Issei pensó que ir al inframundo en esta ocasión se sentía distinto, las primeras ocasiones era deprimente o estresante, como estar en territorio enemigo, estar en un sitio en el que no era bienvenido o en algún lugar al que no pertenecía, ahora, en cambio era un viaje más, como visitar a unos familiares lejanos, claro era el inframundo, un lugar que nadie se imagino ir en vida pero ya no resultó impresionante como esas primeras ocasiones. La misma Xenovia miro durante un buen rato el paisaje de abajo completamente embelesada, pero al final la duración de varias y largas horas de viaje hicieron que perdiera el interés mataron todo el encanto de ir al inframundo, por otro lado tuvo que admitir que fue mucho mejor que viajar en avión, al menos el tren privado de Ravel tuvo espacio más que suficiente estirar las piernas y una televisión de pantalla plana en la que estaba jugando videojuegos con Reynare para matar el tiempo.
Por otro lado Ravel no estuvo relajada, ni si siquiera tranquila, era todo lo contrario al estado de ánimo de los miembros de su clan, lo había estado pensando durante los días que estuvo en el inframundo por negocios y incluso ahora no podía encontrar una respuesta. '¿Como podria entrenar a sus sirvientes?'. Se preguntó una vez más. Issei era el más fuerte de todo su grupo, sin lugar a dudas podría derrotar a todos sus miembros al mismo tiempo si no contaba a Rossweise pero, incluso en uno contra uno confiaba que su caballero ganaría sin lugar a dudas. 'No hay forma de que Issei perdiera contra nadie'. Incluso se sentía tonta al tener que recordar algo tan básico, tan fundamentalmente cierto. 'Issei era invencible'. Fue un hecho insondable para ella como que el cielo azul, la duda en eso no existía. 'No hubo necesidad de que él entrenara'. Incluso confiaba en que podría ganar los próximos juegos de clasificación solo con su caballero. 'Pero... también existía la posibilidad de que issei fuera agobiado por números o por tácticas de engaño, no perdería frente a frente pero para enemigos abrumadoramente fuertes como él, siempre existen otros métodos'. Necesito alguien que pudiera ayudar a su caballero, y pudiera evitar que un escenario como ese sucediera. 'Y los tenía, pero la mayoría de ellos eran debiles en comparacion, podrían terminar siendo más una carga a proteger en lugar de una ayuda'. No pudo evitar pensar. 'La unica que podia seguir el ritmo de su caballero era Rossweisse. 'Otra cuyo entrenamiento podía ignorar ella misma debería ser capaz de entrenarse, como guardaespaldas de Odin, debería tener su propio régimen de entrenamiento, lo único que necesitaba era entrenamiento en conjunto para saber pelear en equipo, no era necesario que se complementaran a la perfección, le bastó con que no se estorbaran a la hora de pelear juntos. 'También tenía que ver con que Issei pasará mucho tiempo con Rossweise'. Los mismo se aplicó con Reynare. 'No la dejaría sola, cerca de Issei incluso si se mantuviera a la distancia de hasta dónde podía arrojar una piedra'. Claro ella no era débil y contrario a ella o Issei, Reynare era inmune al elemento de luz, estaba segura que más de un par de participantes traerán alguna sorpresa como alguna arma de luz o sagrada, como lo era el caballero de Rias que podía manejar una espada sagrada, ella misma traía una sorpresa igual con Xenovia y su Durandal, Reynare era el contador perfecto para alguien así. Incluso si dejara el entrenamiento de Reynare de lado, todavía estaba Xenovia. 'Ella era una humana'. Lo que sería un rasguño menor para un demonio, bien podría ser un golpe letal para ella, tampoco sabía si ella, como Le Fay serán admitidas a participar en los juegos de clasificación, incluso si ambas las catalogaba como magos contratados a su clan, no era conciente si serán permitidas a participar, incluso si la misma Le fay estaría dispuesta a participar, solo la había contratado para que capacite a su caballero en la magia y eso la llevó a hacer una pregunta. "Le Fay". Llamó a la joven bruja extremadamente similar a ella. "Se que solo te contrate para la capacitación de Issei a pesar de la paga tan baja-"
"No te preocupes, enseñar magia a Issei es un placer y poder explorar el inframundo es pago mas que suficiente". Interrumpió Le Fay desde su lugar en el sillon. Ravel solo asintió a sus palabras.
"Eso es bueno escuchar, aunque me preguntaba. ¿Estarías dispuesta a participar en los juegos de clasificación?". Su pregunta atrajo la atención de todos. "Desconozco si los magos contratados como tu pueden participar, pero si eres capaz, aceptarías participar". No era como si fuera indispensable su participación, solo queria saber si necesitaría diseñar un entrenamiento para ella y si era así, que entrenamiento podrían hacer para ser capaces de luchar sin una gran desventaja. Esperando una respuesta miro, no desinteresada, pero su mirada no estaba presionando a la bruja para que aceptara participar y sin embargo se sintió nerviosa por la atención de todos puesta en ella.
"Heh hump ¿Puedo preguntar a qué se debe la pregunta tan repentina? hump... Lady Ravel". Dijo incómodamente, no muy segura de cómo debía referirse a la demonio noble, perteneciente a uno de los 72 pilares del inframundo.
"Desconozco las reglas que habrá en estos próximos juegos de clasificación, solo se que no se necesitan tener el juego de sirvientes completo, podría ser posible que no permitieran la participación de un mago contratado para estos juegos y cabe la posibilidad de que ni siquiera Xenovia pueda participar". Ravel se sumergió devuelta a sus pensamientos. 'Aun tengo ventaja, con Rossweisse e Issei un demonio de clase suprema y clase alta, respectivamente, Reynare era una de clase media pero al menos debería tener suficiente experiencia para no tener problemas con cualquier demonio de clase media, capaz de enfrentarse con un clase alta teniendo en cuenta que era capaz de usar el elemento de Luz. 'Si me enfoco en pulir su trabajo en equipo'. Considero esa idea.
"Entonces cabe la posibilidad de que no pueda participar". Murmuró Xenovia para sí misma. Issei la escucho y se sintió desilusionado. A la ex exorcista no le importo, si tuviera que volverse demonio apenas lo consideraría, después de todo ser humana era algo temporal, un periodo de prueba hasta que se decidiera si lo que de verdad quería era convertirse en demonio. 'Después de la declaración de amor de Issei'. No tenía dudas de que de verdad quería estar con el castaño.
"Si solo es eso,". Le Fay se sintió insegura de hacer su proposición. sus palabras atrajeron la atención de todos devuelta a ella, sobre todo en la de Ravel. "¿Sería posible que pueda estudiar una de esas piezas malignas?". Preguntó tímidamente pero Ravel solo la miro curiosa por tal solicitud.
