Ya era domingo.
Ayer estuve todo el día manteniéndome ocupada sin siquiera descansar por un momento. No quería cruzarme con Matthew ni siquiera por casualidad.
¿Por qué diablos no me rechazaba de una vez?
Estaba muy segura que él no era completamente consciente de que me tenía a su merced, pero aun así cada una de sus acciones parecían adrede e inevitablemente yo volvía a él. Lo quería, lo necesitaba tanto que quería golpearme por mi propia debilidad.
-Bien chicos, como saben hoy fue nuestro último entrenamiento-dije viéndolos a todos en el suelo respirar agitados.
Hoy habían tenido enfrentamientos conmigo de nuevo.
Ante mis palabras escuché a todos quejarse intentando ponerse de pie.
-¡Alfa!-dijo el hijo del líder trotando hacia mí.
-¿Qué sucede Jack?-pregunte con mis manos en mis caderas.
-Pelee conmigo.
Abrí mis ojos sorprendida.
Era muy raro que los futuros líderes quisieran pelear conmigo, ya que eso sería mostrar debilidad.
Para mí era sólo fanfarronería, porque sabía más que nadie que un enfrentamiento conmigo podía ayudarlos a mejorar más que un enfrentamiento con cualquier otra persona.
-Claro-sonreí-vamos.
Asintió siguiéndome hacia la arena.
-¡Te destrozará!-gritaban los cachorros a nuestros costados.
-¡Oh cállense!-dijo fulminándolos con la mirada.
Me reí al ver su comportamiento de camaderia con la que sería su futura manada.
-¿Listo?-pregunte haciendo callar a todos.
Estaba más que claro quién perdería, pero podía sentir la expectación de la manada a nuestro alrededor mostrando que confiaban en su fuerza.
-Si, Alfa.
Tomó mucho más tiempo que los demás. Se notaba a leguas que a pesar de su fuerza proveniente de sus genes Alfas, entrenaba más que nadie.
El ruido del futuro Alfa cayendo en el suelo cortó el ambiente como un cuchillo. A pesar de que Jack había perdido todos gritaron eufóricos, había durado mucho tiempo conmigo y eso lo sabían.
-Oye Jack-dije mirándolo refunfuñar en el suelo. Al escucharme todos se quedaron nuevamente en silencio; estiré mi mano hacia el sonriendo-serás un gran Alfa en el futuro.
Siempre lo supe, su trato con la manada, su persistencia, su fuerza, eran perfectos para un líder.
Abrió sus ojos sorprendido y rápidamente tomo mi mano sonriendo con felicidad.
-Gracias Alfa-dijo antes que el silencio se rompiera con estruendosos vitoreos.
..
Todavía el cielo estaba oscuro cuando nos levantamos temprano en la madrugada para partir.
-Gracias Alfa por haberme recibido-dije con una pequeña Inclinación de cabeza.
Joshua, los cachorros, yo y....Matthew, estábamos uno al lado del otro con los autos a unos metros de nuestras espaldas listos para irnos.
-Fue un honor para mí tenerla Alfa-dijo el líder sonriendo.
¿Era hipocresía? Claro que si, pero no podía comportarme como una niña caprichosa. De esto se trataba tener acuerdos.
-En verdad-dijo el futuro Alfa haciendo que despegara mi mirada de su padre-muchas gracias por haber venido.
Sonreí divertida. A leguas se notaba su felicidad por mi cumplido de hoy.
-Nosotros también estamos agradecidos por recibirnos Alfa-dijo Joshua con una leve reverencia de cabeza.
-Cuando quieran chicos, mándale mis saludos al jefe de mi parte.
Luego de unas cuántas despedidas más, nos dirigimos hacia nuestros autos.
-Erahia, ¿No estás cansada?-dijo mi amigo caminando a mi lado.
-No, estoy perfecta.
Me detuve de golpe cuando se posicionó en frente de mí.
-No descansaste nada estos días y tienes que manejar-se veía divertido con la situación.
-Estoy bien-dije entre dientes.
-Llaves-dijo estirando su mano hacia mí.
Suspirando rendida busqué las llaves en mi bolsillo y se las di. No podía negar que si estaba cansada.
-Matthew ven-dijo volteándose hacia mi mate.
"¿Qué estás haciendo?", pregunté molesta en su cabeza entrando en cuenta de su plan.
"Matthew me contó todo", abrí mis ojos sorprendida dudando de sus palabras, "y si, se comportó como un idiota", si, definitivamente le había dicho todo, "pero ustedes tienen que arreglar las cosas"
Estaba a punto de replicar cuando el rubio llego a nuestro lado.
-¿Qué sucede?-pregunto hacia mi amigo mirándome de reojo.
-Toma-lanzó las llaves, las cuales mi mate tomó rápidamente en el aire-Erahia está cansada y tú te encargarás de llevarla.
Abrió sus ojos confundido y finalmente se giró hacia mí.
-¿Estás bien con eso?
No, claro que no, pero a pesar de todo te estas preocupando por mi decisión, ¿Cómo quieres que te odie si haces esto?
-Si-me encogí de hombros restándole importancia.
-Bien-sonrió asintiendo.
Su mirada se quedó clavada en la mía a lo que aclaré mi garganta y me giré de nuevo hacia mi amigo.
-Nos vemos en la manada.
-No te preocupes por eso-meneo la cabeza-yo me encargaré de informar de todo al Alfa, tu descansa.
-Pero...
-Además-me cortó-aun tienes cosas de la universidad que hacer-apreté mis labios entrando en cuenta de que me había olvidado completamente de eso-nos veremos en tu departamento, Matt te llevará y nosotros lo llevaremos a él, fin de la discusión.
Terminó de hablar y se dirigió a su camioneta. Suspiré en mi lugar rendida volteándome hacia mi mate a mi lado que se había mantenido todo el rato en silencio.
-¿Vamos?-pregunte a lo que asintió.
Y sin decir nada más, nos subimos al auto.
Este iba a ser un largo viaje.