Chan sonrió sin muchas ganas, debajo de sus ojos lucia unas evidentes ojeras.
— Hola, Felix, la verdad ya no tengo tantas ganas de hacer esto, pero... Lo haré por tí.
>> ¿Sabes que eres maravilloso? Lo eres, aunque a veces no lo aceptes, aunque a veces no te sientas así... Para mí lo eres.
>> Y estos días no llevas mucho tiempo en casa, no vienes a dormir conmigo algunas noches y te enojas fácil por las cosas que hago o que digo... No te culpo, yo también lo haría, bebé.
>> Digamos que no me caigo bien... Pero de alguna forma a tí sí te caigo bien y no entiendo cómo pasó, pero lo agradezco, porque es una suerte estar contigo.
>> A pesar de todo, eres bueno, Felix, y siempre me amaste y lo sigues haciendo y quizás porque me amas es que estas así, porque estás dolido y es mi culpa estar enfermo entonces... Lo siento.
>> Preparé una cena contigo esta noche— dijo, sonrió con cariño, sus ojitos se iluminaron un poco—. Pedí sushi, y tengo vino del bueno para ambos... Y helado, pero porque te gusta, no es de mis cosas favoritas y tengo frío para comer eso, pero todo por tí, amor.
>> Mereces mucho, Felix, por eso quiero darte lo mejor que puedo, aunque no sé si será suficiente.
>> Te amo, mucho.
No puedo </3