—¿A quién trajiste?— preguntó un HaeChan emocionado mientras veía alrededor como cada vez la playa se acercaba más.
—No recuerdo el nombre, pero mi madre dijo que era alguien muy bueno. — respondió Mark pedaleando su bicicleta, el rubio iba sentado en la parrillera en forma de indio sin sujetarse de nada, era el único ser vivo que iba así.
—Debieron pagarle mucho para que aceptara venir tan rápido.
—Le dije a mi madre que le diera mi mesada, pero ella le pagó por su cuenta.
—¿Tu mesada? ¿planeabas pagarle con una jodida mesada? Mi mesada como mucho me alcanza para un detallito… me alegra que tengas dinero, así cuando se me antoje algo no tienes excusa.
Siguieron conversando hasta llegar a la playa, caminaron tomados de la mano hasta la casa de madera para dejar la bicicleta y HaeChan se cambiara y tomara la tabla. A salir sus ojos captaron a una persona surcando las olas con una maestría increíble, Mark supuso que era el instructor. Caminaron hasta unos metros lejos de la orilla. Sus quijadas casi se van al suelo al ver tanta exquisitez, ese hombre era jodidamente bueno, aunque no supieras nada del surf podías deducir que estaba en un nivel experto, lo que realizaba te dejaba embobado.
El hombre salió del agua como si un actor en pasarela se tratase, dejó su tabla en la arena y se quitó los lentes de sol que cubrían sus ojos. —¿A quién tengo que entrenar?— dijo, su voz angelical contrastando con lo atractivo que era.
La quijada de HaeChan se fue al piso apenas distinguió quien era el sujeto, Mark lo miró confundido. —¿Lo conoces?
—¡¿Acaso tu no?! ¡Es el mismísimo Byun BaekHyun!— exclamó con los ojos bien abiertos.
—¿Quién?
—¿Cómo que quien? ¿acaso vives debajo de una piedra que no me conoces?— habló el tal BaekHyun indignado poniendo una mano en su cadera.
—Es un surfista de gran reconocimiento y esposo del mismísimo Park ChanYeol, también es el modelo a seguir de DongHyuck. — le aclaró HaeChan a su confundido novio.
—Ah, no sabía quién era el esposo de Park ChanYeol, como mucho lo conocía a él por sus películas.— Mark se encogió de hombros.
—No puedo creerlo, DongHyuck soñaba con conocer a ese tipo y tú lo traes así como si nada. El poder del dinero.— HaeChan aún estaba impactado.
—Supongo que es al tuerto a quien debo entrenar. — dijo BaekHyun al mirar que era el único que estaba en traje de baño.
—¿Cómo me dijiste?— el rubio frunció el ceño.
—Tienes un parche, ¿no te falta un ojo?— dijo como si fuera algo obvio.
—No me falta nada, no deberías opinar si no sabes. — bramó, este tipo junto con Park ChanYeol eran la couple favorita de él y DongHyuck, eran grandes fans fudanshis de ellos, pero no le gustó como lo llamó.
—Ajá. — BaekHyun se peinó el cabello desinteresado. —No te creas mucho por ser un rubio ojos azules, me la pelas.
HaeChan infló las mejillas ceñudo, ¿Qué le pasa a este? Mark por su parte solo se echó a reír con ganas. —¿De qué te ríes? ¿no vas a defenderme?
—Nop, y me río porque se parece un poco a ti. — dijo divertido.
—¿Yo? ¿parecerme a alguien? Jamás, yo soy único. — aclaró BaekHyun.
—Lo mismo digo. — HaeChan resopló.
—Bueno, bueno, calmémonos. — dijo Mark. —Yo fui quien te mandó a buscar, pero es a mi novio aquí presente al que enseñaras. — tocó el hombro del susodicho.
—Ok.
—Espera, antes de empezar tómanos una foto. — pidió HaeChan corriendo junto al hombre. —Cuando Hyuck despierte quiero que vea que conocí a su ídolo.
Mark obedeció sacando su celular, ambos surfistas posaron a la cámara, cuando la primera estuvo lista HaeChan se cambió el parche dejando a la vista el ojo morado.
