Best friends in love » Yeongy...

By tummygyu

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Soobin conoció a dos chicos que eran mejores amigos, sin embargo Soobin comprendió que ellos dos sentían cosa... More

Extra.

Capítulo único.

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By tummygyu

Conocí a Yeonjun y Beomgyu cuando tenía quince años, Yeonjun tenía mi misma edad y Beomgyu era un año menor, él tenia catorce.

Cuándo los conocí fue fácil notar que ellos se conocían desde antes, específicamente desde que eran niños. Parecía que cuando no peleaban a ambos les gustaba alardear con orgullo que sabían cosas del contrario que los demás no sabían. Ellos eran felices al saber que se conocían más que a nadie.

Conocerlos no fue la anécdota más extravagante del mundo en comparación a todas las vivencias que ellos me trajeron junto a Kai y Taehyun. Simplemente un día me asignaron para hacer un trabajo en grupo con Yeonjun pero yo no sabía que hacerlo con Yeonjun también significaba hacerlo con Beomgyu.

Él estuvo con nosotros todo el tiempo pero en realidad no nos molestó en ningún momento, ayudó a buscar información aunque él todavía no había visto nada de eso durante el año porque, bueno, él era un año menor. Yeonjun y yo nos sacamos una de las mejores notas, y Beomgyu nos felicitó con alegría, acordamos como celebración ir a tomar un helado y Beomgyu invitó a sus demás amigos que tenía en común con Yeonjun, ellos siendo Taehyun y Kai.

Desde ese día ellos me integraron a su grupo de amigos, y es una de las cosas que más les agradezco, ya que pasar el tiempo con ese grupo fue lo mejor que me pudo haber sucedido durante la adolescencia.

Tenían ocurrencias extrañas, y siempre había algo innovador para hacer. Yo siempre decía que sí a todo, disfrutaba altamente pasar tiempo con ellos.

Las "aventuras" (así las llamaban los dos menores) que teníamos eran siempre diferentes, recuerdo el día en que a Beomgyu se le ocurrió que era una buena idea ir al bosque para escalar árboles, él estaba tan emocionado con la idea, y para nuestra sorpresa Beomgyu era un gran escalador, sin embargo en lo que no era bueno era bajando de los árboles porque terminó cayéndose aún cuando estaba a una altura de más de tres metros, lloró mucho ese día y cuando llegamos al hospital todos sucios con tierra nos enteramos que tenía una fractura en la muñeca y un esguince en el tobillo.

Una vez decidimos acampar, pero las cosas no resultaron tan buenas cuando un grupo de mapaches salvajes decidieron llevarse toda nuestra comida, estuvimos hambrientos toda la noche hasta que los padres de Taehyun nos fueron a buscar al otro día.

En invierno solíamos ir a una laguna que se congelaba completamente, fingiamos ser patinadores artísticos mientras nos desplazabamos sobre el hielo, cabe recalcar que siempre nos caiamos y terminabamos con muchos moretones. Siempre el más lastimado era Kai porque parecía que se le complicaba mucho mantener el equilibrio, así que a veces para que no se lastimara tanto él era el juez que nos asignaba un puntaje a nuestros tontos bailes sobre hielo.

Obviamente Yeonjun siempre ganaba, él era el mejor bailando después de todo. Yo quedaba tercero pero no me importaba porque me gustaba burlarme de Beomgyu que siempre quedaba último porque parecía que no siquiera sabía diferenciar la derecha de la izquierda.

Yo era feliz compartiendo tiempo con ellos, aunque a veces no hablara demasiado siempre trataban de incluirme en cada conversación. También era muy tímido como para hacer las cosas extrañas que hacían en publico, pero con el tiempo me acostumbré.

Pronto comenzó a pasar el tiempo, y mientras más tiempo pasaba con ellos más comenzaba a notar cosas sobre Beomgyu y Yeonjun. Algo más allá de esas miradas complices detrás de cada travesura que hacían.

Los primeros meses no lo entendí. Tenían esa clase de amistad dónde encajaban a la perfección con el otro, sabían contenerse y animarse, también sabían divertirse peleándose por cualquier cosa. Yo estaba realmente celoso, porque yo también quería tener con alguien lo que ellos tenían.

Después de todo eran la definición de mejores amigos inseparables.

Fue entonces cuando comence a notar los pequeños detalles que me di una idea de lo que realmente estaba sucediendo.