"¿Para qué quieres estudiar las piezas malignas?". Claro eran un elemento especial y importante para los demonios, un método de aumentar sus números bajos después de la guerra con los caídos y ángeles que solo disminuyeron más sus números durante la guerra civil. Pero sobre todo era una pieza mágica altamente elaborada creada por el mismo Adjuka Beelzebub, nadie que no fuera un dios de la magia como Hécate, Circe, Isis, Ereshkigal, Freyja, Xuan Nu o Azazel podrían esperar estudiarlos y poder comprenderlos. Su curiosidad se debía del motivo por el que deseaba estudiar las piezas malignas.
"Podría existir una menera en la que podría purificar el poder demoníaco, que emanan las piezas, seríamos formalmente parte de tu nobleza, cabe la posibilidad de que nuestras capacidades físicas se vean aumentadas pero podemos seguir siendo humanos". 'No debería ser complicado purificar el maná demoníaco, debería ser capaz si tengo suficiente tiempo'.
"Por que tanto problema con convertirse en demonios, dejar de ser humanos gran cosa, todos son ventajas". Dijo Reynare, abandonando el mando de la consola, para unirse en la conversación, recargando se en el respaldo. A sus palabras, se ganó la mirada de Issei, Xenovia y Le Fay, distintos grados hostilidad en sus miradas, la más clara de todas era la de Xenovia que no las aprecio, aunque la que más la perturbó a la caída fue la mirada de Issei. 'Mierda'. Pensó, claramente acababa de pisar una mina terrestre ahí, si su mirada expectante por sus próximas palabras era algo por lo que pasar. Rápidamente llegó al punto, aún no había completado su plan para enamorar a Issei, si arruinaba su relación antes de eso podría decir adiós a su vida fácil. "Vamos, gracias a que eres un demonio y por las leyes del inframundo, si quieres puedes casarte con Ravel en el futuro". Issei se encontró perplejo al igual que Ravel que había mantenido ese dato en secreto por simple vergüenza el sonrojo dejó a ambos tartamudeando. "Tu dios está muerto, porque seguir una doctrina egoísta que esos ángeles con miedo a su extinción, siendo un demonio tendrías una vida mucho más extensa junto una belleza sobrenatural". No la convence pero vio la inutilidad de seguir como una humana. "Y tú,". Esta vez miró a Le Fay. "Tu magia se vería no sólo aumentada, sería mejorada, sin contar la extensión de vida para estudiar magia". Le Fay podría argumentar que estaba equivocada en un par de puntos, pero un mínimo de mil años para seguir con sus estudios y vivir aventuras sería casi un sueño hecho realidad, pero aún tuvo sus reservas.
"Puede ser, pero con el tratado de paz, los ángeles han tenido acceso a la investigación de adjunta para convertir a humanos en ángeles, alguien como Xenovia portadora de Durandal seria de las primeras que califican para convertirse en un ángel". Argumento Le Fay diplomáticamente. "Yo aun tengo familia con la que quiero vivir mi vida". No podía imaginarse a ella misma viviendo por tanto tiempo mirando como sus padres y hermano morían de viejos.
"¿Qué me dices de Issei?". Preguntó ante la clara falta de la mención de su nombre.
"Que hay que decir, ya es un demonio, y por lo que tu dices podrá vivir una larga vida con su amada, no tiene más familia hasta donde me contó". Las palabras de Le Fay rechazaron cualquier cosa que Reynare hubiera dicho, no pudo refutar sus palabras y hizo lo único que creyó apropiado, encogerse de hombros antes de girarse y volverá a tomar el mando para seguir jugando.
"Si crees que puedes, en cuanto te asigne un taller para tu estudio te prestare una de mis piezas malignas". Respondió Ravel cuando logro hacer bajar su sonrojo. Si al final Le Fay no lograba hacer lo que decía podía argumentar con suficiente poder político, de su familia claro, para que les permitieran participar.
Antes de notarlo, el tren ya se había detenido. 'Habían llegado'. Pensó Ravel, el sonido del vapor escapando del tren fue toda la confirmacion que necesitaban todos para comenzar a moverse. no buscaron maletas, eso se lo dejarían a las sirvientas. Simplemente se levantaron para caminar a la salida como grupo.
Issei no lo había notado, pero al salir del tren lo pudo sentir, el cambio en la densidad del maná fue varios palmos superior al del mundo humano y casi fue abrumador, respiro profundo casi por reflejo al haber pasado un largo tiempo en el tren y de inmediato se arrepintió solo respirar era como tratar de respirar agua o aceite por lo denso del maná en el ambiente, se llevó la mano al cuello cuando no sintió que el aire suficiente hubiera entrado en sus pulmones pero no respiro más, cuando sintió sus circuitos se hinchaban al igual que globos de agua que estaban siendo llenados al borde de reventar, por el constante prana que no dejaban de producir, incluso podía decir que su núcleo mágico en su interior crecía. Empezaba a ser doloroso, activando sus circuitos aplicó refuerzo a él y toda su ropa, cuando no fue suficiente, recuperó su Devil Breaker y comenzó a drenar sus propias reservas en las gemas en su interior hasta que estas estuvieron al borde de reventar, cuando estuvieron llenas llevó una mano a su espalda donde su espada convocada ya estaba ahí y empezó a drenar aún más su núcleo mágico hasta un nivel en el que estuvo cómodo. "Arhg". Jadeo con fuerza para llenar sus pulmones de aire fresco.
Su repentino jadeo hizo que todo el grupo se girara para verlo, encontrando a Issei jadeando pesadamente, pero esta vez solo estaba tratando de recuperar su aliento. "¿Te encuentras bien?". Pregunto Ravel acercándose para colocar una mano en su hombro preocupada cuando noto como issei aún tenía una mano en su pecho. "Le Fay, que le suce-". Estuvo a punto de consultar con su maga contratada solo para congelarse cuando encontró a Le Fay en el mismo estado que su caballero. "¡Le Fay!". Exclamó. todos empezaron a inquietarse, Xenovia se movió para ayudar a Issei a mantenerse de pie
"Esta bien". Se apresuró a decir Issei para evitar que entraran en pánico, antes de dar un último jadeo. "Solo el maná en el ambiente, es demasiado". Se paró recto ya recuperado, su ropa cubriendo en su mayor parte las líneas de circuito.
"¿El mana?". Reynare miro el aire a su alrededor. "No noto nada en especial... de hecho es agradable". Dijo más para sí misma.
"No siento algo distinto, al mundo humano". Declaró Xenovia, casi estuvo de acuerdo, pero una vez más no era una experta en magia, esos eran la misma Le Fay y el propio Issei.
"Issei-san tiene razón". Le Fay quien ya había drenado su propio prana intervino a favor de Issei. "El maná es sofocante, me cuesta respirar y lo poco que respiro recarga mis reservas mágicas." Habiendo usado un par de Hechizos, Le Fay se hizo flotar vaciando buenas cantidades de su aura sobrante antes de que pudiera sentirse cómoda.
"¿Estarán bien?". Ravel se preocupó por su caballero y mago contratado. "Esto no había sucedido antes en tus visitas anteriores". No estuvo segura de que había provocado esto, pero si el mago experto decía que era el maná y que estarían bien, quién era ella para contradecir.
