—¿Quién eres realmente, Brent Sandini?— Aria necesitaba una respuesta con urgencia.
—Qué pregunta mas idiota, ¿Acaso no me conoces?— "No lo sé" Pensó Brent internamente.
Aria presionó su cabeza pues aun estaba mareado y no entendía por qué el tatuaje lo impresionó tanto.
Si, lo vió en su sueño, en la piel de un omega, ¿pero, por qué tenía esos sueños?
—Me marcho, voy tarde para mis clases— Se levantó y se obligó a salir a prisa.
Brent se quedó de pie en el pasillo, observando la puerta por la que cruzó.
⚔️
Aria se apoyaba sobre su mano, mientras esperaban al maestro de Redacción.
Estaba concentrado, tratando de darle sentido a los muchos sueños sin explicación que tenía casi a diario.
Xavi lo miraba de lejos, aun no se hablaban despues de su pequeña riña, asi que estaba dándole su espacio, pero no por ello dejaría de preocuparse por su cambio de actitud, pues ya no habia mas risas, energía y positivismo en su amigo.
Aria recibió una llamada de Brent justo despues que sus clases terminaron, este le hizo un pedido, asi que tuvo que desviarse de su camino e ir rumbo a un restaurante.
Al llegar a la televisora, Brent se veía insoportable, pero se arriesgó y le dió el paquete con la comida que le ordenó.
—Ayer olvidaste pedirle el guión del programa especial a Tony, eres tan torpe que no pudiste hacer algo tan simple, hasta un simio sabría que habiendo un evento especial, habría un libreto especial. Te encantaría que me despidieran ¿Verdad?— Brent abrió los envases de su platillo, mientras desfogaba su enojo en Aria. —Esta mañana ví que mi ropa no ha ido a la tintorería, tengo acumulado todo, ¿De que sirvió que te diera instrucciones?, si no las leiste ni los cumples igualmente...
Bla, bla, bla...
Aria aprendió a desactivar sus oidos, metafóricamente. Cuando Brent lo regañaba y decía de todo, fingía que escuchaba mientras lo observaba parlotear a la nada y veía sus gestos, como se delineaba su entrecejo fruncido, la forma en que sus cejas se dibujaban, la manera en que arrugaba la nariz o como su boca gesticulaba, incluso podría leer sus labios a distancia y entender lo que decía. Lo insultaba.
—¡¿Estás escuchándome, Aria?!
—Si, si. Soy un incopetente con el cerebro de una ardilla retrasada que no puede hacer nada bien— Repitió lo que leyó en los labios de Brent.
—¡Bah¡ ¡Esto es asqueroso, está salado! ¿Quieres matarme o qué?— El alfa empujó el platillo.
Aria la sostuvo antes de que cayera al piso.
—¿No va a comerse esto? Dijo que estaba hambriento.
—No me voy a comer una carne salada— Se negó Brent casi en berrinche.
El castaño solo suspiró, controlando sus ganas de darle un buen castigo como a los niños malcriados, él mismo estaba al tope con el mal genio de Brent, por lo que optó por terminar de enloquecer al alfa y asi darle un probada de su propia medicina.
—Esta bien, pero esto no puede desperdiciarse, asi que me lo comeré yo— Aria levantó la pieza de filete con su mano y le dió un mordisco, gimiendo gustoso ante el sabor. —Esto es lo mejor que he comido en mucho tiempo.
—¿Qué haces?— Brent tenia una mueca mientras veia a Aria comer.
—¿No es obvio? Yo tampoco pude comer porque usted me mandó por esto, es una lástima que no quiso comérselo, porque está delicioso— Aun con la boca llena, se chupó los dedos.
Solo por orgullo, Brent soportó el hambre y se fue con sus colegas a la reunion que tenia.
Aria solo se rió. Acomodándose en una silla, se comió hasta el último grano de arroz del platillo de comida.
—¡Asistente, tráeme un café cargado, sin azúcar!— Ordenó de mal humor una vez salió de la sala de juntas.
Aria fue a la máquina expendedora que trabaja a toda capacidad, pues Brent se tomaba varios cafés por día.
