5 años atrás...
Quinn
Las cosas parecían marchar de maravilla en el periódico estudiantil, diría que demasiado bien como para que el entrenador y su equipo se mantuviese a raya, pues nuestros artículos se habían vuelto un tanto polémicos en la escuela. Sin embargo, no hay nada de lo que me arrepienta, pues hemos ayudado a mejorar muchas cosas en la escuela.
El problema de estar en el foco de atención es que no todo el mundo estará contento con ello, el periódico se estaba convirtiendo en una amenaza para algunos, especialmente para los planes del entrenador, entonces mi vida se volvió una película de inicios de los 2000.
No sabría como describir el estatus actual de mi amistad con Tommy, una gran distancia se había creado entre nosotros desde el día de la fiesta de Brandon, de repente, estábamos fuera de sintonía, mi amigo más cercano parecía algo fuera de alcance, lejano. Aun así, intentaba apoyarlo y demostrarle que siempre estaría para él, de la forma en que me lo permitiese, claro. Pero la riña entre el periódico y el equipo de fútbol parecía tenerlo algo distante de mí.
Realmente desearía que pudiésemos seguir como antes sin tener que elegir un bando que nos separe, pues yo nunca pondría otra cosa por encima de Tommy. Tan solo me gustaría que me apoyase de la misma forma en la que yo lo hago con él, desde esperarlo sobre la grama del campo, a gritar su nombre en cada partido, de defender su nombre ante los acosadores, a buscarlo en fiestas y esperarlo pacientemente cerca de las cenizas de la chimenea hasta que no quede nadie más en la fiesta. ¿Siquiera leería los artículos del periódico?
Me repito a mi misma que estaremos bien, que somos los mejores de los amigos, que toda amistad tenia sus momentos malos pero volveríamos a los momentos buenos. Esperaría pacientemente por volver a cuando eramos felices juntos. Aun así, constantemente me preguntaba si Tommy hacia lo mismo por mi, preocuparse por mi, apoyarme, cuidar mis espaldas, últimamente es difícil estar segura.
Parece que estoy sola por mi cuenta estos días...
—¡Por favor!
—No creo que pueda ayudarte, Quinn.
«Rata malagradecida» pienso, pero no lo digo.
—Tan solo serán unas pocas horas, Tommy, por favor. No hay nadie mas en casa y no me gustaría dejarlo sólito—se lo pido—. Mira, solo tienes que darle comida, agua y echarle un vistazo de vez en cuando.
—Elton me odia—mira al gato con mala cara.
Y como si quisiese reafirmar su respuesta, el felino le muestra los dientes en un gruñido.
—No te lo pediría si no fuese urgente—insisto.
—¿Qué ha pasado?
—Es una reunión de emergencia del periódico, lo sabrías si te importase—le lanzo una mala mirada—. Jessica me ha dicho que han cortado el presupuesto del equipo de animadoras y han echado a su entrenadora, piensan eliminarlo por completo. El consejo asegura que no es necesario para nuestra escuela. Haremos una protesta, en la escuela—le pongo al día rápidamente —. Tommy, sé que te agrada el entrenador, pero...
—El entrenador sospecha que alguien del equipo te esta dando información para tu periódico, Quinn, ¿adivina a quien tienen en la mira? —me echa en cara su revelación—. ¡Todos sospechan de mí! No quiero involucrarme con nada de tu cosas, no puedo arriesgarme, podría perder mi lugar en el equipo.
—¿Te preocupa más tu puesto en el equipo?
—¡Trabaje muy duro para llegar hasta aquí!—deja en claro—. No me pidas que me arriesgue por un capricho.
—¿Capricho?—repito, indignada.
—Es un capricho y sinceramente estas siendo muy egoísta, eres tan desconsiderada que no te preocupas por mí, no te importa, podría perderlo todo—«¿capricho?» «¿no preocuparme?» «¿egoísta?» Son las palabras que hacen eco en mi mente—. Así que no me pidas que me ponga en su contra, Quinn.
No puedo creer que esas palabras salgan de la boca de Tommy, nunca antes me había dicho algo sobre eso. Se lo influenciable que podría llegar a ser, pero me duele que permita que lo vuelvan en mi contra.
Lo miro, dolida. El suspira y baja el tono de su voz.
