18 de Octubre del 2022
14:57pm
Estar detras del mostrador ya era rutina para mi. Me gustaba mi trabajo, pero no veia la hora de poner en practica todos mis conocimientos sobre la fisioterapia y la kinesiologia. Ademas de esta sensacion, no podia parar de pensar en Emiliano. Las mentiras eran algo que detestaba desde siempre. Eran como un alimento para mis inseguridades.
Daniela habia estado intentando todo el dia mantener una conversacion conmigo y yo solo respondia monosilabos. Lucila habia estado en mi cabeza todo el dia.
- Elena basta. - Daniela espeto.
- ¿Que pasa? - Intentaba fingir que todo estaba bien.
- Tenes que dejar de pensar en Emiliano y Lucila. - Me miro. - Eso, ya paso. Es algo viejo.
- Pero cuando le pregunte, la nego. - Recordar el momento dolia. Pensaria que estaba exagerando, pero es que realmente angustiaba.
- Tranquila Ele, tendra sus motivos. - Daniela me abrazo.
Esa semana se me estaba haciendo mas larga de lo normal. Habian muchas cosas que por algun motivo volvian a mi cabeza, o peor, se aparecian por primera vez.
Desde chica habia algo que me atormentaba. No habia querido hablarlo nunca con mama, tenia miedo de cual pudiera llegar a ser su reaccion. A medida que crecia, iba cerrandome mas a la idea y generaba mayor rencor. Esa tarde, dentro de todo el malestar que tenia, volvio a mi cabeza papa.
No habia conocido a mi padre. Mi mama nunca lo habia nombrado tampoco. La incertidumbre era algo que no me dejaba en paz. ¿Me habia abandonado? ¿Sabia de mi existencia? Me era imposible saberlo, la unica persona que sabia toda la verdad era mama. Y aunque, quizas era tan simple como preguntarle, tal vez no saber era lo mejor para mi.
La falta de mi padre, me habia hecho replantearme un monton de cosas. Cuando era mas chica, solia tener la tendencia a pensar que, si el me habia abandonado, cualquiera podia hacerlo. Tenia un sueño recurrente. Me encontraba en la calle tomada de la mano de mama y a su vez de la de papa. Aunque no podia ver su cara, sabia que era el. Pronto se desvanecia y mi unica acompañante era mi madre.
Narra Emiliano
La pregunta de Elena me habia dejado perplejo. Era impresionante como, con el tiempo, Lucila habia perdido total importancia en mi vida. Elegí fingir que no existia. No queria mentirle, pero crei que lo mejor seria dejarla totalmente en el pasado y no sumarle mas inseguridades.
Durante estas semanas, los recuerdos de aquella relacion toxica volvian a mi cabeza. Al final de cuentas, ella habia sido mi primer amor.
Flashback
Emiliano y Lucila caminaban de la mano entre las calles del centro de Buenos Aires. Sus ojos se posaban en ella y los de ella estaban fijados mirando hacia delante.
- Lu, queria decirte algo. - Sonaba como un niño ilusionado.
- Ahora me decis, espera que encontremos el local. - Lucila no lo miraba a los ojos.
- Lu, es importante. - Emiliano freno intentando atraerla.
- Emiliano te dije que despues. - Parecia fastidiada.
- Quiero que conozcas a mis viejos. - Emiliano sonreia, realmente la amaba.
- ¿Posta me frenaste para decirme esto? - Pronto la sonrisa del rostro de su novio desaparecio. - Sabes que no quiero. Estamos bien aca. Aparte deberiamos viajar y yo ahora estoy con el viaje de papa a Europa.
- Pero es Mar del Plata, Lucila. No te estoy hablando de Arabia Saudita. - Para el era decepcionante el poco interes de su novia en conocer a quienes lo habian criado.
- Bueno despues vemos. Ahora, apurate que va a cerrar.
Fin del flashback
Flashback 2
Emiliano estaba sentado en el porche de la casa de Lucila. En una mano tenia un ramo de flores y en la otra su celular. Llevaba mas de 2 horas ahi, la casa estaba vacia y su novia no respondia los mensajes.
- Dondes estas Lu.. - Emiliano susurraba mientras marcaba nuevamente su numero de telefono.
Lucila no contestaba pero el muchacho era persistente. Tenia miedo de que algo le hubiera pasado asi que no paraba de llamarla. Pronto vio como un auto lujoso frenaba en la puerta y se paro. Desde el porche, pudo ver como bajaban del auto su novia, en un vestido corto rojo, y un chico de al rededor de 25 años muy bien vestido.
- ¿Que haces aca? - Cuando Lucila lo vio su cara se desfiguro por completo.
- Queria darte una sorpresa, pero veo que el que termino sorprendido fui yo. - Emiliano trataba de irse.
- No es lo que pensas. - Lucila intentaba detenerlo.
- No quiero verte nunca mas en mi vida. - Emiliano tiro las flores y dejo la casa.
Todo lo que habia pasado aquella noche, habia sido la gota que rebalso el vaso. Le dolia darse cuenta de que, todo este tiempo, no habia querido aceptar lo obvio. Desde ese momento, se juro a si mismo que iba a ilusionarla y a devolverle todo el dolor que ella le habia generado a el.
Fin del flashback