Angus
momento de arriesgarme, espero no romperme en el intento
Me he despertado a causa del dolor tremendo que tenía en mi cabeza, proveniente de la golpiza de la noche anterior, me masajeo un poco la cabeza, para aliviar un poco el dolor, aunque no sirvió de mucho que digamos, estaba a punto de levantarme, que casi olvido que tenía a una personita durmiendo en mi hombro, hago un movimiento rápido y silencioso para ponerla en la almohada, así yo me podría levantar. Ella se veía tan bella dormida, sin ninguna preocupación, solo tranquilidad en su mirada, ¿me pregunto que estará soñando? ¿estará pensando en mí? Eso es ridículo de pensar de mi parte, digo ¿Por qué razón pensaría en mí? No tengo nada bueno o interesante para que pudiera pensar en mí, en cambio yo sí, pienso en ella todos los días, hasta en los momentos que no debería hacerlo, pero lo hago.
Cuando cierro mis ojos pretendo que ella es mía, que es la persona con la que quisiera estar el resto de mi vida, no pienso en otra persona más que ella, solo Rose. Me levanto delicadamente para no hacer ruido y me voy a la cocina para tomar un medicamento para el dolor de cabeza, al tomar el medicamento, veo la lista de canciones en la sala, me acerco hacia el pequeño mueble y agarro la hoja con las canciones escritas, estuve pensando en una canción esta semana, debo admitir que en este último tiempo he estado escuchando a su cantante favorita que sería Taylor Swift y la verdad que tiene demasiadas canciones buenas y creo que hay una canción en la cual me siento identificado en estos momentos, la canción que he escuchado es Daylight
Agarro el bolígrafo, escribo la canción en la lista, aunque pienso que con eso estoy arriesgando todo, pero no me importa, he sufrido tanto por amor y esta es la primera vez que siento el verdadero amor de verdad, cuando pasamos tiempo juntos es como si quisiera detener el tiempo y estar siempre con ella. Rose me ha demostrado que el amor no siempre es de color blanco y negro, ni si quiera rojo, si no de un color brillante, como el dorado, justo como dice esa canción, por eso la elegí. Listo, lo he hecho, no sé cómo sentirme, mal, con miedo o nervioso a lo que pueda llegar a decirme, es algo indefinido lo de nosotros y que no lo tenemos definido aún que es lo que somos, aunque no sé lo que ella sienta por mí, yo si tengo claro que siento por ella. Ahora estaré con muchos nervios y preparado para un posible rechazo, suspiro pesadamente y antes de irme le escribo una nota a Rose, avisándole que me tuve que ir y la dejo cerca de la lista de canciones. Me dirijo hacia su habitación y al verla aun dormida, me acerco sigilosamente a su lado, me la quedo apreciándola dormir, mientras le acaricio suavemente el pelo, le doy un beso en la frente como despedida y salgo de su departamento para entrar al mío y prepararme para la universidad.
Tuve que tomarme otro medicamento para el dolor de cabeza, que aún no dejaba de molestarme, cuando ya estuve listo y la cabeza ha dejado de dolerme, pude irme de mi departamento para ir de camino a mis clases. Al llegar al campus de la universidad, visualizo a Camille recostada en uno de los árboles, concentrada en su dibujo, me dirijo hacia ella y me recuesto a su lado.
—Buenas—digo ya a su lado y apoyando mi cabeza en árbol.
—No muy buenas para ti. —dice Camille al dejar de dibujar y girar su cabeza para verme. — ¿Qué te paso en la cara?
—Lo de siempre—digo sin importancia—. Un borracho sin querer pagar y yo recibiendo los golpes
—Y tu padre sin meterse, ¿verdad?
—Exacto.
Ella niega con desaprobación y con cansancio, la misma reacción que tuvo Rose ayer.
—Aun sigo sin entender porque tu padre se comporta así contigo.
—Tengo la sensación de que capaz no quería tener un niño como hijo, si no, una hija. Supongo que sería eso su odio hacia mí, no tengo otra cosa para decir que no sea esa. De niño no demostraba su odio hacia mí, solo porque era muy pequeño.
—No creas eso, Angus. No tengo ni idea de porque tu papa se comporta de esa forma contigo, pero tengo que creer que algo de amor por ti tiene dentro suyo, solo que está muy al fondo.
