Busque en un mini vestidor que tenía en mi oficina mi uniforme de chef.
-¡Dios! Hace cuanto no me visto con uno de estos - me dije a mi misma.
La verdad es que paso tanto tiempo en reuniones pendiente al restaurante y con otros proyectos que ni tiempo paso en la cocina.
Me dirigí al baño, me quite toda la ropa y me bañe. Salí del baño envolví mi cuerpo con una toalla y salí. Fuera de la bañera me puse mi uniforme, un pantalón ancho de cuadros blanco y negro, una camisa blanca y mi Chef coat blanco. Recogí mi cabello en una trenza francesa, estar en la cocina con el pelo suelto no es nada bueno. Salí del baño para poder arreglarme mejor. Fuera de este me coloque unas medias y mis zapatos. Me encamine directo a la cocina. Y allí estaban todos terminando de limpiar, ya eran las 10:30 de la noche y el restaurante estaba por cerrar.
- ¿Señorita, quiere que la ayudemos? - Pregunto Claudia - No - respondí - ha sido una semana muy cargada para ustedes, este lo haré yo, no quisiera perder mis habilidades de Chef Repostera- dije - Vayan a descansar, que tengan todos una linda noche - dije a todos - igual para usted - dijeron todos al unisonó.
No me quejaba de mi equipo de trabajo, la verdad es que todos se esforzaban por hacer todo bien. Y por ello estoy muy agradecida.
Me habían dejado todo listo como les pedí junto a las cosas estaba el dibujo de como seria el pastel. Este pastel era para una boda. Un pastel de 4 pisos, red velvet relleno de queso crema, la cubierta sería en color crema con rosas rojas de adorno.
Me siento un poco nerviosa, la verdad es que hace unos meses no preparo un pastel como esto. Pero sé que me saldrá bien. Así que Paige Rouse Brillón ¡MANOS A LA OBRA!
Empecé por la mezcla del bizcocho, luego de ello vacié la mezcla en unos moldes. El horno ya estaba pre-calentado así que los puse en el horno y a esperar unos 45min en lo que estaban. Luego empecé con el relleno de queso crema luego de terminar lo coloque en un envase y lo guarde en la nevera para que no perdiera la consistencia.
Empecé con la pasta que cubriría el pastel y le añadí colorante crema. Luego que ya hubiera el tono deseado cubrí con un paño húmedo para evitar que se ponga dura.
Saque los pasteles del horno y puse en unas rejillas a esperar que enfriaran un poco, por que como ya sabéis no se puede manejar ningún pastel antes de enfriarse. Así que busque mi relleno de queso crema y empecé a rellenar en una manga pastelera así todo será mas fácil.
Cuando los pasteles estuvieron fríos empecé a cortar en pedazos cada uno y así poder rellenarlos. Así hice con los cuatro luego de que cada uno estuviese relleno por dentro también forre por afuera para que todo se vea uniforme. Deje los pasteles a un lado y empecé a estirar mi pasta para cubrir el pastel. Luego de cubrir todos los pasteles y arreglar todo para que se vean perfectos y bonito lego la hora de recoger.
Cuando ya estuvo todo recogido y en su lugar y los pasteles en la nevera mire mi reloj ya marcaban las 3:30 de la madrugada.
- ¡Dios mío! Como es que el tiempo paso tan rápido- dije - tengo que dormir algo antes de terminar el pastel y entregarlo - me dije a mi misma.
Llegue a mi oficina e inmediatamente entre al baño me di una ducha, salí y me acosté en el sofá cama que tenía en mi oficina. Y allí me quede profundamente dormida.
-Señorita, señorita - decía alguien pero no podía abrir mis ojos los sentía pesados.