Detrás de aquéllas bromas donde se insultaban, los golpes que se daban, todas las peleas graciosas que tenían, su complicidad a la hora de molestar a los demás, detrás de toda la amistad de Yeonjun y Beomgyu había algo más. Amor.

No se trataba del amor que se le tiene a un amigo que incluso puedes llegar a considerarlo un hermano, se trataba del amor en el anhelas a esa persona en otro sentido, que quieras estar con ella todo el tiempo del mundo si es que fuese posible.

Porque el brillo en los ojos de Yeonjun cada vez que veía a Beomgyu era increíble, parecía como sí Beomgyu fuese la cosa más maravillosa del mundo que pudiera existir, y por ello mismo Yeonjun sin percatarse siempre se quedaba minutos mirando a Beomgyu, incluso cuando alguien más estaba hablando su atención estaba enfocada en Beomgyu.

Beomgyu no se quedaba atrás, porque parecía que solo la presencia de Yeonjun lo estremecia de una manera tan buena que no podía matener el contacto visual, ni siquiera cuando peleaban, Beomgyu no podía mirarlo a los ojos, como si supiera que de cierta manera se derrumbaria ante aquél chico si lo hacía.

Eso fue lo primero que noté en ellos, las miradas, sin embargo, también estaban las acciones.

Yeonjun solía reposar su mano de manera inconsciente sobre las rodillas y muslos de Beomgyu, y este parecía tan acostumbrado al tacto que ni se inmutaba. Beomgyu por alguna razón siempre jugaba con la vestimenta de Yeonjun, los cordones de sus buzos, sus aretes. No era una manía que tenían, porqué solamente lo hacían entre ellos, más bien parecía una manera discreta en la que llamaban la atención del contrario.

Era como un "Hey, estoy aquí", ya qué siempre lo hacían cuando él otro no le había hablado o mirado por más de cinco minutos, y obviamente lo lograban porque enseguida Beongyu colocaba su mano sobre la de Yeonjun, y Yeonjun se lo quedaba mirando a Beomgyu mientras este seguía jugando con sus vestimentas.

Sumidos en su propio mundo

Un día habíamos acabado en el cuarto de Beomgyu, Yeonjun, yo y el propietario de la habitación. Taehyun y Kai no habían podido ir.

Ciertamente me sentía como un mal tercio, aún no me acostumbraba a rondar por el cuarto de Beomgyu y Yeonjun parecía conocerlo tan bien, abriendo cajones, sacando cosas y dejándolas en su lugar, como sí él realmente perteneciera allí.

Este era uno de esos días donde estabamos en calma, porque no es que siempre estuviésemos haciendo cosas locas, a veces necesitabamos un descanso de tantos golpes y fracturas.

Beomgyu tocaba una canción para nosotros con su guitarra, o más bien para Yeonjun, porqué cada vez que levantaba la mirada era solamente para ver el rostro de Yeonjun durante unos segundos y luego volver su atención al instrumento, quizá lo hacía para asegurarse de que Yeonjun le estaba prestando la atención que deseaba.

Me pareció tonto de su parte, porque desde que Beomgyu comenzó a tocar con delicadeza las cuerdas los ojos de Yeonjun estaban totalmente enfocados en él.

El semblante de Yeonjun era extraño, parecía como si estuviese acostumbrado a que Beomgyu supiera tocar la guitarra, yo estaba sorprendido, no me esperaba que tocara tan bien, me di una idea de que seguramente mientras Beomgyu aprendía Yeonjun siempre estuvo a su lado. Aún cuando seguramente lo vio muchas veces tocar parecía totalmente atontado, lo miraba con admiración, como sí su músico favorito fuera el que estaba tocando.

Cuándo Beomgyu terminó de tocar la melodía, ni siquiera me miró a mi, él esperaba ansioso la reacción de Yeonjun, era lo único que necesitaba.

- Cada día lo haces mejor, Beommie -dijo él y eso pareció dejar contento al guitarrista.

Las palabras de Yeonjun me confirmaron mi idea sobre que él estuvo allí viendo a Beomgyu aprender.

Luego de un rato nos encontrabamos los tres recostados en la cama, podríamos haber estado muy apretados por el hecho de que la cama de Beomgyu era pequeña, sin embargo Beomgyu se había acostado encima de Yeonjun para dejarme espacio a mi.

