Capítulo reescrito
...
Millie se tomó un momento para procesar lo que acababa de decir su jefe y se volvió hacia su esposo con una mirada inquisitiva en el rostro.
"Mox, ¿de qué está hablando?" preguntó Millie, todavía preocupada de por qué el resto de sus compañeros de trabajo parecían ansiosos y ligeramente agitados.
Con el ceño fruncido cuando su pregunta hizo que Moxxie se frotara la cabeza con vergüenza nerviosa, la diablilla sintió que sus ojos se entrecerraban con sospecha ya que, por alguna razón, su esposo intentó su forma habitual de ganar tiempo.
"Bueno... es una especie de larga historia, cariño". Respondió, estremeciéndose por la forma en que su esposa se cruzó de brazos y levantó una ceja.
"¡Oh, eso es una tontería total, Mox! ¡Y tú lo sabes!" Blitzo exclamó, la vena latía en su frente mientras sus ojos brillaban con enojo.
Volviendo su atención a su jefe de aspecto molesto, Millie se encontró asintiendo con la cabeza mientras su marido reprendía al diablillo más alto.
"¡Señor, por favor! ¿Necesito recordarle que hay un niño presente?"
Disparándole al niño sorprendentemente tranquilo una suave sonrisa de aliento, algo que fue tímidamente devuelto mientras se escondía detrás del perro del infierno extrañamente indulgente, la mujer de piel roja no pudo hacer más que eso gracias a la actitud desdeñosa de su jefe.
"¡Oh, gran cosa! Teniendo en cuenta el agujero de mierda del que lo sacamos, creo que es seguro decir que ha escuchado mucho más de lo que he dicho. Y además-". Blitzo hizo una pausa antes de volverse hacia el niño con los brazos cruzados. "Hablando de eso, ¿cuántos años tienes de nuevo, chico?"
Con los ojos entrecerrados mientras observaba a la niña de cabello negro estremecerse levemente ante la pregunta de Blitzo, aunque probablemente tenía más que ver con la forma en que su jefe había hecho la pregunta, Millie sintió que fruncía el ceño ante su respuesta.
"Tengo ocho años."
Con los ojos muy abiertos por la incredulidad, y notando que ella no era la única que reaccionó de esa manera a esta información, la diablilla de cabello negro se mordió la lengua mientras su jefe decía en voz alta y groseramente lo que todos estaban pensando, aunque con un poco risa divertida.
"¿Ocho? Mira niño, agradezco el esfuerzo, pero si vas a trabajar para mí, necesitaré que seas un poco más convincente cuando mientas".
En este punto, la expresión del niño pasó de un poco nerviosa a algo parecido a la molestia.
"Pero no estoy mintiendo. Mi tío y mi tía me acogieron cuando me encontraron en una canasta en su puerta".
Aunque sus palabras se ganaron el ceño fruncido tanto de ella como de su esposo, así como un leve gruñido de Loona, Millie se dio cuenta de que Blitzo no estaba convencido.
"Puntos por apegarte a tu historia, chico, pero aún así no creerlo". dijo con aire de suficiencia, para gran frustración de Harry.
"El niño está diciendo la verdad, Blitzo". Loona declaró con firmeza, extendiendo su mano y acariciando suavemente al niño en la cabeza.
Agradecida de que alguien finalmente hubiera decidido superar el silencio atónito y expresar su apoyo a las afirmaciones del niño, incluso si las ramificaciones de tal cosa estaban lejos de ser agradables, Millie todavía estaba algo sorprendida de que la primera persona en salir en defensa del niño fuera Loona de todos los demonios. Todavía recordaba esa vez que el perro del infierno había 'quería desahogarse' como ella lo había dicho, y terminó pateando el cochecito de bebé de un demonio fuera de la oficina.
Una incredulidad que fue compartida por su jefe.
"Oh, vamos, Loona, tú tampoco. Quiero decir, míralo. ¿Puedes mirar honestamente a este niño y decir que tiene ocho años?". preguntó con escepticismo.
Asintiendo con la cabeza, aunque solo fuera porque Blitzo tenía razón con respecto a la apariencia más bien encogida del niño, Millie sintió que una ligera sensación de aprensión le recorría la espalda cuando su esposo respondió a la pregunta de su jefe.