—¡Ah! ¡Tienes un ojo morado!— gritó asombrado BaekHyun. —¿Por qué lo cubres? Es muy bonito, el azul también, pero wahhh ¡Es morado!
—Una larga historia.
HaeChan estuvo satisfecho con ambas fotografías, cada una era de un concepto diferente, en la que mostraba su ojo azul era “¡Conocía a mi ídolo!” mientras que la otra era “¡Conocí al esposo de Park ChanYeol!
—Dile a tu esposo que lo amo. — pidió el rubio recibiendo una mala mirada de su novio.
—Con gusto. — BaekHyun se encogió de hombros.
—Estarás en el Work It, ¿cierto?— preguntó Mark.
—Nop, el ganador irá a Australia que es donde vivo actualmente para que despegue su carrera profesional, no iba a venir para Japón, pero por la cantidad que me pagaste no lo pensé dos veces. — se encogió de hombros. —Empecemos por el principio, ¿Qué conocimiento tienes sobre esto?— le habló al rubio.
—Que es en el agua y se usa una tabla. — Mark golpeó a su novio por esa respuesta tan vaga.
BaekHyun asintió. —Bien, será un entrenamiento desde cero.
—Sí, pero necesito ser el puto amo de las olas en dos semanas. — aclaró ese pequeño detalle.
—Ajá. — lo miró con una expresión de: si bueno, ¿Quién tiene hambre? —En dos semanas como mucho, bajo mi tutela, estarás en un 30% del camino.
—Pues aceleremos el proceso, necesito ser el mejor de los mejores.
—Eso es imposible, porque el mejor de lo mejor soy yo.
—Eso es porque mi bastardito aun no salta al estrellato, cuando eso pase te quitara el trono. — HaeChan lo miró con autosuficiencia.
—No puedo esperar mucho de alguien al que le dicen bastardo. — BaekHyun lo miró de igual forma ignorando el hecho de que él le decía a ChanYeol “mi hijo de puta favorito”
—Déjense de discusiones absurdas y comiencen, cada segundo es crucial. — dijo Mark cruzándose de brazos.
—Absurdo quien ves en el espejo al peinarte, tarado.
—No insultes a mi novio. — HaeChan gruñó.
—Bien. — BaekHyun se acercó al rubio poniéndose firme. —¿Estás dispuesto a aceptar mi entrenamiento estúpidamente imposible? Si estás dispuesto en dos semanas serás algo muy bueno.
HaeChan se quejó internamente, ¿así se sentían los chicos cuando él les decía algo parecido? Miró a Mark, quien le asintió como si supiera exactamente lo que estuviera pensando. Hizo un pequeño berrinche. —Estoy dispuesto.
Esperaba que DongHyuck valorara su esfuerzo cuando estuviera de vuelta.
BaekHyun era muy agradable y divertido, en cierto punto sí se parecía a HaeChan aunque ninguno de los dos lo aceptara, pero no hablaba en broma al decir que no iba a ser algo fácil. Lo estaba tratándolo como si de un muñeco se tratase, gritándole los errores y diciéndole mil y un improperios al ver como decía dizque quería ser el puto amo cuando ni siquiera podía montar una ola.
HaeChan estaba dando su mejor esfuerzo, asintiendo sin rechistar a las indicaciones de BaekHyun. No iba a mentir, era difícil, ya que no lo estaba haciendo porque de verdad quería aprender, pero a pesar de eso el simple hecho de recordar que lo hacía por su DongHyuck le daba un millón de ánimos más. Debía hacerlo, mejorar y ser el mejor para ser un decente sustituto de su bastardito. No se rendiría, eso jamás.
BaekHyun lo dejó libre muy tarde, alegando que lo quería mañana a primera hora para volver a torturarlo, HaeChan solo asintió.
Cuando llegaron a la casa del rubio, este exigió ser cargado hasta su habitación alegando que estaba destruido así que Mark al ser su buen novio debía cumplirle el deseo, este rodo rodó los ojos divertido y sin rechistar tomó a HaeChan entre sus brazos llevándolo hasta su cuarto.
