La Obsesión del Dios del Enga...

By Miss_Violet_Loki

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Lucy, es una chica neoyorquina que fue rescatada por Loki Laufeyson de un fatal accidente de automóvil, donde... More

Capítulo I : El Reencuentro
Capítulo II : Orgías con alienigenas.
Capitulo III : La deuda
Capitulo IV: Amor imposible
Capítulo V: Doble deuda
Capítulo VI: El beso lujurioso
Capítulo VII: Feliz cumpleaños
Capítulo VIII : Devastada
Capítulo IX: El Palacio de Loki
Capítulo X : El anuncio al Harem
Capítulo XI: La gran noche
Capítulo XII: Loki Jotun
Capítulo XIII: Decepción y alcohol
Capítulo XIV: La furia del Dios
Capítulo XV : La predicción
Capítulo XVI: El escape
Capítulo XVII: De vuelta a Midgard
Capítulo 18
Capítulo XVIII: Pensamientos conectados. Parte II
Capítulo XIX: El suéter azul. Parte II
Capítulo XX: De rodillas. Parte II
Capítulo XXI: Te extrañé idiota. Parte II
Capítulo XXII: El negocio. Parte II
Capítulo XXIII: Condiciones. Parte II.
Capítulo XXIV: La primera cita y ¿celos?
Capítulo XXV: El secreto de Loki
Capítulo XXVI: Helado escarchado de blanco néctar.
Capítulo XXVII: El Hechicero supremo
Capítulo XXVIII: Estoy lista para ti Loki.
Capítulo XXIX: Confesión de amor.
Capítulo XXX: Fundidos en uno solo.
Capítulo XXXI: ¡No quiero que te vayas!
Capítulo XXXII: ¿Esto quieres Lucía?
Capítulo XXXIII: La prueba de sumisión.
Capítulo XXXIV: Sentimiento incomodo.
Capítulo XXXV: Juguete
Capítulo XXXVI: La nueva morada del Dios.
Capítulo XXXVII: Erotismo frío.
Capítulo XXXVIII: Fiesta de mortales.
Capítulo XXXIX: Vieja amistad.
Capítulo 40: Galería de arte.
Capítulo 41: Obra de arte.
Capítulo 42: La creación de Loki.
Capítulo 43: El beso incomodo.
Capítulo 44: Batalla entre asgardianos.
Capítulo 45: Te quiero.
Capítulo 46: El castigo
Capítulo 47: La sumisa en acción
Capítulo 48: El salón rojo.
Capítulo 49: Lucy en peligro parte 1 de 2
Capítulo 50: Lucy en peligro parte 2 de 2
Capítulo 51: Te quiero Lucía
Capítulo 52: Helena mi primera amiga mortal
Capítulo 53: El encuentro con Amora
Capítulo 54: El cumpleaños soñado
Capítulo 55: La llave a la unión.
Capítulo 56: La mudanza
Capítulo 57: Fiesta de Halloween
Capítulo 58: La negación del Dios
Capítulo 59: Palabras de amor
Capítulo 60: Te amo
Capítulo 61: Compromiso.
Capítulo 62: Cuento de princesa
Capítulo 63: Corazones rotos
Capítulo 64: Autodestrucción
Capítulo 65: La despedida
Capítulo 66: Noticia inesperada.
Capítulo 67: Tres meses.
Capítulo 68: Seis meses
Capítulo 69: ¿Estás embarazada?
Capítulo 70: Por siempre Lucía.
ANUNCIO IMPORTANTE
SIPNOSIS TERCERA PARTE
PRÓLOGO
Capítulo especial: Realidad deseada
Capítulo 71: El ritual
Capítulo 72: No llores hombre de nieve.
Capítulo 73: Helheim
Capítulo 74: La travesía por el Hel
Capítulo 75: El trato
Capítulo 76: Segunda oportunidad
Capítulo 77: Rechazada
Capítulo 78: Sí, ella es mi reina.
Capítulo 79: Recuerdos
Capítulo 80: Recordando espinas
Capítulo 81: Cenizas y sueños rotos
Capítulo 82: Muñeca de paja.
Capítulo 83: El hombre malo
Capítulo 84: El diablo azul
Capítulo 85: "Amigos"
Capítulo 86: Los planes de Loki
Capítulo 87: Jake
Capítulo 88: Verity, el detector de mentiras
