "Oh claro te entiendo totalmente, yo lanze un hechizo a tu espejo aún sin saber quien eres para acosarte" se solucionaria todo?

Y lo peor, es que esa opción parecia la mejor para acabar con toda está incomoda situación de una vez por todas.

Su boca se abrió, solo para no pronunciar palabra alguna.

Todo por ver como la albina dejaba de mirarlo, y el ambiente pesado e incomodo desaparecia.

–"Paso la primera prueba..." Tranquilo, se que no me estabas mientiendo– Decia tranquilamente mientras inspeccionaba la habitación en la que se encontraba.

–O-Oh... e-entonces por qué la necesidad de tantas preguntas?– Cuestiono más confuso que antes.

–Queria asegurarme de que no fueras como los otros– Fue su simple respuesta.

Respuesta, que solo aumento más las dudas en Bell.

–"¿Cómo los otros?" O-Okay?... Em... S-Si no es mucha molestia... Podria responder a mis preguntas? Por favor– Pregunto nerviosamente, rascando su nuca.

–No tengo nada mejor que hacer, asi que si. Pero tu tambien debes responder a las mías– Agrego colocando un dedo en los labios de un Bell preparado para hablar.

–Me parece justo. Bien, me podria decir su nombre señorita?– Preguntó dando un enorme suspiro mental.

–Mi nombre es Bellelin Cranel–

–Bonito nombre... Espera, ¿qué?– Sus ojos se abrieron de par en par al escuchar su apellido.

–¿A-Acaso dijiste que te apellidas Cranel?– Su voz se volvio temblorosa al decir eso.

–Si, ¿por qué? ¿Hay algo mal con mi nombre?– Su ceja se curvo ante esa pregunta.

–...Porque yo me llamo Bell Cranel–

–...–

Ambos se miraban escépticos, sin poder creer lo que habían oido el uno del otro.

–"Esto es raro... Alfia-sama nunca me había dicho que yo tenia un hermano..."– Penso la albina para si misma.

–"Tal vez... Porque yo no tengo ningún otro familiar aparte de ella y mi madre"– Su mirada se afilo y no la aparto en ningún momento de Bell, estando alerta ante cualquier movimiento extraño.

–"El abuelo nunca dijo nada sobre que yo aún tenia familia viva... O... ¿Es verdad lo que decía?"– Una gota de sudor bajo por su cien.

–Hum...–

–¿Donde te criaste?/¿Cuál es el nombre de tu tía?– Preguntaron ambos desenfundando sus armas.

–Eh?/ En un lugar muy lejano de Orario– Mientras que Bell solo pudo producir un sonido de confusión, la albina logro contestar la pregunta que le fue hecha.

–Espera, espera, espera, ¿Cómo que tia?– Preguntó Bell bajando su guardia.

–Qué? No te hagas el desentendido, dime su nombre– Exigio acercando más su espada hacia Bell.

–No, no, no, no, el abuelo nunca mencionó nada acerca de que yo tuviera una tía– Dijo negando con sus manos y cabeza.

–¿Abuelo? Espera, te refieres a ese viejo?– Preguntó con una expresión de impresión.

–Si con "ese viejo" te refieres al pervertido de mi abuelo, entonces creo que hablamos del mismo– Le respondió algo apenado de recordarlo.

–Si, a ese mismo me refiero– Un pesado supiro se escapo de sus labios, enfundando su espada.

–Regresando al tema, ¿en verdad no sabes quien es tu tia?– Bell negó con su cabeza.

–¿Nunca te han dicho algo relacionado con ella?–

–Ni siquiera se que yo tenia una tía!–

–Eso es raro... ¿No recuerdas haber visto o escuchado acerca de una mujer peliplateada con heterocromatía que vestía con un vestido gótico?– Nuevamente, Bell negó.

–Entonces, recuerdas el nombre de "Alfia"?– Preguntó como ultima opción.

–Um... Cuando el abuelo tenía pesadillas sabía despertarse todo miado gritando "¡Lo siento Alfia, no fue la culpa de mi hijo!" O cosas asi– Dijo recordando esos momentos con una gota estilo anime.

–"Tipico de Zeus"...Bien, tal parece que no somos hermanos– Bell dio un suspiro de alivio ante esa sentencia.

–Más bien creo somos como un opuesto del otro, o algo asi– Agrego colocando una mano en su cabeza.

–¿Opuesto?–

Una vena de enojo se marco en la frente de Bellelin.

–Te voy a hacer tres preguntas, y si las tres respuestas a esas preguntas son si, entonces podras entender mejor lo que te trato de decir, de acuerdo?– Bell asintió.

–¿Sientes una mirada desde lo alto de babel casi a diario en todo momento cuando sales a la calle o haces cuqluier cosa?–

–¿Como es que tú sabes eso?– Pregunto en shock al oir como describian su día a día.

