Para cuando Sasha terminó de contarme sobre cómo descubrió que Yannel nos iba a traicionar, ya habíamos llegado a nuestro destino, bajamos del camión de carga y caminamos hacia el portón negro de la casa de mi tío Paul, entonces toqué el timbre de la puerta y los tres esperamos pacientes a que ésta se abriera, unos dos minutos después, apareció el mismo hombre de ojos amables que una vez intentó ayudarme.
—... ¿Massiel...? —Volteó a ver a mi primo—. ¿Sasha...? ¿Están vivos?
—¿No deberíamos estarlo? —bromeó Sasha.
Mi tío dio un paso hacia delante y me abrazó con fuerza, duró así por un minuto sin decir nada, luego se separó de mí y de la misma forma fue y abrazó a Sasha, y por alguna razón extraña y graciosa, también lo hizo con Alan—. Entren —dijo al terminar.
Mientras nosotros tres tratábamos de ubicarnos en la sala, mi tío corrió a la cocina para preparar té, desde ahí gritó el nombre de mis primos para que bajaran de sus habitaciones y lo ayudaran a preparar algo para que nosotros comiéramos, fue súper raro, yo nunca había recibido tanta atención, creo que hasta me sentí intimidado. Mi prima Matilde y mi primo Ignacio bajaron casi de inmediato, nos miraron desde las escaleras unos segundos para examinarnos y luego de acercarse a saludarnos, fueron hacia la cocina para ayudar a su padre.
—... Es hermosa —farfulló Alan luego de ver a Matilde cruzar la puerta de la cocina.
Sasha y yo lo miramos sorprendidos, era la primera vez que él mostraba interés por una chica, y tenía que ser nuestra prima. Justo estábamos por abrir la boca cuando apareció mi tío de vuelta con cuatro tazas de té.
—Estaba realmente preocupado por ustedes, mi madre no me dijo nada luego de que ambos desaparecieran, tampoco mis hermanos, temía que algo les hubiera pasado, pero ahora están aquí sentados en mi sala, y no saben el alivio y gozo que siento de verlos bien.
Sasha y yo sonreímos conmovidos.
—Están tan grandes, ahora lucen como todos unos hombres, ¿cuántos años tienen?
—Yo cumplí 25 hace unas semanas —respondió Sasha.
—Y yo cumpliré 19 en unos meses —contesté.
Mi tío volteó a ver a Alan esperando su respuesta.
—Uhm... yo tengo 17.
Mi tío sonrió—. Oh vaya, eres casi de la edad de mi niña, Matilde cumple 16 en dos semanas. Y mi otro niño tiene 14. Todos crecen tan rápido, me hacen sentir viejo —dijo mientras reía ligeramente—. Pero bueno, no es momento de ponerse sentimental, me imagino que han venido por algo relacionado al poder de Sasha, ¿no es verdad?
Sasha asintió.
Mi tío nos contó que cuando Sasha tenía 4 años, mi abuela Ruth lo llevó con él para que su esposa sellara una parte de su poder. En realidad, el poder de Sasha no solo le permitía ver el futuro cercano de quienes tenía enfrente, también era capaz de ver las sombras de la muerte. Cuando Sasha despertó su poder aún era muy pequeño y lloraba por temor a aquellas tenebrosas sombras, era imposible ponerlo a trabajar estando como estaba, por ello mi abuela acudió a la esposa de mi tío Paul para deshacerse de ese problema, aunque claro, mi tío accedió pensando que mi abuela le había pedido ese favor pensando en el bienestar de mi primo.
—Ahora que lo pienso... es cierto, creo recordar llorar al ver «monstruos» cuando era niño —confesó Sasha—, no pensé que se debiera a ello. Supongo que no recuerdo el momento en que mi poder fue sellado debido a la corta edad que tenía cuando eso pasó, al principio pensé que quizás no lo recordaba porque me habías borrado la memoria.
Mi tío negó con la cabeza y luego le dio un sorbo a su té—. El poder de borrar los recuerdos... me parece de lo más desagradable, incluso si son malos, los recuerdos de los momentos malos son una parte importante de tu vida, los cuales te hacen ser quién eres ahora, cada uno de nosotros está construido a partir de experiencias, al usar mi poder... es como si me deshiciera de algo que está defectuoso, pero para mí, tal y como son, me parecen personas hermosas, no necesitan ningún ajuste.