Capítulo 89: La princesa del Jotunheim
Capítulo 90: La deuda de Jake
Capítulo 91: Digno de ti
Capítulo 92: Jake Odinson
Capítulo 93: La recuperación de Lucy
Capítulo 94: Mudando de espacio y piel.
Capítulo 95: Friends will be friends
Capítulo 96: La nueva amiga del Dios.
Capítulo 97: Carta de amor
Capítulo 98: Desfile de modas
Capítulo 99: Viviré por mi
Capítulo 100 : Ojos escarlata.
Capítulo 101 : Energía demoniaca
Capítulo 102: Los celos de Liam
Capítulo 103: La protegida de Loki
Capítulo 104: La venganza del Dios del Engaño
Capítulo 105: La transformación de Lucy
Capítulo 106: Cinco años
Capítulo 107: Lucy ¿heroína o villana?
Capítulo 108: Baile de máscaras
Capítulo 109: La isla olvidada
Capítulo 110: Mi ex, mi jefe.
Capítulo 112: Donde hubo fuego
Capítulo 113: Labios rojos
Capítulo 114: Mentira descubierta
Capítulo 115: Bienvenida al Infierno
Capítulo 116: Trabajando en el Infierno
Capítulo 117: Cállate y disfruta
Capítulo 118: Hello Kitty
Capítulo 119: Zorra
Capítulo 120: La salvación de la hechicera
Capítulo 121: La manzana de la discordia
Capítulo 122: Desavenencias
Capítulo 123: Acaba para mí
Capítulo 124: Polvos de amor
Capítulo 125: Bitchin
Capítulo 126: Una amenaza llamada Lucy
Capítulo 127: La mujer de mis sueños
Capítulo 128: Traición descubierta
Capítulo 129: El tres de espadas
Capítulo 130: Monstruos
Capítulo 131: Fuego contra hielo
Capítulo 132: El cumpleaños de Daisy
Capítulo 133: Reina del Inframundo
Capítulo 134: La flama sanadora
Capítulo 135: La historia de príncipe del Helheim
Capítulo 136: Lucy la stripper
Capítulo 137: La visita de Sigyn
Capítulo 138: La primera espada
Capítulo 139: La transformación de Lucy
Capítulo 140: Empoderada
Capítulo 141: Lucía la escritora
Capítulo 142: beso entre demonios
Capítulo 143: Declaración de guerra
Capítulo 144: Los planes de Lucy
Capítulo 145: Lucy en televisión
Capítulo 146: El nuevo acuerdo con Hela
Capítulo 147: Resurrección
Capítulo 148: Novios de mentiras
Capítulo 149: El entrenamiento de Lucy 1 de 2
Capítulo 150: El entrenamiento de Lucy 2 de 2
Capítulo 151: No dejaré que muera otro inocente
Capítulo 152: La segunda espada
Capítulo 153: El acuerdo con Sigyn
Capítulo 154: Entrada al infierno
Capítulo 155: Sensación amarga
Capítulo 156: Despedida de soltero
Capítulo 157: Kamar-Taj
Capítulo 158: El ataque mortal de Amora
Capítulo 159: Lucy la salvadora
Capítulo 160: Mi bella y sensual Bitchin
Capítulo 161: Visita al Helheim
Capítulo 162 : Tierra 839
Capítulo 163: Amor en el multiverso
Capítulo 164: Soy un monstruo
Capítulo 165: Madre Escarlata, madre Infernal
Capítulo 166: Plan descubierto
Capítulo 167: Freya en Midgard
Capítulo 168: Papá
Capítulo 169: Padre e hija
Capítulo 170: Freya Odinson
Capítulo 171: ¿Quieres ser mi mamá?
Capítulo 172: Enamorada por segunda vez
✨✨Personajes 1 de 2✨✨
✨✨Personajes 2 de 2✨✨
Capítulo 173: Freya y Jake
Capítulo 174: La variante de Amora
Capítulo 175: Bebé demonio
Capítulo 176: La madre de Freya
Capítulo 177: Es tu hija
Capítulo 178: Mi mamá es Lucy
Capítulo 179: Todo por Freya
Capítulo 180: Kaan regresa
Capítulo 181: Mi hombre, mi mujer
Capítulo 182: La vida que merezco