—No me des esa mirada, Quinn —atraigo a Elton hacia mi, este estira su pata para intentar lanzarle un arañazo a Thomas —. Mira, se todo lo que dicen sobre él y también me parece injusto que cierre los clubes extracurriculares para beneficiar a sus equipos...
—¿A sus equipos o a el mismo? —cuestiono—. ¡Es corrupto! Nadie sabe exactamente lo que hace con tanto dinero, ¿no te parece sospechoso?
— El entrenador ha sido muy bueno conmigo, Quinn. Me dio esta increíble oportunidad que ha mejorado mi vida—me suelta—. Ya no se meten conmigo, me guarda las espaldas, hice nuevos amigos. También aprendí a defenderme—enumera—. Incluso ahora mi padre va a verme a los juegos.
—¿Te sientes bien contigo mismo o solo te hace sentir bien complacer a los demás? —disparo, pero es la rabia quien habla por mi, sabiendo que va a dolerle de la misma forma que mis palabras me dolieron a mí.
Tommy me mira, enojado.
—No espero que lo entiendas, Quinn. Pero no me pidas que forme parte de tu loca revolución porque no lo haré, no quiero meterme en problemas—me mantengo serena, como si sus palabras no me doliesen. Como si no me doliese saber que no me elegiría a mi sobre todas las cosas nuevas que tiene en su vida—. Tampoco pueden verme contigo en la escuela, no quiero darles más razones para que sospechen de mí.
Como si no fuese posible retorcer mas el cuchillo.
—¡Púdrete, Thomas! —me doy media vuelta para marcharme con un pequeño Elton en brazos—. Le pediré a Andrew que lo cuide.
— Yo cuidare al gato.
No se disculpa, no retira sus palabras, tampoco se ve arrepentido de haberlas dicho. Su apatía se siente como sal escociendo sobre la herida.
—Tiene nombre, tu mismo se lo colocaste—le recuerdo.
Le tiendo al gato, Tommy extiende sus brazos para tomarlo en brazos, las mangas de su suelten se levantan y noto que ya no lleva el brazalete de amistad que le regale. Hice ese brazalete con mucho cariño y esfuerzo, el lo sabe, estaba tan feliz cuando se lo di, ¿que ha cambiado? Temo lo peor en ese instante, me dice todas esas cosas, que no quiere que lo vean conmigo y ahora no lleva más el brazalete. ¿Tanto así la avergüenza nuestra amistad?
—¿Dónde está tu brazalete?—exijo una explicación. No me importa que me duela su respuesta, necesito escucharla, que me diga lo que sea que me tenga que decir a la cara, pues ya no soporto su actitud, su desdén hacia mi.
Desvía la mirada.
—Oh, debe estar en algún lugar de mi habitación— se encoje de hombros.
Lo conozco lo suficiente como para saber cuándo miente.
—Lo perdiste—asumo.
—No es gran cosa, lo encontrare.
«No es gran cosa», «No es gran cosa» ,«No es gran cosa»
Lo miró fijamente y no reconozco a la persona que estoy viendo, me doy cuenta que este no es mi Tommy, no es mejor mi mejor amigo y quizás hace mucho que dejo de serlo, no quería creerlo, me negaba a verlo, pero la verdad es innegable. Soy la única que sigue aferrándose a esta amistad como si de un bote salvavidas se tratase, pero ahora que ya no me necesita, se deshace de mi como si fuera algo desechable. Toda nuestra vida hemos sido nosotros dos contra el mundo, ¿Quién soy yo si Thomas deja de ser mi mejor amigo?
«Nadie... no soy nadie», «No hay Queenie si no esta Tommy»
Retengo mis lágrimas, procurando convertirlas en rabia para no llorar cuando salgo de su casa para encontrarme con Jess, Charlotte, Maeve y Edén en la escuela, donde nos reunimos con la directora. El resto de las chicas que forman parte del grupo de animadoras también está aquí para cuando la directoria da el anuncio de que este mismo será clausurado.
—El entrenador hace muchas cosas cuestionables y usted deja que se salga con la suya. Es la autoridad aquí, debería dibujar un límite.
—Señorita Lovelace, tengo entendido que usted no forma parte de este equipo.
