Entre las garras del alfa©

By DominiqueSanchez30

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Después de 2 años, Luz y Aidan vuelven a encontrarse. ¿Ella? Más madura ¿Él? Muy amargado. ¿Qué tan peligrosa... More

Prólogo.
Capítulo 1: Fucsia.
Capítulo 2: Rencuentro.
Capítulo 3: Acuerdo.
Capítulo 4: No seas miedosa.
Capítulo 5: La verdad.
Capítulo 6: ¿Por qué?
Capítulo 7: No lo sabemos.
Capítulo 8: Odio esto...
Capítulo 9: Acta de matrimonio.
Capítulo 10: Señora de Adler.
Capítulo 11: Arthur.
Capítulo 12: Detonante.
Capítulo 13: Boda real.
Capítulo 14: Jardín de mariposas.
Capítulo 15: Tía Favorita.
Capítulo 16: Beyon.
Capítulo 17: Masacre.
Capítulo 18: Tiempo.
Capítulo 19: Ventisca.
Capítulo 20: Víspera.
Capítulo 21: Nochebuena.
Capítulo 22: Bebé.
Capítulo 23: Primero.
Capítulo 25: La verdad.
Capítulo 26: Hilo de vida.
Capítulo 27: Algún lugar.
Capítulo 28: Prueba de fuego.
Capítulo 29: Nuestro lazo.
Capítulo 30: Princesa.
Capítulo 31: Nuevo modo.
Capítulo 32: Carmesí.
Capítulo 33: Completos 1
Capítulo 34: Completos 2.
Capítulo 35: Papá.
Capítulo 36: Nuevo alfa.
Capítulo 37: Pausa.
Capítulo 38: Luna de miel 1.
Capítulo 39: Luna de miel 2.
Capítulo 40: Alerta.
Capítulo 41: Ayla Adler
Epílogo.
El alfa y yo.

Capítulo 24: Solo tres.

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By DominiqueSanchez30


Hoy es 20 de agosto, así que feliz cumpleaños para mi fucsia de carne y hueso.☺


Luz.

Crecí escuchando a las mujeres embarazadas decir que crear una vida solo les daba felicidad.

Sin embargo, no me siento feliz en lo absoluto.

Soy nueva en esto y me asusta no poder ser lo suficientemente buena, también me asustan todos los cambios que esto implica, en mi cuerpo, en mis estudios, en mi tiempo libre, en mi relación con mi alfa celoso... En la relación con mis padres.

Los alpes me reciben con una helada ventisca ya que es más de la hora de la cena, la casa es bonita y la calefacción es excelente, sin embargo no la detallo mucho, ya que el cansancio nos deja a ambos en cama hasta el día siguiente.

Despierto y sintiendo la pesadez de mi cuerpo, miro el reloj que marca las cinco y media de la mañana, Aidan aún duerme a mi lado, por eso no me levanto y estiro el brazo para registrar mi télefono.

Un correo salta en mi buzón, es de Deylin.

«¿Embarazo lobuno?» Entro rápidamente al documento y no sé como pero empiezo a leer tratando de asimilar las cosas que dice.

El embarazo solo dura tres meses, el bebé toma su tamaño normal en el segundo mes, y es posible que se mueva ante un estímulo desde ahora.

Los alfas o alfas reales se unen al bebé en el momento de nacimiento, esto asegura la fuerza de la cría como lobo, si no será tan débil como cualquier otro licántropo.

Aidan empieza a moverse y apago el teléfono lista para despertarlo, al ver como se desespera entre sueños.

—Shh —paso suavemente mi mano por su cara y toma mi muñeca con fuerza —Soy yo, soy yo...

Despierta asustado mirando a todos lados y me detalla con el ceño fruncido, no dice nada y me preocupa cuando me pone las manos en el abdomen.

—¿Aidan? ¿Hay algo mal?

Levanta mi pijama dejándolo al descubierto, lo mira como si pudiera ver qué hay a través de mi piel.

—Lejos está, bestia que..