"Tuvo que ser mi entrenamiento mágico, las presencias mágicas son más fáciles de detectar desde que regrese de la Clock Tower". Pensó en voz alta, después de todo eran lo únicos que podía explicar por qué era él cómo Le Fay los únicos fueron los únicos afectados, después de todo eran los únicos que deberían tener sus circuitos mágicos abiertos y era su primera vez en el inframundo, razón por la que Xenovia no se vio afectada. Debido a que los miembros de la iglesia tenían su propio sistema mágico ajeno e independiente a los circuitos mágicos.
"¿Esas marcas sobre tu cuerpo van a desaparecer pronto?". Preguntó señalando las líneas que se asemejan a las marcas de los circuitos que se asomaban desde debajo de su playera y en las mangas de su gabardina.
"¿Marcas?". La phoenix ladeo su cabeza confundida en dirección de Reynare, antes de devolver su atención a Issei sin saber a lo que se refería la caída, sus ojos recorrieron con detenimiento a su caballero, le tomó unos momentos notar a lo que se refería la caída.
"No a menos de que quiera explotar". Sonrió de forma pícara a modo de chiste. Ravel no lo tomo así y su cuerpo se tensó de inmediato, miró a su caballero a la cara tan rápido que era sorprendente que no hubiera tenido un latigazo en su cuello.
"¿Issei-Sama estarás bien?". Ravel miró con preocupación, antes de empezar a palpar todo su cuerpo encontrando esas extrañas líneas que estaban por todo su cuerpo y pulsaron con energía azul verdoso. Issei solo colocó una mano sobre su cabeza para tranquilizarla, ligeramente divertido por su preocupación
"Nos encontramos bien solo usamos magias para eliminar nuestro exceso de prana." Le Fay despejó la inquietud de todos al explicar lo que les sucedía.
"Estás marcas son producto de una de las magias que aprendí en la Clock Tower, no son dañinas para mí, todo lo contrario." Quemando constantemente el prana sobrante, el respirar ya no era asfixiante.
"Se ven bien". Dijo Reynare levantando la camiseta de issei para ver sus abdominales marcados por sus circuitos mágicos brillando en un tono azul verdoso. "Me preguntó qué puedes hacer con esta magia". Reynare paso su dedo por su abdomen del castaño mientras miraban casi salivando por las vistas. Le Fay y Ravel sonrojadas cubrieron sus rostros con sus manos aunque las aberturas entre sus dedos no bloquearon su visión en lo absoluto. Xenovia miró casi inexpresiva, al paquete de seis ligeramente definidos, había visto su cuerpo más que suficiente para no sentirse avergonzada por ver sólo su abdomen, tampoco era como si la exorcista tuviera mucho pudor a pesar de haber sido miembro de la iglesia. Rossweise le hubiera gustado intervenir algo le dijo que cualquier cosa que dijera o hiciese sería usada por Reynare para avergonzar la. "Me pregunto qué puede hacer con esta magia tuya". Le susurró con picardía, aunque claramente fue escuchada por todos.
Las mejillas de Xenovia se tiñeron de un suave color rosa por sus palabras y desvió su mirada por el andén. Issei ya era suficientemente enérgico en la cama y a su entendimiento su magia de refuerzo solo lo haría un animal inagotable. 'No es como si me desagrade la idea de ver lo que puede hacer con su uso de refuerzo'.
"Suficiente, Reynare quita tus manos de mi caballero". Por mucho que le gustará las vistas Ravel se apresuró a bajar la playera de issei para cubrir su abdomen, sonrojada ante el paquete de seis de su caballero apartando a su peón lejos de su amado. Xenovia agradeció no ser el centro de atención. "Vamos, no hay que perder tiempo, mi familia está esperando conocerlos y no los quiero hacer esperar". Ravel empezó a caminar, liderando el camino fuera de la estación de tren del territorio Phoenix. Y aunque decía eso, la única interesada en conocer a la nobleza de su Ravel era su madre.
Al llegar a la mansión, un grupo de sirvientas se acercó a la peerage de Ravel que los guió a cada uno de los miembros a una habitación para que se refrescaran y alistaran para la comida en la que Ravel los presentaría a su familia. Cuando todos se terminaron de bañar ropa formal, vestidos o trajes, ya los esperaban en sus habitaciones camas, para que no se perdieran la ropa, no era ropa extremadamente formal, pero al menos clasificó como elegante. Issei estaba agradecido que que la ropa no fuera muy diferente al traje que había usado en la torre de reloj. Al igual que en la fiesta de compromiso de Rias, Ravel se acercó para desabrochar los botones de su cuello para revelar ligeramente su pecho, aunque a diferencia de esa ocasión, tenía un pecho musculoso el cual presumir, las otras chicas usaban ropa formal con las que no habría esperado ver, Reynare con ropa más recatada, muy distinto a como la veía todo el tiempo con pantalones cortos y playeras sin mangas holgadas. Rossweisse vestía algo similar a un traje de oficinista, muy similar a su traje plateado pero en lugar de un pantalón vestía una falda plisada y su camisa como la chaqueta de su traje sin cubrir completamente su pecho. Xenovia vestía algo mas femenino y seductor sin parecer desvergonzado, un vestido plisado ligeramente ajustado de una sola pieza de color negro junto unos tacones de igual modo negros.
Guiados al amplio comedor, Ravel lideró el camino mientras era seguida por sus dos caballeros a ambos costados un paso por detrás mientras eran seguidos por el resto de su clan, Le Fay se había excusado de la cena y se quedó en su habitación. Cuando llegaron al comedor las dos sirvientas que los escoltaron abrieron las puertas del comedor para dejar vía libre para su paso, las expectativas de Ravel no fueron traicionadas, en la cena solo la madre y padre aparecieron, ninguno de sus hermanos mayores ni un miembro de su nobleza aparecieron. "Cariño, que bueno que estás de vuelta". Su madre se apresuró a abrazarla, Ravel de igual modo se adelantó, todos solo se mantuvieron al margen ante la reunión madre e hija.
"Hola madre". Cuando Ravel abrazo a su madre pudo notar que no había nadie más en el comedor más que su padre se separó e hizo una reverencia. "Hola padre... hump... ejem... ¿Mis hermanos no asistirán a la cena?". No era como si quisiera verlos su pregunta era más una formalidad.
"No, Ruval fue a una reunión de negocios, Raizer partió ya a la finca." Esas palabras atrajeron la atención de Ravel.
"¿No asistira a la proxima reunion de jovenes demonios?". Seria el proximo gran evento de todo el inframundo, donde iban a participar todas las grandes figuras del inframundo, no solo las actuales, también, como el nombre del próximo evento indicaba la reunión de los jóvenes demonios, los demonio más prometedoras de esta generación, donde se esperaba ver qué demonios de esta generación sería alguien prometedor, juzgados en base de, una vez más como indicaba el nombre, los juegos de clasificación, dependiendo en la forma que clasificaron, sus carreras a las ligas mayores podrían despegar de mejor manera. Claro que ya había favoritos jóvenes prometedores muchos sospechaban que ganarían esto juegos de clasificación, ya fuera por dedicación, planificación, potencial o fuerza. Muchos creían que el ganador de estos juegos sería ya fuera Seekvaira por su disciplina y constancia, Sona por su inteligencia y planificación, Rias por el potencial de cada uno de sus miembros, Sairaorg por experiencia y fuerza de comparable a un demonio de clase suprema a final de camino, un paso de convertirse en un super demonio. Un monstruo por cuenta propia ya que Rias apenas estaba despegando de la clase alta.
