27 de mayo, 2943
Doy un paso atrás, separándonos y vuelvo a la realidad.
He vuelto a besar a Kaden y aunque ahora no negaré que quiero volver a hacerlo, creo que ha sido muy mala idea.
De verdad no creo que tengamos que empezar algo que sé que va a terminar mal y no quiero tener más líos en mi cabeza.
—Kaden no... —empiezo a negar con la cabeza y oigo como suspira, entonces lo miro.
Nuestros ojos se juntan y al ver cómo me mira me siento culpable al instante.
—Lo siento —murmuro —, pero esto ha sido... no debería de haberte besado.
Él asiente lentamente y entonces se pasa una mano por el pelo.
—Joder Brielle, de verdad intento entenderte pero es imposible.
—Nadie te ha pedido que me entiendas Kaden —replico a la defensiva.
—Vale, pues ya no voy a intentarlo —dice de mala gana —. Pero no me metas en tus líos ni me confundas a mí.
—No es eso Kaden es...
—Déjalo y déjame a mí también —da media vuelta y empieza a caminar.
—Espera.
—¿Qué quieres? —me mira.
—No lo sé —susurro —, pero no te vayas.
—Ya estoy harto Brielle, voy a irme y si de verdad no quieres que lo haga, ordena un poco tus ideas.
Dicho esto vuelve a girarse y ahora sí, empieza a caminar. No quiero que se vaya, pero a la vez sí que quiero y odio todo esto.
No me gusta no tener las cosas claras. Aunque supongo que tiene razón, soy muy egoísta. Debería dejar de ser tan impulsiva y pensar un poco en cómo le puede afectar todo a él.
Suspiro cansada y empiezo a caminar otra vez hasta el gimnasio. Ahora cenaremos.
Al abrir las puertas me encuentro con ya alguna gente sentada en la mesa. Busco a Astrid con la mirada y al verla me acerco a ella pero antes de llegar a su lado veo que está hablando con Janelle, y aunque no tengo nada en contra de ella tampoco me apetece mucho hablarle así que doy media vuelta y busco a Nick.
Para mi sorpresa lo encuentro en una esquina hablando con Clayton. Vaya, supongo que mi plan ha funcionado.
Sonrío inconscientemente y decido sentarme en alguna silla a esperar. No quiero interrumpirlos.
De repente a mi lado se sienta Hallie que al verme sonríe.
—Hola —me saluda.
—Hola, ¿qué tal?
Su pelo rubio está suelto, algo que me sorprende porque siempre lleva una coleta alta perfectamente peinada. Le queda muy bien así.
—Muy bien, me gusta esto —mira a su alrededor —, ¿cómo estás tú?
—Bien —me encojo de hombros.
—¿Segura? —me mira un poco preocupada —Sé que no hablamos mucho pero si necesitas algo estoy aquí.
La forma en la que lo dice hace que de verdad crea que está siendo sincera y quiere ayudarme así que le sonrío de verdad.
—Gracias, tú también puedes contar conmigo para lo que sea.
Ella sonríe tímidamente y bebe un poco de su vaso.
Entonces miro a mi alrededor y para mi sorpresa veo a Clayton, que viene directo a mí.
Ahora mismo no tengo la energía ni las ganas de hablar con él así que me levanto despidiéndome de Hallie y empiezo a caminar hacia la salida.
Iré a mi habitación y no me moveré de allí.
—¡Brielle! —escucho que grita, pero decido hacer como que no lo he escuchado y sigo caminando.
Bajo la mirada mientras acelero el paso hasta que entonces choco contra alguien. Y cuando subo la cabeza agradezco mentalmente que sea Nick.
—Perdón.
—Ellie, ¿estás bien?
—Mhm... —logro murmurar aunque mi voz tiembla un poco.
Lo rodeo sin decir nada más y sigo mi camino pero me agarra de la muñeca y con suavidad me gira hacia él.
—¿Qué pasa? —pregunta confuso.
Respiro hondo.
—Puedes solo... dejar que me vaya —susurro —, por favor.
Parece que entiende que ahora no es un buen momento porque me mira durante un segundo más y entonces asiente lentamente y me suelta la mano.
Quiero sonreírle para tranquilizarlo pero no me sale así que simplemente vuelvo a dar media vuelta.
Cuando llego a la habitación, ya no se escucha la música y me siento en la cama para después tumbarme.
28 de mayo, 2943
Me despierto de repente. No sé en qué momento me he quedado dormida pero cuando miro a mi alrededor veo a mis compañeras de cuarto ya en sus camas durmiendo también.
Supongo que hace unas horas que la fiesta ha terminado.
Mi estómago ruge, indicándome que debería comer algo así que me levanto muy a mi pesar de la cama y abro la puesta con cuidado para empezar a caminar hacia la cocina.