—¿Estás loco? No cantes eso —trato de alejar sus manos de mi bebé, pero vuelve a ponerlas con más fuerza y no sé por que lo dejo que vuelva a empezar la escalofriante canción.

—Lejos está, bestia que cuida de mi corazón, brillo en la luna refleja bien el agua bajo mis pies, para poder dormir junto a...

Veo colores de la nada, pierdo el concepto de mi misma, no sé qué hago ni dónde estoy, sólo me centro en el movimiento de mi abdomen, como si algo... Alguien hubiera empujado desde adentro.

—Aidan —se pone de pie y empieza a dar vueltas como un animal enjaulado.

—¡Bruja! ¡Aparece ahora!

—¿Qué estás haciendo? —Estoy presa del miedo y lo que menos deseo es que eso aparezca y le haga algo a mi bebé.

—¡Bruja, te exijo que vengas aquí!

—¡Detente ahora! —siento que la garganta se me desgarra con el grito que suelto cuando las ventanas se abren solas.

No espero a que la ventisca me congele la nariz, ya que corro como alma que lleva el diablo hasta la puerta, Aidan me atrapa antes de que pueda salir de la habitación y pataleo tanto como puedo.

—¡Aparece ahora!

—¡Dejáme, joder! ¡No me metas en tus locuras! —que me ignore hace que empiece a llorar y pierdo color cuando la misma bruja aparece frente a nosotros envuelta en lo que parece ser un tornado.

—Dime ahora ¿Qué viste?

—Vi a quien escuché cantar —es lo único que responde; trago grueso y por inercia envuelvo los brazos alrededor de mi estómago.

—¡No quiero adivinanzas! ¡Habla ahora! —le grita y puedo sentir la tensión de su brazo alrededor de mí.

—Vi muchas muertes, vi el fin de cada especie, tierras completas calcinadas y tanta destrucción como no se ha visto en años, vi guerras sin fin...

—No haré eso —murmuro para que él me escuche.

—Tú no —la bruja me da la razón y seguido señala mi abdomen.

«Lo que quiere decir es claro».

—¿El bebé hará esas cosas si algo pasa conmigo?

Ella asiente y empiezo a llorar con más fuerza que antes... No quiero que mi bebé haga estas cosas, no quiero que mate a nadie, ni que tenga ganas de venganza u odio en su corazón.

—¿Qué debo hacer para evitar esto?

—No debes estar lejos de ella.

«¿Ella?» Es una ella, una bebé.

—Es... Es una... Niña —Lloriqueo y puedo sentir su olor a café hacerse más fuerte, es una clara señal de que está feliz.

—El futuro es incierto.

La ventisca sopla dentro de la habitación y un segundo después la bruja ya no está, Aidan me suelta y me desplomo en el suelo intentando asimilar todo lo que se viene.

Estoy dispuesta a limpiar el camino de mi bebé y si necesito hacer de guardaespaldas para este alfa no me importa.

Él cierra las ventanas, se sienta en el suelo frente a mí y me detalla un poco antes de hablar.

—Es una niña.

—Sí —medio me río con las lágrimas secas en las mejillas, seguido me le tiro encima dejando que toque mi panza... Es totalmente suya.

(...)

Rebusco en la nevera sin encontrar nada que me guste, el hecho de tener tantas opciones no me deja elegir.

La cierro, reviso la despensa y vuelvo a la nevera; repito lo mismo al menos tres veces y al final me voy a la sala para preguntarle a Aidan.

—Haré el desayuno ¿Qué quieres que cocine?

—Lo que te guste a tí.

—Lo que me gusta es no cocinar.

Se ríe y se pone de pie haciendo que levante la barbilla para mirarlo a los ojos cuando se acerca.

—Tienes que alimentarte mejor —pone su mano en mi estómago como si lo dijera para ambas.

—Ya me alimento bien.

—Mi Luna, esta bebé es un alfa real, solo extrae fuerzas de ti y no quiero que nada te pase —deja un beso en la coronilla de mi cabeza —Yo cocinaré para ambos, tú descansa.