El castaño regresó al set, pero Brent no estaba por ninguna parte. No estaba en su camerino, ni en la sala de juntas, ni con el productor.
El ascensor se abrió y Brent hizo aparición, leyendo algunos papeles por los que fué hasta su carro. Aria lo alcanzó y le entregó el café.
—Está frío— Tras darle un trago, miró enfadado a Aria.
Lo siguiente que ocurrió, fue una especie de deja vú, pues Brent derramó el vaso con café sobre la cabeza de Aria. Nuevamente, frente a los demas empleados.
—A ver si aprendes a hacer bien las cosas, cabeza hueca.
Aria tenia los labios temblorosos, en cambio el alfa solo le dió una mirada de burla y se metió a su camerino, sintiendose satisfecho con su actuar.
Esta vez Xavi no lo ayudó, ni se atrevió a acercarse, por lo que Aria se fue solo al baño. Mientras limpiaba su ropa, sus dientes se presionaban tan fuerte, pues Brent le habia declarado la guerra con esa acción y Aria no se quedaría de brazos cruzados.
—Esta vez creo que fuiste lejos, Brent— Le habló el productor que sintió pena por Aria.
—Es un incompetente que hizo mal su trabajo y solo recibió su escarmiento— Respondió Brent sin darle mucha importancia.
—Espero que no te arrepientas por tus acciones.
Brent solo sonrió con burla.
⚔️👑⚔️
—Deja todos esos archivos por ahí. Pediré algo de cenar, en tanto ve y programa mi despertador a las siete de la mañana— Le ordenó Brent.
Aria ingresó al departamento del alfa, cargando una pila de archivos. Tras dejar el peso sobre una mesa, avanzó en silencio hacia el dormitorio, allí vió un aparato despertador hermoso y moderno, la tomó y con una risilla malvada, programó el despertador.
—¿Necesita algo mas, el señor?— Preguntó el castaño con sarcasmo.
—Nada mas. Déjame solo, ya llamé a un taxi asi que espéralo en la entrada— Movió su mano para que se fuera.
—Entendido. Pase buena noche— Aria se marchó manteniendo una sonrisa malévola
*
Las bocinas molestas de los carros en la calle, lograron despertarlo y tras estirar la mano, tomó el aparato reloj.
—¡¿Las nueve de la mañana?!
Brent salió a prisa de su cama y entró a su cuarto de baño a darse uma ducha rapida.
Al llegar al gimnasio, se llevó la terrible noticia de que su entrenador estuvo llamándolo incontables veces hasta que terminó por atender a otro cliente. Al revisar su teléfono notó que estaba apagado y maldijo su mala suerte. Aun asi su rutina no podia cancelarla, era importante ejercitarse con dedicacion para mantener un aspecto envidiable, que a la vez era la fuente de sus ingresos.
Sin saber el tiempo que debia hacer, empezó con la caminadora.
Aria consiguió tiempo libre por esa mañana, por eso con una sonrisa de satisfaccion disfrutó ver los apuros de Brent.
El alfa no comprendió cómo es que Aria estaba ahí, este tan solo llegó y se acomodó sobre una silla, delante de la caminadora y tras estirar su mano hacia su mochila, sacó un bote de helado de su sabor favorito.
Aria comió con ansias su preciado helado, mientras veía el rostro hambriento del alfa que apenas habia tomado un café como desayuno.
—Siga corriendo señor Sandini, debe hacer la rutina en la máquina al menos veinte minutos— Se burló el castaño.
—Lárgate de aquí o te prometo que me las vas a pagar— Le gruñó Brent viendose de mal humor.
Aria solo le dedicó una sonrisa malvada y tomó una cucharada grande del helado y se la metió a la boca, degustando exageradamente el sabor.
Cuando la caminadora se detuvo, Aria tomó sus cosas y huyó de Sandini, sabiendo que habia arruinado su día al presentarse ante él. Aunque, era lo menos que merecia, despues de la humillacion que le hizo pasar.
Entre risas, avanzó por las calles céntricas de la ciudad, aunque por estar distraido terminó chocando con alguien mas.
—¿Tú?
London sonrió ante la coincidencia.
Rato despues ambos se hallaban en una cafetería, sentados en una mesa, con unas bebidas y postres.