Beomgyu me redactaba una anecdota que los incluía a ambos mientras yo observaba las manos traviesas de Yeonjun colarse bajo la camiseta de Beomgyu para darle caricias en el abdomen. Parecía que Beomgyu o estaba muy acostumbrado o en realidad no se daba cuenta.

Optaba por la primera opción.

Yeonjun repitió como tres veces que tenía ganas de ir al baño, pero nunca hizo el amago de quitar a Beomgyu de encima suya sino hasta la cuarta vez que al parecer ya no podía aguantarlo, le pidió a Beomgyu que se levantará para que él pudiera ir a hacer sus necesidades.

Beomgyu siguió relatandome la historia de como él y Yeonjun habían acabado enfermos luego de que se cayeron en un lago una de las tantas veces que fueron a patinar en invierno, al parecer no había estado lo suficientemente congelado y el débil hielo se rompió bajo Beomgyu, Yeonjun tuvo que socorrerlo porque Beomgyu a penas sabía nadar como perrito.

Acabaron empapados de agua helada mientras nevaba y ni siquiera estaban cerca de sus casas, ningún taxi los quiso recoger así qué luego de una hora caminando llegaron a la casa de Yeonjun. Beomgyu terminó la anécdota diciéndome que al menos pudo pasar mucho tiempo con Yeonjun, porque mientras se recuperaban se quedaron en la casa del mayor.

Ni siquiera supe porque, quizá por todo lo que me había contado recién Beomgyu, o simplemente porque siempre los veía tan acostumbrados a ellos mismos, tan felices de estar juntos que mi boca lo soltó.

- ¿Ustedes son algo?

Beomgyu enseguida se incorporó quedando sentado, me miraba con el rostro completamente rojo y la expresión en su rostro parecía la de alguien al cuál le acababan de descubrir su secreto más preciado.

- ¿A qué te refieres? -preguntó luego de un silencio.

- Tú y Yeonjun. Parecen pareja, ¿Lo son?

Beomgyu permanecía en silencio, pensando, parecía dudar de que decirme, sin embargo luego soltó un suspiro, como si anhelara algo y finalmente me respondió.

- Yeonjun y yo solo somos amigos.

Lo observé, lucía triste. Me atreví a hacer otra pregunta.

- ¿Él te gusta?

Pero antes de que Beomgyu siquiera pensará en qué responder la puerta de la habitación se abrió.

Ambos nos asustamos y eso confundió a Yeonjun que nos preguntó que nos pasaba. Ni Beomgyu ni yo sabíamos que contestar.

Fue fácil desviar su atención cuando Beomgyu preguntó si quería escucharlo tocar otra canción, Yeonjun rápidamente dijo que sí.

Yo no había obtenido una respuesta clara de Beomgyu, pero creía saberla.

Los días pasaron y al parecer no solo yo noté que Beomgyu lucía un poco más perdido de lo normal en su cabeza. Se distraía con facilidad y casi nunca prestaba atención a lo que le decíamos, había que repetirle las cosas más de una vez.

Me cuestione a mí mismo si eso se debía a mis preguntas, me sentí un poco culpable, lo estaba haciendo pensar demás.

Yeonjun claramente era el más preocupado, después de todo, era su mejor amigo.

Él se acercó a mi a contarme su preocupación por esa faceta extraña que estaba mostrando Beomgyu, me dijo que estaba preocupado sobre sí es que le estaba pasando algo a Beomgyu que él no sabía.

Yo no podía decirle lo que en realidad creía que le sucedía a Beomgyu, así qué le dije que lo mejor era que le hablará y le preguntará directamente a él.

Yeonjun siguió mi consejo, y al parecer eso ayudó a que Beomgyu se diera cuenta que estaba actuando extraño, todo volvió a la normalidad después de que Beomgyu nos asegurará a todos que se encontraba bien.

Los días pasaban tranquilos, o bueno la definición que podía dar con ellos de tranquilos, porque Kai ya se habia fracturado el pie y Taehyun la muñeca, todo porque creyeron que era buena tirarse rodando de una montaña.

Un día luego de haber ido a merendar a un café después de la escuela, Yeonjun y yo pasamos a dejar a Beomgyu a su casa, era el que vivía más cerca de esa zona. Yeonjun y yo habíamos seguido caminando por un rato, hablabamos con tranquilidad de diferentes cosas hasta que pensé en preguntarle sobre eso.

