-¡Aziraphale!- Grite con todas mis fuerzas -¡por favor donde estas!- Corrí a mi alrededor -¿donde estás mi amor?- Seguí corriendo hasta que vi un conjunto de pelos ondulados de un niño con ojos rojos -¡por el amor de satan, ¡Adam!- Este me mira y yo me acerco corriendo que veo a mi ángel levitando en frente suyo -ay dios- llegué a ellos y me puse a la altura de mi ángel, mis lágrimas amenazaban con salir sostuve su cuerpo y este pareció que dejo de levitar y me encargué de cargarlo en mis brazos, su ropa estaba toda llena de sangre -mi amor que te han echo- lo apreté fuertemente, sentír su calor y sentir su corazón latiente contra mi fría piel hizo que sonría, Adam susurra algo y sentí como su cuerpo se mueve levemente y abre sus ojos, haciendo que que me muerda los labios mientras sonrió, tan feliz.
-Esto- intentó respirar, -para la próxima... Te compras uno de chocolate- yo me rio mientras lloro, mi ángel intenta sonreír como puede, le beso la cabeza y miro a un costado a Adam, lo noto algo tímido. -Esta bien, está algo débil nada más...- Me senté para poder acomodar a mi ángel encima mío
-¿Él iba a morir?- Me pregunta yo solo asiento sin dejarse ver a mi Michael, le acariciaba la mejilla mientras contemplaba su rostro, sentí a Adam al lado mío, su mano se apoyó en la cabeza de Azi, no tardó mucho que este responda ante ese gesto.
-Hola mi niño- un susurro opaco se escuchó, se escucha tan debil pero esta bien y eso es lo que importa, este me mira y yo le planto un beso fugaz -al final- tose un poco -si era peligroso salir- yo me limpio las lágrimas con la remera y asiento -quiero ir a casa- intenta levantarse y yo lo ayudo, hago que pase su brazo por mi hombro rozo su espalda y este suspira.
-Puedo ayudar- acota Adam, yo le miro.
-¿Puedes?- Le pregunto, controla al realidad a fin de cuenta.
-Supongo que si- cierra sus ojos, y frunce el ceño, la ropa ensangrentada empieza a tornarse cada vez más blanca, como si esa sangre no hubiera estado, hasta no ver ningún rastro -creó que ya está, ¿cómo te sientes?- Yo miro a mi ángel.
-Mejor mucho mejor, que alivio dios mio. Aún duele un poco pero ya se está yendo. Gracias mi niño- este sonríe.
-¿Adam, como llegaste aquí?- Le pregunto, el frunce el ceño.
-Si este es mi bosque- eso suena lógico, caminamos juntos aunque dejó que el ángel se apoye en mi por si acaso, hasta que vimos la carretera, yo chasqueo los dedos para que aparezca mi hermoso auto, Adam abre la puerta de copiloto y yo le acomodo, -yo me iré a mi casa, ya está oscureciendo, nos vemos en la próxima- me di la vuelta y me senté de piloto.
-¿Estas bien?- Le tocó la pierna y este me mira un poco triste.
-No, pero físicamente estoy mucho mejor, gracias por todo- yo hago una mueca y empiezo a conducir. El sol esta apunto de ocultarse las horas ya terminan pero por suerte no llegamos tarde a la librería, Azi baja solo sin ayuda pero aún así le sostuve de la cintura por si acaso, eso no pareció molestarle. Entramos a la librería, la puerta hizo aquel ruido característico y él se soltó de mi -voy a hacer un café- se aleja, yo miro al costado donde la carta seguia ahí atormentando y un reloj que decía ahora cuatro... Cuatro horas en este lugar, suspiré alto e intenté caminar como si mis piernas no estuvieran a punto de fracasar, camine hasta el sillón, Azi que no tardo en aparecer con dos tazas de café muy características la de las alas y otra negra con el mango de serpiente, y roja por dentro.
Me la entrega y yo la acepto agradeciéndole, se sienta a mi lado, chasquea los dedos pero nada pasó eso lo hace hacer una mueca y suspira.
-¿Qué es lo que habías pedido amor?- Le pregunté, el repite la mueca.
-Unos pastelitos lo vi cuando veníamos pasamos por una pastelería y se me habían antojado- dice apagado, yo chasqueo mis dedos y aparecen en la mesa esos y una caja de una pizza a lo lejos. Haciendo que se ría
-Aww gracias querido- me da un beso en la mejilla- ¿y la pizza por qué?- Yo me rió y doy un sorbo de café, el calor es satisfactorio en mi paladar.
-Es que igual pasamos por una pizzería así que me adelanto a tus deseos- also los hombros pero al mirar a un costado Azi me miraba sin decir nada -¿qué pasa?- El sonrió angelicalmente.
-Que eres muy hermoso David- mis mejillas se enrojecen -perdón por haber tardado en verlo-, como puede ser que hace unas pocas horas sentía que lo perdía para siempre y ahora me avergüenzo por sus cumplidos... Que no termine nunca.
