Corazón verde, corazón morado.
Después de toda la montaña rusa de emociones de la noche anterior Molly se despertó y bajo a desayunar junto a su familia.
—¿Que tal lo pasasteis ayer chicos?— Preguntó el padre mientras todos comían tortitas.
—Guay, ser DJ estuvo bien.— Respondió con mucha normalidad el hijo ignorando el rumor esparcido.
—Fue divertido. Lo típico de las fiestas.—Respondió de manera extraña la hija. Estaba claro que demasiadas cosas habían pasado y no podía decir nada al respecto.
—Me alegró que lo hayáis pasado tan bien.— Comento la madre.
El comportamiento raro de Molly no era tan evidente pero se notaba que no estaba extraña y en cuanto terminó de desayunar subió a su cuarto.
—¿Y sabés que harás?— Preguntó Scratch en cuanto ambos estaban en el cuarto.
—Creo que hablaré con Andrea, ayer la dejé tirada en la fiesta con todo el follón que se armó.
«toc, toc» se escuchó para que después la trampilla se abriera y Darryl entrará.
—Molly, no sé que este pasando en tu vida pero el rumor sobre tú y Andrea se está extendiendo rápido.— Habló intentando ser los más delicado posible con el tema.
La chica abrió los ojos como platos, no tenía ni idea de que su hermano sabía lo sucedido.
—Ese rumor no es cierto.— Dijo rápidamente.
—Y no lo dudo. Yo solo quería decirte que si necesitas algo, tal vez pueda ayudar.— Terminó de comunicar yéndose del cuarto.
—¡Darryl!— Paró al chico antes de que se fuera.— No le digas nada de esto a papá y mamá, por favor.
El chico le dio una sonrisa y prometió que no lo haría. Sería un pequeño pacto entre hermanos.
Pero todo esto solo es el principio del primer set del combate.
En seguida el móvil sonó y al mirar eran unos mensajes de Andrea pidiendo que en cuánto pudiera fuese a su casa.
Como Molly no tenía muchas cosas que hacer decidió ir.
Tocó el timbre de la casa y Andrea fue quien abrió. La casa estaba medianamente limpia pero habían sitios donde aún había manchas de bebidas o basura.
—¿Y qué tal ayer?— Preguntó Molly una vez que ya estaban dentro.
—¿¡Que tal!? ¡Te fuiste después del rumor!— Exclamó Andrea.— Tuve que sobrellevar la fiesta yo sola, y no fue fácil.
—No pensé en lo que te podría pasar, lo siento en verdad.— Se disculpó con un sentimiento de culpabilidad.
—Debiste pensarlo pero no es tu culpa en totalidad. Tampoco podrías haber echo mucho contra todos esos idiotas.— Dijo molesta.— No supe nada de Libby tampoco después del juego. ¿Que hiciste al irte?
—Libby huyó y fue a intentar buscarla pero no la encontré. Aunque después la vi en el parque.— Respondió sin decir todo.
—¿Y pasó alguna cosa en particular?
Por unos segundos, la niña dudo en contarlo. Se puede decir que abandonó a su amiga para ir a besar a una chica y eso le generaba aún más culpa pero la culpa iría aumentando si se lo guardaba.
—Eh, bueno... Pasaron algunas cosas fuera de lo normal.— Trato de responder aún dudarlo si hacerlo.
—¿Que clase de cosas?— Volvió a preguntar viendo a Mcgee nerviosa.
—Confesé mis sentimientos a Libby y la besé.— Soltó rápidamente todo.
Primero la cara de Andrea era una mezcla entre asombro y disgusto pero rápidamente pasó a una de alegría con una leve sonrisa.
—Hace nada no te atrevias ni a pensar en cómo declararte y de pronto la has besado. ¿Como ha pasado todo?— Preguntó en un tono alegré.
—Todo fue muy rápido. Simplemente fui al parque y la vi. Me senté a su lado y comenzamos a hablar, ella en verdad pensó que tú y yo salíamos, insistí que no y sin quererlo le dije que me gustaba, pensé que había fastidiado todo e intente irme pero ella me paró y se acercó a mí dejándonos muy cerca de un beso, por impulso la bese y salí huyendo después.
—¿Me estás diciendo que besaste a Libby y te fuiste sin decirle nada?
—Sí, es que no supe que hacer. Me ganaron los nervios.—Se excusó.
—Sabía que habían situaciones que te superaban pero no pensé en algo como eso. ¿Te ha escrito o algo?
—No. Le iba a escribir hoy pero no sé qué debería decirle.