—Supongamos que sí, aunque nunca lo sabremos realmente. ¿Qué estabas dibujando? —pregunto para sacar otro tema de conversación y no seguir con este tema.
—Bueno...—mira su dibujo a medio terminar—. Estaba aburrida y comencé a dibujar a dos chicas bailando un vals en una fiesta de graduación o eso se supone que es—dice mostrándome el dibujo.
Observo el dibujo detalladamente y me impresiona lo bien que dibuja Camille cada detalle, era hermoso el dibujo.
—Es un hermoso dibujo, Camille. ¿Por qué estudias administración si dibujar es lo que te apasiona realmente?
—Porque como me lo vive diciendo mi madre, dibujar no te ayuda en nada, no te puede dar de comer un simple dibujo. —dice en un tono desanimado.
—Deberías de estudiar lo que te gusta a ti, no lo que le gustaría a tu madre para ti.
—Pero tiene razón, Angus. Tu estas estudiando algo que tiene salida laboral, yo si hubiera ido por el dibujo, no creo que hubiera tenido muchas chances.
—Todos dicen eso, pero hasta que no lo veas por ti misma, no lo sabes realmente.
—Eso creo. ¿Cómo van las cosas con Rose? Necesito que me actualices sobre como sigues con eso, me he quedado muy atrás.
—Bueno...decidí arriesgarlo todo y confesar lo que siento por ella, estuvimos haciendo una lista con canciones en la cuales nos sentimos identificados o quisieras dedicarle al otro. Ayer ella se preocupó por mí al verme todo golpeado y decidió curarme las heridas.
—Eso de la lista de canciones me parece muy romántico, supongo que esa idea lo propusiste tú, ¿verdad?
—Así es, es sacado de uno de sus libros favoritos desde que vino aquí, no ha dejado de leerlo mil veces cuando iba a la cafetería, que decidí comprarle la trilogía completa de ese libro.
—Y a todo esto, ¿ella dio señales de querer algo más contigo?
—Bueno, yo creería que sí, pero la verdad es que no lo se. Por esa razón es que estoy nervioso de lo que pueda pasar hoy y preparándome mentalmente para un posible rechazo.
—No seas dramático, Angus. Todo saldrá bien, no la conozco personalmente, pero estoy segura de que ella pueda sentir de la misma forma que tu sientes por ella y cuando eso se confirme me deberás algo, como hacer esa tortita que tanto me gusta.
—pongo los ojos en blanco al escucharla—. Ya te dije que fue un milagro que me haya salido bien esa tortita, si me pasaba de ingredientes, no sería un buen final.
—Pero no sucedió, así que, si Rose te confiesa que siente lo mismo por ti, eso es lo que me debes.
—Ni siquiera recuerdo lo que le he puesto.
—Yo sí, lo tengo anotado en mi celular. No trates de zafarte, porque te aseguro que perderás, Byrne.
—Agh, bien. Tu ganas.
—aplaude feliz por haberme ganado—. Deberías de preséntanosla, quisiera conocerla más, para así también saber si es buena para ti o no. Así lo fue también con Hannah y te he dicho que me caía mal, tenía una mala impresión sobre ella y al final de todo yo tenía la razón y tu no me has hecho caso cuando te lo decía. —dice mirándome con desaprobación.
—Era mi primera novia, ¿okay? Fui un tonto, lo admito y debí de haberte hecho caso cuando me lo advertías. Y sobre conocerla, las presentare en unos días.
—Tómalo en cuenta para la próxima vez.
—Lo tendré en cuenta—digo levantándome del césped y agarro mi mochila y la apoyo en uno de mis hombros—. Debo irme, mi clase ya va a empezar.
—Éxitos con lo de Rose hoy. Quiero que me cuentes que ha pasado después.
—Te contare apenas analice lo que pueda suceder. Adiós, Camille.
—Hasta luego, Angus. Gracias por tu opinión sobre el dibujo.
—No hay de que—digo sonriendo de costado y me alejo de ella para ir a mi primera clase.
En toda la clase no pude prestarle atención como mayormente lo hago, porque en mi cabeza solo rondaba en como reaccionaria Rose a la canción y en lo que le diría después de eso. La verdad es que no estoy preparado para escuchar lo que pueda ocurrir hoy, no me lo puedo sacar de la cabeza, ¿Qué hago si me dice que no? ¿Cómo debería de reaccionar? ¿debería irme sin decir nada? ¿llorar frente a ella? Está bien, lo último mejor no, quedaría como un idiota y daría lastima, más de lo que ya doy.
