~ 𝒕𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒔𝒉𝒐𝒕 𝒅𝒊𝒂𝒎𝒐𝒏𝒅𝒔 𝒇𝒓𝒐𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒆𝒚𝒆𝒔 ~
[05]
Na'kia había resultado ser una buena nadadora a comparación de los Sully.
El arrecife era hermoso. Criaturas que jamás había visto en el bosque estaba ahí, los peces nadaban con confianza a su alrededor y el agua era tan clara que podías distinguirlo todo.
Neteyam se aseguraba de que sus hermanos y Na'kia siguieran cerca. Kiri estaba fascinada por cada cosa que veía, así que se fue a explorar.
Lo malo era que no aguantaban la respiración lo suficiente así que tenían que salir a recuperar el oxígeno.
- Quédate cerca - pidió Neteyam cuando Lo'ak y Tuk ya se habían ido
- Tranquilo, trata de seguirme el paso - alardeó demostrándole que podía aguantar la respiración por más tiempo, Neteyam giró los ojos con diversión y ambos una vez más se sumergieron
No tardaron mucho más tiempo cuando necesitaban subir por oxígeno de nuevo, irritando a los nativos del arrecife.
- ¿estás bien? - le preguntó Tsireya a Lo'ak
- Van muy rápido, espérenos - reclamó Tuk a un lado de Na'kia
- Solo respiren - explicó Tsireya
- No saben nadar - Aonung salió del agua - tal vez se columpian de lianas pero...- iba a continuar pero provocó que su hermana lo golpeara
- Tranquilo, bro
- No entendemos su lenguaje de dedos - explicó Neteyam - No sabemos lo que dicen - continuó haciendo señas con los dedos
- yo les voy a enseñar - informó Tsireya tranquila
- ¿en donde está Kiri? - preguntó Na'kia notando su ausencia
~
Aonung comenzó a llamar a una especie haciendo sonidos con su boca. Na'kia lo miraba con curiosidad, quería aprender de esas criaturas.
- Estos son Ilu, si quieren vivir aquí deben montarlos - explicó
Neteyam y Na'kia fueron con Aonung y Lo'ak se quedó con Tsireya.
- Conecten con el, sean gentiles - explicó Aonung - ¿quién va primero? - preguntó murándolos a ambos con un poco de diversión
Neteyam rápidamente vió a Na'kia, insinuando que ella fuera primero.
- Ya sabes lo que dicen, las mujeres primero - mencionó con una media sonrisa
Na'kia giró los ojos y se acercó a la criatura. Se conectó con el y sintió sus respiraciones, los latidos que su corazón daba y como sus aletas se movían. Era una con la criatura. Aonung le dio unas explicaciones siendo muy claro con la postura y cuando por fin estuvo lista, comenzó a sumergirse.
A diferencia de Lo'ak, Na'kia pudo montar a su Ilu con mucha facilidad y parecía no ser la única. Al sumergirse, vio a Tuktirey paseando con Tsireya y no muy por detrás estaba Kiri. Al parecer las mujeres habían dominado fácilmente a la criatura.
Las cuatro chicas sonreían y exploraban juntas el arrecife, encontrando la belleza en cada coral y cada criatura que pasaba por sus ojos.
Lo'ak y Neteyam se sentían avergonzados pero orgullosos a la vez. Ellos no pudieron ni en su primer ni segundo intento y ellas al instante lograron hacerlo.
~
- Respiren hondo - estaban en una especie de clase de respiración en donde Tsireya les enseñaría a controlar su respiración y aguantar más tiempo bajo el agua - y después exhalen - Tsireya estaba a un lado de Lo'ak y después estaba Neteyam y junto a él Na'kia - imaginen una llama titilar - todos hacían lo que Tsireya ordenaba, queriendo aprender - hagan que su corazón lata más despacio - comentaba viendo a Na'kia - eres muy buena en esto - elogió sonriendo - quizás puedas enseñarle a tu vecino a hacerlo bien - sugirió refiriéndose a Neteyam - Yo le ayudaré a el - dijo viendo a Lo'ak
- Neteyam, se supone que tu eres el calmado - bromeó Na'kia acercándose un poco a el - no metas la panza - regañó poniendo su mano en su estómago y pecho - despacio - susurró intentando calmarlo
Neteyam solo la miraba, el toque de sus manos contra su piel siempre lo ponía nervioso, no podía relajarse y mucho menos viéndola tan tranquila, amaba verla tan pacifica.