"Oh ya conoces a tu hermano seguramente quiera pasar tiempo con su nobleza". Su madre casi se encogió de hombros. "Ojala Ruval tomara ejemplo de él y buscara a una prometida". Con una mano en su mejilla con expresión preocupada y ligeramente desconsolada.
Solo asintió como si estuvieran de acuerdo con su madre aunque compartió una rápida mirada con su padre, ambos coincidieron en que no querían a otro mujeriego en su familia. "Sí, supongo que si". No era especialmente malo, los demonios tenían al menos harem de cien mujeres, pero estas mujeres no los seguían a todos lados exponiendo los fetiches personales cosa que Raizer no parecía entender, lolis, kimono, tomboy, dominatrix, cada una de sus sirvientas vestían un tipo de ropa que expuso todos estos a la perfección. Sin embargo los demonios tenían otros métodos además de las piezas malignas para evitar su extinción y Raizer estaba más que feliz por colaborar con su raza y la matriarca Phoenix estaba ansiosa por convertirse en abuela. "Madre, padre estas de aquí son mis nuevas sirvientas". Se apartó su brazo presentó a sus sirvientes, su madre era la única seriamente interesada en su nobleza. Lord Phoenix analizó a cada uno de los sirvientes a cada uno de los nuevos integrantes por un puñado de segundos a excepción de Issei y Reynare que fueron ignorados desde un principio como si no existieran, antes de que su hija los presenta. Por ese breve puñado de segundos pudo apreciar la incorporación de la valquiria, la mano derecha de Freyja, Kriemhild incluso podría ir en contra de un dios y ganar, era una sorpresa que no la convirtiera en su reina, por otro lado esa chica de cabello azul era una humana incluso su cuerpo tenía rastros de poder sagrado. "Esta de aquí es Reynare mi peón". Contrario a la personalidad descarada de la caída hizo una reverencia y sonrió de forma angelical, la ironía implicita en sus acciones, como la chica más educada e inocente de todo el grupo.
"Es un gran honor volver a verlos Lord y Lady Phoenix". Con una profunda reverencia, Reynare saludo a los patriarcas del clan Phoenix
"Igualmente es bueno volver a verla". Lord Phoenix ni siquiera reconoció su saludo.
"Este de aquí ya lo conocen, mi caballero Issei". Antes de terminar su madre la interrumpió.
"Oh si, como olvidarlo, al hermano del Sekiryuutei que derrotó a tu hermano". Issei se quedó congelado no podía decir si la madre de Ravel estaba molesta por que había derrotado a su hijo, si los demonios se parecen ligeramente a los magos nobles de la torre del reloj y el linaje era todos para ellos, cosa de lo que estaba bastante seguro de que lo era. Le tendría más que un poco de odio por eso y le guardaría rencor por el resto de la vida por atreverse a ser mejor que su hijo de sangre noble. Incluso obviando eso, que se hubieran referido a él como hermano del Sekiryuutei y no como él mismo lo irrito, agradecía su tiempo en la torre del reloj que le enseñó a lidiar con ese tipo de tonterías y solo mantuvo una sonrisa en su rostro, si era un insulto no mostrarse irritado no le daría la satisfacción y si solo era un comentario insensible mejor mantenerse callado y con una sonrisa educada bajo la cabeza. "Eh... E-esta de aquí es mi nueva caballero, Xenovia Quarta, portadora de una espada sagrada". Asintió Lady Phoenix, satisfecha por la caballero de su hija.
"Un placer". Saludo levantando los volantes de su vestido, un pequeño gesto más simbólico, más que significativo.
"Es un gusto conocerla Lady Phoenix". Xenovia devolvió el saludo con una reverencia, una mano en el pecho, la otra oculta en su espalda.
"Por último, esta de aquí, es mi torre, Rossweisse, ex guardaespaldas de Odin". Una vez más Lady Phoenix pellizco los volantes de su vestido a modo de saludo.
"Un placer, Lord y Lady Phoenix, su hija me a contado mucho de ustedes, es un placer por fin conocer a los padres de tan maravillosa chica". El saludo de Rossweise era más profesional, como si hubiera pasado por esto una multitud de veces. Nada raro supuso Ravel, la primera vez que la conoció, que fue antes de una reunión como odin ella era la que había hecho la reunión junto las presentaciones, era lógico pensar que había hecho este tipo de cosas una buena cantidad de veces para que no sonara monótono a diferencia del resto del reso.
"Me alegra ver que hayas unido a tantos buenos miembros a tu nobleza, vamos llegaron hace horas tu y tus sirvientes deben estar hambrientos, haz que tus sirvientes tomen asiento y cuéntame como te ha ido en el mundo". La matriarca phoenix sonrió afablemente a todos, emocionada como una madre al ver a su hijo traer amigos a casa.
Al día siguiente Ravel reunió a todos los miembros de su clan en una de las muchas salas en común de la mansión en la mañana por la mañana, la mayoría estaba adormilado su atención más puesta en el espacio frente a ellos que en la joven rubia, los únicos que no parecían estar en ese estado era Xenovia, Rossweise, Issei estaba raro parecía estar a punto de caer inconsciente pero a su vez estaba atento. El estaba despierto pero dos de las cuatro habitaciones mentales estaban en una forma de decirlo aún estaban durmiendo. "Atención a todos". Exclamó por lo alto. "Como ya sabrán en unos meses se abrirá una nueva categoría de juegos de clasificación". Ravel miró por un momento a sus sirvientes, repasando todo lo que había planeado para esta reunión. "Los reuní aquí para empezar con el entrenamiento porque sera mi primera aparición con mi propia nobleza y tengo el deseo de ganar estos nuevos juegos". Con sus manos en la cintura miró decidida al frente esperando que alguno de sus sirvientes hablará, cuando nadie lo hizo, asintió ante la falta de comentarios. "Issei". El castaño sacudió su cabeza y forzó a despejar su mente todas las habitaciones mentales ya trabajando procesando pensamientos.
"¡Si!". Al escuchar su nombre se sentó derecho.