Capítulo 111: Primer día

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By Miss_Violet_Loki

∙ʚ♡ɞ∙ 

— Buenos días hermosa.

— Buenos días.

— Suerte en tu primer día de trabajo.

— Gracias, la voy a necesitar.

— ¿Estas bien?

— Estoy bien, solo un poco nerviosa.

— Confía más en ti mi amor, lo harás excelente... yo confío en ti. — Mierda, si supiera que mi jefe es nada menos que mi ex.

— Te extraño mucho. — Eso si es cierto.

— Yo a ti, estas dos semanas pasaran volando.

— Espero que así sea.

— Bueno te dejo, te llamaré más tarde, besos.

— Igual para ti, bye.

Detuve mi andar frente al imponente edificio, inhalé profundo antes de entrar para darme fuerzas y valor.

Pueden pensar que soy dramática, pero literalmente me siento a punto de entrar en un campo de batalla donde tengo muy pocas probabilidades de sobrevivir. Además, para nadie es agradable tener que trabajar con tu ex, y peor aún si es tu jefe.

Ay, Dios... ¿por qué me sucede esto a mí?

No Lucía, cálmate.

No es momento para echarse a morir, entra con la frente en alto y demuéstrale a Loki que no te intimida y que toda nuestra historia es cosa del pasado, está muerto y sepultado.

— Sé que puedes, sé que puedes... — Murmuro dándome ánimos y recordé las palabras de Susy. — Soy una perra exitosa, soy una perra exitosa.

— ¿Vas a entrar o vas a quedarte allí? — Doy un pequeño brinco al escuchar su voz a mi lado. — Disculpa si te asusté, no fue mi intención distraerte.

— Hola, si me asustaste. — Es el chico que conocí el otro día en el ascensor, exhalé profundo.

— ¿Te sientes bien?

— Si todo bien.

— Puedo preguntarte ¿qué hacías? ¿Es ley de atracción? ¿O algún rito de buenas energías?

— Nada que te incumba. — Le respondí impulsivamente.

— Okey disculpa.

— No, no... — Volví a suspirar. — Discúlpame tú a mí es que estoy nerviosa.

— No te disculpes, me lo merezco por intruso. — Me sonríe, trae una camisa blanca y los primeros botones están desabrochados, de nuevo trae su saco oscuro sobre su hombro.

— Me tengo que ir, no quiero llegar tarde en mi primer día.

— Entonces si quedaste en el puesto de asistente.

— Sí.

— Felicidades.

— Gracias, nos vemos.

Entro en el edificio caminando hacia el ascensor, el chico se quedó en el vestíbulo.

Mientras subía piso por piso, mi nerviosismo aumenta, pero no dejaré que mis inseguridades me jueguen chueco. El ascensor me dejó justo en el piso de gerencia, bajé y fui directo a hablar con la recepcionista.

— Buenos días, soy la nueva asistente de señor Odinson.

— Buenos días, el señor la está esperando en su oficina adelante. — Mierda, mierda, mierda.

— Gracias.

Caminé por ese largo pasillo hasta esa puerta de madera negra que era diferente a las otras, toqué con mis nudillos dos veces. Escuché su voz dándome el acceso, mi corazón enloqueció con solo oírlo.