—¡Ah! ¡Me duele todo! ¡Me muero! Aggg. — gritaba exageradamente mientras subían las escaleras.
—Me aturdes, cállate. — dijo Mark llegando al segundo piso.
—Estúpido, debes consentirme, no maltratarme. — puchereó.
—Me da flojera. — Mark entró a la habitación y se dirigió directo al baño, bajó al rubio y empezó a llenar la bañera con agua tibia.
—Eh estado metido en el agua todo el día, lo que menos quiero es bañarme.
—Tienes que sacarte toda el agua de playa.
Mark salió del baño dejando que HaeChan se bañara, minutos después el rubio salió con una toalla amarrada a su cintura. Empezó a vestirse.
—¿Te quedaras hoy?— le preguntó al canadiense.
—Sí, ya es muy tarde para volver.
Mark se levantó de la cama y se dirigió hasta su novio, quien se ponía el parche. Lo tomó de la cintura y lo arrastró hasta el espejo de cuerpo completo que reemplazaba al anterior. —Cariño, dime, ¿Qué ves?— preguntó mientras lo abrazaba.
—Eh, ¿mi reflejo?— respondió confundido.
—¿Qué más?— dejo reposar su barbilla en el hombro del contrario.
—A ti.
—Vamos, sabes que hay algo más.
HaeChan trató de averiguar a qué se refería Mark. Luego suspiró al entender lo que quería decir. —A DongHyuck…
Era cierto, desde hace unos días había estado tapando su ojo purpura dejando al descubierto el azul zafiro. Era el ojo que representaba a DongHyuck, cuando era visto automáticamente cualquiera sabía que era DongHyuck, y le dolía, cada vez que lo veía le recordaba lo incompetente que fue, le recordaba que su Hyuck no estaba por su culpa. Era doloroso, a pesar de que era el mismo rostro, no se veía a él, veía a DongHyuck.
—¿No te estás haciendo daño al tapar tu ojo púrpura?— Mark le hablaba con suavidad.
—Pero…
—Sé que estás esperando a que DongHyuck regrese, pero tú no eres él. — Mark elevó su mano hasta el parche. Lo quitó. —Tú eres HaeChan, no DongHyuck. Entiendo que lo extrañes y te estés esforzando por él, pero no debes olvidar tu identidad. — acarició su mejilla, la del lado derecho. —¿No crees que es mejor quitar el parche? Dejarás al descubierto ambos ojos, dejaras claro que eres tú, pero aun verás el azul que representa a Hyuck, recordándote porque sigues adelante y que aún está allí. Ambos estarán presentes, ambos son uno y estarán juntos.
A HaeChan le dio un escalofrío por toda la espina dorsal, tan fuerte que tuvo que abrazarse a sí mismo. En sus coloridos ojos se acumularon lágrimas cargadas de miles de sentimientos. Mark tenía razón, él no era DongHyuck, él era HaeChan, ocultar su ojo morado era como ocultarse a sí mismo. Pero a pesar de ser diferentes y vivir por separado seguían siendo el mismo, ambos eran un chico de ojos de diferentes colores y cabello rubio.
—Además, me gusta ver tus dos ojos.
HaeChan asintió, alzó la mirada y se admiró frente al espejo. Él era Lee HaeChan, alguien desesperante y exótico, pero allí también estaba Lee DongHyuck, su hermosa contraparte, alguien tranquilo y de alma pura. Ambos estaban allí, pero seguía siendo él.
—Debes dejar de vivir siendo la sombra de DongHyuck.
HaeChan se giró, enrolló sus brazos en el cuello de Mark y juntó sus labios en un beso lleno de cariño.
—Te quiero, Mark.
—Y yo a ti, HaeChan.
+
BaekHyun pegó el grito al cielo al verlo sin el parche, alegando lo bien que se veía, incluso les sacó un montón de fotos juntos para después alardearle a sus conocidos que había conocido a alguien muy particular.