"Podrías si recuerdas dónde lo obligaron a vivir sus guardianes". Moxxie murmuró sombríamente.
Sus ojos captaron la forma en que la niña se estremeció ante la palabra 'guardián' y la diablilla se volvió hacia Moxxie con un notable grado de frialdad en su tono. Además de ese niño al que habían estado muy felices de matar una vez que recibieron la confirmación de que eran el objetivo, los instintos maternales de Millie estaban comenzando a estallar mientras procesaba todo lo que se había dicho hasta este punto.
"Espera... ¿dónde lo obligaron a vivir?" preguntó con frialdad, teniendo la sensación de que el comportamiento pequeño y casi esquelético del niño traicionaba detalles en los que prefería no pensar.
Sintiendo que entrecerraba los ojos cuando vio que la expresión de su esposo cambiaba de disgusto a nerviosismo, la expresión de Millie se volvió menos agradable mientras intentaba esquivar la pregunta.
"No... no importa cariño. El punto es que él no tiene que volverse ba-"
"¿DÓNDE lo obligaron a vivir, Mox?" espetó ella, por una vez sin usar el nombre completo de su esposo.
Aunque por lo general era mucho más paciente con los modales más ansiosos de su esposo, siendo una de las muchas cosas que amaba de él, Mille descubrió que no estaba de humor para tolerarlos en ese momento.
Especialmente cuando dejó de ser un marica y le dio la respuesta que deseaba que hubiera sido diferente.
"... en un armario debajo de las escaleras." respondió nervioso.
Por un momento, no hubo nada más que silencio, y Loona y Blitzo abrieron la boca para decir algo antes-
"¡¿QUÉAAAAAAAAAA?!"
Las manos de Millie fueron automáticamente a por sus armas mientras la enfurecida diablilla se preparaba para castigar a aquellos que se atrevieran a maltratar a un niño. No importaba si esta niña fue salvada de ese tipo de estilo de vida por sus compañeros de trabajo o si estos eran el tipo de humanos en mal estado que eliminaban a diario.
NADIE trató a un niño así y se salió con la suya.
"¡¿DÓNDE CARAJOS ESTÁN?! ¡LOS VOY A AHOGAR EN SU PROPIA SANGRE DESPUÉS DE QUE LOS ARRANQUE-!"
Millie rápidamente descubrió que su ira desaparecía cuando notó la expresión de miedo en el rostro del niño desnutrido. Sus ojos inmediatamente perdieron su ominoso brillo amarillo, y sus rasgos se suavizaron a la normalidad mientras bajaba sus armas blancas a sus costados.
"Oh... lo siento, cariño. No fue mi intención asustarte".
Sonriendo en lo que esperaba que fuera una forma reconfortante, Millie rápidamente frunció el ceño levemente cuando Blitzo demostró ser tan útil como solía ser siempre que participaba en situaciones tensas y/o emocionales.
"Vamos, podrías haberme engañado. No te he visto tan enojado desde... desde eh... ¡Loona ayúdame aquí!" Blitzo preguntó desesperadamente.
Pero estaba claro que no vendría ayuda del perro del infierno de pelaje gris. Porque en una muestra rara, si no imposible, de ayuda, Loona estaba acariciando la cabeza del niño que acababa de engancharse a su pierna.
"No puedo, estoy ocupado". murmuró, ignorando las miradas sorprendidas de todos los demás miembros de IMP
...
"Entonces, ¿cómo te llamas chico"?
Aunque su tono era seco, Loona se encontró genuinamente interesada en aprender el nombre del humano. Incluso permitió que una pequeña sonrisa cruzara sus labios cuando la niña de cabello negro levantó la vista y le respondió.
"Soy... soy Harry. Harry Potter."
Satisfecha por la evidencia innegable de que el niño finalmente estaba comenzando a aceptar que estaba a salvo, la sabueso infernal con cola de caballo sintió que parte de su buen humor la abandonaba cuando su pequeño compañero de trabajo decidió interferir.
"Bueno, es un placer conocerte, Harry. Mi nombre es Moxxie, y esa encantadora mujer de allí es mi esposa Millie".
Luchando contra el impulso de gruñir ante los intentos de Moxie de reemplazarla como la favorita de los niños, aunque todavía no estaba segura de por qué se sentía así, Loona rápidamente notó que sus ojos bajaban al escuchar la voz de Harry.
