Todos se habían ido a sus casas, Itachi había mandado un clon a trabajar sobre el papeleo del clan, se quedó en casa de su pareja a descansar, mientras jugaba con el pequeño, Naruto estaba sentado en la sala, respiró hondo, tomó valor, cerró sus ojos, entró a su espacio mental -hasta que te presentas cachorro -el rubio rascó su nuca con vergüenza, se inclinó ante ellos -perdónenme ttebayo, no debí apresar a Sanbi, pero Akatsuki y Orochimaru, me daba pena darles la cara, lo lamento, también quería agradecerles por ayudarme -el zorro y la tortuga veían con cuidado al niño, ambos sonrieron -mi jinchuriki no debe inclinarse ante nadie, levanta el rostro cachorro -el pequeño escuchó sus palabras, una gran sonrisa mostró -gracias, en verdad ttebayo -el zorro lo analizaba, sabía que su corazón era puro y sincero, lo había visto buscar opciones para liberarlos, aún sin resultados, pero para ellos la intención contaba -he decido cooperar contigo, destruiremos al resto de los Akatsuki juntos -
El pequeño abrió sus ojos con emoción -¿seremos amigos? ttebayo -el zorro se giró avergonzado -dije que cooperaré, no que éramos amigos -el rubio sonrió feliz -yo si quiero ser tu amigo, no seas caprichoso Kurama - el rubio y el zorro abrieron sus ojos grandes -¿le dijiste mi nombre sin mi permiso Isobu?;-el pequeño sonrió divertido -no se lo diré a nadie amigo Kurama, amigo Isobu -el zorro volteó los ojos -bien, en cuanto abras el sello nuestros chakras se fusionarán sin necesidad de luchar, tu corazón es puro, no tienes porque pasar por la cascada de la verdad- el pequeño giró su rostro sin entender, pero su chakra le decía que era honesto, activó la llave sin dudar sorprendiendo a las bestias, confió ciegamente, brincó y arrancó el sello.
Dos chakras aparecieron ante él tomando forma humana, el pequeño abrió sus ojos en shock, recordaba esos rostros, sus ojos comenzaron a soltar lágrimas silenciosas, la pelirroja y el rubio lo abrazaron con amor -mi niño amado, mi pequeño -el rubio se hacía bolita en los brazos de sus padres -papá, mamá -los tres lloraban con emoción -cariño, eres tan fuerte ttebane tan bueno, esta aldea no te merece -el rubio se separó un poco de ellos para verlos bien -¿cómo es qué… -Minato sonrió con cariño -guarde un poco de chakra mío y de tu madre, estamos muy orgullosos de ti mi pequeño, has sido tan fuerte y valiente -el Uzumaki se sonrojaba aún con lágrimas en sus ojos- mi pequeño perdóname, por mis decisiones has vivido un infierno -el menor negó limpiándose el rostro -tú hiciste lo que debiste hacer, el daño no me lo causaste tu pa, pero no te preocupes, ahora soy feliz, tengo a mi bebé y a una pareja que nos quiere mucho, están Ero-sennin y la abuela -
El rubio mayor acariciaba su rostro con cariño -eres lo más importante para nosotros, si tú eres feliz, nosotros también lo seremos, estamos orgullosos de ti cariño, cada día eres mejor persona -el pequeño se dejó abrazar nuevamente por sus padres -no nos queda tiempo, sólo nos resta decir que te amamos demasiado, se muy feliz, es lo único que deseamos para ti ttebane -sus padres comenzaron a desaparecer entre sus brazos -los amo -la sonrisa en ambos se hizo grande -siempre estaremos en tu corazón mi niño amado- el pequeño continuó llorando un poco, cuando terminó limpió su rostro que tenía una sonrisa, apareció nuevamente frente a los bijus quienes le sonrieron, un chakra amarillo con destellos rojos lo rodeó haciéndolo cambiar de apariencia. Naruto sonrió feliz, giró emocionado cambiando el paisaje de alcantarilla a un enorme prado con un lago gigante -muchas gracias amigos ttebayo -ambos lo vieron con diversión, salió de su espacio mental, frente a él sentado en la mesita de centro, había un Itachi preocupado.
El pequeño sonrió emocionado, quitó la transformación, se lanzó sobre su prometido -tengo dos nuevos amigos y vi a mis padres -Itachi abrió los ojos con sorpresa, mientras abrazaba con cariño a un emocionado rubio - ¿qué sucedió cariño?- el rubio se puso rojo, aún lo avergonzaba que le hablara así, pero le fascinaba, comenzó a contarle toda su aventura mientras se abrazaban con amor -cariño, tú siempre sabes cómo sorprender, ¿no es así?- el rubio sonrió divertido -esa es mi especialidad ttebayo-