Preguntarle a Yeonjun se sentía diferente de cierta manera, y ni siquiera sabía el porque.

- Yeonjun -lo llamé, él me miro.

- ¿Qué sucede? -me preguntó.

Dude un poco en si hacer la pregunta, pero yo realmente quería que ellos estén juntos y no podía esperar que un milagro cayera del cielo. Necesitaba saber.

- ¿Beomgyu... él te gusta?

Yeonjun se frenó derrepente para luego mirarme, parecía un poco enfadado pero intentó darme una sonrisa que más que nada lucía como una mueca incómoda. Trague saliva al no saber interpretar esa respuesta.

- ¿Por qué lo preguntas?

Balbucee al no saber que contestar, no podía ir y decirle que creía que Beomgyu gustaba de él, porque si aquéllo no fuese correspondido joderia totalmente a Beomgyu. Yeonjun me miró desde su lugar, alzando la ceja.

- ¿Acaso él te interesa?

Esa pregunta me descolocó totalmente, no había querido que mis palabras se malinterpretaran.

- No -me apresure a responder-. Es que yo... No sé, parece que él te gusta. Lo siento si sonó muy entrometido de mi parte

Yeonjun asintió pero su rostro me demostraba que no estaba muy convencido al respecto.

Los siguientes días la actitud de Yeonjun cambió cuando se trataba de Beomgyu y yo, ni siquiera me dejaba estar a solas un rato con él, no lo dejaba sentarse a lado mío y siempre lo arrastraba lejos de mí. Yo no quería que eso pasara.

No sabía que hacer, estaba frustrado. Me decidí a volver a hablar con Yeonjun, fue cuando los menores se fueron a buscar más fichas para jugar a los juegos que lo hice.

- Deja de hacer eso.

- ¿Hacer qué?

- Alejar a Beomgyu de mi.

Yeonjun derrepente lució avergonzado, entendí que en realidad no lo hacía aproposito si no que lo hacía sin querer, sin pensarlo.

- Yo no hago eso.

- Si lo haces. Sólo... No voy a robarte a Beomgyu, Yeonjun. Cuando pregunté eso fue porque ustedes realmente lucen como una pareja y me dio curiosidad saber si te gustaba, a mi no me gusta Beomgyu, ni siquiera me gustan los hombres.

Yeonjun se quedó en silencio unos segundos y luego habló.

- Lo siento, es que, Beommie es muy importante para mí y no me gusta la idea de pensar en él saliendo con alguien.

Casi me atreví a volver a hacer la pregunta nuevamente pero habían llegado los chicos con muchas fichas para jugar más juegos.

Yeonjun no volvió a alejar a Beomgyu de mí, aunque bueno, mucho no lo podía alejar porque Beomgyu pasaba la mayor parte del tiempo a su lado, pero ya no hacía nada cuando Beomgyu se sentaba a mi lado o algo así.

Quería hacer algo por ellos, parecía que yo era él único que notaba lo que pasaba, o bueno, al menos él único que quería hacer algo al respecto.

Era complicado hacer algo en realidad, porque no podía hacer nada, lo único que los detenía de ser algo más era decirse "Me gustas".

No podía hacer que pasen más tiempo juntos porque ellos siempre estaban juntos.

No podía hacer que haya más contacto entre ellos porque siempre estaban uno encima del otro.

No lo entendía. No entendía porque aunque era claro que podía haber algo magnífico entre ellos ninguno daba el siguiente paso.

Lo entendí el día que Beomgyu apareció de la nada en mi casa. El nunca era de aparecerse así, siempre avisaba con al menos una hora de anticipación.

Ese día estaba lloviendo y Beomgyu en mi puerta con la cabeza gacha solo parecía un perrito mojado. Lo invité a pasar y le di una toalla para que se sacará el cabello, también le ofrecí prestarle ropa pero él se negó. Mamá no estaba en casa, así qué estabamos sólos.

- ¿Paso algo? Pareces... angustiado.

- Me gusta Yeonjun.

Sentí que había ganado, que por fin ellos podrían ser lo que tanto anhelaban y nadie se daba cuenta, pero antes de poder celebrar y saltar me di cuenta de que algo no andaba bien. El rostro de Beomgyu no denotaba felicidad, en realidad parecía derrotado.