Recordé la primera vez que lo conocí, ese mismo día crucé un par de palabras con Matilde, jamás olvidaré la forma tan madura en la que hablaba, y el hambre de ayudar a las personas que desbordaban sus palabras, creo entender por qué mi prima es así luego de hablar un poco más con mi tío ese día. Sin duda, Matilde e Ignacio tuvieron suerte de ser sus hijos, creo que tanto Sasha como yo, los envidiamos un poco ese día.
Yo desconocía la razón por la que el nombre de mi tía nunca fue mencionado en toda la conversación, pero recuerdo haber notado que no había ninguna foto de ella adornando las paredes, incluso hasta el día de hoy desconozco la razón de ello. Por suerte, no necesitamos la presencia de mi tía, Matilde fue suficiente como para liberar el poder de Sasha, una vez lo hizo, vi la cara de él palidecer, no tengo idea de cómo lucirán aquellas sombras que yacen a nuestras espaldas, pero supongo que no deben verse muy bonitas.
Lo último de lo que hablamos ese día, fue sobre la posibilidad de hacer realidad aquel sueño que Matilde me contó una vez, mientras terminábamos de cenar, comenté que luego de rescatar a Eider de Tahiel, el pequeño grupo de personas que nos habíamos reunido para ayudar al supervisor se quedaría sin un motivo para permanecer junto, y pensé que sería bueno crear un nuevo propósito, y qué mejor que el de detener a aquellos que usan sus poderes inadecuadamente, y rescatar a aquellos que son vistos como monstruos y darles un lugar al cual pertenecer, como era el caso de Eider. Por supuesto, el que más parecía apoyar mi idea fue Alan, quien prometió con todo su entusiasmo crear la mejor base e instalaciones para la futura organización contra el crimen de Matilde.
Luego de que solucionáramos el problema de Sasha, todos nosotros comenzamos a entrenar nuestros cuerpos siguiendo las instrucciones de Simona y Jano, ella dijo que primero debíamos entrenar nuestra fuerza, velocidad y resistencia en caso de que nos viéramos obligados a tener una pelea cuerpo a cuerpo, y que debíamos ser pacientes, pues nos dedicaríamos a ello por lo menos un año.
Yo nunca fui fan de hacer ejercicio, pero tengo que admitir que de niño le agarré el gusto a correr. Aunque al principio era solo para huir del peligro, me di cuenta de que yo en realidad era bastante rápido, y llegué a emocionarme bastante cuando veía que nada podía alcanzarme, así que cuando entrenábamos nuestra velocidad, yo era el que más lo disfrutaba de todos... bueno, de hecho, yo era el único que lo disfrutaba.
No pasó nada relevante durante aquel año, creo que, aunque todos sonriéramos, seguíamos decaídos por el resultado de nuestra batalla contra REVENISH, por ello, nos dedicamos únicamente a entrenar, al menos en mi caso, así no extrañaba tanto los momentos felices que pasé junto contigo, Camila y César, esos momentos jamás volverían luego de que él se marchó.
Ahora que lo pienso, Camila nunca dijo nada, pero estoy seguro de que le debió haber afectado mucho la traición de Yannel, ya que ella se llevó consigo a Yanis, le habían arrebatado a su confidente. Supongo que lo único que merece un poco la pena contar, fue algo que hizo mi primo. Tuvo un sueño premonitorio de nuevo, en él visualizó a su antigua prometida llorando luego de ser golpeada por su esposo y él de inmediato fue hacia la casa de ella para llevársela con él, sin embargo, Romina no quiso escucharlo y de nuevo volvieron a discutir.
—¡Deja de tratarme con una pequeña niña indefensa a la que tienes que proteger!
—¡Entonces deja de ser una niña terca y escúchame por una vez!
—¡No, tú escúchame a mí! Independientemente de lo bueno o malo que pase con mi esposo, es mi problema, fue mi padre quien lo sugirió, pero fui yo quien aceptó casarse con él... porque quise mostrarte que puedo seguir con mi vida sin ti —dijo mientras presionaba su dedo índice sobre el pecho de Sasha—, mi decisión no fue la más sensata, y por ello me he metido yo sola en problemas, pero si yo sola entré aquí, yo sola debo de salir. No quiero depender de ti, no quiero escucharte decir nuevamente que huya contigo, ¿tienes idea de lo que me hacen sentir esas palabras...? Vete, no iré contigo a ningún lugar porque... tú no me amas como quiero que lo hagas.