Los días fueron pasando con velocidad, HaeChan practicaba arduamente, mejorando increíblemente rápido para sorpresa de BaekHyun. No tenía un solo segundo dónde no estuviera metido entre las olas, su determinación y energías se encontraban por las nubes, tomándose el asunto con suma seriedad e importancia, tenía entre ceja y ceja ganar el Work It como regalo para su bastardito. Tuvo que pedirles disculpas a los chicos por detener sus ensayos, pero ellos le dijeron que no se preocupara en absoluto por ello, en cambio que no tuviera distracciones y diera su cien por cien.
Terminaba muy agotado, pero no le importaba. También había estado cuidándose mucho, en su alimentación e imagen para que cualquiera que viera a Lee DongHyuck en la competencia se le quedara su rostro y nombre grabado en la mente para el resto de sus vidas.
Y antes de que se diera cuenta, el día llegó.
No supo en que momento, pero ayer ya se encontraba despidiéndose de BaekHyun, quién fingía llorar escandalosamente, diciendo que fue un enorme placer enseñarle a alguien tan inepto que creía que el surf era pan comido, lástima que había sido por tan poco tiempo.
Al final ambos de verdad terminaron llorando abrazándose en el aeropuerto cuando Baek estaba a punto de volver a Australia. Ambos prometiéndose mantenerse en contacto.
Ahora HaeChan estaba en su habitación a un par de horas del Work It, observando la tabla de surf con insistencia. A sus espaldas, Mark lo observaba preocupado.
—Bebé, ¿estás bien?
—Claro. — respondió en un hilo de voz.
—Estás temblando. — señaló, el cuerpo de su novio tiritaba de manera alarmante y poco natural.
HaeChan se giró con brusquedad, tenía los ojos bien abiertos y los labios encorvados hacia abajo, gruesas lágrimas recorriendo sus mejillas.
—¡Estoy demasiado nervioso!— gritó. —Algo va a salir mal, pero no sé qué. Miento, ¡Si lo sé! ¡Yo soy lo que saldrá mal! ¡Tengo mucho miedo!
HaeChan empezó a llorar de manera escandalosa, como un niño pequeño que perdió a su madre en el parque. Mark corrió a abrazarlo.
—No digas esas cosas, lo has hecho bien, no debes pensar que algo saldrá mal.
Y no mentía, cualquiera que viera a HaeChan pensaría que lleva tiempo en el surf, el chico entrenó muy duro cada segundo, actualmente estaba en un nivel bastante decente.
Además de que Yeji no había aparecido de la nada para advertirle de algo malo, así que creía fielmente que nada saldría mal.
—Pero no le llego ni a los talones a DongHyuck, estoy asustado de dejarlo mal, ¿y si todos allí son grandiosos? Yo quedaría como una pulga pisoteada, pero lo peor será que todo el mundo pensará que quien lo hizo terrible fue DongHyuck.
—Tranquilízate. — Mark lo tomó de las mejillas y le alzó el rostro. —Lo has estado haciendo estupendo, debemos aferrarnos a que todo saldrá bien. Yo confío en ti.
—¿Y confías en que estoy a la altura de DongHyuck?
No contestó.
Porque la respuesta era sencilla: no. Por mucho que HaeChan lo hiciera bien su habilidad no era increíble como la de DongHyuck, después de todo no podían compararse dos semanas a años de perfeccionamiento. Cuando veía a DongHyuck sinceramente era fácil imaginar que ganaría sin problemas, con HaeChan era muy dudoso ese resultado.
—¡¿Lo ves?! ¡Será un desastre! Sabía que esto era una mala idea. — el rubio se soltó del agarre y comenzó a caminar por toda la habitación restregándose la cara.
—¡Hey!— el canadiense lo detuvo sosteniéndolo por los hombros. —No vas a echarte para atrás a estas alturas. Debes dar la cara por DongHyuck.
—Pero…
La puerta se abrió, dejando ver a Johnny. —Es hora, HaeChan.
Gritó. —¡Tengo miedo! ¡No puedo hacerlo!
—¡Si puedes y lo harás! El rey tirano no le tema a nada, demostrarás que el sudor que derramaste valió la pena, obtendrás la victoria del Work It y se la regalarás a Hyuck. Sabes que eso lo hará feliz, ¿no quieres eso?