–En tan solo mes y medio de tu estancia en Orario, tuviste que enfrentarte a un minotauro color carmesí? Después de obtener una magia llamada firebolt de un grimorio entregado por una chica llamada Syr Flova?–

–...Creo que tu eres la acosadora– El miedo en su voz era muy notorio.

–Ultima pregunta, mientras aún vivias con ese viejo, hubo una historia que llamó tu atención, y que fue en gran medida lo que te motivó a venir a Orario, específicamente la historia del Argonauta, verdad?–

–Ya me diste miedo...– Dijo Bell cubriendose con una pequeña maceta que a duras penas lograba cubrir su cara.

–Y esos serian tres sí... "Al parecer mi suspociones fueron correctas"–

–Como sea, ahora si vas a entender lo que te quiero explicar, ven, sientante– Bellelin dio algunas palmaditas a su costado.

–N-No gracias... Me siento más seguro con macetín cuidando de mi...– Negó rapidamente alejandose un poco más.

–Como gustes, bien, veras, lo que sucede aquí, es que todo lo que te he preguntado, me paso a mi también, con la unica diferencia de que yo no me vi motivada por una historia de heroes para irme a Orario–

–...¿Eso quiere decir que...?–

–Que mi teoria de que somos un opuesto del otro es verdadera– Respondió irritada.

–Hum... Entonces dime toda la tabla de multiplicar del 7!–

–...¿Cual es el valor de pi?–

–Facil... Es... Es... "¡Maldición cerebro! Funciona! Trabaja!" Em...– Bell comenzaba a temblar y sudar a mares.

Tratando de recordar la respuesta correcta.

–¿Ya te quedo claro que somos opuestos?–

Pero pasados unos segundos, no logro nada.

–Tienes un punto... ¡Pero aún asi sigues sin saber la tabla del 7!– Una sonrisa de victoria se formo en su rostro.

–"Ni la menor idea de que sea pi, pero funciono" ¿Y tu como sabes que no la se? "Nunca me aprendí la tabla del 7"– Dijo divertida al ver como esa sonrisa se borraba de la cara de Bell.

Su orgullo fue pisoteado con una sola pregunta y una sola respuesta, ambas provenientes de una persona.

–Ah~ ¿Qué ya no tienes más preguntas que hacer?– Pregunto con un suspiro de resignación mientras se sentaba al lado de Bellelin.

–Tengo unas cuantas más– Fue su simple respuesta.

–Bien... Pero aún te falta responder a las mías!– Dijo recordandole su tratado, cruzandose de brazos en el proceso.

Sin embargo, no recibio respuesta, algo que lo confundió, cosa que hizo que girara su mirada hacia Bellelin, solo para encontrarla mirando hacía la nada.

–¿Hola? Si escuchaste lo que dije?– Preguntaba pasando su mano por en frente de la albina.

Pero era inutil, no importaba cuanto le hablara, moviera, o intentara hacer que reaccionara, ella no lo escuchaba.

<Flashback>

–Hoy, en clases de como no terminar de novio con un papá latino–

–Digo- en como encontrar al hombre ideal, presentamos 5 características que  estos hombres poseen– Una animada Alfia señalaba con un palo de madera una pizarra con muchas cosas anotadas.

Y viendola atentamente, una Bellelin de tan solo 4 años de edad, se encontraba sentada en una silla, impaciente por escuchar "la sabiduría" de su Tía.

–En primera: No tener ojos rojos, no ser un pervertido y sobre todo que no sea de la familia Zeus!–

–Eso ya es personal!– Grito enfadado Zeus desde la cocina.

–¡Tu callate o te envio al Tenkai!– Amenazó con su sangre hirviendo en furia.

–Ejem* Ejem* Disculpa que tuvieras que escuchar eso Bellelin– Dijo con una voz serena, junto a una palmaditas en la cabeza que calmarón a la niña.

–Regresando al tema...–

–Segunda: Ser amable y tener el corazón puro, esto es fundamental para que no acabes con cualquier degenerado–

–Ja, ve descartando ya al 40% de los hombre niña– Decia Zeus escuchando todo desde la cocina.

–Tercera: Puede parecer que el aspecto es lo que menos importa, pero también procura que sea algo apuesto, ya sabes, alto, musculoso, apuesto, vigoroso, aunque perfectamente puedes escoger a otro, fufufu–

–No le hagas caso Bellelin, esos hombres no existen, lo más parecido son los que usan esteroides–

–¡ZEUS!–

–Ya me calló, me calló–

–Cuarta: El hombre ideal tiene que ser alguien que se preocupe por la salud de otros, hasta incluso poner su vida por encima de los demás, esta característica te asegura que siempre se va a preocupar por ti y que te va a proteger más que a nada–

–*sonido de plato siendo lavado por un anciano*–

–Y quinta: Asegurate de que sea sincero, que no te oculte ni la más minima cosa, con eso, te aseguraras de que no se vaya con cualquiera por la noches, o que se vaya con alguna prostituta a un motel– Finalizó con una tétrica sonrisa.

