Wanyin se levantó extrañamente cansado ese día. Los huéspedes debían ser despedidos apropiadamente, se vistió rápidamente con sus túnicas de siempre.
Caminó por los pasillos hasta la entrada de Yumeng donde parte de los hospedados esperaban para despedirse. Las sectas Mo, Ju, Kiong y Ta, sectas menores que simpatizaron con el joven líder, negociarían en una próxima reunión para que sus sectas puedan fortalecerse.
- ¡¡Da-Ge!!
- ¡A-Sang! ¡Alto!
- Pero Da-ge...
- Estamos en otra secta, no puedes correr por ahí descuidadamente como un niño
Todos voltearon a ver al par de hermanos divertidos incluyendo a Jiang Cheng que recordaba sus días con Wei Wuxian. Pronto el recuerdo se fue así como sus invitados.
- ¡Hermano Wanyin!
- No pienso salvarte de tu hermano
Huaisang soltó un jadeo indignado, y al final terminó con una cara triste y un puchero, como si fuera un niño inmaduro.
- Tu y mi hermano realmente se parecen, igual de aburridos y frustrados
- Huaisang
- ¿Si hermano Jiang?
- ¿Quieres que Zidian te abrace? Creo que le encantaría darte algo de cariño- Se oyó la voz siniestra del Líder Jiang. Mingjue sonrió mirando a su hermano menor con una ceja alzada "Te dije que no te haría caso"
- ¡Claro que no! Solo venía a invitarte al mercado, Da-Ge y yo queremos hacer unas cuantas compras antes de volver y necesitamos guía.
-¿Me veo lo suficiente desocupado como para hacer de tu guía?
- Haré pinturas de tu sobrino sin costo alguno, es un buen trato ¿No?
-...
- ¡Excelente! ¡Da-Ge! ¡Vamos!
Mingjue se acercó a Jiang Cheng con cuidado de no invadir su espacio personal, tosió suavemente para llamar la atención de dicho líder.
- Lo siento Líder Jiang, mi hermano suele ser infantil a veces.
- Yo diría que siempre.
- Ciertamente.
- ¡Hey! ¡Los escucho!
Pronto se oyeron risas, Mingjue no pudo resistir, pero pronto su sonrisa se congelo y cambió a una expresión maravillada. Qué bonito se veía el joven loto sonriendo. Un omega realmente hermoso, sin querer sus feromonas se liberaron sutilmente, el omega se tensó al percibir el aroma en el aire, por un momento sintió que su corazón se detenía y el calor invadía su cuerpo, pero pronto ese sentimiento desapareció. Después de estar aturdido unos segundos se compuso y miró al Nie mayor.
- Líder Nie, tu hermano nos espera.
- Puede cuidarse solo.
- ¿Qué no estabas regañándolo ayer por no ser cuidadoso?
- ¿Oíste eso? – Mingjue quería saltar de alegría, no era ignorado y eso lo ponía feliz "Compostura" se recordaba nuevamente, empieza a creer que se le está pegando lo Lan. – No me preocupo por que se que es listo. Además... tengo un lindo omega que debo cuidar -avanzó lentamente unos pasos delante del menor, por lo nervioso que estaba no se atrevió a voltear. No quería sonar aventado tampoco, pero debía hacerlo, ya esperó mucho tiempo. - Tengo un lindo omega justo detrás que me agradaría cuidar.
El viento sopló suavemente, los cabellos del Nie se movieron al son de la brisa haciendo de esta escena una digna de recordar. Jiang Cheng lo vio perfecto, un Alfa perfecto. Sus mejillas se sonrojaron y un latido mas fuerte de lo normal asaltó su pecho. "Por la secta" recordó las palabras de los ancianos del concejo. Decidió controlarse.
- Ese omega es afortunado entonces.
- Diría que yo lo soy.
- ¿Por qué?
- Porque lo he visto reír hoy, es bello.
Jiang Cheng sintió el calor floreciendo en sus mejillas, pronto su cuerpo dio un salto asustado al ver que el alfa había volteado a verlo.
Este seria un momento que ambos recordarían siempre, Mingjue se enamoró de nuevo cuando vio ese semblante siempre serio a uno confundido y sonrojado, su pecho latía como loco y sus instintos lo mandaban a besar al omega para que vea que no es ajeno a sus sentimientos pero entonces una voz chillona y alegre se oyó.
- ¡Da-Ge! ¡Hermano Jiang! ¡Dense prisa!
Mingjue dejó sus emociones de lado y habló tranquilamente para no perturbar al omega.
- ¿Vamos líder Jiang?