Pronto comenzó a llorar, y yo no sabía que hacer. Cubría su rostro y lloraba sin parar.

- Beoms, ¿Que pasa? -pregunté acercándose con rapidez a él.

Me miró, su rostro empapado en lágrimas.

- Me gusta Yeonjun -volvió a repetir.

- ¿Eso no es bueno? -pregunté. Él me miró, luciendo incredulo.

- ¡Claro que no Soobin! ¡Me gusta mi madito mejor amigo! -me gritó y yo me sorprendí, él pareció notar ello así qué largó un suspiró e intentó limpiar sus lágrimas, intento en vano porque estás seguían cayendo-. Lo siento.

- ¿Por qué crees que no es bueno?

- Porque es mi mejor amigo, Soobin. Lo amo, lo amo tanto y me da miedo perderlo por haberme enamorado de él. ¿Por qué me tuvo que pasar esto?

- Pero Beomgyu... Puede que a Yeonjun tu también le gustes, ¿Por qué no te confiesas?

- ¡No! -se apresuró a contestar él- No... no podría hacerlo. Sí Yeonjun me rechaza las cosas se volverían incómodas... Y yo realmente me odiaría por eso. Yeonjun es la persona que más me importa, me aterra la idea de perderlo o de que las cosas cambien y se vuelvan incómodas, yo... Simplemente no puedo Soobin.

Lo abracé queriendo consolar su pequeño corazón que parecía destruirse.

- Llevo llorando muchas noches imaginandolo Soobin, tengo miedo, tengo mucho miedo.

Gracias a Beomgyu entendí que no se trataba de algo tan simple como que ellos vayan y se digan "Me gustas", detrás de lo que para algunas personas parecían unas simples palabras para ellos había una infinidad de posibilidades que los dejaban destruidos. Existía la inseguridad y el miedo que calaban sus mentes, y yo no podía obligarlos a algo a lo que no estaban preparados.

Beomgyu estuvo deprimido los siguientes días, incluso un día mientras estabamos caminando en las calles nocturnas él se puso a llorar de la nada. Todos eramos conscientes de su estado últimamente pero eso nos sorprendió, parecía que la angustia en serio lo estaba superando.

Lo aconseje, y le dije que se de la oportunidad de declararse a Yeonjun, que no viva con ese remordimiento luego hacía sí mismo por no haberlo hecho, él me dijo que lo pensaría.

Cuando anunciaron el baile de fin de año me puse un poco nostalgico, pareciera que fue ayer aquél día en el que me asignaron a Yeonjun como compañero de trabajo, y ahí estabamos, apunto de graduarnos.

Teníamos que acudir al baile con acompañantes, yo invité a Taehyun y Kai, por su parte Yeonjun obviamente invitó a Beomgyu.

Estuve buscando un traje durante una semana, con ayuda de Yeonjun conseguí uno que me gustará, me ponía nervioso el baile, más que nada porqué sabía que se vendría una nueva etapa de mi vida.

El día del baile llegó, los cinco nos reuniríamos en la casa de Yeonjun y él nos llevaría en el auto de su padre ya que hace poco había sacado una licencia para conducir.

Beomgyu todavía no llegaba, era él último, lo esperabamos en la sala cuándo apareció.

- Hola chicos. Yeonjun tu mamá me abrió la puerta -dijo apenas entró en la sala.

Beomgyu lucía espectacular, debo admitir. Él había crecido, ya no era el niño de catorce años que conocí en ese entonces, en unos meses Beomgyu tendría dieciocho años, su pelo ya estaba un poco largo, él lo estaba cuidando, estaba totalmente vestido de negro, su pantalón de vestir, el saco, el chaleco, todo de negro, no había camisa ni corbata lo cual dejaba un poco a la vista su pecho y claviculas. Lucía hermoso.

Y al parecer no fui el único que lo notó, porque Yeonjun parecía embobado con su apariencia. Se levantó rápidamente de su lugar y se acercó a Beomgyu.

- Luces increible, Beommie.

Beomgyu se sonrojo y sonrió tímidamente.

- Gracias Jun.

No sé porque pensé que esa noche por fin se daría todo.

Los cinco fuimos al auto, Beomgyu se sentó de copiloto y se encargó de poner música que a todos nos gustara.