–...Alfia-sama– Bellelin alzó su mano.

–Si?–

–Sin ofender pero... Eso no suena un poco bastante imposible de cumplir? A lo maximo solo lograrían lo primero– Dijo algo desanimada.

–Por eso es el hombre ideal, porque solo hay uno en todo el mundo, y tu– Dijo señalandola– Debes de encontrarlo, y ganarte su amor–

–Oh, una cosa más, esto no es del todo obligatorio pero también sirve, asegurate de que sepa cocinar, para que asi no tengas que preocuparte por nada más en tu vida– Agrego acariciando oa cabeza de su sobrina.

Para luego retirarse felizmente de la habitación.

Y pasados unos pocos segundos, entrara Zeus.

–Zeus... Lo que dijo Alfia-sama suena como si quisiera que yo fuera una mantenida– Una aura de desilusion emanaba de la niña.

–Eso mismo pensaba yo... ¿Quieres que te lea una historia de heroes?– Bellelin asintió rapidamente ante esa pregunta.

–Jejeje, bien...–

<Fin Flashback>

–¿Señorita sigue aquí?– Pregunto Bell pasando nuevamente su mano frente a la mirada perdida de Bellelin.

–Oh, si, disculpa, me perdí un poco en mis pensamientos– Se disculpó mientras quitaba la mano de Bell de su vista.

–Entiendo...–

–"Bien, acabemos con esto de una vez, si ni siquiera yo ¿misma? ¿mismo? es capaz de cumplir con las características que Alfia-sama me impuso, entonces nadie lo sera"– Penso seriamente mientras respiraba profundamente.

–Bell, ¿qué pensaste cuando me viste por primera vez?– Lanzó su pregunta.

–Eh? Bueno... Lo primero que me llegó a la mente al verla en ese estado fue... que necesitaba ayuda, y eso hice, la ayude– Respondió algo confuso por esa pregunta.

–Pero que tal si... yo que se, era una trampa y en realidad salvaste a alguna super villana que queria acabar con el mundo–

–...La verdad, es que yo la habría salvado aún sabiendo todo eso– Esa respuesta dejo en shock a Bellelin.

–No me importa quien haya sido en el pasado, aún si hubiera asesinado a una o varias personas, porque... lo que me importa a mi es el tu actual, no ese que todas las personas recuerdan unicamente por lo malo, y no por sus buenas acciones– Agrego con una sonrisa en su rostro.

Cosa que sonrojo levemente a la albina, quien se encontraba más que sorprendida por esa respuesta llena de sinceridad.

Digna, de alguien tan puro como lo era Bell.

–Bien... Dime, ¿Piensas que soy linda? Mejor dicho, ¿te parezco atractiva de alguna u otra forma?– Fue su pregunta.

–"¿Qué clase de preguntas son estas?" A-A decir verdad, usted me parece una de las mujeres más hermosas que he llegado a conocer en mi vida...hasta incluso la podría comparar con Aiz-san y usted saldría ganando– Dijo lo ultimo casi susurrando para si mismo.

Lastima que Bellelin pudiera escucharlo a la perfección.

–...¿Sabes cocinar?–

–No sabría decir si lo que cocino es comida o un homunculo fallido, pero trato de aprender–

–O-Ok...– Una gota de sudor calló por su frente ante esa respuesta.

–...Bell, parate frente a mi– Fue su orden.

–¿Puedo preguntar para qué?–

–No–

–A bueno– Dijo levantandose y acatando la orden que le fue dada.

Al quedarse ahí, Bellelin se levantó, lo miro fijamente, y...

–W-Whoa! O-Oiga! Q-Qué cree que hace?!– Grito alterado, con un sonrojo en su rostro, al ver como la albina lo inspeccionaba de pies a cabeza.

Tocando sus brazos, piernas, torso, cara, espalda, etc.

Observando su ropa y su armadura de aventurero.

Al acabar con su actividad, Bellelin solo miraba cada lado de su rostro, fijandose unica y exclusivamente en sus ojos.

Parecía como que algo no le gustaba de ellos.

Terminando de hacer todas sus cosas raras en unos instantes más, frotando su mentón de una forma pensativa.

–¿Ya ha terminado con sus preguntas?– Preguntó cansado.

–...– No hubo respuesta.

–Supondre que eso fue un si...– Dijo intentando que respondiera.