- déjamelo a mi - dijo una voz familiar -¡PAIGE ROUSE! - grito a la misma vez que me sacudía. Me levante de un brinco y ahí estaba ella - ¡Por Dios! ¡DAMIANA! - grite - Esas no son formas de levantar a ¡NADIE! - dije furiosa. Detesto, odio, que me levanten de esa forma. - hay ya lo siento, lo que pasa es que te están llamando hace rato y como no contestas pues tuve que hacerlo - dijo Damiana encogiéndose de hombros - Es que no aprendes - dije aun acostada - Solo era para avisarte que tienes una hora y 30 segundos para llevar a ese pastel a su destino así que te levantas. - ¿Que? - dije gritando. - pero si es que apenas son las 11:30 de la mañana - dije aun desesperada. - señorita lo que pasa es que esta boda es por la mañana temprano - dijo Sara - ¡Por los dioses haberlo dicho antes Sara! - dije - disculpe señorita - dijo Sara - Da igual - dije
Corrí al baño cepille mis dientes y me bañe lo más rápido posible. - ¡Damiana! - llame - ¿Que? - respondió Damiana - Busca en mi armario mi uniforme y una ropa interior y tráemelas pero ¡Ya! - Dije - Ten toda tu ropa - dijo Damina - ¡Gracias! - le dije
Me vestí lo mas rápido que pude, esta vez recogí me cabello en una coleta y salí del baño.
Me dirigí a la cocina y saque todos los pasteles y los puse en unas cajas. Prepare las mangas pasteleras y me lleve los adornos y los coloque en nuestro transporte. Ya Damiana estaba montada así que arrancamos.
En unos 25 minutos ya habíamos llegado, gracias a Dios que el trafico no estaba pesado. Damiana y Gabriella una de mis empleadas me ayudaron a bajar las cosas.
Al entrar al lugar todo estaba tan hermoso y nos recibieron una joven de pelo castaño claro, piel algo poco tostada, de ojos claros y de seguro media unos 5'3 y a su lado estaba alguien parecido a ella solo que un poco más alto y la piel de un tono más claro.
- Ustedes deben ser las encargadas del pastel ¿Cierto? - nos dijeron - Sí - respondí - Me llamo Paige Rouse - dije extendiendo mi mano y sonriendo ambos me saludaron y sonrieron - Vaya ¿eres esa famosa Pastelera y empresaria? - pregunto la chica a lo que sonreí - tal vez sea empresaria y pastelera pero ¿Famosa? No lo creo - dije riendo - Vamos no seas modesta, se nota que te esmeras haciendo las cosas y por eso todo te ha salido bien. Todo el mundo habla de tu restaurante pero a todos les encanta tus postres - dijo ella - Gracias, de eso se trata, de que le gusten a las personas. - dije - Amelia deja el interrogatorio y deja a las señoritas pasar, ya tienen que acomodar el pastel - dijo ese Hombre - Hay Ryan por favor, que amargado eres, ugh- dijo ella a ese hombre - Discúlpenlo, pasen por aquí - dijo ella con una gran sonrisa.
Dam y Gabriella caminaron junto a Amelia pero yo me quede paralizada frente a ese hombre, no podía dejar de mirar esos hermosos ojos grises sentía que me llevaban en camino a otro mundo. - Concéntrate Paige, ahora tienes que terminar de montar el pastel - me dije a mi misma -Con su permiso - dije antes de marcharme por completo.
Terminamos de acomodar y adornar el pastel.
-¡Por Dios! ¡Esta HER-MO-SO! - dijo Amelia sorprendida. La verdad es que si, tal parece que valió la pena amanecerme. El pastel estaba colocado uno enzima del otro de mayor a menor. Al rededor de ellos tenían unas cintas de diamantes. Y en la parte superior tenia rosas y en el centro tenía una hermosa figura de una pareja besándose. Cuando lo vi al fin terminado sonreí de orgullo y me dije a mi misma - por eso decidí estudiar pastelería- la verdad es que me encantaba y lo mejor es que lo hacía con todo mi amor.
- Gracias señorita - dije - Espero que les guste y lo disfruten. Y muchas felicidades a los novios - dije dándole una sonrisa – Oye, ¿será que tienes una tarjeta o algo en caso que te quiera contactar? - pregunto Amelia - sí, aquí esta señorita - dije extendiendo mi mano - Gracias, y por Favor Dime Amelia - dijo ella - Bueno que tengan lindo día Amelia - dije saludándola. Y me marche junto con Damiana y Gabriella.
Ya pronto sabrán de Ryan y que pensó el al ver a Paige.
Gracias por leer mi novela.
Besos & abrazos a todos.
-Eli