El humo de un cigarro llenaba todo el ambiente de aquel auto.
Solo el sonido del aspirar del tabaco, solo eso se podía escuchar, nada más.
Ambos retornaban de lo sería una reunión para recordar, entre amigos cercanos que ya hace mucho tiempo que no veían.
Una reunión inolvidable para todos, ya que la mayoría planeaba alejarse de la cuidad muy pronto, algunos por motivos familiares o de trabajo y otros por simple turismo.
Fue una minifiesta bastante agradable, conversaciones y risas conformaban el ambiente entre los amigos. El licor era algo infaltable es aquella reunión, la bebida ponía el toque de ánimo a todos.
En lo transcurría las horas, uno de los invitados tuvo la idea de hacer algún juego tonto, uno de esos que solían jugar en su adolescencia.
Esa época dorada.
Donde todos pesaban en el futuro como algo genial, niños que se ilucionaban con la idea de ser mayores tan rápido como pudieran.
Gran error, claramente....ya que, ahora deseaban regresar.
Entre esos juegos surgió una pregunta de la nada, una inocente, solo una de tantas que se habían hecho ya durante la noche.
Solo un pregunta que desplomó el cómodo ambiente que se tenía en todos, en especial para dos personas.
“¿Quién fue tu primer amor?”
Cómo dije una pregunta normal y hasta tonta para responder, todos eran adultos y ese no era más que una pregunta que se hacía en las pijamadas de niños.
Fácil responderla, ¿No?
Cada uno dió una respuesta más tonta a la anterior, algunos si tomaron una posición más seria pero nada relevante a decir verdad.
—Yo estuve muy enamorado de un personaje de un manga que en ese tiempo era mi favorito...lo recuerdo bien
Pese a los tonos de burla de sus amigos, Chifuyu siguió contando con mucho interés lo que fue para él su primer amor.
Un momento bonito que compartían de pronto se esfumó completamente cuando la misma pregunta fue directo hacia su actual pareja, Kazutora Hanemiya.
El de mechas solo evitó confrontar aquella pregunta tonta, refiriendo que ya no tenía memoria de eso.
El tema estuvo a punto de ser olvidado de no ser por cierto enano ahora pelinegro que bajó la influencia del alcohol sacó a flote el nombre de alguien, que ya hace mucho tiempo no era mencionado en las reuniones. Lo tenían presente si, pero no salía palabra alguna de sus bocas sobre lo que fue para todos...un gran amigo e incluso algo más para una persona en especial.
El ambiente estuvo un poco tenso, gran solución le dió el cabello lila al mencionar que la bebida se agotó en su totalidad.
Todos "olvidaron" el dichoso tema y sin más se despidieron, con ganas de descansar.
Un poco apenado, el de trenza y tatuaje de dragón se disculpó con Kazutora por su amigo que se había quedado completamente dormido en un sillón.
—Mikey suele ser un boca suelta cuando toma, lo siento.
—Está bien.... no hay porque disculparse, Draken.—suspiró y trató de darle una sonrisa.
Un abrazo firmo aquellas palabras y de paso una despedida.
Retornando al auto de Matsuno, antes de abrir la puerta del piloto, Hanemiya se interpuso alegando que el antes mencionado había bebido de más para manejar.
Solo una escusa, claramente.
Conocía bien al de tatuaje de tigre, sabía que el conducir lo hacía distraerse de cierta manera de algo que atormentaba su mente.
¿Acaso fue la última pregunta la puso así a su pareja?
Después de eso no dijo palabra alguna y encendió el automóvil, rumbo a la casa que compartían.
Al primer semáforo en rojo, Kazutora saco de los bolsillos de su saco un cigarro, el cual prendió gracias al encendedor del auto, lo tomó con sus dedos y luego lo dirijo entre sus labios. Aspiro el tabaco, y el humo salió luego.
Durante todo el trayecto Chifuyu solo escuchaba el humo saliendo de la boca del que manejaba, cuando se acabó el cigarrillo solo saco otro y siguió con lo mismo.
El silencio era abrumador.
—Fue bonito reencontrarnos con todos después de tanto tiempo, ¿No crees?—en un intento de algún tipo de conversación, el ojiverde comentó.
Intento en vano, por supuesto. Ya Kazutora parecía estar ido.
—Si, fue agradable. —exhaló un poco de humo y volvió a quedarse callado.
Durante todo el viaje de regreso a casa solo hubo silencio y el ligero sonido de un cigarro.
Al llegar a casa, el menor fue el primero en entrar al departamento, dejando a Hanemiya. Sabía que tenía darle un poco de espacio.
—Te espero adentro—antes de cerrar la puerta del copiloto, Chifuyu susurró.
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—Hoy te pusiste algo extraño. ¿Quieres hablar de eso?
—¿extraño?
—Sabes de lo que hablo, Tora.
—No es nada.
El rostro de angustia era claro en el ojiverde.
—No es nada importante, lo juro. Chifuyu.—mencionó el mayor, mientras se acercaba al contrario. Kazutora era más de acciones que de palabras.
Un abrazo y un beso sobre su cabeza, eso calmó casi por completo al pelinegro.
—Te amo, Kazutora. Quiero ayudarte....en cualquier cosa.
Una sonrisa se formó en el rostro del ojos dorados.
Perfecto para mí. Chifuyu se convirtió en el sustento de cada parte de mi cuerpo. Me sentía a gusto con él.
Me gustaba compartir todo con él, desde lo más simple, hasta lo más íntimo. Desde charlar una tarde tomando café caliente, hasta hacer el amor.
Solía pensar que el amor verdadero solo está presente una vez en toda tu vida...veo que me equivoqué.
Él es un fantasía pura....Matsuno, él es perfecto. Y...si me atrevería a decir que estoy locamente y totalmente enamorado de él...
Después de todo, Chifuyu fue siempre lo que quise...¿no?
Gran mentira.
Vivían en una mentira envuelta de caramelo, dulce y lindo.
Pues a pesar de todo, y de que quería mucho a ese chico de orbes verdes....el propietario del corazón de Hanemiya era otra persona.. color almendrado, colmillos sobresalientes en una sonrisa y brillante, esos que seguían siendo las características que hacían palpitar su corazón y emocionarse tanto...pese a que ya hace tiempo esos ojos marrones se habían apagado.
Tal vez, algún día... llegaría a amar de tal forma y con total intensidad a la persona con la que ahora compartiría su vida.
sin nada que decir c': ....