— Buenos días. — Dije entrando a su elegante y ordenada oficina. Se escucha música clásica de fondo a un volumen moderado.

— Buenos días, señorita Lucía. — Dice prestándome atención, viste una camisa negra y traje formal del mismo color, su corbata es de color vino y trae puestas sus gafas para ver la laptop.

A él todo le queda bien, hasta un costal de papas lo luciría con elegancia.

— Asiento. — Me indica una de las sillas frente a él. — ¿Leíste el contrato?

— Sí.

— ¿Todo bien?

— Tengo una duda respecto a la cláusula que dice que prestaré servicios a dos empresas.

— Así es... — Se levanta de la silla. — No solo tengo esta empresa, tengo muchas y necesito ayuda en una especial y quiero que te encargues en administrarla. — Se pasea hasta que queda frente a mí. — Ya habrá tiempo para hablar de eso. — Me clava sus divinos ojos.

— ¿Algo más?

— Sí... ¿qué fragancia usas?

— Es un perfume de vainilla y cítricos ¿por qué?

— Es que hueles muy bien.

Ay no, ya empezó.

Me levanté de la silla, distanciándome de su mirada.

Por suerte justo alguien llama a la puerta.

— Buenos días. — Se asoma la chica colorina bostezando y ajustando sus gafas, parece que trae resaca.

— Buen día. — Le respondo.

— ¡Verity! ¿soñaste conmigo? — Le dice Loki sonriendo.

— Sí, que te asesinaba y lanzaba tu cuerpo a una zanja.

— Tú siempre tan tierna.

Al parecer entre ellos hay mucha confianza.

— Por favor enséñale su oficina a la señorita. — Arrugué el entrecejo.

— Como digas.

— Y necesito mi café.

— Como fastidias Loki, ya te lo traigo. — ¿En serio le habla así al que se supone es su jefe?

— No... quiero que la señorita aquí presente prepare mi café y me lo traiga. — Se me queda viendo con una sonrisita siniestra.

— ¿Cómo le gusta el café? — Intenté sonar lo más calmada posible.

— ¿Quieres que lo prepare yo también?

Si bien recuerdo, Loki cuando quiere ser amable es la persona más encantadora del mundo. Pero cuando quiere ser un dolor de cabeza es un gran hijo de puta.

— ¿Qué esperas? Necesito mi café. — Me insiste.

— Vamos chica nueva. — Me dice Verity.

Salimos de la oficina hasta otro pasillo donde hay una pequeña cocina.

— ¿Cómo le gusta el café al señor?

— Café doble, con un shot de crema, sin azúcar.

— ¿Siempre es así de histérico? — Pregunto mientras espero que el café salga de la máquina.

— La verdad no... de hecho todo el mundo lo quiere.

— ¿Trabajas hace mucho con él?

— Hace cinco años.

— Debes conocerlo muy bien.

— Más de lo que yo quisiera. — Dice alzando las cejas.

Quiere decir que mis sospechas son ciertas, ellos son muy íntimos, quizás hasta son algo más.

— Anda chica nueva, que Loki se transformará en Hulk si no tiene su café.

— Ya voy... — Dije cogiendo una pequeña bandeja con la taza.

Volvemos al pasillo hasta la oficina. Loki habla por teléfono quien sabe con quién, pero por lo que oigo son temas de trabajo. Dejo la bandeja con la taza sobre el escritorio, mientras el cuelga el teléfono.

— Verity revisa mi correo, me llamaron recién de una revista.

— Iré por mi Tablet. — La chica colorina sale dejándome sola con él, voy detrás de ella.

— Hey... ¿A dónde vas?

— Con Verity...

— No he dicho que te puedas retirar... — Toma su taza de café. — Necesito que revises esos papeles. — Me indica unas carpetas que están sobre el escritorio. — Son los estados financieros de los últimos cinco años, necesito un análisis de ellos y quiero un informe detallado.

— ¿Para cuándo necesita el informe?

