Jiang Fengmian había permanecido en silencio por varios segundos. Un silencio aterradoramente destructivo para ella.
Lo podía sentir, podía sentir que no era nada para él, no era lo suficientemente necesario para su vida...
—Eso es lo que quieres—habló luego de un tiempo, su voz era neutra, no mostraba ningún sentimiento que pudiera identificar.
—Eso es algo que debió ocurrir hace tiempo, es inútil tratar seguir sosteniéndolo.
—Nosotros...—aún se encontraba parado en el mismo lugar—. ¿Terminaras con nuestro matrimonio?.
—Matrimonio... No sé si se pude decir matrimonio a lo vivimos todos estos años. No creo que alguna vez me hayas considerado como tú esposa—una pequeña sonrisa escapo de sus labios debido a lo absurdo que era dudarlo a estas alturas—. Porque yo nunca pude sentirte como mi esposo. Estar al lado tuyo todo este tiempo fue una tortura. Y no fui lo suficiente valiente para terminar con esto antes—sus ojos no derramaban ninguna lagrima.
—cuando te conocía, en ese entonces éramos dos personas desconocidas, pero supe que eras alguien fuerte, decidida, segura de ti, nunca nadie podría lograr oponerse. Y en todo este tiempo lo seguí pensado así porque eres una mujer realmente esplendida—su semblante estaba en calma y su miraba se dirigida al suelo —si hubiera sabido com-
— ¿Hubiera cambiado algo? ¿Realmente te hubiera importado?—. Ambos se miraron por primera vez fijamente— crees que eso habría cambiado las cosas, tú secta nunca me acepto como así tu nunca lo hiciste. La amas tanto que no te importo acabar conmigo. Aun cuando ella se había ido tú la tenías presente... lograste humillarme en algo que nunca creí que podrías y desde ese entonces solo logre acumular odio hacia ti—. Su mirada era completamente sincera, ver a su hijo anhelando el cariño de su padre fue doloroso, era incomprensible entender como ese afecto era dado a otro. Mientras los rumores iban tomando fuerza, afirmando lo que pareciera la más pura verdad—Quiero que te vallas. No quiero seguir con esto.
Quería dejar de verlo, estar con él en aquella habitación solo traía recuerdos del pasado, su presencia le causaba enojo. Enojo así misma, enojo a este matrimonio, al sentimiento que siempre quiso sacar de si y aun con el dolor constante era incapaz... ser fuerte no implica ser un ganador, no es el que tiene el reconociendo ante todos, ni mucho menos es soportar ciegamente sin hacer algo al respecto. Es más que todo eso, es continuar aun sabiendo que serás el perdedor, es darte cuenta que la única que sabrá tu verdadero dolor solo serás tú misma, no habrá nadie más, porque tomas tus propias decisiones y te haces cargo de las consecuencias. Dejar ir y continuar.
—Vete...—dándole la espalda camino unos pasos, necesitaba alejarse. El silencio perduro unos minutos, eran muchas las cosas que quería decir pero su cuerpo no lo podía soportar, el nudo en la garganta empezaba a doler, la impotencia y el enojo estaban acumulándose más y más. Se sentían agotaba, su cuerpo se sentía pesado, su mente estaba divagando en aquellos recuerdos perdiéndose de la realidad, hasta que oyó la puerta de la habitación serrarse.
Las lágrimas corrieron por su rostro, mientras que su cuerpo se derrumbaba en el suelo.
.....
Un fuerte estruendo se oyó en aquella habitación. El suelo se encontraba esparcidos trozos de jarrón junto con charcos de agua. Sostenía su puño con fuerza, mientras las pequeñas heridas que comenzaban a sangrar.
No había forma de negar el amor que sintió, no iba a negarlo, la amo de alguna forma que nunca pensó creerlo. Mentiría si digiera que nunca había deseado estar con ella, vivir toda la vida junto a ella, ver sus ojos, su sonrisa, ver la sonreír era lo que más disfrutaba. Su presencia calmaba cada uno de sus sentidos, desde que la conoció no pudo no enamorarse, su alegría iluminaba su mundo. Su partida había acabado con él, su corazón se había convertido en simples órganos del cual era necesario seguir respirando, cada uno de sus emociones se había convertido en sentimientos vagos, y superficiales. Verla partir con alguien y formar su propia familia era irrazonable para su corazón, aun recordaba el momento en que se lo había dicho, tenía una hermosa sonrisa, su pelo suelto y brillante iban hacia él-¡jiang Fenmian me voy a casar-fueron sus palabras.
Presenció su boda, podía ver su felicidad en sus ojos, nunca deseó que estuviera triste, el saber que se encontraría bien fue su consuelo al verla partir.
No busco olvidarla, pero tampoco quería lastimar a alguien, lo vio tarde. Supo que solo pensó en sí mismo en aquellas acciones. No podía seguir viéndola, fue tan cruel, esos ojos que siempre transmitían rigidez y fortaleza, hoy se encontraban sosteniendo las lágrimas, rojos, se podía ver el dolor en ellos. Sabía que era el culpable. Deseaba abrazarla y decirle lo muchos que lo sentía, que si en sus manos estaba seria capas de morir por su bienestar, que la quería más de lo que ella piensa, que nada en él se arrepiente de térnala como compañera, que debió cerrar antes aquellas heridas del pasado. Y aún seguía siendo egoísta al querer que ella se quede.
Tenía tanto que decir y no sabía cómo.
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Yu Ziyuan se había despertado con el cuerpo totalmente débil, le costaba dar pasos, si quiera mover su cuerpo, sentía sus manos frías al igual que su rostro. Cuando una de las cultivadoras había ingresado llamo inmediatamente a Lan Qiren.
— ¿Cómo te encuentras? —habló luego de que la habían revisado los médicos de la secta, y afirma que se encontraba bien pese a los síntomas, quienes reflejaban la falta de energía espiritual en su núcleo.
—Bien, me encuentro bien—tomo otro sorbo del té, para tratar de establecer la temperatura de su cuerpo.
—Los líderes de la secta se encuentran reunidos en estos momentos junto con Wen Zhu Lui, eh mandado a que luego venga aquí lo más antes posible, pero si el malestar aún prevalece puede venir ahora —dijo mirándola con preocupación por su estado.
—no hace falta, puedo sentir como mi núcleo se ha fortalecido, puedo manejarlo. Hay temas primordiales que atender en los cuales necesitamos que Wen Zhu Lui este presente—Lan Qiren solo suspiro ante lo dicho.
—tu salud debe ser primordial, lo ocurrido en la Lotus Pier—hizo una pausa antes de volver a hablar— nadie hubiera resistido como lo hiciste ante aquella atrocidad, los daños aun prevalecen en tú cuerpo. Aun la persona más fuerte puede ser la más vulnerable, no te ciegues ante un sentimiento.
En ese momento la puerta fue abierta, Wen Zhu Lui había ingreso con preocupación al lugar.
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Hola. Lo se, lo siento, desaparecí por muchos meses pero realmente no tenia tiempo. Capas tarde más de lo pensado en terminar o en actualizar pero tengan seguro que yo voy a terminar la novela. Lo dije en un principio y lo cumpliré, aunque generalmente nada sale como lo planeo.
Saludos y cuídense. Tomen agua!🤗