–Agh, mejor ya ni lo intento, solo, solo voy a decir mis preguntas–

–¿Me podría decir qué hacia en el Dungeon o qué fue lo que la dejo en ese estado?– Preguntó yendo directo al grano.

–...– Sin respuesta nuevamente.

–Por favor! Señorita usted me dijo que iba a responderme si yo contestaba sus preguntas! Y eso hice!– Reclamaba algo molesto.

–Llamamé Bellelin– Fue lo que ella dijo.

–Bien, señorita Bellelin, me podría decir por favor, ¿que hacia en el Dungeon?– Preguntó hartado de tanto.

–Al diablo con los ojos rojos, te encontre– Dijo para luego mirarlo fijamente.

Cosa que asusto y confundió a Bell, en especial por la forma en la que la chica lo miraba, pero al final no retrocedió y volvio a lanzar su pregunta.

–Em... ¿Ya me puedes decir que hacias en el Dungeon?– Pregunto nervioso nuevamente.

–...– Bellelin no respondio nada, en cambio, un extraño brillo aparecio en sus ojos.

–¿Q-Qué es ese brillo en s-sus ojos señorita?– Una gota de sudor frio bajo por su frente, retrociendo temeroso, la voz de su interior le decia que había algo raro con ella.

–¿S-Señortia?– La llamo con miedo al verla levantarse y dar un paso en dirección a el.

Y después...

Bueno, ni el mismo Bell sabría cuanto tiempo le tomo a Bellelin el avalanzarse contra el, tal vez un segundo, o incluso menos.

Pero asi de rapido como esa pregunta aparecio en su cabeza, desaparecio.

Mejor dicho, fue reemplazada por vergüenza.

Vergüenza de tener a una chica encima suya, mirandolo con cierto afecto y ¿cariño? Que llegaba a ser preocupante.

–Casate conmigo–

Esa frase dejo a Bell de piedra, a la par que confundido y avergonzado.

Todo por la seriedad y dulzura con la que la albina se lo había "pedido".

–¿Q-Q-Qué c-c-clase d-d-de p-p-petición e-es e-esa?– Pregunto más nervioso que nunca en su vida, con su cara teñida al rojo vivo.

–No es una petición, es una orden– Le respondió mientras chocaba su frente con la de Bell.

Dejandolos a ambos practicamente con la cara pegada el uno al otro, llegando incluso a sentir la respiración del otro.

Contrastando uno con el otro, mientras Bell se encontraba más nervioso que la propia definicón de nervioso, Bellelin estaba más que decida a casarse con el.

Unicamente porque el poseia todas las características que "el hombre perfecto" debería tener, según su Tia Alfia.

Click*

–Bell-kun qué sucede? Ya han pasado 2 horas desde que entraste, acaso ya desper...tó– Hestia ingreso a la habitación preocupada por su hijo.

Preocupación que desaparecio en el momento que vió a ambos albinos tirados en el suelo.

Con Bellelin aprisionando a Bell y este mismo siendo consumido por la vergüenza.

–Oh... Asi que querias aprovecharte de  la chica que acabas de rescatar?– Un aura de muerte se apodero de la Diosa, quien se acercaba poco a poco.

–N-No! Hestia-sama creo que hay una confusión muy grande aqui! Y-Yo, nosotros podemos explicarlo! No es asi señorita?– Bell miraba nervioso a Bellelin, quien parecia importarle poco el instinto asesino de "su" Diosa.

–Nadie se interpondra entre tu y yo– Esas palabras determinaron la sentencia de Bell.

–¡MUJERIEGO!– Grito furiosa dandole una cachetada tan fuerte que toda Orario escucho el sonido del golpe.

Fin Del Capítulo.

Llevo más de 3 horas escuchando una canción en bucle mientras escribia, y ya me aprendi el ritmo, la letra y los instrumentos con los que se toca.

Ayuda banda, llevo ya una semana completa con todo mi tiktok lleno de puro porno, osea, me gusta y todo, pero ya me duele el pipilin :'v.

¿Preguntas?

¿Amenazas De Muerte?

Calificación.

Votación. (Den el nombre de fic)

Ideas y Opiniones.

Continue Reading

You'll Also Like

30.1K 2.3K 30
La realidad es el echo de no saber cómo amar con claridad y sanidad. Un adorno doloroso y mi relación "perfecta" solo son la prueba de la cruel reali...
2.6M 167K 73
Quizás te habían dicho que es un abogado novato, pero no es verdad. Es el diablo en persona: ruso, millonario, codiciado, peligroso y sin escrúpulos...
133K 14.1K 23
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe. Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim...
120K 9.9K 51
Es frágil dicen. Puede salir lastimada afirman. Porque sí, Perséfone De Luca es la personificación de un Ángel, lo que ellos no saben es que ese Ánge...