Jiang Cheng permaneció en silencio un momento tratando de volver a su realidad, pronto respondió un sereno – si – y continuó su caminó junto a los otros dos Nie hacia el mercado.
Wangji se había ido de la fiesta apenas pudo, no le importó los protocolos y no despedirse del líder de Yumeng ¿Merecía reconocimiento acaso? Claro que no, solo era una persona que debía de agradecer siempre su existencia a Wei Wuxian, su amor, si no fuera por su amado Wei,. Jiang Wanyin estaría muerto y su Weiyin... vivo.
- En que piensas tanto joven cultivador?
Un anciano de voz áspera se sentó frente al segundo jade, parecía ser alguien sabio debido a las arrugas en su rostro, Wangji no era tan mal educado como para echarlo, simplemente se concentró en su comida y dejó al aire la pregunta del hombre mayor.
- He vivido mucho tiempo joven maestro y conozco el rencor en todas sus formas.
Wangji siguió ignorándolo, no es como si le interesara los asuntos de las demás personas.
- Y al final me hice solamente viejo. Me concentré en mis emociones solamente y dejé que el odio consumiera mi vida.
El anciano tomó una taza de té y se sirvió mientras seguía hablando.
- Ahora en mis últimos días me pregunto si mi decisión fue la correcta.
- ¿Por qué?
Wangji habló al fin, sentía que ese anciano vio más en el que cualquiera o al menos lo entendía en cierta forma.
- Por que odie y esa persona era mi cuñado, lo odié por que mató a mi ser amado
- Estabas en tu derecho.
- No, siempre asumí que fue su culpa y nunca le pregunté lo que pasó realmente. Hace unos días nos encontramos... como ya estoy viejo no podía matarlo ni hacerle algún daño. Me pidió hablar y ahora me pregunto por qué no le di esa oportunidad antes.
- Solo creo en lo que veo.
- No todo lo que vemos es la verdad absoluta joven maestro.
- ...
- Resulta que al final él no había matado a mi amor, sino que trató de salvarla.
- No sabes si no miente.
- Joven maestro, nadie en este mundo dañaría a su familia si tiene lazos fuertes y ellos la tenían. Llamamos al alma de mi amada y confirmó la verdad.
- Mi situación es diferente.
- ¿Estás seguro que no estas cegado solo por tu terquedad?
- ...
- Entonces solo sigue, pero no te olvides de darte oportunidad joven maestro. Podrías volverte viejo como yo y descubrir al final que la persona que odias en realidad es inocente.
El hombre mayor se levantó después de haber dejado su taza en la mesa para retirarse. Wangji miró la taza llena un momento, las palabras que oyó resonaron en su mente quizá... ese anciano tenía razón.
Huaisang miraba todo entusiasmado, pero sobre todo estaba más que feliz por poder ver los abanicos en Yumeng, era distintos con una forma diferente a la que estaba acostumbrado. Mientras estaba perdido en su mundo Mingjue y Wanyin se sentían incómodos extrañamente, estaban lo suficientemente avergonzados como para no poder verse a los ojos.
Pasaron la mañana caminando de aquí para allá, la hora del almuerzo se acercaba, entraron entonces a un restaurante que era popular en la ciudad, Mingjue y Wanyin se sentaron frente a frente, no podían ni dirigirse las miradas por que se sonrojarían de inmediato. Claro que ese hecho no pasó desapercibido a los ojos de Huaisang. Pidieron la especialidad de la casa para poder comer, Huaisang puso comida el plato de Mingjue y habló divertido.
- Para que crezcas grande hermano.
- Di-Di no trates de avergonzarme.
- ¿Te sientes avergonzado? Bien, entonces ponle comida en el plato al hermano Jiang.
- QUE?
- Así el también estará avergonzado y no serás el único.
Declaró el Nie menor con un toque de travesura en su voz. Wanyin frunció el ceño y fingió que no estaba siendo afectado por la petición tan infantil, de no ser que sus orejas lo delataron.
- Vamos Da-Ge, estoy seguro que el hermano Jiang no se negará, míralo, está muy serio.
- T-tu
- Hermano Jiang ¿No quieres ser mi cuñada?
- ¡Huaisang!- Gritaron los lideres de las respectivas sectas totalmente avergonzados.
Wanyin se puso de pie y salió del local aparentemente enfurecido, Mingjue se quedó a regañar a Huaisang, iría detrás del Jiang pero sabía que solo empeoraría la situación, han estado muy tensos el uno con él otro todo el tiempo, empezaba a creer que no debió de decir aquello.
Mas tarde Mingjue caminaba por el mercado y encontró una horquilla muy bonita que combinaba a la perfección con el atuendo de Jiang Cheng y también la suya. Un rubor leve se asomó en sus mejillas al pensar en Jiang Cheng como su esposo. Compró la horquilla y regresó al muelle junto a su hermano.