"Con tus estudios en la torre del reloj supongo que eres suficientemente fuerte, además de no saber como ayudarte, tengo confianza en tu fuerza y que tu puedas entrenarte por tu cuenta". Issei lo pensó un momento, no tenía un régimen como tal pero Le Fay prometió enseñarle magia, incluso si estaría ocupada con las piezas malignas aun estuvo Reya, después de todo aún tenía mucho que hablar con ella, en cuanto a mantener su cuerpo en forma, como un demonio no debía preocuparse mantener esos abdominales, su fuerza y apariencia no cambiaría, siempre se mantendrá en su forma óptima, pero solo había hecho estiramientos en los últimos meses y la armadura de Jason dejo un par de años de entrenamiento del mismo Quirón el entrenador de héroes a los que podría sacar provecho, además de que no había entrenado con una espada desde hace mucho tiempo, bastante en realidad y si no fuera por la magia de aceleración del pensamiento ya habría olvidado las posturas y movimientos, eso también dejó el hecho de que necesitaba un reemplazo de Red Queen, su espada conjurada era buena pero los movimientos fueron diseñados con Red Queen en mente. 'No lo parecía en un principio pero había muchos tipos de entrenamiento que podría hacer en estos meses para ponerme en forma'. Pensó algo agobiado por todo lo que debía hacer.
"Antes de que pueda entrenar, mi espada fue rota en el ataque a la reunión de las facciones, debería conseguir un repuesto". Se rasco la nuca pensativo. '¿Tal vez debería ir con Reya a aprender magia por ahora? Ella también estaba en el inframundo acompañando a Sonar ¿No es asi?'. Considero por un momento antes de que Ravel cortara su línea de pensamiento
"Puedo ayudar con eso más tarde, después de que les asigne un entrenamiento a todos". Issei tomo eso como quedarse callado y esperar, así que solo se acomodo en su lugar estirando las piernas aunque estuvo atento a lo que diría Ravel. "Rossweise, al igual que issei, tengo clara tu fuerza, además de que no tengo nada en lo que te pueda ayudar, pero confío en que tienes tu propio régimen de entrenamiento así que no voy a presionarte por eso".
"Cada valquiria es la encargada de entrenar un grupo de Einherjer y mi propia abuela me a enseñado el arte de las runas y no hay nadie mejor que ella, puedo manejarme bien". Inflo su pecho en una total confianza y Ravel asintió en aceptación. Si estaba tan segura se lo dejaría a ella y una vez más no era como si le faltara fuerza.
"Reynare, por tu parte desconozco que tal te puedes manejar en una pelea, pero eres una pieza indispensable para los próximos juegos. Rossweise tengo que pedir tu ayuda para poner en forma a Reynare, usa los métodos que creas convenientes para eso". Los ojos de la Valquiria brillaron y en ese momento, Reynare solo se estremeció.
"Oh... Esta valquiria lamentable ara lo posible para ponerla en forma". Rossweise no miraba a Ravel, solo miraba a Reynare como un depredador lo haría con su presa.
"En ese caso te la encargó, puedes tener estos para tu entrenamiento". Ravel no se digno a reconocer los gritos de Reynare y le entrego una caja plateada del tamaño de su palma a Rossweise que la tomo antes de sacar a Reynare de la sala común a rastras tomada por su su tobillo como un agarré de tornillo de banco. "Le Fay, ya prepare una habitación para que la utilices como tu taller". Chasqueando sus dedos un par de sirvientas entraron a la sala común haciendo una reverencia a los presentes, sorprendentemente no reaccionando a Reynare y sus gritos, oh las Risas de Rossweise
"Que es necesita lo que necesita Lady Ravel". Ambas hablaron en perfecta sincronía, sus rostros una perfecta expresión inexpresiva.
"Por favor lleven a mi maga contratada a la habitación que les pedí que preparen". Indicó y ambas sirvientas volvieron a hacer una reverencia está menos profunda pero igualmente educada.
"Señorita Le Fay si nos sigue la guiaremos a su taller para que comience a trabajar". Le Fay no parecía intimidada por el trato especial, todo lo contrario parecía bastante acostumbrada
"Por favor guíen el camino-".
"Un momento". Poniéndose de pie iba a salir de la habitación solo para ser detenida por Ravel. "Aquí tienes, espero tengas suerte". Extendiendo una caja de madera del tamaño de su palma hacia Le Fay que la tomó, ya sabiendo lo que era. Emocionada por poder estudiar una pieza maligna que más de un par de facciones deseaban estudiar. "Por favor, verifiquen que tenga todo lo que necesite y que alguien esté disponible para ella a cualquier hora". Ordenó a las sirvientas, Le Fay le agradeció antes de retirarse. "Xenovia, aún no se si serás capaz de participar así que eres libre hacer lo que quieras, no te voy a pedir que te esfuerces todo lo posible, pero Issei podría necesitar un compañero". Activamente ambos evitaron mirarse cuando las palabras de Ravel les dieron una idea equivocada aunque tenían claro a lo que se refería.
"Ejem," Xenovia se aclaró la garganta para atraer la atención de Ravel. "No sería mejor que Rossweisse entrenará con Issei, ya que nosotros, ejemp, ya tenemos experiencia, ¡luchando!". '¿Por que tenia la necesidad de aclarar?'. La ceja de Ravel se levantó pero antes de preguntar Issei decidió explicar
"¡Si! estuvimos cazando a demonios y creo que formamos un buen equipo". Asintió mientras consideraba sus palabras, suponiendo que era de esperar. 'Dejar a los dos solo por cuatro días supongo que es normal que conectaran y decidieron cazar a los demonios en mi ausencia'.
"Además tengo una deuda con Reynare, seria buenos que nos conociéramos mejor para poder sincronizar nuestras acciones en una pelea". Los ojos de Xenovia se entrecerraron, su primera y última pelea con la angel caída había sufrido una amiga derrota de la que no estaba muy satisfecha.
"¡Eso no es necesario, Rossweise e Issei no pueden estar solos!". Su arrebato levantó las cejas de sus caballeros que la miraron confundidos. "Je je je Planeó un entrenamiento grupal antes de los juegos de clasificación así que no tiene caso que entrenen ahora".
"En ese caso, no tiene sentido que entrenemos juntos". Fue lo único que dijo antes de ponerse de pie.
"Detrás de la mansión hay un bosque con bestias mágicas en donde puedes entrenar, también si lo prefieres hay una sala de entrenamiento en el tercer piso en el ala oeste o en el sótano un piso arriba de las piscinas". Tanto Xenovia como Issei pusieron los ojos en blanco.
"¿E-eso sería todo?". Pregunto tentativamente.
"Casi lo olvido puedes tener estos en caso de que te lastimes". Ravel le entregó una caja similar a la que le había entregado a Rossweise
"Esas son...". Xenovia se quedó sin palabras cuando Ravel le entregó tres lágrimas de phoenix. Uno de objetos curativos curativos más potentes y costosos en el inframundo o buscados en el mercado negro.
"No te preocupes por gastarlas, si necesitas más solo hazme saber". Ravel tuvo que sacudir su mano frente a ella divertida por la expresión atónita de Xenovia por el artículo tan valioso que había recibido.
"Muchas gracias, Ravel-sama". Con una reverencia Xenovia se dispuso a salir, no sin antes detenerse para mirar a Issei sobre su hombro. "Espero que entrenes con empeño Issei por qué quiero luchar contra ti al final de estos meses, para comprobar de una vez por todas cuál es el fantasma noble más fuerte, si tu escudo o mi espada". Mientras Xenovia tenía una sonrisa desafiante, Issei le devolvió la sonrisa con emoción. "No es solo Reynare con la que tengo una lucha pendiente". Fue lo único que dijo antes de salir por la puerta.