Cuando bajamos, tomé rápidamente a Kai y a Taehyun de los brazos.

- Chicos, deberían entrar así, ya saben, porque venimos juntos.

Ellos lucían avergonzados por mis palabras, pero se tomaron de la mano.

Entramos, algunas personas que nos conocían nos saludaron. Nos encontramos a las hermanas de Kai que nos saludaron felices, la mayor, Lea, se graduaba con nosotros.

La noche fue increíble, baile con muchas personas, lo sentí tan liberador, había dejado de ser aquél quinceañero que tenía miedo de entablar una conversación con un desconocido. Las palabras que dio el presidente de la clase para todos me hicieron llorar un poco, estaba un poco sensible por todo.

A media noche, estaba buscando a los chicos en el medio del baile ya que los había perdido por haberme distraído bailando con una chica. Fue allí cuando los vi.

Yeonjun y Beomgyu bailaban la canción lenta que se reproducía, unas de sus manos estaban unidas, la otra mano de Yeonjun descansaba en la cintura de Beomgyu, y la otra mano de Beomgyu estaba en el hombro de Yeonjun, hablaban y se sonreían a cada rato. Abrí mi boca sorprendido cuando vi a Yeonjun inclinarse y besar a Beomgyu.

Estaba feliz por ellos, realmente lo estaba.

Sin embrago, al día siguiente mientras hablaba con Beomgyu él me dijo que en realidad Yeonjun no lo beso, que le dio un beso en la mejilla y le dijo "Te amo".

Las vacaciones, como todas, las pasamos juntos. Siendo que Yeonjun y yo nos graduamos, todos comenzamos a compartir nuestras ideas sobre el futuro.

Taehyun dijo que ya tenía decidido irse a Estados Unidos a estudiar debido a que tenía familia allí, de igual manera nos contó que el planeaba independizarse allí. Todavía no estaba muy seguro si estudiar medicina o gastronomía, yo sabía que sin importar cual eligiera le iría bien, Taehyun era muy inteligente.

Kai dijo que el por su parte se iría a España, quería además de estudiar aprender algo sobre las culturas de ese continente y arriesgó por España, pero dijo que en sus vacaciones intentaría visitar los demás países. Kai hace años ya nos había dicho que su sueño era ser veterinario.

Beomgyu y yo nos quedaríamos en Seúl. Yo todavía no tenía muy en claro que estudiar, estaba acudiendo a la universidades para ver que carreras había antes de que se me venga encima el tiempo. Beomgyu por su parte quería estudiar para ser compositor.

Yeonjun esa tarde no dijo nada, y eso se me hizo curioso.

Yeonjun estaba actuando extraño últimamente, parecía un poco ido quizá y estaba mas cariñoso de lo normal, ninguno entendía ese comportamiento, yo lo ameritaba a que, como a mí, le estaba pegando la nostalgia por darse cuenta que estaba a unos pocos pasos de ser un adulto.

Eso hasta que Beomgyu un día apareció en mi puerta. Mamá lo atendió porque yo estaba en mi cuarto, ella subió muy preocupada a decirme que había llegado un amigo mío llorando.

Al bajar, comprobe que se trataba de Beomgyu, él no hacía ruido, lloraba en silencio mientras miraba el suelo.

Lo mire y le pregunté que le sucedía, pero parecía no querer hablar.

- ¿Quieres subir? -fue lo único que se me ocurrió preguntar, ya me estaba poniendo nervioso al no obtener respuestas suyas.

Finalmente Beomgyu asintió. Mi madre me dijo de que si necesitábamos cualquier cosa le dijéramos.

En cuanto entramos a mi cuarto Beomgyu rompió en un llanto doloroso, parecía realmente destruido y los únicos escenarios posibles que se me pasaban por la cabeza eran un total caos, estaba nervioso y ansioso porque hablará.

- Yeonjun... -fue la primera palabra coherente que soltó.

Aquéllo fue como un balde de agua fría cayéndose encima mío, ¿Le había sucedido algo? Muchos escenarios más pasaron y cada uno era más trágico que el anterior, estos incluían a un Yeonjun muy herido. Nosotros teníamos esa tendencia a siempre acabar lastimados, pero me preocupó mucho pensar que algo había acabado peor de lo normal.

Beomgyu intentaba explicar que le sucedía pero no lo lograba, tuve que calmarlo para que finalmente pudiese hablar.