—Asi que deseas convertirte en el presentador de noticias en el canal ¿Eh?— London estaba sorprendido despues de oir a Aria.
—Si. Ha sido mi sueño desde niño... veía a mi padre poniendo las noticias y mientras él solo escuchaba, yo imaginaba que en ese sitio estaba yo... no lo sé, tan solo se convirtió en una obsesion con cada año que pasaba.
London movía la cabeza, oyendo atento y no pudo contenerse en pasar su mano por los cabellos de Aria.
—Sé que lo lograrás, puedo ver tu decisión... ah, tengo envidia— London se estiró sobre su silla y levantando las manos en alto por unos segundos.
—¿Envidia?
—Yo no tengo un sueño de vida, no hay algo que me apasione. Tan solo hago lo que mi familia espera de mi y es todo— Suspiró London.
—No digas eso... sé que debe haber algo que te apasione— Le animó Aria.
—Quizá... Hey, ¿Te gustaria ir de paseo al observatorio de la ciudad? Oí que llegaron nuevos telescópios de ultima generacion— Cambió de tema.
—No lo creo, debo regresar para mi ultima clase y despues al trabajo— Le recordó.
—Si, entiendo, te veré luego— London se mostró triste.
*
Brent llegó un poco tarde a la televisora, debido al cambio de su horario que arruinó su día. Pero ahi estaba, se presentaría en un programa de entrevistas de la misma televisora, esto debido al creciente éxito de su show.
—Ésta me la pagas, Aria— Le advirtió Brent mientras el castaño le acomodaba el auricular.
Aria en cambio solo le sonrió burlón, no dejándose ahuyentar por él.
—No me intimida, señor Sandini. Usted empezó con esta guerra.
Brent le devolvió una sonrisa para el omega rebelde.
—Si asi lo quieres, bien. Sé que tú alteraste mi despertador y por eso perdí mi día con el costoso instructor, asi que considero que lo justo, es descontar de tu paga el honorario de mi instructor, que igual me cobrará el día perdido— Le sonrió con malicia.
—¡¿Qué?!
—Sandini, empezamos en dos minutos— Le informó el productor del programa.
Brent hizo un gesto burlesco al castaño y despues avanzó a su puesto, para presentarse en ese programa especial.
El conductor del programa de entrevistas, inició haciendo hincapié en el historial profesional de Brent y llegado el momento de presentarlo, Sandini ingresó y saludó a su colega y quien seria encargado de entrevistarlo.
En tanto. Aria deseaba gritar en contra de Brent, por la injusticia, pero de momento solo le dedicaba malas miradas al alfa que de vez en cuando lo observaba en fracción de segundos con su sonrisa triunfante.
Llegado el momento cumbre del programa, donde habian un par de panelistas mas, que formaban parte de la entrevista a Brent, entre comentarios y bromas, indagaron mas acerca de su rutina con su programa.
—Brent, sabemos que el programa en que eres protagonista, es tu primera incursión en el mundo de la telecomunicación, ¿Has tenido algun anecdota inolvidable?— Preguntó uno de los invitados.
El público chilló y gritó, interesado en conocer mas del actor.
—Bueno Jhon, desde que empecé, todo ha sido una gran experiencia, he hecho amistad con mis colegas y les agradezco sus consejos. Sin temor a equivocarme, creo que esta temporada en la televisora ha sido de las experiencias que mas he disfrutado— Sonrió Brent.
—¡Jah!— Se burló Aria, sin tragarse tal mentira, pues Brent era un ogro que le encantaba gritarle y hacerle la vida imposible, sin contar que era poco apegado al resto.
Su gesto no pasó desapercibido para los anfitriones del programa, ni para Brent que tambien llegó a escucharlo.
—Esperen un segundo— Rió la invitada de buen humor. —Me gustaría entrevistar a uno de los empleados que trabaja de cerca contigo. Por allá está un muchacho que llegó junto contigo, ¿No es así, Sandini?— Cuestionó ella, señalando a Aria que estaba parado al lado de un camarógrafo.
La sonrisa de Brent flaqueó unos instantes, pues toda la entrevista podría irse al caño, si Aria hablaba. Pero no podía negarlo, muchos sabían que trabajaba para él.
