Regresé al aula antes que los chicos, quería acomodar algunas cosas que había dejado en el escritorio. Sólo Shoto se encontraba dentro, creí que estaba con sus compañeros.
— Hola — saludé sonriente. Él me miró por cortos segundos para después bajar la mirada — ¿Cómo estás?
— Saori — llamó, con una voz un poco cansada. Pero, ¿Por qué estaría cansado? —. A veces... Siento que tengo la culpa de la muerte de mi hermano.
Suspiré. Jamás me puse a pensar en él, en Shoto, siempre pensé en mí y en cómo me había afectado la muerte de Touya.
Le indiqué que viniera hacia mí para ambos sentarnos en el pequeño estrado.
— Lo que ocurrió ese día fue un accidente — respondí. Tengo que hacer todo lo posible para no salirme de control —. Tú no tuviste nada qué ver ese día.
— Él quería atacarme.
— ¿Qué?
— Él quería hacerme daño, todo gracias a que nací con esta Quirk.
Sí. Recuerdo que me confesó querer atacar a su hermano por tener la "Quirk perfecta". Si supiera que así como él, Shoto ha sufrido con la crianza de Enji.
— Perdón — se disculpó —. Perdón. Sé lo mucho que te importaba mi hermano.
— No te preocupes — alboroté su cabello. Al parecer no está acostumbrado al contacto físico porque se sonrojó ligeramente —. Pude no ayudarlo en ese momento, pero te tengo a ti y tú me tienes a mi. Mírame como tu hermana.
— Ya tengo una hermana.
Su comentario inocente me hizo reír. Este chico es tan dulce que me es imposible imaginar que fue sometido a los maltratos de su padre.
— Lo sé — contesté —. Pero puedes tener dos.
— Todavía recuerdo cuando Touya y tú me cuidaban — sonrió, con tristeza —. Ahora, me es imposible verte impartiendo clase en mi salón. Bueno, imposible no, más bien, curioso. Hace años me cuidabas, ahora das clase.
— El tiempo vuela, Shoto — la regalé un pequeño abrazo —. Cuando menos acuerdes, serás un héroe profesional.
— Mi hermano estaría orgulloso en el héroe en el que te has convertido.
Suspiré profundo. Asentí cabizbaja.
Ambos queríamos ser héroes profesionales. Ambos queríamos superar nuestros propios límites. En el camino para seguir adelante, me encontré con Hawks, con el cual, compartí el mismo deseo. Si Touya siguiera vivo, los tres seríamos un increíble equipo.
— También de ti, Shoto.
La clase comenzó a los 5 minutos. Antes de que llegaran, busqué en mi bolso mi celular para llamar a Recovery Girl y saber cómo se encontraba Shota, pero me encontré con el objeto que más daño me hace con sólo verlo.
El anillo. El anillo que Touya me dio días antes de morir. Era de color azul, así como sus ojos, así como los míos.
— ¿Cómo se encuentra Aizawa-sensei? — preguntó Tenya. Gracias a él es que pude olvidar el mal rato. Nuevamente guardé el anillo en mi bolso.
— Bueno, él dice que está bien — mentí. Bueno, no es como tal una mentira ya que el director me dijo que Aizawa le había informado que estaba mejorando —. Dijo que no se preocupen tanto por él. Después de todo la batalla aún no termina para ustedes.
— ¿Eh?
Preguntaron a unísono.
Aquí hay chicos temerosos, calmados y serios; no obstante, todos están llenos de energía, curiosos e intrépidos, al igual que interesantes.
— ¿La batalla? — preguntó Bakugo.
— Eso quiere decir... — musitó Izuku.
— ¡¿Más villanos?! — cuestionó exaltado Mineta, llevando sus manos a su cabeza.
— El festival deportivo de Yuuei se está acercando, chicos y chicas — finalicé con una sonrisa.
— ¡Un festival deportivo!
— ¡Sigo olvidando que esto es una escuela real!
— ¡Espere un momento! Eso suena como algo a lo que los villanos tratarán de infiltrarse, ¿No? ¿Está bien?
— Por el contrario — respondí —. Ya que continuaremos con el festival, significa que la escuela tiene confianza en que tiene todo en orden en lo que se trata de control de crisis. Por ejemplo, escuché que la presencia policial será cinco veces mayor de la normal — les regalé una pequeña sonrisa —. Lo que deberían de estar pensando... — relajé mis mejilla para que mis labios formaran una línea recta —. Es que el festival deportivo de la academia presenta una gran oportunidad para ustedes.
