Debido a la residencia, no estábamos obligados a ir a clase, por lo que Kirishima y yo decidimos ir con Tamaki a la agencia de FatGum para formalizar las cosas. Se siente un poco extraño estar con alguien tan enérgico y extrovertido como Kirishima y al mismo tiempo, con alguien tan reservado y distante como Amajiki. Ni siquiera me imagino cómo será cuando nos unamos a FatGum que es incluso tan extrovertido como Kirishima. En cierto modo siento algo de cosa por Tamaki... Y a la vez me siento algo perdido yo mismo porque será complicado estar en medio de tres personas tan distintas.
— Ahora mismo nuestro principal trabajo es simplemente patrullar las calles —nos explica Amajiki.
— ¿Solo patrullar? Pensaba que la agencia estaba participando en una investigación o algo por el estilo —digo recordando lo que me dijo Toxic cuando le llamé para hacer mi residencia con ellos y me dijo que mejor se lo pidiera a FatGum.
— ¿Investigación? —pregunta Kirishima curioso— ¡Suena arriesgado! ¡Me muero de ganas de empezar! —exclama alzando un puño muy motivado.
— Estamos investigando sobre el posible uso de drogas para potenciar los dones entre los maleantes callejeros —me responde el de tercero—. Es preocupante el aumento de casos registrados en los últimos meses, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de simples matones. Aun así, se trata de una colaboración con la policía y hasta ahora solo hemos participado para reportarles los casos que nos encontremos durante las vigilancias.
— ¿Entonces vamos a luchar contra villanos con sus dones potenciados? ¡¿Cuándo empezamos?! —exclama el pelirrojo, mostrándose todavía más animado que antes.
— Primero tenéis que reuniros con FatGum y allí él os comentará lo que vamos a hacer —responde el de cabello oscuro. Es impresionante lo mucho que está hablando, aunque no se le nota muy cómodo.
Avanzamos por el pasillo de la agencia de FatGum hasta llegar a su oficina. Aunque estuve aquí un par de veces cuando estuve entrenando con FatGum, ya me había olvidado de lo exageradamente grandes que son las puertas aquí. Aunque tiene sentido teniendo en cuenta que el héroe profesional no es una persona precisamente pequeña.
— Llegamos —dice Tamaki agarrando el pomo de la puerta y comenzando a abrirla.
— ¡No! ¡Todavía no! —escuchamos una voz gritar mientras una enorme mole salta sobre nosotros. FatGum cubre la entrada con su enorme cuerpo sin dejarnos entrar. Pero teniendo en cuenta que todavía estamos recuperándonos del susto que nos acaba de dar, no tendrá que preocuparse mucho por eso— ¿No podéis daros una pequeña vuelta? —pregunta el héroe profesional con una suave sonrisa nerviosa.
— ¿Q-Qué ocurre? —pregunta Amajiki preocupado.
— Bueno... Es que... —comienza a decir FatGum rascándose la nuca avergonzado— Como sabía que ibais a venir, había decidido hacer algo para daros la bienvenida, pero... Me he comido todos los takoyaki que había hecho mientras esperaba —exclama soltando un profundo suspiro decepcionado—. Pero bueno, ya que estáis, pasad. Haremos unos pocos mientras hablamos.
Tras recuperarnos del susto, entramos a la oficina del héroe. Lo cierto es que la reacción por lo de la comida ha sido bastante exagerada, al menos para mí. Aunque es cierto que conociéndolo un poco, no es algo muy fuera de lo común. FatGum se dirige hacia una enorme cocina. No es que sea algo muy fuera de lugar, pero sigue pareciéndome extraño que más de media oficina esté ocupada por una enorme cocina mejor equipada que la de muchos restaurantes. FatGum ya tiene preparada la masa y varias bolitas de pulpo esperando a ser asadas.
— N-No hacía falta tanto... —exclama Tamaki temblando al ver que no hay ni una sola pared que no tenga algún mueble para poder colocarse de cara a esta.