Suspiró, debía armarse de valor, DongHyuck lo valía. —Bien. — asintió, cerró los ojos un momento mientras respiraba profundo. Tomó la mano de Mark y comenzó a caminar hasta la puerta. —Estoy listo. — le dijo a su hermano.
—¿Estás seguro de que quieres hacer esto?— Johnny demostraba su preocupación mientras entraba a tomar la tabla de surf.
—Más que nunca.
Bajaron al primer piso y posteriormente salieron de la casa. En una camioneta estaban todos sus amigos, los chicos de WayV, sus compañeros de la universidad y Taeil, quienes no tardaron en vociferar palabras de aliento tratando de animarlo. Sonrió ante ese apoyo, con más seguridad se subió a la camioneta.
En el camino recordaba cada cosa que aprendió en los últimos días, la voz de BaekHyun rondaba en su cabeza recordándole sus errores y los que trataría no cometer en el concurso. Sentir su mano siendo apretada por la de Mark le dio conforte.
Pero toda seguridad se esfumó con el viento frio cuando la camioneta se detuvo en la playa donde se llevaría a cabo el evento, era una diferente a donde DongHyuck siempre ensayaba. Estaba repleta de personas, en un área había dos mesas con personas sentadas detrás. Lo jueces, supo adivinar. En una estructura alta estaba un chico que gritaba un montón de cosas con un micrófono. El presentador, también supo adivinar.
Se sintió demasiado cohibido, no quiso salir del coche, pero Mark tenía razón, no podía echarse para atrás después de lo duro que trabajó. Así que dando una enorme bocanada de aire salió de la camioneta.
—¡Nuestro último participante ha llegado!— gritó el presentador, automáticamente las miradas de todos los presentes se dirigieron a él.
Un montón de gente se le acercó hablándole al mismo tiempo, saludándolo con enormes sonrisas y soltando muchas palabras que lo aturdieron. No reconoció a nadie, pero suponía que eran conocidos de DongHyuck de los antiguos eventos.
—¡Tiempo sin verte!
—¡Qué bien te ves sin el parche! Tus ojos son muy bonitos.
—Esperamos mucho de ti, DongHyuck.
—¡Sabemos que nos asombrarás como siempre!
Sonrió incómodo a la gente, solo atinó a asentir y saludar con la mano.
—Lo siento pero nuestro chico debe prepararse, agradecemos que lo dejen respirar. — dijo XiaoJun poniéndose en frente. —Por aquí por favor. — puso dos dedos cerca de su oreja mientras que con la otra empezó a guiarlo entre la gente, fingiendo murmurar indicaciones a través de un imaginario intercomunicador. —Ayuden a despejar el camino. — ordenó a los demás, quienes no tardaron en entrar también en el papel de guarda espaldas y poner la misma pose al tiempo que se abrían paso entre la multitud.
HaeChan carcajeó con fuerza logrando que algo de estrés escapara de su ser.
—¡Suerte, DongHyuck!
HaeChan se cambió por su traje de baño, luego volvió.
—Están entrenando. — dijo RenJun señalando a chicos y chicas surcando las olas en el mar.
—¿Yo debería hacer lo mismo?— interrogó inseguro.
—Si no quieres, no. — le respondió Mark.
—¡Rarito!
HaeChan no volteó aunque sabía perfectamente que lo llamaban a él, también sabía quién era el dueño de esa odiosa voz, así que menos le prestó atención.
—Hey, ¿no vas a saludar a un viejo amigo?
Sintió como alguien lo tomaba del hombro y lo giraba, miró sin expresión alguna al imbécil de HyunJin, quien lo miraba de vuelta con una estúpida sonrisa.
—¡Ah! No tienes el parche, que lindo te ves. — habló animado como si fueran amigos de toda la vida.
—Tú sigues igual de horrible.
HyunJin lo miró confundido. —¿Eres DongHyuck? No parece, ¿eres HaeChan?
HaeChan se cacheteó mentalmente. —No, soy DongHyuck— trató de cambiar su voz poniéndola más amable, la verdad no sabe cómo le salió.