Las clases pasaron rápido, lo que por primera vez no quería que pasara, he recibido un mensaje de Rose hoy, diciendo si podría ir a su departamento luego de la universidad, se ve que hoy no la toco trabajar y por esa razón, no me gusto que las clases pasaran rápido. Ya tengo una idea del porque quiere que vaya y me ha agarrado un escalofrió recorriendo todo mi cuerpo, no podre librarme, yo mismo me metí en esto y necesito afrentar las consecuencias cuales fueran.
Suspiro pesadamente y comienzo a caminar en dirección al edificio en donde vivíamos ambos, debo decir que estaba caminando como un anciano a propósito, no me juzguen, cualquiera lo hubiera hecho en cualquier situación similar. El trayecto ha sido de muchos sentimientos encontrados en estos momentos, recordé cuando le he confesado mis sentimientos a Hannah, como termino la relación, lo mal que me sentía dentro y fuera de la relación que tuvimos y ese es mi principal miedo, a que pase exactamente lo mismo, pero la diferencia es que en este caso me diga que no quiere estar conmigo.
Llego al edificio y empiezo a subir por las escaleras hasta el segundo piso, al llegar camino por los largos pasillos hasta su puerta, el miedo y los nervios van aumentando en cada paso que doy para llegar a su puerta. Al estar enfrente de esta doy varios suspiros para tranquilizarme.
—Tú puedes con esto, Angus. Solo relájate y toca la puerta—me digo a mí mismo y luego de unos segundos, al sentirme bien, doy unos toques a la puerta.
Si que se tomó su tiempo al abrir, porque tardo más de lo que me esperaba, pero aun así luego de unos diez minutos la oigo decir que ahí iba y finalmente abrió la puerta, lo primero que vi fue su pelo mojado, supongo que se ha tomado una ducha.
—Perdón por haber tardado, estaba terminando de vestirme—dice apenada.
—Tampoco espere una hora. —digo un poco en broma para que no se sienta mal por eso.
—Ven, pasa y ponte cómodo, mientras voy al baño a peinarme—dice poniéndose a un lado de la puerta dándome el paso.
—Gracias—susurro y entro para irme a sentarme en el sofá.
—¿Quieres algo de beber? —me pregunta estando parada a un costado mío.
—Un vaso de agua, si no te molesta.—le digo ya que con todos los nervios tengo la garganta seca.
—Está bien—dice y se dirige hacia la cocina y me sirve el vaso con agua, luego vuelve hacia mi y me lo extiende—. Toma.
—Gracias—digo y tomo un sorbo de agua fresca.
—Mientras terminas de tomar el agua, me iré a peinarme.
—Ve te esperare.
—No tardo, ¿sí?
—Ve tranquila, Rose. No me iré a ningún lado, si es lo que te preocupa.
—Es que suelo tardar y me da pena que esperes tanto.
—No me importa esperarte, si lo tengo que hacer, espero con gusto.
Ella me mira con un poco de pena, pero aun así se va al baño para poder peinarse. Yo en cambio termino de tomar el agua y me preparo mentalmente para lo que ella pueda decirme acerca de la canción o de lo que le voy a decir en unos minutos. Mientras la espero, estuve distrayéndome con el ruido que, mientras hacía sonidos con el vaso de agua, hacia ritmos musicales de cualquier canción que se me venia a la mente, eso me distraía un poco de todo este tema y los nervios que estaba consumiendo.
La verdad me sorprende en cuanto ella pueda tardar en el baño, ya hace media hora que se fue, no la juzgo, yo sería igual. Me he levantado, para dejar el vaso en el lavavajillas y luego volví a sentarme en el sofá y he estado mirando las redes sociales, al cabo de unos cinco minutos, la veo llegar y sentarse a mi lado.
—Perdón, por tardar demasiado.
—Descuida, me lo has advertido, que es lo que importa. —la miro y le pregunto— ¿Para qué querías verme?
—Primero quería quejarme contigo porque no me has despertado ni avisado que te ibas.
—Si que lo hice, te deje una nota—digo a la defensiva.
—Pero, aun así, no te despediste como se debe.