"Me alegra que se lleven bien". Dijo Ravel después de unos segundos. De buen humor al ver que además de las constantes burla de Reynare todo parecían no tener ningún roce importante.
Acercándose a la puerta empezó a dar algunas instrucciones a una sirvienta.
"Entonces, tu y yo..." Comenzó a hablar sin percatarse de que Ravel no lo estaba escuchando. "Vamos a ir a conseguir una espada... Eso no sería una ci-"
"Tengo algunas reuniones así que tendrás que ir tu solo". Antes de que pudiera finalizar Ravel lo interrumpió sin terminar de escuchar a su caballero. Sin notar como este se desinflaba, deprimido ante sus palabras. "Lograste derrotar a mi hermano así que no deberías tener problemas con nada y nadie". La segunda parte murmurando mas para si misma que para Issei, intentando auto convencerse, inquieta por dejar a su caballero solo. "En el pueblo cercano a la mansión deberías ser capas de encontrar todo lo que necesites, es administrada por un demonio subordinado a nuestra familia, así que cualquier problema que puedas tener debería solucionarse hablando con los guardias de la ciudad y explicando tu situación".
"Aun tengo el problema de ser estafado, ni siquiera conozco el tipo de moneda que utilizan en el inframundo". Comento como una ocurrencia. Era bastante consiente de que Ravel parecía verlo como alguien divino capaz de cualquier cosa, y aun que no le molestaba la confianza puesta en el, sentia que lo sobre estimaba un poco.
"Sobre eso, cualquier cosa que compres dile que envíen la factura a la mansión y muestra esto". Ravel extendió su mano al pecho de issei y grabó el emblema del clan Phoenix con magia. "Si te encuentras con algún problema simplemente libera tu magia hasta que el sello sea visible, estás en territorio de mi clan así que nadie dirá una segunda palabra en tu contra". Con eso dicho y tras algunas advertencias de una Ravel que parecía inquieta por dejar fuera de su vista a su caballero, por fin se separaron.
Le tomo quizás unos cuantos minutos más de lo que esperaba y más indicaciones de las que le hubiera gustado pedir para llegar a la salida pero siendo justos era la primera vez que recorría la mansión sin que alguien estuviera guiando el camino y solo una planta de la mansión la era un laberinto. No le hubiera importado salir de la mansión saltando por una de las ventanas del tercer piso, pero tampoco estaba dispuesto a abrir ninguna puerta que viera en su camino, eso solo era un desastre esperando ocurrir, sospecho que cualquiera que abriera daría con el vestidor de las sirvientas, dios no lo quisiera, el dormitorio de Lady Phoenix dónde se estaba cambiando en ese preciso momento y espiar al club de natación o Kendo era una cosa, a un grupo de demonios física y mágicamente más fuertes que él, bien podría haber pedido a Arthur que lo matará en la torre del reloj. Al menos conservaría su dignidad y sería recordado como un héroe de guerra en lugar de un pervertido. '¡Por fin!' Penson cuando llegó al vestíbulo y vio la puerta principal, las ventanas en el marco y en la puerta no dejaban margen de error. "Jamas imaginé extrañaría ver el cielo carmesí del inframundo". Susurró para si mismo antes de notar un carruaje tirado por siervos blancos con astas cubiertas de grietas que emitían un brillo azul, justo frente la mansión junto con una sirvienta parada fuera del carruaje que le hizo una reverencia levantando las esquinas de su falda. '¿Ese carruaje es para mí o es que está esperando a alguien más?' Dicho carruaje era extremadamente lujoso y para su gusto demaciado elegante, tanto que le hizo pensar que lo más probable que los padres de Ravel saldrían en él, tanto así que tuvo que mirar atras asegurándose de que no les estuviera bloqueando el camino, para su desconcierto no había nadie detrás, tampoco de las puerta. Supuso que de todas formas tendría que pedir indicaciones para llegar a este pueblo que Ravel le menciono.
"Issei-sama es un placer, yo soy Claire voy a ser su guía y sirvienta personal a partir de ahora, si tiene alguna pregunta o petición expresé lo sin consideración". La sirvienta ahora conocida como Claire se presentó antes de que Issei pudiera decir algo, dicha presentación conmocionó un poco al castaño ante el recibimiento tan formal de la hermosa sirvienta de ojos celeste y de cabello corto estilo Bob su flequillo curvado a la izquierda.
"Ah..."
"La señorita Ravel me a pedido que le acompañe el día de hoy y sea su escolta".
"P-por supuesto, estaré a tu cuidado". Respondió el castaño intentando ocultar lo mejor que pudo su confusión y sus ojos intentando no devorar a la sirvienta con la mirada. Después de todo siempre procuro tener una buena primera impresión, sobre todo cuando era alguien del sexo opuesto. Sin contar que se había quitado la etiqueta de virgen no hace mucho, no era tan difícil controlar sus impulsos masculinos.
"Issei-sama el carruaje ya esta listo, si fuera tan amable de subir
para ponernos en marcha". Con calmada paciencia, la sirvienta hablo como para sacar de su estupefacción al castaño que se había quedado en blanco no muy seguro de lo que debía hacer. Sin apresurar a issei, la sirvienta espero a que el castaño se moviera, devuelto a la realidad Issei subió al carruaje algo cohibido, incomodo por la mirada atenta de la sirvienta y la elegancia del carruaje. Dejando de lado el interior del carruaje, que como era de esperarse era extremadamente lujoso o quizás la palabra que buscaba es estúpidamente lujoso, el viaje al pueblo fue en un incómodo silencio o al menos lo era para él ya que las sirvienta era como una estatua de alabastro, sin hacer un ruido, expresión o gesto, solamente sentada adecuadamente como una fina dama o una muñeca de porcelana. La incomodidad para el castaño era tanta, que no se podía quedar sentado cómodamente a pesar de lo suave que eran los asientos al punto que se acomodó en su asiento un par de veces y hacia pequeños carraspeos para romper el silencio que se había formado.
"Hay algún problema Issei-sama". La sirvienta pareció notar su incomodidad, raro teniendo en cuenta que sus ojos se me tenían cerrados, pues con un tono de voz suave hizo una pregunta que tomó con la guardia baja a issei.
"No, nada, esta todo bien, simplemente pensaba que faltaban escoltas y sirvientas para mi visita al pueblo". Dijo a modo de broma pues en un principio tenía planeado caminar hasta el pueblo, nunca pensó que habría un carruaje esperándolo, mucho menos una hermosa sirvienta con un traje de sirvienta al puro estilo victoriano esperando lo. La sirvienta no pareció tomarlo como broma, en cambio ladeó y su mirada se poso en el castaño claramente confusa.
"Eh ¿Q-que sucede?". Pregunto nervioso ante la primera mirada de la sirvienta que tenía una expresión compleja.
