_____ P. O. V.
Ya se estaba escondiendo el sol cuando llegamos a la puerta del sitio en el que parecía que íbamos a cenar. ''Vaya pero.. si es un hotel'' pensé.
-Bueno venga vamos. -dijo detrás mía Cheeto empujándonos hacia dentro.
Una vez tomamos el ascensor, empezamos a subir plantas. La 4º, 5º, 6º.. A mí izquierda tenía a Rubén, que sin parar de mirarme, intentaba que le hablase o tuviese un mínimo de contacto con él.
Entonces noté cómo me buscaba la mano para agarrarla con sus dedos, hurgando en mi bolsillo. Por fin habíamos llegado a la 15º planta, la última. Así que en cuanto se abrieron las puertas del ascensor, salí deprisa dejándole con las ganas de cogerme la mano.
''Wow!'' exclamé al ver lo impresionante que era aquella terraza. Tenía un muy lujoso restaurante BLANCO, unas vistas preciosas a toda Madrid y cómo no, una sorprendente piscina.
Me asomé a la barandilla para contemplar la espeluznante caída que había de ¡casi 50m!
-Cuidado pequeña.. puedes caerte. -me susurró al oído Rubén mientras me rodeaba por la cintura. -Te agarraré bien fuerte por si acaso.. -decía y besaba mi cuello.
-¡Quita! -le aparté gritándole haciendo que todos se girasen a mirar qué pasaba -No me vengas ahora con esas como si no pasase nada. Porque sabes perfectamente que no estoy bien.. y que no quiero estar contigo. Únicamente he venido porque Cheeto me ha obligado. ¡Así que déjame en paz!
Observé cómo el dolor que llevaban mis palabras causaban efecto en su rostro. Rubén, bastante dolido, parpadeó un par de veces, bajó su cabeza y se marchó en dirección al ascensor.
Por una parte me sentía bien. Así podría darse cuenta de lo estúpido que estaba siendo conmigo. Pero por otra..
-No Rubén.. ¡espera! -salí corriendo tras él -¡Lo siento! ¡Eh..!
Pero era inútil.. el ascensor se había cerrado e ido, al igual que con él se fueron todas mis esperanzas de que me perdonase.
''Mierda, mierda.. ¡MIERDA!'' decía una y otra vez.
Cinco minutos tardó el ascensor en volver a mi planta para poder tomarlo.
-¿Dónde vas? -preguntó Mangel- Sabes que cuando llegues abajo no va a estar. Será mejor que habléis luego cuando llegues a casa.
-Pero me he portado fatal con él Mangel. Ni si quiera le he dado una explicación..
-_____, conozco a Rubiuh y sé cómo es. Sé que ahora mismo se estará comiendo la cabeza. Pero bueno.. era eso lo que querías, ¿no?
Joder.. Aunque doliera, Mangel tenía razón. Era lo que quería, que Rubén pensase en mí y que se rompiera la cabeza tratando de hacerme feliz. Era una decisión muy egoísta por mi parte, y ya que lo había conseguido, tenía que enfrentarme a mis consecuencias. Así que me quedé con ellos a cenar.
**
Dos o tres horas después, me marché a casa. Aunque intentaba aparentar estar bien, todos sabían que no lo estaba, y que por ello necesitaba irme a casa. No solo a descansar, sino también a verle.
Me encontraba cansadísima. Me costaba la vida subir las escaleras, sacar las llaves, girar la cerradura.. Pero lo conseguí. Dentro, estaba todo a oscuras. Raspy y Wilson (si.. Wilson, no Jodie.. estúpido Rubén), vinieron a saludarme.
Entré a mi cuarto y me descalcé. Fui a la cocina para prepararme un tazón de cereales y volví a mi cuarto. Al cruzar el pasillo, ví que el cuarto de Rubén también estaba a oscuras. Abrí silenciosamente la puerta para no despertarle. Supuse que estaba dormido pero.. supuse mal.
-¿Rubén?
En el interior del cuarto no se escuchaba nada. Ni si quiera tenía el ordenador encendido. ''Qué raro..''
-¿Rubén? -volví a repetir.
Pero Rubén no contestaba. Abrí un poco más la puerta para poder iluminarme con la luz del pasillo.
-Un momento.. -dije acercándome a la cama -Pero si.. ¡aquí no hay nadie! ¡Rubén! -grité
Encendí la luz de su cuarto y evidentemente, no estaba. Pero ya no solo eso, sino que tampoco quedaba rastro de sus cosas que más usaba. Ni su móvil, ni su cargador, ni el skate, ni las llaves, ni.. su dinero.
-Pero.. ¿dónde se habrá metido este idiota?