- Siempre haces esta mierda - reclamó cuando sintió los latidos de su corazón, Na'kia hablaba en voz baja, pues no quería interrumpir al resto del grupo - tus latidos son muy rápidos - explicó mirándolo a los ojos
- Siendo honesto, es tu culpa - mencionó Neteyam sonriendo un poco
Na'kia miró hacia un lado sorprendida, Tsireya abrió sus ojos insinuando algo al respecto de las palabras de Neteyam.
- ¿te pongo nervioso, Neteyam? - insinuó bromeando un poco. De nuevo, los latidos del Sully fueron muy rápido por las palabras de la chica - concéntrate - pidió en voz baja el obedeciendo intentando que sus latidos no fueran tan rápido
Cuando se alejó de él, Tsireya la miró con una sonrisa y le guiñó el ojo al haber presenciado toda la escena, a diferencia de Kiri quien los miraba con la boca abierta.
~
Después de haber practicado la respiración, sus clases del día habían terminado, así que Neteyam se dirigía a Na'kia con un plan en mente.
La chica estaba en la playa recolectando todo tipo de piedra que encontraba en su camino. Pensaba que serían un buen adorno para sus trenzas.
- Na'kia - llamó su atención y ella se giró a ver de donde venía su atención
- Neteyam, que bueno que llegas - se acercó a él entregándole todas las piedras - sostén esto por mi, por favor - pidió mientras volvía a agacharse para buscar piedras
- Recuerdas que hace semanas te gané una apuesta - mencionó acercándose a ella cuando se movía - mis trenzas ya no aguantan más - insinuó viendo cómo se levantaba de la arena
En realidad no había nada malo con sus trenzas, el estaba perfectamente feliz con sus trenzas pero quería pasar tiempo con Na'kia y tenía la excusa perfecta.
- ¿Ahora mismo? - preguntó en una media-queja pero la verdad era que no le molestaba para nada. Neteyam asintió sonriendo y ella bufó - ya que - accedió - te advierto de una vez, no esperes mucho de mi - sentenció advirtiendo de el posible resultado
Le pidió que se sentara en la arena y ella se arrodilló detrás de él.
- Puedes escoger tus preferidas - mencionó Na'kia refiriéndose a las piedras que anteriormente había recogido
- ¿cuáles son las tuyas? - preguntó viendo a las piedras frente a el mientras ella trenzaba su cabello
- Bueno, las claras son las mejores, resaltan - comentó concentrándose en el cabello de Neteyam - pero también escogería esas de ahí - señaló un pequeño grupo de piedras coloridas - te daría un toque especial - explicó terminando su primera trenza
- Entonces quiero esas - dijo sonriendo
A Na'kia le parecía dulce y tierna la manera en que intentaba estar con ella. Tomó las piedras que habían escogido y comenzó a amarrarlas al final de algunas de las trenzas que le hacía.
El sol se estaba poniendo, revelando un hermoso atardecer que se reflejaba en el agua del mar.
- Nunca había visto un atardecer como este - mencionó Na'kia terminando de trenzar su cabello y sentándose a un lado de él - es lindo ¿no lo crees? - preguntó mientras veía el atardecer
- Es hermoso - asintió Neteyam solo viéndola a ella
Na'kia volteó su cabeza y se topó con la mirada de Neteyam viéndola profundamente.
- No teníamos atardeceres así en casa - mencionó abrazando sus piernas
- ¿lo extrañas? - preguntó - nuestro hogar - aclaró viéndola con cierta paz
- Mi hogar es en donde mi madre esté - respondió haciéndolo sonreír - y en donde estén ustedes - agregó tomando su mano - en donde tu estes - finalizó
No podía creer que había dicho esas palabras. Na'kia generalmente no decía cosas muy dulces, eso se lo enseño Kiri; pero cuando las decía, en verdad eran genuinas así que tomó a Neteyam por sorpresa. Sus ojos resplandecían de una manera única por la luz del atardecer, brillaban tanto como el mar.
- Quizás algún día podamos regresar - mencionó Neteyam apretando su mano
- Eso espero - suspiró la chica viendo como el tono anaranjado del cielo se tornaba más oscuro - se hace tarde - mencionó viendo el cielo - mamá me dijo que regresara temprano, íbamos a cocinar juntas - explicó levantándose del suelo
- Oh, está bien - respondió el Sully algo decepcionado - Gracias por las trenzas - se despidió mientras se alejaba
- Descansa, Neteyam - se despidió la chica alejándose de el
- Te vez linda - agregó sin pensar que lo había escuchado
- ¿qué dijiste? - se detuvo sin haber escuchado
- Emm.. que te vez cansada - mintió algo nervioso - deberías descansar, adiós Na'kia - se despidió rápidamente y se fue del lugar avergonzado, dejándola confundida, pero con una sonrisa tonta en el rostro