"Lady Ravel nos pidió que los sirvientes a su lado se mantuvieran al mínimo para evitar su incomodidad, si le preocupa su seguridad, estoy bien versada en el combate". 'Gracias Ravel'. Se recordó a si mismo agradecer más tarde a Ravel, si hubiera estado rodeado de sirvientas como Claire habría estado bastante mad estresado y no confiaba en su mismo para no hacer el ridículo. "Si disculpa mi grosería, encuentro asombroso que encontrará la necesidad de tener una guardia."
"¿Por que es eso?"
"Lo contado por Lady Ravel, dijo que con su personalidad no accedería a tener una guardia y en mi humilde opinión, encuentro raro que no sea así después de haber luchado con el hermano de Lady Rave, el Señor Raizer".
"En realidad estoy perfectamente sin una guardia, en cuanto la pelea contra Raizer... Diria que fue mas suerte que nada, si no hubiera sido tan confiado". 'Si solo hubiera decidido seguir lanzando fuego en mi dirección lo más seguro era que habria perdido, aún que enfadar al pollo frito fue parte del plan todo el tiempo'.
"Aun así no deja de ser sorprendente que haya Derrotado al señor Raizer que hasta ahora solo ha perdido dos veces los juegos de clasificación".
"Bueno, si tu lo dices, muchas gracias por tus palabras". Issei solo se rio y no dijo nda mas queriendo dejar la conversación a un lado. Lo último que quería era que los padres de Ravel escuchar rumores de el menospreciando a su hijo. La sirvienta pareció captar la indirecta o la incomodidad del castaño al hablar del tema por no contino la conversación.
Cuando pasaron los minutos, issei se vio obligado a salir de sus cavilaciones cuando el carruaje se detuvo al frente de una tienda. La sirvienta se apresuro a bajar primero para extender una alfombra roja a sus pies y hacer una reverencia. '¿Con que otras excentricidades tendre que lidiar?'. Penso con ironia antes de bajar del carruaje, la sirvienta parándose detrás de él, después guardar la alfombra y hacerle una señal al cochero para que se marchara. Cuando el carruaje avanzo, con el sonido de los cascos volviéndose tenue issei miro sobre su hombro para observar dicho pueblo por un breve momento antes de volver a miral al frente, solo para dar media vuelta y ver el lugar con mas detenimiento, sus ojos viajaron por la calle repleta de tiendas a ambos lados de la calle, edificios de ladrillos y madera, familias paseando por la calle asfaltadas con tabiques adornada con lámparas de cristales mágicos, por la calle niños pasaban corriendo y jugando. Rápidamente se percato que llamarlo pueblo no fue lo mas preciso y seria mas preciso llamarlo una pequeña ciudad. No tuvo tiempo para observar sus alrededores con mas detenimiento cuando la sirvienta lo llamo atrayendo su atención. "Issei-sama Lady Ravel me informo que necesitaba una espada, esta es la tienda mas lujosa, estoy segura que aquí encontrará un remplazo adecuado para su espada." Con un gesto la sirvienta señalo el interior de la tienda.
Con un primer y descuidado vistazo issei supo lo lujosa que era dicha tienda, era el tipo de tienda que no había visitado cuando aun era humano o al menos no con la frecuencia que alguien de clase alta lo haría. El interior era algo más de lo que se esperaría de una tienda de trajes Armani o una tienda de puros de alta calidad en lugar de una tienda de espadas, claro, había hojas de todo tipo, katanas, mandobles, hachas de guerra, dagas pero estaban en vitrinas de exhibición mas como un museo de armas. El el mero echo de estar de pie afuera de la tienda ya lo hacia sentir fuera de lugar. Tal vez era por que no tenía experiencia con cosas elegantes y sofisticadas de clase alta pero no pudo evitar pensar que se sentiría más cómodo si tuviera un traje en este lugar, aun que el traje fuera demasiado ajustado en el cuello para respirar o demasiado suelto de la entrepierna para que clasificara como cómodo, pero por lo menos podría aparentar las apariencias.
Antes de caminar al interior de la tienda, Issei ya se preguntaba si venir a una tienda fue lo mas indicado, después de todo quería un remplazo idéntico al de su vieja espada, sus reservas mágicas aun eran muy pequeñas para su gusto, una espada de un mejor material soporto una mayor cantidad de poder mágico, la dureza del material al menos soportaría unos intercambios mas contra Caliburn Si se volvían a encontrar con Arthur además que las espadas de la tienda ya estaban forjadas y incluso si su espada que le había pertenecido a su maestro ya estaba rota al menos le gustaría que su nueva espada conservará su forma después de todo su estilo y movimientos fueron diseñados con esa espada, tener otra espada era tener que aprender una vez mas su estilo o adaptarlo.
Durante unos momentos de unos consideración issei se debatió, la sirvienta espero pacientemente a que el castaño se moviera, cuando pareció haber llegado a una conclusión issei miro a la sirvienta antes de hablar. "En realidad preferiría una herrería para reemplazar mi espada." Con tono cortes espera que Claire le guiará, después de todo incluso si podía pedir una espada a su medida y a su gusto en la tienda tardaría mas tiempo de lo normal y el precio seria varias veces mayor a lo que costaría normalmente, incluso si no fuera el quien lo pagara tampoco fue alguien derrochador. La sirvienta arrugo las cejas ligeramente, no por molestia, si no por agravio. A pesar de ser nueva, se enorgullecía por poder cumplir sus tareas y pedidos de la forma mas satisfactoria y eficiente, razón por la que Ravel la había asignado como sirvienta personal de su caballero, sin embargo con este pedido se sintió agraviada cuando por mas que intentaba pensar en un lugar optimo para guiar a su actual maestro se encontró perdida, ansiosa con temor de fracasar en su primera tarea. "No conozco una herrería en particular pero debería poder encontrar una herrería en el distrito industrial." La sirvienta de cabello azabache, bajo la cabeza a modo de disculpas. Issei apenas lo encontró como una molestia, en todo caso pensó que fue su error por no aclarar esto de antemano.
"Entonces ¿podrías guiar el camino?" No muy seguro de por que el gesto de disculpa de la sirvienta.
"Debo tomar sus palabras como que no desea que llame el carruaje". La sirvienta pregunto pidiendo confirmación del castaño de que prefería caminar.
"Me gustaría ver la ciudad, a menos que te moleste". Sonrío de forma amable, un poco apenado al sentir que estaba imponiendo un poco.
"Ningún problema Issei-sama, por favor sígame". La sirvienta comenzó a caminar en una dirección al hazar, no tenía idea de dónde se encontraba el distrito industrial, pero como si honor como sirvienta lo encontraría a la brevedad.