—Es que te vi tan tranquila dormida, que no quise despertarte.
—Yo si fuera tú, si te hubiera despertado. Así no estaría con preocupación al saber que no estabas y si te pasara algo en el estado que te encontrabas ayer.
—Ya me ves, estoy perfectamente bien. Tenia que seguir haciendo mis cosas aun estando en este estado. ¿Y la segunda cosa?
—La segunda cosa es que vi la lista y agregaste una canción, que no es ni mas que una de Taylor Swift—dice sonriente—. ¿No era que no te gustaba?
—Nunca dije eso, no la conocía que es otra cosa diferente. La empecé a escuchar solo por ti, Rose.
—¿Por mí? ¿enserio? —dice sumamente sorprendida de lo que acaba de escuchar de mí.
—Si, Rose. Y debo admitir que me ha gustado escucharla, tiene bellas canciones.
—Nunca nadie se ha tomado la molestia de escuchar a mi artista favorita solo por mí.
—Pues ya conoces a uno que lo ha hecho solo por ti.
Ella no emita ninguna palabra luego de lo que acabo de decir, pero eso no quita que aun tenga esa preciosa sonrisa en su cara al escuchar aquello que dije. Solo espero que lo que tenga que decir tenga solo buenos resultados.
—Y supongo que analizaste bien la canción, ¿verdad?
—Si...sobre la canción Angus, debo decirte que fue muy lindo de tu parte que la hubieras puesto en la lista.
—Me he sentido identificado con esa canción, porque es lo que me estuvo pasando a mi hace años atrás hasta ahora que se que lo que tuve con mi ex, eso no era amor, el amor no te trata de esa manera como me lo hizo sentir ella.—doy un pequeño suspiro, es hora Angus—. Se que es de otra forma porque cuando me la paso contigo siento que esto puede llegar a ser el amor que tanto yo he estado buscando y nunca lo he encontrado al estar con Hannah. Tu me lo hiciste ver Rose, gracias a ti pude verlo claramente, contigo yo me puedo sentir yo mismo, me siento feliz, con un poco más de ánimos de seguir viviendo, antes de conocernos yo era una persona diferente a lo que soy en estos momentos. Al conocerte supe que el amor no era de color blanco y negro, si no de un tono dorado, como dice la canción—hago una pausa para ver su reacción al escuchar lo que dicho, esta entre sorprendida y un poco desorientada en algunos momentos—. Lo que estoy tratando de decirte Rose es que...me gustas, estoy enamorado de ti y no puedo parar de pensar en eso, en como me siento cuando estoy contigo, cuando no estoy contigo es como si volviera a mi horrible realidad, pero al estar junto a ti es como si estuviera adentro de una burbuja en la cual solo puedo ser feliz.
—Angus...
—Déjame terminar, ¿sí? No se lo que me has hecho, pero desde la primera vez que te vi, supe que no podría quitarte nunca mas de mi cabeza. Me gusta todo de ti Rose, desde tu personalidad hasta todas tus imperfecciones que tienes y dices que no te gustan y a la cual odias, pues a mi si me gustan y te lo diría las veces que sea necesario para que te sientas mejor. Se que lo que te digo es muy arriesgado porque se porque viniste y el tiempo que te quedas aquí, pero ya no podía aguantar mas mis sentimientos y te lo quería decir antes de que sea demasiado tarde.
Dejo de hablar y todo se convierte en pleno silencio, esta vez uno muy incómodo, tanto para mí que supongo que para ella también. Ninguno de los dos vuelve a decir algo, supongo que debe de estar analizando todo lo que acabo de decirle, la confesión que le dije, yo por dentro estoy muriéndome de los nervios. Ha pasado un buen rato y no me dice ninguna palabra, ya se lo que significa, un silencio vale mas que mil palabras y con su silencio puedo captar que no siente lo mismo que me puse en ridículo yo solo, ya que no hay otra cosa que decir ni hacer para que se olvide de todo lo que le dije, me dispongo a levantarme del sofá y dirigirme hacia la puerta.
—Angus, espera—dice reaccionando y se para para estar en frente de mí.
—Olvida todo lo que dije, ¿si Rose? Ya veo que metí la pata con esto.
—Angus—se acerca un poco más a mí.
—Ahora seguro he arruinado el vínculo que hemos construido y ya no me veras igual—digo entrando en un estado de negación y decir sin darme cuenta las palabras rápidamente.