"¡¿Y quien eres tu?!
Sonriendo al humano de cabello negro y notando que su padre adoptivo/propietario estaba de mal humor, respondió a su pregunta.
"El nombre es Loona Kid. Y ese idiota tonto de allí es Blitzo".
Y, naturalmente, el tono casual pero inequívocamente desdeñoso de Loona sirvió para molestar a Blitzo mucho más de lo que podría haberlo hecho cualquier insulto.
"¡Oh, Looney realmente maduro! ¡Realmente siento el amor aquí! Pero volvamos al asunto que nos ocupa. Millie. Ponte en contacto con nuestro cliente para informarle que el trabajo ha terminado. Y si alguien me necesita, estaré en mi oficina mientras ustedes tres tienen su pequeña batalla de 'custodia'". Blitzo dijo mientras hacía citas sarcásticas con sus manos antes de voltearlas todas. Luego se alejó mientras murmuraba por lo bajo.
Poniendo los ojos en blanco ante el intento del diablillo de hacer parecer que tenía todo bajo control, Loona luego se burló cuando Millie trató de asegurarse de que Harry desarrollara cierto grado de respeto por el ex artista de circo.
"No lo tomes demasiado en serio Harry. Nuestro jefe es solo un poco..."
No pudo resistir la apertura que le dio la mujer Diablillo, incluso si Moxxie logró ir antes que ella.
"¿Idiota?"
"¿Ensimismado hasta el punto de la estupidez?"
Aunque sorprendida de haber encontrado finalmente algo en común con el diablillo que llevaba corbatín, la mujer canina estaba menos que sorprendida por la respuesta que recibieron por su descripción insultante, pero precisa, de su jefe.
"¡PUEDO ESCUCHARTE AQUÍ!"
Riendo disimuladamente ante el tono insultado de Blitzo, Loona una vez más sintió el extraño deseo de matar algo al escuchar a Harry defender a su jefe.
"Oh, está bien." dijo Harry mientras se retorcía las manos con ansiedad. "En realidad... es mucho más agradable que mi tío".
Soltando otro gruñido tenso ante esta información, fue solo gracias a la audición mejorada de Loona que escuchó las palabras de Millie engañosamente tranquila, incluso cuando los ojos de ella y de su esposo se entrecerraron y brillaron con un ominoso amarillo.
"Moxxie, ¿puedo hablar contigo un momento... en privado?" preguntó con voz rígida.
Al observar con leve diversión cómo el diablillo, por lo general dominado por las hembras, seguía sin decir palabra a su esposa hacia el área de comedor del personal, Loona volvió su atención hacia el niño que actualmente fruncía el ceño con una sonrisa un poco incómoda.
"Entonces chico, ¿qué haces normalmente para divertirte?"
La respuesta que recibió habría sido divertida si no supiera ya sobre sus condiciones de vida anteriores.
"Bueno... realmente no lo sé. Me gustaba leer libros en la biblioteca de la escuela, pero eso es solo porque a Dudley se le prohibió la entrada al lugar después de derribar un par de estantes. De lo contrario... realmente no lo sé".
Habiendo llegado a una conclusión similar después de haber visto su vivienda menos que espaciosa, Loona se conformó con dar una respuesta no sarcástica a su respuesta.
"Eso es... un chico bastante deprimente. Sin embargo, ¡creo que sé lo correcto para curarlo!" Loona dijo, poniendo tanto entusiasmo en su tono como pudo.
Y aunque apenas se notaba, el perro del infierno de pelaje gris podía ver el mismo tipo de chispa amante de las travesuras que ella misma había llevado antes de que el perro entrara, como lo llamó Blitzo, en su fase 'rebelde'".
"¿Realmente?" preguntó. "¿Qué tenías en mente?"
Decidiendo mantenerlo como una sorpresa, Loona condujo suavemente a Harry a un área que siempre lograba animarla cuando se sentía aburrida... e ignoró la otra calidez en su pecho mientras sostenía su mano peluda con firmeza, pero con cariño.
Y su cola tampoco estaba meneando eso, y le desgarraría la garganta a cualquiera que lo afirmara.
...
Una vez más, muchas gracias a NightFury994 por sus esfuerzos de edición.