—Ah, no pareces. — murmuró. —Bueno, ¿estás listo? Este año la competencia será más ruda. Entendible, ¿Quién no quiere conocer a Byun BaekHyun?
—Sí, pero no me preocupo, sé que le patearé el trasero a todos aquí, incluyéndote. — soltó una pequeña sonrisa.
—Woo, estás desatado, te pareces a HaeChan, me gusta. — sonrió arrogante. —Sinceramente tengo muchísimas expectativas en ti al igual que los demás competidores, ¿no estás asustado? Está no será cualquier competencia.
—Relájate, cumpliré con lo que esperan de mi bas- de mí. — se corrigió rápidamente. —No te sorprendas si terminas llorando luego de que te pisotee. — se encogió de hombros.
—Siempre me gustó tu confianza, pero esta vez no sé si soportarás la presión, todos esperamos que el gran Lee DongHyuck gane por cuarto año consecutivo, además el ganador conocerá al ídolo de todo surfista japonés.
HaeChan rodó los ojos. —Deja de joder HyunJin, eres como un mosquito molesto. No sé cómo Hyuck se fijó en ti. — murmuró lo último.
—¿Ah?
Sacudió su cabeza. —¿No deberías estar practicando? Si tanto me tienes miedo tendrías usar cada segundo para perfeccionarte, a mí no me hace falta, tengo esto en la bolsa.
—Ya practiqué, y estoy muy confiado.
—Bien, espero no dormirme en tu presentación.
—Yo en cambio tendré los ojos bien abiertos. Sorpréndeme, Lee DongHyuck. — le guiñó un ojo antes de irse.
—Odio a ese idiota. — gruñó Mark.
—No eres el único. — concordó YangYang.
—¡La hora a llegado! ¡El Work It finalmente a comenzado!— gritó el presentador. —Participantes y espectadores, posiciónense en las áreas indicadas.
—Suerte. — Mark besó rápidamente los labios de HaeChan, dedicándole una sonrisa tranquilizadora al final. —Lo harás genial, te quiero.
—Yo también. — le sonrió de vuelta antes de caminar hasta los demás participantes.
Toda le gente formaba un semicírculo a unos varios metros lejos de la orilla, a la derecha estaban los jueces mientras que a la izquierda de la playa estaban los participantes, eran varios, cada uno con sus respectivas tablas. El presentador llamó a la primera chica concursante, la multitud no tardó en gritar esperando ser entretenidos.
HaeChan respiró profundo, el cielo estaba totalmente despejado y el sol era abrazador, el aire frio golpeaba todo su cuerpo moviendo su rubio cabello. La arena estaba caliente y se escuchaban los gritos de la multitud animando a la talentosa chica que montaba las olas. Ligeras gotas lo mojaban, las aves volaban en el cielo despreocupadas. No era su territorio ni su estilo, pero estaba tratando de no pensar en nada.
No podía ver a sus amigos ni a Mark entre la multitud, pero trató de calmarse. Miró el número que le dieron mientras se organizaban: 6, era el sexto participante.
Nombre tras nombre fueron llamando a cada chico y chica que pasaban automáticamente a surfear; eran buenos, jodidamente buenos, demasiado para su gusto. Los nervios lo atacaron de nueva cuenta y la inseguridad se apoderó de él. Empezó a mordisquear su pulgar, ¿acaso estaba a la altura de todos aquí?
—Wow, sabía que la competencia iba a estar ruda, pero no tanto. — dijo HyunJin asombrado, el idiota era el número 5. —Pero nada comparado con el asombroso DongHyuck, ¿verdad?— se dirigió a él.
—Ajá…— respondió sin prestarle mucha atención, su mente divagaba en todo lo que aprendió haciendo a sus piernas temblar.
—Te ves nervioso, ¿dónde quedó el DongHyuck que tenía esto en la bolsa?— se burló.
HaeChan lo miró mal. —¿Podrías callarte? Aturdes.
—¡Y ese fue Seo ChangBin! Los rumores no exageraban al alabarlo tanto, ¡Tiene un talento genial!— exclamó el presentador cuando el participante número cuatro terminó con su presentación, el chico saludó a la audiencia al salir del agua. —¡Siguiente concursante a darlo todo por la victoria! ¡Hwang HyunJin! Uno de los favoritos locales para coronarse victorioso, ¡Asómbranos, HyunJin!