—Prestame tu móvil.
—Claro.— Respondió Molly dándole el teléfono.—¿Para que lo quieres?
—Voy a escribir a Libby.— Le respondió ya metiéndose en el chat.
—¿¡Qué!? ¡No! ¡Devuélveme mí móvil!— Dijo tratando de quitarle el móvil a la peli azul.
Así se comienza una persecución amistosa. En cuanto Molly trato de quitarle el móvil, Andrea empezó a correr por la sala mientras escribía.
—Ya está. Ten.— Dijo una vez que el mensaje estaba mandando.
—¿¡Por qué has echo eso!? Quería ver una manera correcta de escribirle.
—Me lo agradecerás luego. Tampoco querías que te ayudará con la fiesta y al final salió bien, ¿no?
—Sí pero...
—Pero nada. Tú piensa en que decirle cuando os veáis.— Cortó a Molly sin dejar que termine de hablar.
Sonó una notificación del móvil y como era de esperar, era Libby.
—¿Qué te dijo?— Preguntó Andrea.
—Que sí debemos hablar y que nos vemos en el parque a las cinco.
—¿Ves? Seguro que eso sale bien. No parece molesta o algo así.
—Sí, seguro que todo sale bien.— Volvió a su modo optimista de siempre.
•
Tal y como estaba acordado. Molly fue allí a la hora dicha. Fue sola, no quiso que el fantasma la acompañará y se riera de ella o le diera algún consejo, que sí, estaba bien que le diera consejos y le ayudaría pero la chica quería tomar sus propias decisiones sin opiniones de nadie.
Estaba esperando a aquella chica justo donde todo pasó. En el parque, bajo la sombra del árbol.
—No tengo ni idea de que decir.— Pensó Molly. Ella solo podía recordar el beso. Ese dulce beso que paso con tanta delicadeza y que tanto deseaba.
—Hola.— Saludó Libby. Molly ni siquiera había notado que ella había llegado.
—Hola. ¿Sobre que quieres hablar?— Habló de manera cortada la castaña aunque era algo obvio.
—Fuiste tú la que me dijo de hablar.
Para ella, técnicamente fue Andrea pero para Libby, fue ella.
Esto solo provocó que sintiera más vergüenza. Ni siquiera era capaz de mirar bien a los ojos de la contraria.
—¿No quieres empezar tú?— Trato de evitar empezar.
—Empizó yo pero antes debemos ir a otro sitio.— Dijo Libby agarrando la mano de Molly y llevándosela del lugar.
Nuestra protagonista no dijo palabra y solo se dejó llevar.
Llegaron hasta el sitio donde se habían refugiado de la lluvia. Aún sin decir palabra ambas entranron y fueron hasta la estantería llena de libros.
—¿Por qué debíamos venir hasta aquí?—Preguntó Molly.
—¿Lo de ayer significó algo para tí?—Preguntó directamente Libby.
—Claro que lo fue.—Dijo sin dudas pero con nervios.—Nunca pensé que podría llegar a confesarte lo que sentía.
—¿No era un reto, broma o algo para que evite pensar en el rumor?—Volvió a cuestionar lo pasado.
—¡No! Todo lo que dije fue con el corazón en la mano.— Contestó segura.
Un silencio se formó. Ambas estaban nerviosas pero a la vez felices. Ninguna era capaz de decir palabra y solo esperaban que la otra hiciera algo.
De pronto, la más alta empezó a buscar algo en su bolsillo hasta sacar una pulsera.
Era de colores morados con un corazón verde. También saco otra de colores verdes con un corazón morado.
—¿Recuerdas cuando te di una pulsera de mejores amigas? Pues esta es... Uf, es más difícil decir esto de lo que creía.— Soltó una pequeña risa nerviosa.— Molly, ¿quieres ser mi novia?
Inmediatamente los ojos de Molly se llenaron de brillos y saltó a los brazos de Libby dándole un abrazo con un gran sí.
Molly se quedó con la pulsera de tonos morados y con un corazón verde y Libby se quedó con la de colores verdes y un corazón morado.
Ese fue uno de los días más felices para las dos. Tenían esa sonrisa que por más que quieras, no te puedes quitar.
Se quedaron en el sitio un buen rato.
Estuvieron hablando de muchas cosas y entre todo eso decidieron que su relación seria secreta. No lo debía saber nadie.
...
"Nadie"
Continuará...
Vi por tt que tgamm volverá en 2023.
Ja ja, quiero pegarme un tiro.