El silencio llena todo el pasillo y no sé si es cosa mía pero noto una sensación extraña, aunque no le doy mucha importancia.
Cuando llego a la cocina cojo un bol para prepararme unos cereales con leche.
No hago nada mientras como, simplemente me quedo mirando el plato removiendo con la cuchara y cuando termino me levanto y salgo por la puerta sin hacer ruido.
Con la linterna del móvil ilumino un poco el pasillo y entonces empiezo a caminar con la intención de ir a mi habitación otra vez pero entonces escucho algo en el jardín.
Como siempre, la curiosidad me gana y me dirijo hacia la puerta.
Al mirar por la pequeña ventana veo los mismos coches que vimos Kaden y yo hace unas semanas y a diez alumnos delante de ellos. La misma mujer de la otra noche está hablando con mi padre y cuando terminan, los chicos y chicas suben al coche y se van.
Bueno pues supongo que han vuelto a eliminar a gente.
Suspiro cansada y empiezo a caminar ahora sí hacia la habitación, pero entonces escucho unos pasos acercándose a mí.
—¿Brielle?
Una parte de mí se alegra de que sea Kaden quien esté aquí, eso significa que al menos no me ha visto mi padre. Pero otra odia que siempre tengamos que vernos.
—Kaden —digo girándome hacia él.
—¿Qué haces aquí?
—Tenía hambre —me encojo de hombros —, ¿qué haces tú aquí?
—Entreno —se cruza de brazos.
Claro, tiene una botella de agua en la mano y va con ropa de deporte. Quiero preguntarle qué hace entrenando tan tarde pero sé que no es buena idea, igualmente él habla antes de que yo pueda hacerlo.
—Se han vuelto a llevar a diez alumnos.
—Lo sé.
—Mhm... —asiente —princesa, no crees que...
—No me llames princesa, por favor —pido bajando la mirada.
—¿Por qué?
—Porqué me confunde más.
Él suspira y se pasa una mano por el pelo.
—Está bien, pero ¿por qué te cuesta tanto aceptar que sientes algo por mí?
—No me cuesta, ya lo he aceptado.
—Pero sigues cerrándote.
—Bueno, eso no es problema tuyo, ya sabré yo qué hago y qué no hago.
—Igualmente Brielle, podríamos intentar hablarlo.
—Kaden... —susurro mientras niego con la cabeza —desde que murió mi madre, toda mi vida ha ido empeorando. No va a mejor. Y ahora mismo no puedo lidiar con otra cosa que sé que terminará haciéndome daño —mi voz se quiebra y es en ese momento en el que me doy cuenta de que estoy a punto de llorar.
Y aunque intenta evitarlo las lágrimas empiezan a deslizarse por mis mejillas, pero las limpio lo más rápido que puedo y respiro hondo.
—Ahora mismo no estoy bien, y dudo estarlo en mucho tiempo. Lo de mi madre me ha desequilibrado por completo, ya no sé quién soy, Kaden —murmuro —. La Brielle que entró en el internado es una muy diferente a la que soy ahora mismo. Y lo peor es que odio la nueva Brielle y solo quiero...
Las lágrimas caen sin parar. Estoy diciendo en alto todo lo que ha estado pasando por mi mente durante estas semanas y duele más de lo que debería.
—Solo quiero irme ya —digo finalmente.
Entonces subo mis ojos y se encuentran con los de Kaden.
—Voy a irme —afirmo —, no lo aguanto más.
Empiezo a caminar sin decir nada más hacia la puerta de salida. No es buena idea lo que estoy haciendo pero es como si mi cuerpo actuara solo sin hacer caso a mi mente.
Solo quiero irme.
Escucho como Kaden grita mi nombre pero hago caso omiso y abro la puerta.
Sé que dejan abierta la puerta principal para casos de emergencia, pero hacen creer a los alumnos que está cerrada así ni siquiera intentan abrirla. Escuché a mí padre decirlo hace un tiempo.
Delante mío aparecen las casas que tanto conozco y que hace semanas que no veo.
Quiero retroceder, volver a la habitación y dormir, pero no puedo.
—¡Brielle! !Qué cojones estás haciendo!
Me giro hacia Kaden que viene a paso rápido hacia mí y sin pensarlo dos veces empiezo a caminar hacia fuera.
He salido del internado.
Como sé que me seguirá, acelero el paso y decido ir hacia el bosque. Allí es imposible que me encuentre.
He estado aquí tantas veces que me lo conozco de memoria así que no tendré problema en después salir.
Pero entonces, cuando ya llevo unos minutos caminando escucho el sonido de unos pasos.
Me quedo quieta en el sitio suplicando que no sea Kaden.
Pero lo que veo es aún peor. Mucho peor.
•••
Ig: beerta.books