El grupo de mogolicos estaba en el salón, los había llamado a Scaloni.
Messi, De Paul, Di Maria, Otamendi, Alvarez, Fernandez, Gomez, Martinez, Mac allister y el pobre de Armani, que no sabía que onda y encima fue a Qatar de paseo y se ligó un quilombo.
—Escuchen bien por que es la última vez que les enseño, diganme en que país están.
—¡Arabia!—Gritó Julian y Mac allister le amago para pegarle, pero Enzo lo abrazó.
—Qatar señor, país cuyo nombre oficial es Estado de Qatar, ubicada en la península arábiga. Su religión es predominante el islam, y...—Mac allister se vio interrumpido.
—Bueno librito Mac Allister, ya te entendí, el punto acá es que los musulmanes están re locos, y en Argentina ya empezaron rumores de la relación de Martinez y Gomez—Ambos se miraron y se vieron incomodos—También quiero que sepan que ya me enteré de todos sus quilombos por que uno no se sabe callar un segundo—Todos miraron a Julian—Nada más les advierto una cosa, grupete de homosexuales de telenovela, el primero que haga de nuevo un quilombo, lloren como madgalenas o garchen en la pileta del hotel—Todos giraron la vista a Lionel y Rodrigo—¡Los echaré a todos del plantel! ¡No me va a importar nada de conseguir todo un equipo nuevo!
—Un genio del fútbol como yo no vas a conseguir por ningún lado, Scaloni—Nombró el humilde de Rodrigo.
—Cuando te saqué a mitad de un juego no vas a pensar lo mismo—Rodrigo mejor se calló—Váyanse todos de aquí, no los quiero ver.
Básicamente la mitad del equipo se fue asustado y fueron a sus respectivos cuartos, Lionel Scaloni y el Payaso se quedaron solos.
—Lio, creo que fuiste un poco exagerado con ellos, no somos el único equipo con homosexuales en su plantel, ¿te acuerdas cuando nosotros teníamos su edad?
—Cuando yo era joven era muy bueno, era un santo, más santo que Julian
—Eso es imposible, aparte de que no es verdad.
—Es cierto, más pavote que Julian no existe.
—¿Pero te acordas?
Scaloni se sentó cansado, acordandose cuando de joven tenía sexo por casi todos lados y todo el tiempo con Pablo, cuando hacía macanas y le importaba un huevo y la mitad del otro la prensa deportiva—Era un desastre.
—Si pekerman le diera ganas de hablar de como eramos nosotros dos, nos hundimos.
—Es verdad—Abrazó a su marido y sonrie—Gracias por ser mi compañía por tantos años, Amor.
—Así es el amor—Sonrie el payasito—¿Qué opinas de la relación de Papu y Dibu?
—Somos nosotros otra vez, ¿te acordas también?
—Si te pelaste como papu, y eras un fanático de la homofobia, de hecho me odiabas con el alma.
—Exactamente, ¿quien lo diría? Ahora estamos casados.
Ambos se abrazaron romanticamente, como el matrimonio de más de diez años que es.