— Para ayer.

Hijo de...

Me clava esa mirada psicópata, bebe un sorbo de su café, frunce el ceño con una cara de asco como si hubiese bebido orina de gato, termina escupiéndolo.

— ¡Está asqueroso! — Deja la taza sobre el platillo casi estrellándola. — Hiciste que manchara mi traje italiano.

— Lo siento, de verdad hice el café como me lo pidió... — Me acerco a él con una servilleta de tela en la mano. — Yo limpio su traje.

Pero antes de que pueda tocarlo, el me sostiene del antebrazo.

— No me gusta que me toquen. — Me fulminó con la mirada, me quitó la servilleta y el mismo se limpió.

— ¿Puedo retirarme?

— Sí retírate.

Me faltaron pies para salir casi corriendo de esa maldita oficina. En eso me encuentro con Verity.

— Escupió mi café. — Le dije, ella soltó una risa.

— Me hubiera gustado ver eso.

— ¿Puedes llevárselo tú? Por favor, o me asesinará.

— Bien yo se lo llevo, pero primero vamos a tu oficina.

Nos devolvemos por el pasillo principal hasta el vestíbulo central del piso, pasando la recepción doblamos y veo dos puertas.

— Esa es mi oficina... — Dice Verity, y claro hay una placa de metal en la puerta que tiene su nombre, secretaria de gerencia y de presidencia.

— Y esta es tu oficina. — Abre la puerta.

La contemplo mientras ingreso al lugar, está alfombrada y predomina el color blanco. La silla es de cuero blanco, al igual que el escritorio de madera que tiene tres cajones a cada lado, aire acondicionado, un sillón de un rosa pastel, hasta un parlante para escuchar música.

— Esta increíble, gracias

— Ese sillón es muy cómodo, puede echarte una siesta ahí en tu hora de almuerzo o hacer el delicioso con tu novio. — No le respondí. — Bien te dejo para que conozcas tu oficina y empieces a trabajar.

— Gracias otra vez Verity

— De nada chica nueva.

Me senté en la silla de cuero, no puedo creer que apenas han pasado 20 minutos en esta oficina y ya tengo ganas de asesinarlo.

Hice unas cuantas respiraciones profundas para disponerme a trabajar en ese dichoso informe, encendí el notebook frente a mí que al parecer está nuevo. Había mucho silencio por eso coloqué algo de música para poder trabajar más a gusto. Al cabo de trabajar una hora, sonó el teléfono que hay sobre mi escritorio.

— ¿Sí?

— Ven a mi oficina enseguida. — Cuelga.

Me levanté rápidamente de mi silla y caminé rápido hasta su oficina, golpeé y entré.

— ¿Qué necesita?

— Necesito que lleves estos papeles a vicepresidencia. — Me indica una pila de archivadores y papeles.

— Okey. — Levante unos cuantos archivadores que pesan mucho, en el proceso se me resbalan de las manos y cientos de hojas van a dar al piso de la oficina justo a sus pies. Por inercia me agaché a recogerlos, Loki se levanta de su silla y se agacha hasta donde estoy. — Lo siento fue sin querer.

— A pesar de los años sigues siendo torpe. — Dice recogiendo las hojas.

— Y tú sigues siendo un tirano. — Dije enfadada.

— Y eso que no has visto nada.

Me observa con esos ojos tan hipnóticos mientras seguimos reuniendo las hojas revueltas que quedan en el piso. Recogemos una hoja con muchos números impresos en ella, su mano quedó sobre la mía y me envolvió el calor de su piel.

Volvimos a contemplarnos a los ojos mientras mis palpitaciones iban en aumento.

Lucía que cambiante eres, te recuerdo que hace un rato querías asesinarlo.

De los nervios quise levantarme, pero mi cabeza chocó con el escritorio de madera que estaba sobre nosotros provocando un sonido horrible. Me quejé y solté una grosería.