—Te dejaré boquiabierto, espero lo mismo de tu parte. — le lanzó un beso antes de salir corriendo al agua, saludó a la multitud antes de entrar al mar, los gritos apoyándolo no se hicieron esperar.
El corazón de HaeChan se detuvo.
HyunJin era insoportable, pero esta vez lo dejó en blanco.
Cada participante que había pasado estaba en otro nivel, impresionando y llenando las expectativas. Él en cambio… era un principiante de principiantes, era muy probable que solo hiciera el ridículo ante tanto talento.
Todo se quedó en silencio para él.
Iba a ser el hazmerreír, no tenía oportunidad frente estos chicos, ni frente al mismo HyunJin que ahora lo estaba haciendo jodidamente genial. Lo peor era que todos aquí pensaban que él era DongHyuck, para todos, iba a ser DongHyuck quien es un bueno para nada.
Esto estaba mal, ¿por qué? Estar en ese mismo instante apreciando a cada competidor, a los jueces, a la multitud vociferando encantada lo hizo darse cuenta de la realidad.
A DongHyuck no le haría feliz que él se presentase en su lugar.
DongHyuck siempre decía lo mucho que le gustaba ser apreciado por todos en lo que era bueno, su meta era que cada persona que viera el surf pensara en él y únicamente en él, siempre repetía que esto era lo suyo, que le encantaba demostrar lo asombroso que era en el deporte que amaba.
El sueño de DongHyuck era ganar este Work It, no que fuera sustituido por un principiante.
—¡Esto es increíble! ¡Los presentes aclaman la fantástica presentación de Hwang HyunJin! No sería sorpresa que fuera uno de los favoritos para ganar. — dijo el presentador cuando HyunJin terminó, este sonreía de manera altanera saliendo del agua. —Ahora es el turno de alguien que nos ha tenido emocionados desde que se supo de su participación, el ganador de las tres últimas ediciones, ¡Lee DongHyuck! ¡Sal y deléitanos con tu talento innato!
Las palabras del presentador hicieron que su corazón volviera a latir de forma desenfrenada. Si salía solo arruinaría la reputación de su bastardito. Además, el conocía a la perfección a DongHyuck, al tomar su lugar en vez de contentarlo, lo enfadaría.
No debía estar ahí.
—Participante Lee DongHyuck, ¡No nos tengas en espera y aparece! ¡Demuéstranos lo que has preparado para esta edición!— gritó el presentador al ver que no salía.
HaeChan apretó los dientes, con el estómago revuelto salió corriendo.
Mark estaba ansioso, ¿por qué HaeChan no salía? Todos estaban igual, los murmullos confundidos no se hicieron esperar.
—¿Qué pasa?— movía su pie ansioso, buscando con la mirada a su novio.
Abrió los ojos enormemente al tiempo que fruncía el ceño al ver a HaeChan corriendo hacia a su posición. Más que confundido miró a su novio cuando llegó hasta él. —¿Qué haces aquí? Ya es tu turno. — indagó. No supo descifrar la mirada que le dio HaeChan.
—Lo siento… no puedo hacerlo.
No le dio tiempo de decir algo más, HaeChan salió corriendo hasta tomar a Johnny del brazo y jalarlo consigo hasta la camioneta sin importarle estar descalzo o en traje de baño, Johnny estaba confundido y le pedía explicaciones pero HaeChan no se las daba. Cuando entraron a la camioneta el rubio le pidió cabizbajo que lo llevara a casa.
—No hagas preguntas, por favor…
Johnny cerró su boca, obedeciendo asintió y arrancó el auto.
Mark no entendía que pudo haberlo hecho cambiar de opinión, pero decidió no ir tras él, lo dejaría solo por el momento. Algo triste fue hasta los jueces y avisó que Lee DongHyuck no participaría, luego fue por la tabla de surf que el rubio dejó abandona en el área de los participantes.