- Yeonjun se va a ir -dijo cuando finalmente pudo hablar-. Va a ir a estudiar a Estados Unidos.

Quizá podría sonarme una exageración de cualquier otra persona, pero esto se trataba de Beomgyu y Yeonjun.

Yo no sabía que decirle a Beomgyu, no podíamos ir y decirle a Yeonjun "Hey, quédate aquí porque Beomgyu no quiere que te vayas" o alguna tontería así, también sabía que Beomgyu ya había decidido hace años quedarse en Seúl a estudiar para ser compositor, no podría irse de la nada si no contaba con el dinero suficiente.

Beomgyu esa noche me expresó como se sentía al respecto, estaba dolido porque Yeonjun había tardado tanto en decírselo pero estaba más dolido porque sabía que en unos meses Yeonjun partiría y él no lo podría volver a ver en mucho tiempo.

Y en mucho tiempo pueden suceder muchas cosas.

También me contó que venía de la casa de Yeonjun, que la notícia le cayó tan mal que solo pensó en huir y tuvo que apagar su celular de tantas llamadas entrantes del mayor.

Cuando prendimos su celular, el número de llamadas pérdidas y mensajes por parte de Yeonjun era exageradamente alto.

Él realmente estaba preocupado.

Los días pasaron y los cinco decidimos pasarlo lo más que podamos juntos debido a que Yeonjun se iría.

Beomgyu lucía jodidamente deprimido y casi no se soltaba de Yeonjun, las peleas entre ellos parecían haberse desvanecido de la nada porqué él menor no contaba con la fuerza suficiente para discutir. Estaba destruido.

Habían pasado la mayor parte de sus vidas juntos, y ahora, se iban a tener que separar.

Yeonjun también estaba mal, solo que intentaba lucir fuerte para poder contener a Beomgyu, pero en una de las tantas pijamadas seguidas que estabamos realizando yo me había levantado por los ruidos que provenían de la cocina.

Yo solía tener el sueño liviano y que alguien estuviese llorando en la cocina mientras nosotros dormíamos en la sala obviamente me despertó más que preocupado.

Era Yeonjun, él estaba llorando, su cabeza recostada sobre sus brazos que se apoyaban en la mesa. Estaba desconsolado.

Estuve apunto de acercarme para ofrecerle consuelo cuando Beomgyu pasó a un lado mío y sin decir nada se sentó a un lado de Yeonjun, el mayor recosto la cabeza en el pecho de Beomgyu mientras seguía llorando y él menor lo abrazaba.

Yo no pude evitar llorar mientras los veía.

Porque me dolía, porque aunque ellos no lo sabían yo si lo hacía.

Los días pasaron y Beomgyu y Yeonjun realmente no se despegaban para nada, solamente para ir al baño.

Si Beomgyu se levantaba a buscar algo para tomar Yeonjun lo seguía, si Yeonjun se levantaba para ir a atender al repartidor Beomgyu lo seguía. Parecían querer disfrutar cada segundo de su presencia, para recordarla y valorarla.

Fue un día cuándo estaba con Beomgyu en su habitación, Yeonjun no estaba allí porque él también tenía que pasar tiempo con sus padres antes de partir.

Beomgyu estaba irritable aquél día, así que simplemente permanecí a su lado en silencio. Me permití darle caricias en la cabeza para que sepa que tenía apoyo. Y él aunque estaba enojado me dejaba que lo mimara.

Era lo que necesitaba.

- ¿Por qué no te confiesas?

Beomgyu me miró y luego sonrió, pero no era una de aquéllas sonrisas felices, era una sonrisa triste.

- Planeaba hacerlo.

Yo lo miré sorprendido, esperando a que continuara.

- Le estaba escribiendo una canción pero... Ya no importa, él se va a ir.

- Pero no pierdes nada con intentarlo Beomgyu, me atrevo a decir que incluso podría ser que él no te rechace.

- ¿Y eso qué? -dijo Beomgyu, su respuesta tosca me sorprendió-. Ya no importa Soobin, no me sirve de nada declararme porque él ahora se irá y ya no lo tendré a mi lado. Odiaría declararme y que él me diga que sí y darme cuenta de todo lo que perdí estos años por miedo Soobin.