—Ha formado parte de este equipo en el segundo en que le ha dado visibilidad a este problema, ha luchado por todos nosotros desde el momento en que se hizo cargo del periódico—Es Jessica quien responde.
—Mantén la calma, Jessica. Eres el ejemplo aquí—le regaña su madre.
—¡No me pidas que me calme! Sabias que lo odiaba, el equipo de animadoras, pero estoy aquí por ti—replica la morena, todos la miramos boquiabiertos ante su reacción—. Cuando entre al equipo de animadoras, lo hice porque tú me lo pediste, dijiste que me daría puntos extras en mi currículo estudiantil, que tus mejores años de vida habían sido en este equipo. Así que no me pidas ahora que no haga nada cuando están a punto de arrebatarnos esto.
La directora la mira, impresionada.
—Estoy atada de manos, hija—dice con sinceridad, se mantiene pensativa—. Pero puede que ustedes aun tengan oportunidad de hacerles cambiar de parecer, como paso con el club de teatro. ¿Qué piensan hacer al respecto?
—Una presentación—todas me miran—, anuncien una última presentación y demuéstrenles que el equipo es necesario para la escuela—propongo—. Preparare un discurso para Charlotte y si, aun así, quieren cerrar el equipo haremos una protesta. Tendrán que escucharnos de una forma u otra.
Todas asienten y aplauden con aprobación. Cuando la reunión concluye y todos llegamos a un acuerdo me apresuro a llegar a casa para cuidar de Elton. Sin embargo, mis planes cambian cuando encuentro a Thomas en las afueras de su casa.
—Llegaste temprano—dice con nerviosismo.
Entrecierro mis ojos, mirándole con sospecha. Tengo un mal presentimiento de esto.
—¿Dónde está Elton?
Suspira.
—Lo siento mucho, Quinn...
—¿Dónde está?—repito la pregunta entre dientes.
—Brandon me ha llamado, tuve que ir a ayudarle con algo, no me fije que había dejado la ventana abierta cuando salí—explica, siento como mi corazón cae al vacío—. Solo seria un momento, pero para cuando regrese Elton ya no estaba, llevo buscándolo desde entonces.
—Realmente espero que fuese una emergencia lo de tu querido Brandon—me mofo del nombre infantilmente, cuando le arrebato la linterna de las manos y comienzo buscar a Elton por el vecindario, lo llamo a gritos. Incluso la abuela Margaret salió de su casa el escucharme discutir con Thomas.
Veía el sol ocultarse a medida que las horas pasaban y Elton no aparecía.
—Solo te pedí que lo cuidaras por un corto periodo de tiempo, ¿fue eso demasiado pedir? —me es imposible contener las lágrimas de rabia brotan de mi.
—¡Lo siento, Quinn! Realmente lo lamento, pero a veces olvidas que tengo otra vida, nuevas responsabilidades. Te molesta que mi mundo no solo gira a tu alrededor pero debes entender que no eres lo único en mi vida, tengo muchas cosas mente, me distraje....
Cada palabra es una bala perdida en una batalla en la que hace mucho que has ondeado tu bandera blanca en rendición.
—Quieres decir que ya no soy importante en mi vida.
—¡Nunca dije eso! —se defiende en un suspiro pesado—. Solo digo, que tengo otras prioridades...
— Ese gato era hermoso y perfecto, claramente una prioridad, ¿Cómo pudiste ser tan descuidado?
—No te alteres, Quinn. Seguro regresara pronto—dice como si perder a Elton no fuera nada grave.
Eso fue lo que desencadeno nuestra segunda gran pelea.
—¡Sabes lo que significa Elton para mí! —le grito.
Todo se volvió borroso para mí desde ese punto, a través de toda mi furia, no recuerdo mucho de las cosas que dije, tampoco sus excusas. Nuestras palabras se convirtieron en armas afiladas que apuntaban a los puntos más débiles. Dije muchas cosas hirientes de las que me arrepiento, pero no me retracte en el momento, él tampoco lo hizo. La discusión no hacía nada más que empeorar.
Después de muchas horas de búsqueda, Elton finalmente apareció, acurrucado en la habitación de Shannon, pues había regresado a mi casa en cuanto vio una oportunidad de escaparse de Thomas.