— ¡Pensé que sería una buena idea! ¡¿Qué mejor forma de formar un buen vínculo entre todos?! ¡Vamos! —exclama el héroe dándole al de tercero un bol con masa— Sé que es muy poco convencional, pero, ¡¿Qué más da?! ¡Tenshi, Kirishima! ¿Qué os parece si nos echáis una mano y aprovechamos para ponernos al día?
— ¡Genial! —exclama Kirishima caminando directo hacia la mesa para ayudar a Amajiki a hacer la masa.
— Ahí tienes el pulpo, los camarones y los puerros —exclama FatGum señalando a una de las encimeras de la cocina— ¿Por qué no vas picando el puerro y el pulpo y machacando los camarones?
— ¡Entendido! —responde el pelirrojo muy metido en su papel de ayudante de cocina mientras se coloca una redecilla en el pelo para cocinar sin que se le caiga ninguno a la comida. ¿De dónde ha sacado eso?
— Amajiki, ve encargándote de la masa.
— Sí... —responde tímidamente el de cabello oscuro.
— Tenshi, Tú me ayudarás a cocerlos en la plancha —exclama el héroe dándome una jarra con masa ya preparada mientras sonríe ampliamente y me guiña un ojo a lo que titubeo algo nervioso y asiento antes de tomar la jarra.
Acabamos teniendo la reunión más inverosímil de la historia. Kirishima usa sus puños endurecidos para machacar los ingredientes del relleno. Tamaki transforma sus brazos en tentáculos de pulpo con los que remueve varios boles de masa. FatGum y yo nos encargamos de echar la masa en la plancha, colocar el relleno, cubrirlo con más masa y cocerlos por cada lado.
Mientras cocinamos, le cuento a FatGum todo lo que me ha pasado desde que me fui. Kirishima se presenta y hablan durante bastante rato sobre su singularidad, sus objetivos y lo que espera de la residencia. Teniendo en cuenta las personalidades de ambos, no es extraño que después de la primera ronda de takoyakis los dos ya se lleven fantásticamente. En cierto modo, el hecho de estar aquí cocinando los cuatro juntos hace que la situación sea mucho más agradable. He de confesarlo... Los nervios que sentía viniendo hacia aquí han desaparecido por completo.
— ¡Esto está buenísimo! —exclama Kirishima una vez nos sentamos a probar todo lo que hemos cocinado.
— ¡Comed rápido ahora que todavía están calientes! —FatGum engulle una bandeja entera de takoyakis de una sentada.
— Bueno, y ahora que ya hemos formalizado todo el tema de la residencia, ¿Cuándo empezamos? —Pregunto yo impaciente por saber algo de lo que va a ocurrir a partir de ahora.
— Esta misma tarde comenzaremos a patrullar —responde FatGum—. Además, hemos recibido una petición de ayuda de otra agencia.
— ¿Petición de ayuda? —pregunto yo.
— ¿Qué agencia? —pregunta Kirishima.
— La agencia de Nighteye —dice Tamaki participando por primera vez en media hora.
— ¿Nighteye? —digo algo preocupado. No tengo muy buenos recuerdos con él, pero sí ha pedido ayuda a FatGum debe de ser por algo muy importante. Lo bueno es que entonces podré trabajar con Deku y con Mirio. Me hace mucha ilusión poder hacer lo que más me gusta junto a dos de las personas más cercanas a mí.
— Sí. Quiere que les ayudemos a investigar al Shie Hassaikai. Por lo visto, han estado moviéndose más de lo normal últimamente y es posible que la Liga de Villanos esté relacionada de alguna manera con eso.
— ¿La Liga de Villanos? —Ahora es Kirishima el que pregunta. El ambiente cambia radicalmente hacia uno más tenso.
