Toda la noche la pasé pensando en el pasado. Al día siguiente decidí salir de mi habitación y ver a la cara a mi madre.
- ¿No irás a la escuela? - pregunta mi madre.
- No, tengo problemas pero ya lo estoy solucionando.
En ese momento sale Octavio de la recamara de Santiago.
- ¿Que hace el aquí?
- El se quedará a vivir con nosotras un tiempo.
- ¿Un tiempo?
Octavio solo salió de la casa.
- Laura el es tu hijo y no lo voy a perder de nuevo.
- Está bien pero la que se va ir soy yo.
Sentía mucho enojo, empaque mis cosas y salí de mi casa, le marque a Jacob para vernos en verdad necesitaba un abrazo estaba desesperada.
Llegué a un parque y el me miro confundido por las maletas.
- ¿que pasa, linda?
Le empecé a contar todo a Jacob, el solo me abrazaba y me escuchaba.
- Tienes que calmarte, todo estará bien.
- Si, lo sé.
- Mira, puedes venir conmigo y después vemos que pasa.
- No, no quiero molestarte veré si hay un hotel cerca.
- No te dejare sola en estos momentos, vamos.
- Gracias.
Jacob me llevo a su casa estaba nerviosa por lo que dirán sus padres, además notaba que el también.
Al llegar la madre me mira llegar con las maletas y rápido se acerco.
- ¿Que hace ella aquí?
- Ella se quedará a dormir aquí, espero y no te incomode.
- No le causare molestias - dije sonriendo.
- Eso espero.