Wanyin se separó de los Nie para pensar un poco, sentía que se asfixiaba pero no era un asfixia que te hundía en malos sentimientos, sino uno que lo llenaba de ilusión, felicidad, amor...
- Joven
Miró hacia el lugar donde le habían llamado, una señora humildemente vestida le ofreció sus productos, no vio nada interesante por lo que estaba a punto de retirarse pero entonces sus ojos vieron un peine que le hacía recordar a cierto alfa de hombros anchos y porte fiero. Y lo compró casi sin darse cuenta.
- ¡Idiota!
- Lo siento mi señor, pero no sabemos cómo es que puedo pasar eso.
- Solo tenías un trabajo!
- ¡Perdone mi vida señor!
- Al menos Jiang Wanyin lo tomó, te daré un nuevo trabajo y esta vez no falles.
- ¡Si señor!
- Pon esto en la bebida del Líder Nie, ten cuidado de que nadie te vea.
- Esta botella pequeña es...
- Lárgate.
- ¡SI!
El hombre se retiró despavorido, el aroma agrio le decía que si se quedaba en ese lugar moriría. Jin GuangYao daba vueltas en su lugar como un tigre ansioso, iba a atrapar a Mingjue y meterlo en su cama, pero no funcionó por que le dieron supresores fuertes que estaban destinados al líder Jiang.
- ¡Inútiles!
Vociferó a la nada, pronto la calma lo llenó al recordar que todavía hay oportunidad de que la secta Nie esté en sus manos.
Esa noche en el muelle un confundido Wanyin miraba el techo de su habitación, sentía que sus emociones eran cada vez más contradictorias y molestas. Cuando estaba a punto de suspirar oyó la puerta sonar. Se acomodó en sus túnicas interiores poniéndose solo una externa. "¿Quien mierda molesta a esta hora?" abrió la puerta con el ceño fruncido y dispuesto a enfrentar a quien estaba detrás de esta pero solo se topó con un pecho grande. Elevó la mirada un poco y vio el rostro del alfa que lo estaba volviendo loco desde la mañana.
- Líder Jiang, venía a disculparme...
- ¿Por qué?
- Por mi culpa tuviste que dejar asuntos importantes.
- No fue la tuya, solo accedí a uno de los tantos caprichos de un buen amigo, no hay rencores.
- yo realmente quiero disculparme en nombre de mi hermano imprudente, por eso te traje unos aperitivos.
- ¿A esta hora de la noche?
Mingjue se puso nervioso porque no pensó en eso cuando fue a la cocina a traer comida para el omega.
- Vendré mañana entonces, me disculpo
- no, ya estas aquí y ya interrumpiste mi rutina, pasa.
El alfa asintió y entró a la habitación, su pechó latió como loco al tener tanto del aroma del menor, le daban ganas de acurrucarse como un león mimado "compostura" se calmó al recordar que no debe perder los cabales.
- Hice el té, espero que sea de tu agrado, alguien me dijo que estos pastelitos te gustarían.
- mhn... ciertamente son de mis favoritos.
- Entonces... el Líder Jiang ¿es dulce?
- ... ¡Que estupidez es esa! ¡No soy dulce!
- Un anciano me dijo una vez que las personas dulces comían dulces y olían dulce.
- No huelo dulce
- ¿Me dejas olfatearte?
- ¡Nie Mingjue!
El Nie mayor rió fuerte y divertido, sirvió el té para ambos y después de calmar un poco:
- Bien, acepta esta taza de té como ofrenda de paz Jiang Wanyin.
- jump
- Bebamos al mismo tiempo, sin rencores Wanyin.
- Tonto.
Las tazas se vaciaron al mismo tiempo, comenzaron con una conversación tranquila sobre el lago y la paz que transmitía, Mingjue no paraba de alabar a Wanyin por todo lo que había logrado y lo estupendo que era, pronto se dieron cuenta que el calor subió.
Mingjue empezó a abrir sus túnicas primero y pronto un olor sofocante empezó a sentirse en el aire, Wanyin se estremeció y retrocedió tapándose la nariz de inmediato. Mingjue no entendía que pasaba, simplemente sentía que hacía demasiado calor de repente.
Pronto un olor dulce fue el que estaba llenando la habitación combinándose con el olor de Mingjue. Ambos confundidos se concentraron en no dejar que esto se descontrole, pero para cuando estaban pensando eso, sus labios ya estaban unidos. La mesa fue testigo del salvajismo y gran amor que derramó el alfa sobre el bello omega en medio del mar de feromonas.