—¡Qué pena! Me acaban de informar que el participante más esperado de la tarde lamentablemente no podrá presentarse por problemas de salud, es un pena, teníamos grandes expectativas, también perdió una gran oportunidad, ¡Que te mejores DongHyuck! ¡Te esperaremos el año siguiente!— tras las palabras del presentador la multitud comenzó a quejarse.
+
Mark tocó el timbre de la casa frente a él, no tardó mucho cuando fue atendido, Johnny lo recibió, al verlo esbozó una pequeña sonrisa que fue correspondida. Le cedió el paso así que entró a la sala de la casa.
—¿Cómo está? ¿Te dijo algo?— le preguntó a su cuñado una vez dentro.
—No, solo lloró mucho entre mis brazos ayer cuando llegamos. Le pregunté qué pasaba y me dijo que no era su deber estar en el Work It, luego dijo que estaba cansado y se encerró en su cuarto. Ahí ha estado.
—¿Puedo verlo?
—Claro, le vendrá bien tu compañía.
Con el permiso concedido Mark subió las escaleras al segundo piso, sus pies se dirigieron a la habitación de su novio. Tocó con sus nudillos la puerta de madera. —Soy Mark, cariño, ¿puedo pasar?
Una respuesta afirmativa llegó, sin esperar un segundo más tomó el pomo de la puerta y la abrió. Dentro observó a HaeChan acostado en su cama como estrella, con sus extremidades estiradas observando el techo. Mark cerró la puerta y caminó hasta la cama, sentándose.
—Hola.
HaeChan se sentó, se movió a un lado y palmeó el colchón invitándolo a sentarse junto a él, obedeció quitándose los zapatos y subiéndose a la cama. HaeChan se posicionó entre sus piernas, lo abrazó por el torso y pegó su cabeza en su pecho, Mark le devolvió el abrazo besando su cabeza.
—¿Vas a decirme que pasó?— habló con suavidad sobándole la espalda.
—No era mi deber estar ahí, iba a hacer una tontería, solo iba a enfadar a Hyuck si me presentaba.
—¿A pesar de todo lo que te esforzaste?
—No quiero hablar de esto…
—Está bien, no importa. Ya pasó.
—¿Crees que hice bien?— preguntó HaeChan alzando la mirada.
—No lo sé, HaeChan. Pero no deberías preguntarme, dime, ¿tú crees que hiciste bien?— dijo devolviéndole la mirada.
HaeChan dudó por un segundo. —Sí, creo que hice lo correcto pero…
—Pero nada, si tú crees que fue así no importa lo demás.
—¿Quién ganó la competencia?
—No lo sé, sin ti ahí no vimos necesidad de quedarnos, la sazón ibas a darla tú, sin ti seguramente fue muy aburrido.
HaeChan rió ligeramente, luego hubo un pequeño silencio.
—¿Y esa guitarra?— preguntó Mark curioso al detectar dicho instrumento recostado en el armario.
—Es de Johnny, se la pedí para tratar de distraerme, pero no se tocarla.
—Yo sí. — HaeChan lo miró sorprendido. —¿Quieres ver?— el rubio asintió con la cabeza, el canadiense se levantó de la cama y la tomó para volver a sentarse, en forma de indio apoyado en el respaldar, HaeChan se acomodó en la misma posición frente a él expectante. —Quiero que te relajes, ¿sí? Olvídate de todo por un segundo, disfruta de la voz de tu novio que te ama.
HaeChan sonrió encantado con esas palabras. Mark se preparó, llevaba tiempo sin practicar pero no creía que la técnica haya desaparecido.
Empezó a mover sus dedos, la melodía de una canción que creía quedaba a la perfección con su bello novio comenzó a sonar, luego de unos segundo la letra de “Rainbow” salió de sus labios en un dulce canto.
HaeChan movía su cabeza con lentitud de un lado a otro escuchando la linda voz de Mark, quien lo veía con dulzura. Su sonrisa creció más, en ese instante sintiendo en total serenidad, como si sus problemas desaparecieran siendo reemplazados por el cariño que le dedicaba Mark mientras cantaba. Comenzó a canturrear con él, olvidándose del mundo, solo concentrándose en su lindo novio.