— No, si los villanos aparecen, ¿Podemos detenerlo, por favor?
Este chico es muy temeroso. Seguramente no creyó que tan pronto iba a tener que enfrentarse a los villanos. Los conoció desde muy cerca.
— Mineta, ¿Has visto alguna vez el festival deportivo de Yuuei? — le preguntó Izuku.
— ¡Pero claro que sí! — exclamó — N-No es eso...
— Nuestro festival deportivo es uno de los eventos más grandes en Japón — contesté —. En días pasados, las Olimpiadas fueron la festividad deportiva que traía al frente el entusiasmo de toda la nación. Pero ahora, como ustedes saben, la extensión y población ha disminuido y ha perdido mucha influencia. Así que lo que ha tomado el lugar de las Olimpiadas en Japón es, ¡El festival deportivo de Yuuei!
— ¡Los mejores héroes del país de seguro nos estarán mirando! ¡Es porque ellos nos estarán ojeando para reclutar! — agregó Momo, Mineta la miró sobre su hombro.
— Ya sé, ya sé — respondió él, apenado.
— Creo que seguiré la táctica de ser ayudante de un héroe profesional después de graduarme — comentó Denki a una chica de cabello corto morado que estaba a su lado, Jirou.
— Pero hay mucha gente que se queda atascada como ayudante y pierden la oportunidad de ser héroes por si mismos para siempre — respondió ella, mirándolo. Estoy de acuerdo con ella —. Y pareces justo esa clase de idiotas, Denki.
Bien, ahí no estoy de acuerdo con ella. Evité sonreír burlesca.
— Naturalmente, estar en el equipo de un héroe famoso les dará un alto estatus y gran experiencia — comenté —. Recuerden, el tiempo es limitado. Si son notados por un profesional, eso les da la posición de tener un brillante futuro. Esta es una oportunidad que tiene una vez al año... En un total de tres oportunidades. ¡Si aspiran a ser héroes, este es un evento que no pueden pasar por alto!
Terminando las clases, me quedé un rato más en el aula. Veía por mí celular las noticias. Nada. Absolutamente nada.
— El atardecer es muy hermoso como para que permanezca en este lugar sola.
Sonreí de manera diminuta. Le mandé mi mirada. Estaba en el umbral de la puerta, no tenía ese físico fornido, era un hombre delgado y muy débil.
— Creí que ya se había ido.
— No, me quedé un poco más — respondí —. Yo pensé lo mismo de usted.
— Pues ya vio que aún no me he ido.
— Sí, es evidente — reí bajo. Guardé mi celular en mi bolso para levantarme — ¿Quiere ir a comer algo?
— Me agradaría, pero para eso tengo que estar en la forma en la que todos me han visto.
— ¿Por qué no confiesa la verdad? Si sigue así le hará más daño.
Al salir del aula me encontré con un chico. Un poco confundida, llevé mi mirada a All Might. Se supone que nadie, además de los héroes profesionales, debemos verlo en esa forma. ¿Qué hace Izuku aquí?
— Yagami-sensei.
— Hola — sonreí —. Aprovechando que te encuentras aquí, dime, ¿Qué te pareció mi clase?
— Su clase fue interesante. Personalmente me agradó mucho. La manera en la que explica los temas, incluso los desglosa desde lo más complejo a lo más simple me dejó completamente fascinado. Me agradaría que tanto usted como Aizawa-sensei se quedaran como nuestros profesores.
No evité mi emoción y lo abracé. Sus palabras fueron tan hermosas que me llenaron de vida el corazón.
— Y-Yagami...
— Lo siento, lo siento — reí nerviosa. Él estaba sonrojado —. Es que... Tu observación fue algo que me agradó mucho.
— No hay problema.
Sonrió.
Tiene una linda sonrisa. Una sonrisa pura.
Encontré otra razón para superarme a mi misma. La clase 1-A se acaba de convertir en mi responsabilidad desde el primer momento en que Shota me llamó, se acaba de convertir en mi mayor motivación, se acaba de convertir en el motivo por el cual voy a superarme a mi misma, mis propios límites para que ellos tengan alguien en quién apoyarse y yo haré lo mismo con ellos para que, el día de mañana, sean héroes profesionales.