No es para menos. Después de todo lo que ocurrió en la USJ, en el campamento de verano y en Kamino, pareciera que estemos destinados a encontrarnos a la Liga de Villanos allá por donde vayamos... Si los de la liga están compinchados con el Shie Hassaikai, es posible que nos topemos con ellos una vez más... Con esa terrorífica villana de las armas de hueso, el de las manos o el chico del fuego azul... El simple hecho de pensar en volver a enfrentarnos a ellos ya basta para erizarme la piel.
— Bueno —exclama FatGum dejando la última bandeja vacía sobre la mesa— ¿Qué tal si nos movemos un poco para bajar toda la comida?
Los tres asentimos y nos levantamos. Tamaki nos guía hasta los vestidores para que podamos ponernos nuestros trajes de héroe y una vez todos estamos vestidos, los cuatro salimos de la agencia y comenzamos a caminar por las calles. Se nos ha alargado un poco la cosa cocinando, ya casi está atardeciendo.
Caminamos tranquilamente por una de las calles principales mientras FatGum devora otra bandeja de takoyakis que acaba de comprar en uno de los muchos puestos y restaurantes que hay por la zona. Comienzo a entender por qué decidió poner su agencia cerca de aquí...
— Los matones siguen metiéndose en peleas a diario —exclama FatGum tras devorar casi la mitad de la bandeja en apenas dos minutos—. Tengo hambre... Las agencias de héroes locales querían a un tipo que peleara. Sois idóneos para eso, Red Riot y Dark Wings —nos dice mientras seguimos caminando.
— ¡Estoy muy agradecido de trabajar con vosotros! Fourth kind no aceptaba estudiantes, así que agradezco que me aceptéis —exclama Kirishima.
— Yo también agradezco que nos hayas aceptado —afirmo yo.
— ¡No tenéis que agradecer tanto! —nos dice FatGum— A ti ya te conozco Dark Wings, y sé que tenerte en nuestro equipo es un gran acierto. Y a ti, Red Riot, ¡No te conozco! ¡Pero solo con lo que he podido ver de ti cocinando hoy ya puedo asegurar que aceptarte también va a ser una fantástica decisión!
— Aparecisteis de la nada y no parasteis de insistir... Me dais miedo—dice Tamaki algo tímido.
— ¡Tamaki también sería un grande! ¡Si no fuera por su personalidad! —exclama FatGum riéndose.
— Esa presión es demasiado grande —dice Tamaki colocando sus manos sobre su pecho de forma dramática—. Siempre es así... Me reclutó para atormentarme. ¡Eso es abuso de poder! ¡Quiero irme! —exclama el de tercero cubriendo su cara con sus manos.
— ¡Tal vez quiera animarte! —le dice Kirishima para animarle.
— ¡Eso es! —digo yo— Si te ayudamos a tomar confianza no te costará tanto actuar.
— ¡Genial! ¡Ahora tengo dos ayudantes para poder tirar de Tamaki! —exclama FatGum.
— ¡FatGum! ¡Ven a comer aquí! —grita uno de los dueños de un puesto de comida.
— ¿Eh? ¡Mañana! —responde el héroe.
— No puedo ser alegre y positivo como Mirio o vosotros —nos dice Tamaki.
— Yo me siento así, a veces —le responde Kirishima—. A veces no puedo hacer nada y mis compañeros son cada vez más hábiles. Incluso Tenshi, que estuvo bastante tiempo fuera, ha mejorado muchísimo.
— Ten en cuenta que me fui para entrenar —le digo al pelirrojo.
— ¡Por eso quiero volver a estar a vuestro nivel! —responde mi compañero.
— Eso es ser alegre y positivo, novato —exclama Amajiki molesto.
— ¡Una pelea! ¡Ayuda! —grita alguien a lo lejos de detrás de nosotros.