— ¿Ves que tengo razón? Lo torpe no se te quita ni con el tiempo. — Dice el Dios colocándose de pie, me extiende su mano ayudando a pararme del piso.

— Ya sé que soy torpe, no es necesario que lo repitas. — Digo aun sobándome la cabeza.

— Déjame revisarte.

— ¿Revisarme qué?

— Tú cabeza. — Rueda los ojos.

— No es necesario, estoy bien.

— A ver... — Me siento en una de las sillas mientras él me revisa. — Se está inflamando.

— Ya se me pasará.

Loki camina hacia un estante, de un botiquín saca una compresa de gel que sirven para las inflamaciones y me la entrega.

— Gracias. — La coloco sobre el área que se está hinchando. — Será mejor que me lleve estos papeles. — Me levanto de la silla, justo tocan a la puerta.

— Adelante... — Dice Loki.

— Hola viejo, ¿ya me tienes los archivos que te pedí? — Se asoma por la puerta el chico con tatuajes que conocí en el ascensor y que vi esta mañana, al verme vuelve a sonreír.

— Jake que bueno que estas aquí, te presento a la señorita Lucía, ella es mi nueva asistente. — Lucía él es Jacob, mi ahijado. — Me quedé de una pieza. — también trabaja en esta empresa y es el vicepresidente.

— Hola que gusto volver a verte.

— Lo mismo digo señor Jacob.

— No, no me digas señor... dime Jake, todo el mundo me llama así.

— Es por respeto, además usted es el vicepresidente.

— Sí, pero yo no soy tan formal como el viejo, así que dime Jake.

— Está bien, Jake. — Apreté su mano.

— Un momento...— Loki arruga la frente. — ¿ustedes ya se conocen?

— Sí, nos conocimos en el elevador el otro día. — Observa que tengo la compresa sobre la cabeza. — ¿Qué te sucedió?

— Un pequeño accidente, nada grave.

— ¿Segura?

— Sí, sí, de hecho, iba a ir a tu oficina a dejarle estos archivos.

— Eso está muy pesado, yo te ayudo. — Me dice el muchacho.

— Gracias.

Loki solo nos observa mientras Jake y yo tomamos los archivos y camínanos fuera de la oficina.

Él me conduce por el mismo pasillo, pero en dirección contraria a la oficina de Loki, pasando la recepción. Me abre la puerta como un caballero para que entre primero, me indica que deje los archivadores sobre el escritorio.

Su oficina es amplia, y está muy bien decorada, hay algunas plantas, un parlante, un escritorio de vidrio y algunos cuadros que adornan una pared. Me detengo a una observar las fotografías enmarcadas donde aparece él en diferentes lugares del mundo. Frente a la Torre Eiffel, en el Coliseo Romano, y hasta arriba de un camello cruzando un desierto, se nota que este muchacho tiene mundo a pesar de que es muy joven. También hay una fotografía de él junto a Loki, en aquella imagen se ve mucho más joven, como un niño.

Me intriga saber cómo es que Jake conoció a Loki, dijo que era su ahijado, pero... ¿Qué tan cierto será eso?

— En esa foto tenía 15 años, a esa edad lo conocí. — Sonríe como si estuviese recordando momentos muy bonitos.

— ¿Tú eres su hijo? — Me atreví a preguntar, el muchacho ríe.

— No... soy adoptado, él me sacó de la calle y me dio un hogar.

¿Loki adoptando niños de la calle? Eso es nuevo para mí.

— Creo que no debí entrometerme en asuntos tan personales.

— No hay problema, todo el mundo sabe mi historia y no me avergüenza.

— Bueno te dejo, tengo mucho trabajo.

— Ah pues no te quito más tiempo, eres libre. — Me abre la puerta.

— Nos vemos.

Volví a mi oficina a trabajar, me sumergí de cabeza en esos estados financieros para tratar de avanzar, aunque sea la mitad de ese bendito informe. La manilla de la puerta gira y entra a mi oficina sin siquiera antes golpear, cierra la puerta y se sienta en la silla que está frente a mí escritorio cruzando una pierna.