—Angus—trata de que la ponga atención.
—No debí venir, tenia que haberte dicho que estaba enfermo. Sabía que esto terminaría mal
—¡Angus! —dice y me agarra de las mejillas para que la mire fijamente a los ojos y veo una pequeña sonrisa en su rostro—. Yo también me he sentido de esa forma contigo al conocerte mejor, Angus. Estaba en duda sobre si lo que sentía era porque me gustabas o era por otra cosa, es la primera vez que me siento de esta manera por alguien y me alegra que ese alguien seas tu y que también te sientas de la misma forma que yo. —dice mientras me acaricia la mejilla con su pulgar.
—¿Y eso significa? —digo sin entender porque aun sigo asimilando lo que acaba de decir.
—Que también me gustas, idiota—dice riendo al oír mi estúpida pregunta.
¿Me correspondió? No lo puedo creer, creo que voy a necesitar otra golpiza para volver a la realidad, creo que aun no he despertado de mi sueño, porque no lo creo, la bella chica que tengo en frente, a centímetros debo decir, me ha dicho que yo también le gusto.
—¿Es enserio? No estarás bromeando conmigo, ¿verdad? —digo sin poder creerlo todavía.
—¿Por qué iba a bromear algo así? Además, contigo Angus. Yo no lastimaría tus sentimientos.
No aguanto mas y le doy un gran abrazo, que hace que en un momento deje de tocar el piso, ya que la he levantado un poco. Me esta siendo el chico más feliz el día de hoy, gracias a ella, lo necesitaba, necesitaba ser feliz al fin, luego de todas mis desgracias gracias a gente que jugo conmigo y me desprecio tanto.
—Me gustas, Angus ¿okay? Nunca lo olvides—dice susurrando en mi oído.
—Soy el chico más feliz, gracias a ti. ¿lo sabias?
—No hasta este instante—dice con una sonrisa en sus labios y me deja un beso en la frente.
El resto del día nos la pasamos cantando canciones aleatorias que salía del teléfono de Rose, la última canción que estaba en reproducción era aquella canción Daylight, vi como Rose se emocionó al oírla y la cantamos juntos, yo con los sentimientos encontrados en la letra y ella con alegría ya que era una de sus canciones favoritas de aquel álbum.
Al fijarme la hora, supe que ya era el momento de irme para ir al trabajo, no quería irme, quería seguir estando junto con ella y pasar mas tiempo juntos, pero no podía quedarme, si mi padre se entera que falte al trabajo me descuenta el sueldo, que es el mínimo, pero es el único que tengo.
—Tengo que ir a trabajar—digo haciendo que ella me preste atención.
—¿No es muy temprano para que vayas?
—niego con la cabeza—. Tengo que ir para dejar todo ordenado y volver a abrir, luego del turno de mi amigo. Tengo que poner en otro ambiente el bar.
—Ouh, está bien. —dice con un poco de lastima— ¿Nos vemos mañana?
—Si, nos veremos mañana—digo acercándome a ella y darle un abrazo como despedida—. Adiós, Rose.
—Adiós Gussie—me dice al oído y me planta un beso en la mejilla, antes de separarnos del abrazo.
Me acompaña hasta la puerta y salgo para entrar a la mía. Fue extraño la manera en la cual me despidió, no digo por el beso en la mejilla, si no por ese apodo que me dijo en el oído, me dio un poco de nostalgia al escucharlo. Los únicos que saben ese apodo son Camille y esa niña de jardín de infantes que no la he vuelto a ver en mi vida.
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Feliz día de San Valentín, atrasado
¿Cómo la pasaron ayer? Yo sin luz todo el día, literal. Que linda forma de pasarlo sin luz y con calor jajaja
¿Qué tal el capitulo de hoy?
AL FIN SE CONFESO ANTE SU AMADA, SE FESTEJA EN EL OBELISCO
Si creían que luego de esa confesión se darían su primer beso, están muy equivocadas jajaja
HORA DE PREGUNTA
¿Con que canción de One Direction creen que va con Rose y Angus?
Yo tengo dos en mente y no puedo esperar para empezar a escribir.
Bueno, sin mas que decir, me despido.
No olviden de tomar mucha agüita, hace bien.
Nos vemos en el próximo capitulo.
¡Gracias por leer!