Dejamos la conversación de lado y nos centramos en lo que está ocurriendo. Un grupo de matones corre rápidamente, por lo que parece un conflicto por territorios con otros tipos. Sin embargo, antes de que puedan seguir corriendo, FatGum se interpone en su trayectoria haciendo que choquen contra su enorme cuerpo. Antes de que puedan hacer nada, el héroe los apresa entre sus brazos y comienza a aplastarlos contra su grasa. Sin embargo, uno de ellos cambia la forma de su cuerpo y consigue escapar solo para ser atrapado por varios tentáculos provenientes de las manos de Tamaki.
— ¡¿Y este pulpo?! —exclama el tipo sorprendido.
— Eso es cruel —farfulla Amajiki con aspecto de estar dolido por semejante simplificación de su don.
— ¡No es un insulto! ¡Es lo que parece! —exclama Kirishima intentando animarle.
Tamaki usa sus tentáculos de pulpo y su otra mano convertida en almeja para asestar varios golpes secos al maleante. Tras dejarlo fuera de combate, coloca uno de sus pies transformado en una pata de pollo sobre este para impedir que se levante y extiende dos alas.
— Me pregunto si lo habré hecho bien... —dice Tamaki.
— ¡Ha estado genial! —le responde Kirishima— ¡Has utilizado tu singularidad muy rápido! ¿Verdad Tenshi?
— ¡Sí! ¡No sabía que eras tan hábil! —respondo yo.
— Eso solo demuestra que antes pensabas que no era bueno —me dice el de cabello oscuro.
— ¡N-No quería decir eso! —respondo intentando arreglarlo, aunque tratándose de alguien como Amajiki, es difícil.
— Suneater está al nivel de los profesionales, pero necesita más confianza —dice FatGum mientras la policía se encarga de los matones que había atrapado— ¿A que sí?
Toda la multitud comienza a vitorear a Tamaki, pero lejos de sentirse orgulloso, el de tercero parece sentirse más bien acorralado y bastante incómodo. No puedo evitar mirarle comprensivo, yo también me sentiría de forma parecida si un montón de gente empezará a vitorearme. Es ahora cuando todos están más centrados en Tamaki y ya me noto algo sobresaltado... Todo parece haber acabado bien hasta que de repente FatGum se abalanza contra nosotros.
— ¡Un arma! ¡Al suelo!
Al escucharlo rápidamente transformo mis alas en su versión metálica mientras intento cubrirme con ellas. Todo pasa muy rápido, por lo que ni siquiera sé si me habría dado tiempo a protegerme. Pero, por suerte o por desgracia, el objetivo de la bala es Amajiki.
— ¡Suneater! —exclama Kirishima poniéndose rápidamente entre el matón con el arma y Amajiki.
— ¡Chicos! —grita FatGum todavía corriendo hacia nosotros.
Un segundo disparo se escucha y algo impacta contra la cabeza del pelirrojo. Por suerte, este estaba endurecido, por lo que no le hace ningún daño y rápidamente se recompone del impacto. Pero, aun así, esto ya ha llegado demasiado lejos.
El matón comienza a huir al ver que el arma no ha servido. Kirishima corre tras de él, y Amajiki intenta usar sus dedos de pulpo para capturarlo, pero por alguna razón su singularidad no se activa.
— ¡Amajiki! ¡¿Estás bien?! ¿Ocurre algo? —pregunto acercándome preocupado hacia él.
— ¡No te adelantes! ¡Podrías salir herido! —le grita FatGum a Kirishima— ¡Suneater! ¡Dark Wings! ¡Os dejo esto a vosotros! Llegarán más héroes dentro de poco, ¡Trabajad con ellos! —exclama antes de salir corriendo en dirección hacia el pelirrojo.
— ¡No estoy herido! ¡Pero mi singularidad no se activa! —dice Tamaki.
— ¡¿Qué?! —exclamo sorprendido.
— No sé qué está pasando... —dice el de tercero bastante nervioso.
— Qué raro... Recibes un disparo, pero no te provoca ninguna herida y ahora no puedes usar tu singularidad... ¡Creo que la bala tiene que tener algo que ver! —digo analizando la situación.