Lo observo levantando una ceja... ¿ahora que me va a pedir?

— ¿Te gusta tu oficina?

— Sí, está bien. — Vuelvo a poner atención a mi laptop.

— Puedes decorarla como gustes, como sugerencias podrías poner en tu escritorio una foto de tu novio. — Le sonreí de mala gana.

— Es una buena idea, gracias... — Tipeo en la computadora. — Así cada vez que lo vea recordaré lo afortunada que soy de estar con él. — Loki hace una mueca.

— Dime Lucy... ¿qué sientes cuando te coges a Liam?

— ¿Qué crees tú?

— Vamos no me respondas con otra pregunta, y no lo digo por el placer... lo digo porque yo también me lo cogí. — Otra vez me está buscando. — Si nos ponemos a analizar la situación, primero yo me lo cogí a él, también él a mí, después tú y yo cogimos y bastante...y ahora cogen entre ustedes. — Y me puede encontrar. — La vida es una locura... ¿no te parece? Perfectamente podríamos hacer un trío.

— Loki estoy trabajando... además no hablaré de mi vida privada contigo, dijiste que nuestra relación sería estrictamente profesional.

— ¿Y en serio me creíste? Que inocente. — Muerdo mi labio conteniendo mi rabia.— Firmaste un contrato y vas a tener que aguantarme por seis meses. — Sonríe.

— Serán los seis meses más largos de mi vida.

— O pueden ser los seis meses más placenteros de tu vida, eso depende de ti.

— Voy a fingir que no escuché eso.

— Conmigo no es necesario que fijas, ese papel de mojigata puedes montarlo para el resto, pero a mí no me va a convencer.

La rabia que siento está a punto de estallar, mi modo demoniaco grita por salir, pero no puedo caer en las provocaciones de este imbécil engreído.

— Ya que estamos hablando de montar papeles... ¿qué me dices tú de fingir que eres un humano? Porque tú y yo sabemos que no eres más que un monstruo... — Su sonrisita arrogante se borra de su cara. — y por más niños que recojas de la calle, seguirás siéndolo.

Sus ojos se atascan de odio, golpea la mesa con sus puños, de otro golpe voltea el escritorio que se interponía entre nosotros, mi laptop y todos los artículos de oficina salen volando, todo va a dar contra el piso creándose un ruido horrible que obviamente todo el mundo escuchará.

Apoya ambas manos en los brazos de mi silla y su rostro queda a centímetros de mi cara.

— Vuelve a llamarme monstruo y te vas a arrepentir.

Se incorpora y sale de la oficina hecho una furia, ni siquiera cerró la puerta. Verity se asoma ajustando sus anteojos, se encuentra con todo el desorden en mi oficina.

— ¿Fue el huracán Loki?

— Sí.

— Pero...

— Verity disculpa yo... — Suspiré hondo aguantando el llanto. — tengo que ir al baño.

— Sí ve tranquila.

Salgo por mi oficina esquivando las cosas regadas en el piso, justo me encuentro con Jacob.

— ¿Pero qué pasó? — Dice observando el tiradero.

Negué con mi cabeza y seguí caminando hasta el baño. Abrí la llave y mojé mi cara, mis lágrimas comenzaron a salir, las que sequé con mi mano.

Me miré en el espejo y me replanteé severamente lo que estoy haciendo en este lugar. Mi vida será un infierno si sigo en este trabajo.

Irónicamente yo fui elegida la nueva reina del infierno, quito las lentillas de mis ojos y el color rojo escarlata resalta en ellos.

No solo tú puedes jugar a ser el monstruo Loki.

Porque yo también puedo serlo.

♢° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° ♢

Gente, estoy publicando de a uno cada fin de semana porque ya no me están quedando en borrador, es que no he tenido tiempo de escribir.

Tengo vida y hay que trabajar.

Gracias <3

Miss Loki

♢° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° ♢

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