—Entonces lo haré —dijo mientras la tomaba de la mano.
Pero ella quitó su mano y lo fulminó con la mirada.
—... Tú eres como una hermana menor para mí, pero prometo olvidarme de esa imagen tuya y comenzaré a verte como mujer... no sé si llegue a enamorarme de ti, pero al menos te puedo asegurar que no hay nadie en este mundo que yo quiera y me preocupe más que tú.
—No me sirve de nada el amor de un hermano mayor —aclaró con dureza—, deja de intentar imposibles, mejor ve al lado de tu amada Arley, acuéstate con ella y olvídate de mí, no creo que te cueste mucho.
Él la miró con tristeza—. Romi...
—¡Vete!
Sasha se sentía como un verdadero imbécil, tan pronto Romina lo sacó a patadas de su casa, sus pies se movieron solos hacia la casa de Arley, era la costumbre, siempre que él se sentía abatido iba con ella para que sus caricias lo consolaran. Acababa de decirle a Romina que trataría de amarla, pero ahí estaba, su cuerpo buscaba desesperadamente rozar su piel con la de Arley. Sin embargo, Arley no se encontraba en casa, y cuando él se asomó por la ventana, notó que muchas de sus cosas ya no se encontraban dentro, además de ver un poco de polvo que indicaba que nadie había entrado a esa casa por un rato. Así que no solo se deprimió por el rechazo de Romina, sino también por la ausencia de Arley.
(Universo 2, E10, 67 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)
Al finalizar el año de entrenamiento, Jano y yo salimos de Kleidi para comenzar mi entrenamiento especial, debíamos ir a un lugar deshabitado para que nadie sintiera curiosidad por la lluvia de rayos provocada por él y así disminuir las probabilidades de que Tahiel lo encontrara y que supiera que él y Simona ahora eran aliados nuestros.
—De momento no usaré mi poder —declaró Jano, poniéndose en posición de guardia tan pronto llegamos al lugar—. Antes que nada, quiero ver como reaccionas a un intercambio de puños.
Tragué saliva y lo miré nervioso—. N-nunca he peleado en mi vida, así que no estoy seguro de cómo debería hacerlo.
—Cuando se trata de una pelea, hay dos tipos de personas: las que huyen y las que le hacen frente. Tú pareces ser del primer tipo, mi deber además de sacar tu poder escondido, es convertirte en alguien del segundo tipo. Ahora, entre las personas que deciden hacerle frente, también hay dos tipos: los que pelean analizando a su oponente, y los que se mueven por puro instinto. Entre esos no hay uno que sea correcto o incorrecto, dependiendo de cómo lo usen y que tan bien desarrollado se tenga, podrán convertirse en alguien de temer, sin embargo, yo no estoy dispuesto a conformarme con que actúes por instinto o sepas cómo actuará tu oponente, yo haré que desarrolles ambas cosas. —Dio unos pasos para acercarse a mí y rápidamente me golpeó en el estómago, sacándome el aire.
Yo me tiré al piso de rodillas y abracé mi estómago con ambas manos mientras tosía y luchaba por respirar de nuevo con normalidad.
—Tienes un buen cuerpo, desde niño has trabajado como cargador, has desarrollado musculo, pero no te sirve de nada si no puedes aguantar una acaricia como esa. ¡Ponte de pie!
Planté un pie en el suelo y apoyé ambas manos sobre mi rodilla para levantarme lentamente.
—¡Rápido!
Me paré prácticamente de un salto y lo miré asustado.
—Quita esa mirada de perro. Estamos aún muy lejos de que trates de siquiera golpearme, primero arreglemos tu defensa. Este es mi consejo, si es inevitable recibir un golpe, si es en la cara, aprieta bien los dientes, si es en el estómago, inhala aire, pero no lo sueltes, mantén el aire. Bien, ponte en guardia, trataré de no ser muy rudo.
Ese día terminé con un hombro fracturado, un ojo morado, moretones por todo el cuerpo, perdí dos dientes y un pedazo de lengua luego de mordérmela tras un derechazo de Jano en el mentón. Ese día aprendí a la mala, que debía seguir su consejo y mantener los dientes bien apretados, no quería volver a lastimar mi lengua de ese modo nunca más.