— Es posible... Por ahora mejor hacer lo que nos ha dicho FatGum —me responde Tamaki.
— ¡No te muevas! —exclamo empujándolo para obligarle a sentarse— ¡No sabemos qué es lo que te ha pasado! ¡Podría afectar también a otras cosas además de tu singularidad! ¡Es mejor que te quedes aquí quieto! Yo me encargo de hablar con la policía —exclamo tomando rápidamente la iniciativa.
— ¿Sabes lo que tienes que hacer? —Me pregunta él.
— Solo es hablar con los policías e informar a los héroes que lleguen. No debería ser tan difícil, ¿No?
Amajiki intenta decir algo, pero parece desistir. No sé cómo tomármelo, pero no es el momento de pensar en eso. Le dejo sentado donde estaba y me acerco al matón que había noqueado. Lo agarro y lo llevo hasta donde se encuentran los policías terminando de arrestar a los otros. Estoy un poco nervioso. A pesar de que poco a poco haya ido mejorando mi confianza y seguridad, sigo sintiéndome bastante incómodo a la hora de interactuar con desconocidos. Y todo lo que está ocurriendo ahora mismo solo lo hace peor.
— Gracias por ayudarnos —exclama uno de los policías al verme mientras se acerca para ayudarme a llevar al matón y esposarlo—. Son de una banda que vende drogas y artículos ilegales. Estábamos esperando una oportunidad como está para poder atraparlos.
Iba a responder al oficial, pero Tamaki aparece por detrás de mí y me interrumpe. ¿Acaso no le había dejado claro que tenía que quedarse quieto?
— ¿Entonces no puedo activar mi singularidad por uno de esos artículos? —pregunta el de tercero.
— ¡¿Eh?! ¡¿Qué haces aquí?! ¡¿No te había dicho que te quedaras allí sentado?! —pregunto algo molesto y preocupado.
— Muérete insecto —le responde el matón de repente. El tipo es tan rudo y Tamaki tan inseguro que acaba haciendo que mi compañero vaya a ponerse de cara a una pared.
— Oye... —exclamo mientras transformó una de mis alas en su versión metálica y la acerco hacia el matón con el afilado filo de las plumas apuntando hacia él— Creo que deberías bajar ese tono... Ese insecto te ha vencido de la forma más humillante posible. No te hagas el gallito ahora.
Lo digo de forma tan sería que el mismo villano parece asustarse y retrocede nervioso. Los policías deciden llevárselo con los demás hacia los coches.
— Nosotros nos encargamos del resto —exclama el oficial que me había ayudado a traer al villano antes de marcharse.
— Uff, menos mal que ya ha acabado —digo soltando un profundo suspiro—. No me gusta esto de hacer de poli malo... Sé que era un villano, pero, aun así, me siento bastante mal...
— Si parecía que te saliera natural... —dice mi compañero desde la distancia.
— ¡¿Eh?! ¿Qué significa eso? —pregunto yo algo molesto por la supuesta presunción por parte del de cabello oscuro.
— Nada... Gracias —dice Amajiki rápidamente antes de seguir con la cabeza contra la pared en silencio.
— ¡No es nada! —respondo feliz— Espero que no te haya afectado lo de ese tipo. Ahora lo mejor es esperar a que vuelvan FatGum y Red Riot para ver qué es lo que le ocurre a tu singularidad.
Al poco tiempo los dos regresan y Kirishima nos cuenta todo lo que ha pasado con el villano. No se corta ni un pelo a la hora de dar detalles sobre cómo de repente se inyectó algo y mejoró enormemente su singularidad por un corto periodo de tiempo.
— ¿Potenció su don? Si no me equivoco, prohibieron esa droga en Japón. No duró mucho tiempo, por lo que debe de ser alguna copia asiática. La de Estados Unidos dura varias horas... —exclama FatGum.
— ¡Sabes mucho del tema! —dice Kirishima.