—Es mi asistente personal, asi es— Aceptó con una sonrisa fingida.
La mujer estaba ansiosa de hacer el programa mucho mas interesante, queriendo develar algunos secretillos que Brent escondía y que sin duda elevaría el rating de ese episodio en vivo.
—Por favor querido, no seas tímido y acompáñanos, que queremos conocer un poco mas de Sandini, el hombre real tras esa fama que lo representa— Pidió la mujer.
El público y los otros invitados, aplaudieron, corearon e instaban a que Aria pasara con los demas panelistas.
Brent rogaba internamente que Aria sea listo, se negara y saliera del set, pero maldita era su suerte, pues Aria se dejó convencer por el público y los entrevistadores.
Al castaño le cedieron un espacio en un sofá individual, quedando frente a frente con el malvado alfa que le descontaría la paga.
—¿Cual es tu nombre, querido?— Preguntó la mujer de traje elegante que estaba sentada a su lado.
—E-eh... soy Aria Johans— Respondió algo tímido.
—Supongo que aun estudias ¿no?— Esta vez preguntó el panelista principal.
—Si, tengo el sueño de ser un gran periodista y tener mi propio lugar en el noticiero— Confesó mas animado por la atención.
—Con esfuerzo, sé que lo conseguirás. Pero ahora que vas adentrandote en este mundo y sobre todo siendo nada menos que el asistente personal de una estrella como es Sandini. Dínos, cómo ha sido tu experiencia trabajando a su lado.
Todos esperaron atentos su respuesta, Brent en cambio esperaba que al menos fuera un poco pofesional y cierre la boca.
—El señor Sandini, es un cretino que se cree el centro del mundo.
Aria no se sintió mal al decir lo que pensaba, incluso si eso le costaba el puesto, necesitaba cobrarle a Brent cada grito e insultos que recibió.
—¿Un cretino que se cree el centro del mundo?— El panelista dirigió su vista al aludido y lo señaló. —Bueno, si no fuera de ese modo, no sería una estrella famosa ¿no?— Bromeó.
El público empezó a reir y tomó la opinión de Aria como una broma planificada para el programa.
—¿Qué mas puedes decirnos de tu experiencia trabajando para Sandini?— Preguntó el panelista, aun riendo.
—Pues... en mi primer día de aprendiz en la televisora, él vació una botella de agua sobre mi cabeza, porque no era lo que me pidió— Contó, solo causando mas risas. Incluso a Aria se le hizo gracioso liberar lo que aguantó, a pesar de que los demas no lo tomaran en serio. —Y otro día, no le gustó la comida que pedí para él y no la quiso porque estaba salada, asi que yo me comí todo y él se quedó sin comer por ese día... ah y hace poco le llevé café, pero no estaba caliente, se enojó y me lo echó... tambien en la cabeza— Rió junto a los demas.
Brent rió a medias, pero deseando tomar su cuello y agitarlo como un muñeco.
Minutos despues, Aria salió del foco de atención y la entrevista continuó. Hasta que finalmente acabó.
Brent aguantó pacientemente hasta que la entrevista terminara, se despidió del público y de los periodistas que lo entrevistaron. Luego llegó al camerino que le designaron y allí lo esperaba Aria.
—Es injusto. Incluso cuando quiero exponerlo, todo sale a su favor— Se quejó Aria, mientras se cruzaba de brazos y abultaba los labios.
—Mi reputación no podría ser destruida tan fácilmente y tu intento vil no funcionó— Dijo con indiferencia mientras se acercaba al castaño.
—Te vas a vengar de mi, por lo que dije ¿cierto?
Brent sonrió y negó.
Lejos de lo que Aria imaginó, vió al alfa tranquilo y sin señales de estallar en ira. Brent tan solo lo miró a detalle por unos instantes.
—Ahora entiendo tu comportamiento rebelde y obstinado... Estás perdidamente enamorado de mi ¿verdad?
Aria perdió el habla, pues la pregunta lo sorprendió y cayó al suelo toda su fachada altiva.
Brent sonrió ante su silencio y tras acercarse hasta sentir sus respiraciones... lo besó.