—Puedo hacerte compañía, si quieres.

Tira de mi brazo hasta la cocina, tomo asiento frente a la pequeña isla y disfruto verlo cocinar... Si me da la espalda le detallo el trasero, si me da el frente paseo los ojos por su abdomen perfectamente formado y la bonita uve que le abarca la cintura.

«Ojalá que me follé»

Suelta una carcajada y por un momento pienso que lo he dicho en voz alta.

—Tu... olor me tiene un poco mortificado.

—Lo siento —murmuro... y la verdad, es que no siento nada.

—¿Has pensado algún nombre?

—¿Un nombre para la bebé? —asiente —¿No es muy pronto?

—Yo no he parado de pensarlo desde que la bruja lo dijo.

—Bueno. ¡Siempre quise ponerle Olivia a una de mis hijas!

Vuelve a reírse con más fuerza al mismo tiempo que termina de servir el desayuno.

—¿Una de tus hijas? ¿Quieres más?

—Bueno, ser hija única no es tan bueno, tú deberías saberlo.

—Mi luna, luego después de dar a luz esta bebé veremos si sostienes ese deseo.

Ruedo los ojos un poco ofendida, ya que siento que habla como si no soportaré esto. «Yo puedo y lo haré».

—No pongas esa cara, que sabes que para mí no es un problema dejarte preñada. ¿Quieres más? Dime cuántos, sabes que conmigo no tienes límites.

—Lydia también es un nombre encantador —vuelvo al tema inicial — O Jolie... ¡Roma me encanta!

—Yo he pensado en uno —deja el plato frente a mí y toma asiento a mi lado, se inclina levemente hacia mí y susurra el nombre.

«A...»

—Diosa, es perfecto.

—¿Te gusta? —corta de su plato y me lleva el tenedor a la boca como si fuera una pequeña.

—Mantengámoslo en secreto —mastico saboreando los ricos sabores juegan en mi paladar.

—Escucha, debes recordar de quién es esta bebé, sin importar lo que pase. El futuro es impredecible, pero nada nos asegura la paz después que acabaste con el reino de Andrés. Necesito que la cuides...

—No empieces —me alejo sintiendo el nudo que se me arma en la garganta —Es tuya esta bebé y la vas a cuidar.

—Escúchame —pide medio desesperado — Tienes que tener siempre en cuenta de quién es la bebé, el tiempo no se detendrá a que seamos felices y si algo me pasa quiero estar seguro de que mi loba protegerá nuestra cría con garras y dientes.

—Lo haré —delimito —Pero, si algo te pasa, yo tampoco podría cuidarla, estamos atados y...

—Confío en mi gente.

—¿Qué hiciste? —Empiezo a llorar y él intenta tocarme pero, me alejo frustrada y llena de enojo —¡¿Qué hiciste?!

—Desde que la bruja habló con nosotros y, luego, nos enteramos del embarazo, no sé cuándo pasará todo eso y mi descendencia aún no puede cargar con responsabilidades, necesito saber que está con alguien que la cuidará y en quien confío. ¡Necesito saber que estará contigo!

—¡Ni siquiera ha nacido y en tu propia mente ya te has muerto! ¡No puedes ser tan egoísta conmigo!

—Luz. Entiende que perdí mi tiempo, cuando te conocí ya había excedido el tiempo que usan los lobos para encontrar a su alma gemela. Tardé cien años viajando por el mundo intentando encontrarte, después de tanto tiempo perdí las esperanzas y casi un año después solo apareciste en mi casa sin saber nada sobre nosotros. Lo mínimo que esperé era alguien que me quisiera como yo a ella...

—No intentes hacerme sentir culpable —me limpio las lágrimas furiosa.

—No es eso lo que intento. Es que he estado viviendo mucho tiempo esperando esto y ahora que lo tengo es probable que no dure lo suficiente.

Yo no quería que me dejara, no quería que hiciera planes como si se fuera al día siguiente, tenía mucho miedo y no era mi intención tener esta bebé sola.


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