— Ya llevamos bastante tiempo trabajando junto a la policía con este tema...
— ¡Fat! —grita un policía corriendo hacia nosotros— El arma que el villano ha usado... Parece que alguien la ha destruido con un don, pero incluso con los trozos que quedan se puede ver que no es un arma normal —dice mostrándonos una bolsita con varios trozos metálicos dentro—. Lo investigaremos y os informaremos.
— Gracias por la molestia —responde el héroe.
— ¿Destrozado? —digo preocupado— ¿Eso no significa que había otro de ellos escondido y que ha escapado después de borrar las pistas? ¿No podría tratarse de alguien que trabaje directamente para los que les pasan la droga?
— ¡Eres muy observador! —Me felicita FatGum mientras me revuelve el pelo— Veré a ver si podemos sacar algo de información de lo que queda de la pistola...
— ¡Quiero ayudar! ¿Alguna idea de a quién preguntarle? —digo bastante motivado.
— No tan deprisa Ten... Que diga, Dark Wings. Ya nos preocuparemos de eso más tarde. Ahora hay otros asuntos más importantes —me responde el héroe con una amplia sonrisa. Parece que le gusta mi actitud, y eso me alegra.
— Por cierto, ¿Estás bien? —le pregunta Kirishima a Tamaki.
— Es deprimente —es lo único que responde el de cabello oscuro cubriendo su cara con su capucha.
— No poder usar tu singularidad debe de ser terrible —dice el pelirrojo.
— Y además habéis tenido que defenderme... Igual que Mirio. Brilláis como el sol —exclama el de tercero.
— Y tú brillas por habernos traído aquí —responde Kirishima.
— ¡Y te enfrentaste sin dudarlo contra ese matón! —digo yo intentando ayudar a mi compañero a animar a Amajiki.
— ¿Vamos al hospital a que os examinen? —pregunta FatGum— A mí también me gustaría investigar algo. ¿Qué os parece si pasamos por la agencia y luego vamos allí?
— Sí —respondemos los tres.
El siguiente día que fuimos a clase, todos se acercaron a nosotros. Se ve que la actuación de Kirishima había sido lo bastante impresionante como para salir en las noticias y por el simple hecho de que yo estaba ahí, también me nombraron en el artículo, aunque yo no hice nada interesante. Tsuyu y Uraraka también aparecieron en otra noticia.
Sin embargo, no tengo tiempo para preocuparme por si salgo en las noticias o no. El hecho de aquella bala que desactivó la singularidad de Tamaki por un tiempo es demasiado extraño. ¿Qué hacía una pandilla de matones con algo así? Es cierto que eran traficantes de drogas, pero... Comerciaban con una copia asiática de una droga potenciadora porque no podían acceder a la estadounidense... Pero, aun así, alguien destruyó la pistola y la munición. Podría habernos servido para obtener información...
Esa intriga me atormenta durante los siguientes días, impidiéndome concentrarme lo suficiente. Mis amigos parecen notarlo, ya que se acercan de vez en cuando a preguntarme por lo que estoy pensando. Por ahora no les he dado muchos detalles de lo que ocurre. Tampoco es que pueda darles más con la información que tengo. Sin embargo, toda esa preocupación pasa a un segundo plano cuando Uraraka y Tsuyu nos dicen que la agencia de Ryukyu también va a colaborar con la de Nighteye para investigar los extraños movimientos del Shie Hassaikai. Eso es suficiente para que vuelva a darle importancia a ese tema que casi había dejado de lado poco después de que FatGum nos lo dijera mientras comíamos antes de comenzar a patrullar.
El hecho de que Kirishima, Uraraka, Tsuyu, Deku, Mirio, Tamaki, Nejire y yo vayamos a trabajar juntos contra un grupo de mafiosos ya es bastante para ocupar todos mis pensamientos. El hecho de que al parecer el Shie Hassaikai esté colaborando en algo con la Liga de Villanos solo lo hace peor todavía.