Los días siguieron pasando entre exámenes y nuevas ediciones del periódico escolar, era nuestro último año antes de graduarnos, por lo cual debía resaltar en promedio si quería estudiar en Nueva York. Mi madre ha estado intentando persuadirme para que elija una universidad cerca de casa, pero tengo mi objetivo claro.
Yo nunca elegiría esta ciudad, toda mi vida he soñado con irme lejos de aquí. Nunca me he sentido bien en Memphis, no importa si llevo toda una vida aquí, nunca encontré la forma de encajar aquí. Solo había una persona que me comprendía, que me hubiese hecho plantarme la idea de quedarme, pero las cosas han cambiado...
Ya no hablaba con Tommy desde ese incidente, me evitaba en la escuela, nos ignorábamos en los pasillos. Y entre los dos, yo era la única que parecía estar verdaderamente afectada por la distancia.
Pero Tommy pasa a un ultimo plano cuando descubro que han traicionado al periódico, el profesor Mann nos informa que Robin Johnson ha abandonado el periódico escolar y que el entrenador nos ha declarado la guerra desde que se ha enterado de que Dylan nuestro infiltrado. Esa no fue la peor parte, sino que el entrenador echo a Dylan del equipo y sus estúpidos compañeros de equipo le golpearon en venganza.
—Lo siento mucho, Dylan.
Se me encoje el corazón a verlo tan golpeado. Es tan bueno, dulce y gentil, no se merece lo que le hicieron. Me siento culpable.
—No es nada, Lovelace, aun con moretones y ojo morado sigo siendo más guapo que todos ellos—dice Dylan.
—No te quito la razón—Dylan toma mi mano, apretándola suavemente para tranquilizarme—. ¿Qué piensas hacer ahora que ya no estás en el equipo?
Se encoje de hombros, desinteresado.
—Gracias a ti todavía me queda el club de teatro, eso para mí es más importante.
—Pero...
—Quédate tranquila, Quinn. No me arrepiento de nada, ha sido un honor meterme en problemas por una buena causa, un par de golpes no cambiaran eso—se acerca a mi lo suficiente para acomodar un mechón de mi cabello para meterlo detrás de mi oreja. La cosa mas cliché del mundo, lo juro, pero viniendo de Dylan supongo que no esta tan mal.
—Eres demasiado bueno para este mundo, Dylan—deposito un dulce beso sobre su mejilla.
—No, tu eres demasiado buena para este mundo, Lovelace—me dice—. Mira todo lo que has hecho por todos aquí en la escuela, eres de las pocas personas que verdaderamente hace algo para convertir este basurero en un lugar mejor—siento que quiero echarme a llorar por sus lindas palabras pero me contengo—. Ve a patear el trasero de esos imbéciles, tú puedes hacerlo.
Me quedo sin aliento al escuchar sus palabras, ni siquiera puedo responderle en el momento. He pasado los últimos días sintiéndome miserable porque mi amistad con Thomas parece escaparse entre mis dedos sin importar lo que haga, preocupándome por lo malo que todavía no ha sucedido, condenándome a mi misma al pensar que quizás Tommy tenia razón, que estaba siendo egoísta y caprichosa al no dejarle su espacio.
Tomo la mano de Dylan entre las mías en agradecimiento. Me sonríe dulcemente y después tantas noches sin dormir, noches de lagrimas, de silencios y vacíos, de vivir con un corazón herido que sufre por otro al que no le importa lo mas mínimo, siento que puedo volver a sonreír.
Sé que estaré bien, espero estarlo algún día, pero esta vez me permito llorar, me permito seguir contando todos los errores que he cometido, repitiendo nuestras peleas, perdiendo mi cabeza por una amistad.
N/A:
Thomas who? En esta casa somos Team Dylan
Feliz de regresar después de dos semana de bloqueo, culpo a la universidad de eso, btw.
Otro vistazo al pasado para funar a Thomas :)
Odiamos a Thomas, pero ha tenido un desarrollo de personaje muy lindo. Ese man realmente no sabia lo que tenia hasta que lo perdió, aprendiendo a los trancazos pero aprendió.
Also, ese complejo de super heroína de Quinn? mi chiquita, la amo, ella queriendo ayudar a todos. Yo digo que mejor se quede con Dylan, ¿que opinan ustedes?
Gracias por su paciencia y por leer la historia, nos vemos el próximo miércoles.
xo xo