Azi agarró un pastelitos y lo degusto, no dije nada solo seguí tomando el café pensando en lo mejor que cambio mi manera de ver la vida, de verle a el, con su sonrisa dulce y su embriagante olor, Azi se mueve para llamar mi atención yo me rio porque me di cuenta que me quede divagando y ya no hay pastelitos y mi taza ya no tiene café, la apoye en la mesa.
-Te había preguntado- le mire -¿cuanto tiempo queda?- Yo miro al costado, me estiro para poder apreciar el reloj donde dos horas aparecen en rojo, ¡no puede ser dos horas! ¿Hace cuanto?, No quiero.
-No quiero- bufé angustiado, el corazón se me acelera y Azi me sostiene de los hombros.
-Hey hey, respira por favor- yo me abrazo a el -¿por qué?-.
-No quiero irnos de aquí- Azi se separa de mi.
-¿Qué estás diciendo?- Me paro -como no vas a querer volver, tenemos una vida allá- yo me giro rápido y muevo mis manos.
-Y otra acá, te perdería, ya no podríamos seguir juntos- me muerdo en labio -es un poco egoísta después de lo que hoy pasaste- lo siento tensarse ante el recuerdo -llámame loco, pero me gusta esto- me acerco y me siento rápido para así agarrarle de los hombros -ser un demonio, inmortal... Contigo- el tiene la boca abierta un segundo y luego niega.
-Ese es Crowley que te está afectando- yo niego y agarro su mano firmemente.
-Soy yo, David- Michael se acomoda en el sillón extiende su otra mano y agarra la caja de pizza y agarra una porción, yo me suelto y camino intentando expresarme lo mejor que puedo, -Michael- escucho que hace un ruido -ven aquí- inhaló y exaltó mientras lo veo pararse y acercarse a mi, le miro en frente mío -es verdad lo que te dije, yo me siento así- doy un paso hacia adelante haciendo que el se incline hacia atrás sin dar un paso hacia atrás, -todo esto que estuvimos sintiendo es por algo más allá de de un ángel y un demonio yo- lo sostengo de los hombros, le siento estremecerse. Me mira callado esperando que siga -yo...- Miro a abajo un segundo mientras respiro hondo y luego lo vuelvo a enfrentar -yo, estoy completamente enamorado de ti y siendo que esto nació antes de estar aquí- sus ojos se agrandaron -desde que te conozco siento una conexión entre nosotros, trabajar juntos siempre fue genial e insoportable.
-¿Insoportable?- Me pregunta en un tono bajo.
-No poder ocultar todo lo que siento por ti- Corto el discurso con un profundo beso que tímidamente me corresponde, yo bajo mis brazos hasta su espalda y tiro de ella para pegarnos más, el apoya sus manos en mi cuello permitiendo disfrutar de el más profundamente, su sabor a pastel y pizza es una combinación que no me debería gustar pero ahora mismo es muy adictiva, doy pasos torpes sin interrumpir el beso hasta la sala, creía que iba bien hasta que golpee con la mesita de luz, nos reímos al respecto, el ángel me agarra de la mano y me lleva al sillón. Yo me siendo en el, le iba a hablar pero no me dejo porque me volvió a atacar mis labios, me reí entre el beso, sostuve su cintura para pegarlo a mi, apoyándome en el, me separaré a apreciarlo, tenia el pelo un poco despeinado y sonreía. -no me contestaste- le reclame, el se mordió el el labio pero se sonrojó y miro a un costado, dejando acceso para que yo pueda besar dulcemente su cuello, eso le hizo temblar.
-Yo... Te amo ¿lo sabes no?- Yo solo emití un sonido mientras le besaba en todo el alrededor, el suspiro gustoso. -¿David?- Me dice con vos entre cortada -¿tu te quedarías encerio en este mundo por nosotros?- Yo le miro seriamente, agarro sus mejillas y ataco sus labios...
Me estiro, me crujen mis hueso ante aquella acción, abro mis ojos me siendo muy cansado, mi cuerpo está muy adolorido -me duele todo- me tocó la cabeza siento el calor que se desprende de mi frente, me percato de eso me siento en la cama y al fin visualizo mi entorno, el viento del exterior se escucha muy fuerte a lo lejos, el conjunto de las cosas de mi camerino hace que abra mis ojos con sorpresa, hay una luz prendida en el vestidor -Azi- respiro agitadamente -donde donde- miro buscando algo que me ayude a comprender hasta que poso mi vista en el espejo me levanto rápido hasta verme en el. Doy un paso atrás al verme -David- escucho mi corazón late asustado, veo a un costado que estaba Azi con una remera y el color del pelo menos marcado. -Michael- digo suave.
——————
Cada vez menos *miedo*, dos caps en un día subí así no se sentían muy nerviosos por el anterior cap como termino, si no hice mal mis cuentas entramos a últimos tres capítulos
Nos vemos mañana <3