No dije nada más. No podía obligarlo a hacer nada, simplemente me recosté en su cama y deje que él se recueste encima mío para abrazarlo. Yeonjun estaría celoso pensé mientras sonreía con tristeza.

Los días pasaron tan rápido que el día que estabamos en el aeropuerto me lamentaba de muchas cosas. Quería que volvieramos a tener quince años pero sabía que eso era imposible.

Taehyun fue él primero en abrazar a Yeonjun, se dijeron algunas cosas pero fueron tan bajas que no las logré escuchar, cuando Yeonjun fue soltado enseguida Kai saltó encima suyo.

- Te voy a extrañar mucho hyung -dijo él, Yeonjun acarició su espalda con cariño.

Luego de un rato cuándo Kai dejó de abrazarlo Yeonjun se dirigió hacía mi, ambos sabíamos que Beomgyu debía ser él último.

- Gracias Yeonjun -dije luego de años guardándomelo-. Gracias a ti pude ser feliz.

Y eso no era mentira, yo estaba terriblemente agradecido con él y Beomgyu, porqué antes de conocerlos yo pasaba noches llorando mientras anhelaba tener algún amigo.

Quizá por eso siempre me sentí tanto en deuda con ellos e intenté que lograrán estar juntos.

Pero no lo logré, y me sentía jodidamente mal por ello.

- Tú también me hiciste muy feliz Soobin -me dijo él con una sonrisa y quise llorar, porque en realidad yo nunca les pude devolver la felicidad que me dieron.

Lo abracé y quise disculparme, pero tampoco quería que sea una despedida amarga, así que me limité a pedirle perdón en mi mente.

Me alejé y él por fin estaba libre para Beomgyu. Aunque creía que era un momento intimo para ellos, me permití mirarlos.

Me sorprendí un poco, porque era una de las primeras veces que Beomgyu estaba mirando a Yeonjun a los ojos sin desviar la mirada. Estaban allí, frente a frente, mirándose, como si quisiesen decirse tantas cosas que era imposible saber por donde empezar.

- Te voy a extrañar -dijo Yeonjun por fin.

Beomgyu asintió, no habló y abrazó a Yeonjun, sus brazos temblaban y su rostro estaba decaído, sin embargo, no lloraba. Yeonjun acariciaba su espalda. Estuvieron abrazandose un rato mientras él mayor murmuraba un par de cosas. Alcancé a escuchar un "Te amo" de Yeonjun.

Beomgyu en ningún momento habló.

Cuándo se anunció que los pasajeros se debían ir finalmente Yeonjun soltó a Beomgyu, se despidió nuevamente de nosotros pero esta vez en general.

- Adios -dijo con una sonrisa.

Yeonjun volvió a mirar a Beomgyu, y Beomgyu lo miraba a él. Yeonjun acarició el rostro de Beomgyu, aún con una sonrisa plasmada en su rostro.

Quería tanto que se besaran, que esto sea como esas historias dónde uno se declara y él otro decide quedarse para ser felices. Pero sabía que esto no era así, nos estabamos enfrentando a la realidad.

- Te amo -volvió a repetir y Beomgyu no respondió.

Yeonjun se acercó a Beomgyu y dejó un beso en su frente.

- Mantengamonos en contacto -fueron las últimas palabras de Yeonjun a Beomgyu antes de partir.

Cuándo Yeonjun empezó a caminar para irse Beomgyu finalmente se volteó hacía nosotros, sus ojos que habían estado aguantando todas las lágrimas estallaron. Beomgyu comenzó a llorar sin césar.

Lloraba como si le hubiesen quitado un pedazo de su vida.

Porque así fue.

Porque ellos se habían amado la mayor parte de su vida, pero vivieron con miedo de confesarse y perderse, y al final se terminaron perdiendo sin poder hacer nada.

Porque aunque Yeonjun dijo "Mantengamos en contacto" todo se sentía como una despedida, una despedida que tenías con alguien al cuál jamas vas a volver a ver.

Y mientras veía a Beomgyu llorar siendo consolado por los menores no pude evitar comenzar a derramar lágrimas, porque me dolía mucho, porque yo nunca les pude ofrecer todo lo bueno que me hicieron sentir, y solo acabé viéndolos destruidos por no poder amarse como realmemte querían.

...

hola !! este es el primer one-shot que escribo.

esperó les haya gustado ㅠㅠ.

aun falta un extra pero denle tiempito aaa.

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