Siguiendo a la sirvienta, su mirada Issei fue atraída a todos lados casi pudo jurar que era el mundo humano al ver los niños riendo, las mujeres hablando entre si, los vendedores agradeciendo otra venta o adolecentes paseando con los que parecían ser amigos o novias de no ser por la arquitectura un tanto peculiar o el cielo rojizo que resultaba inquietante sin importar cuanto tiempo hubiera pasado, abría jurado que lo era. Por otro lado los diablos que se percataron del castaño, levantaron cejas ante la ropa extraña, si bien los materiales no eran desconocidos y la gabardina azul que llevaba tampoco estaba tan lejos del diseño normal de sus ropas los pantalones de mezclilla junto la playera roja debajo de su gabardina no dejaban de tener un diseño poco común, al menos hasta que notaron a la sirvienta que caminaba a su lado ligeramente por delante de él, que aclaro que no era una persona de origen común y al menos fue un estimado amigo del barón que supervisaba la ciudad, quien lo más probables le había prestado una de las sirvientas para que le mostrara la ciudad y eso mismo hizo que faltarle al respeto estuviera fuera de lugar. Inmediatamente todos los que lo notaron y caminaban sobre la misma vía se apartaron de su camino, después de todo las sirvientas tenían incluso mayor autoridad que los guardias de la ciudad, issei ni siquiera noto este echo, pues su atención estuvo puesta en otras cosas.
Antes de notarlo el paisaje ya había cambiado lo que antes eran edificios de madera y tabique rojo y calles pavimentadas fueron reemplazadas por tabiques y hormigón, puertas que antes estaban echas de madera fueron reemplazar por robustas puertas dobles de acero y un ligero aroma a azufre y fósforo se volvía mas perceptible conforme se iba acercando al distrito, el suelo antes pavimentado con tabique fue reemplazar por simple tierra comprimida por los continuos carruajes que transitaban con frecuencia dicho camino o con fango por el agua derramada por los bebederos de los establos o los diablos que transportaban baldes con agua, los diablos antes mujeres de apariencia delicada y pequeños niños fue reemplazar por adultos musculosos con delantales de cuero y adolecentes o adultos jóvenes manchados de hollín y fango. Cuando por fin estuvieron en el corazon del distrito industrial, el sonido del metal siendo golpeado amortiguado por las paredes era claramente perceptible en múltiples lugares. La sirvienta se acerco a un diablo viejo parado fuera de un taller, su vestimenta de guantes y delantal de cuero junto su cabello y barba de color cenizo dejaba en claro que era un herrero, issei siguió de cerca a la sirvienta que camino con una gracia y delicadeza que su uniforme y zapatos se mantuvieron impolutos.
"Disculpe, a mi señor le gustaría probar algunas de sus obras". Claire hablo pero el diablo no se molesto en siquiera en mirarla.
"No tengo tiempo para perder, dile a tu señor que no vendo utilería y si tanto le molesta hablar conmigo hay mas herreros". Dijo al tiempo que volvía al interior de lo que parecía ser su taller, en su mano unas pinzas grandes de acero negro. Claire estuvo a punto de detenerlo cuando otro diablo se le adelanto, su complexión robusta y bastante mas alto que ella, issei solo podía describirlo como una montaña de músculos que lo superaba por lo que parecía ser una cabeza y media, con una armadura plateada y tirantes de cuero muy parecida a una armadura romana pero sus hombreras tenían pinchos y sus brazos cubiertos por cota de malla.
"¡Eh! viejo por fin vas a forjar armas para los guardias o voy a tener que tirar tu edificio abajo". El diablo amenazo, sus ojos puestos en el hombre mayor sin notar a la sirvienta parada a su lado mucho menos a issei quien lo miro con una ceja levantada.
De un primer vistazo el hombre pareció diferente, mientras que su armadura resaltaba ampliamente a diferencia de las armaduras de otros demonios que había visto detrás del diablo. Otros tres guardias susurrando entre si que se reían por lo bajo mientras observaban a su capitán por como se referían al grandulón de lo que pudo distinguir de los susurros que se referían como capitán y poco mas.
"Capitán de guardia, nosotros llegamos primero, así que si pudiera aguardar su turno-"
"Lárgate estoy ocupado con este anciano." El capitán de los guardias levanto su brazo y golpeó a la molestia que le hablaba con un reves que le mostraría a no molestarlo cuando estaba ocupado. El golpe produciendo una honda de choque al golpear algo pero en lugar de arrojar a la peste indeseable su brazo había chocado con algo bastante resistente que apenas se inmutó por su golpe. Cualquier cosa que tenía en la punta de su legua se olvidó, para mirar sobre su hombro para ver a qué o quién había detenido su revés. Como el capitán de los guardias de la ciudad, Gael, su fuerza de demonio de clase alta le dió la segunda mayor autoridad en la ciudad solo era superada por el barón, y no hubo nada o nadie en esta ciudad que fuera en su contra, que alguien fuera capaz de soportar un golpe, incluso si no fue con toda su fuerza era tan sorprendente como insultante que alguien se atreviera a imponerse a él. Lo que encontró fue a un mocoso de cabello castaño que se atrevía a verlo con esos ojos como si fuera su igual.
Issei captó en cámara lenta como el guardia levantaba su brazo, mirando con absorta incredulidad el movimiento tan astuto del capitán de los guardias y sus ojos se abrieron con asombro ante alguien que se atrevería a golpear a una mujer. Claude no fue distinto sumado a su identidad de sirvienta del clan Phoenix jamás se hubiera esperado a que alguien siquiera se hubiera atrevido a ignorarla, no por que fuera arrogante con su estatus, simplemente no creía que hubiera alguien tan estúpido o arrogante para ofender al clan Phoenix indirectamente golpeando a una de sus sirvientas, así que ya fuera por el movimiento tan natural o la estupidez o lo inverosímil de la acción de alguien que no tenía siquiera el humilde titulo de barón, Claude no se espero el ataque que se acercaba a ella, aun con la fuerza de un demonio de clase alta a inicios de camino la fuerza no podría simplemente ignorar la fuerza un demonio de clase alta a finales de camino como Gael.
Issei si bien no era un caballero educado y refinado, tania estándares de lo que podia permitir y no lo permitía y ver a alguien golpear a una mujer sin ningún tipo de provocación era algo que no iba a permitir, con la velocidad de su pieza de caballero se movió para proteger a Claire
La sirvienta solo pudo hacer el amago de levantar sus brazos pero antes de poder llevar acabo la acción defensiva una mano firme la tomo del hombro y la tiro hacia atrás con fuerza, en su campo de visión la figura del señor al que debía proteger apareció, con uno de sus brazos levantado para interceptar el ataque.
El impacto llegó a continuación, el impacto hizo que sus pies se deslizaran un poco por el barro debajo de ellos pero su Dreagernauth protegiendo su brazo de cualquier daño.
Cuando ambos brazos chocaron un ruido atronador opaco el ruido de toda la calle, todos en la calle se centraron en el espectáculo congelados en su lugar, incluida Claire que cayó en el fango, aún que poco le importo su uniforme sucio, sus atención se centrara en la figura del diablo castaño que se mantuvo inmóvil en su sitio, la espalda de su maestro bloqueando su visión y privando a la sirvienta de ver el resultado de lo ocurrido, aún así atónita cuando su maestro no se movió una pulgada. Él herrero que parecía indiferente incluso cuando un demonio de clase alta le gritaba se dio media vuelta y observo la escena delante suyo con ojos como platos, cuando vio como Gael el líder de los guardias de la ciudad con la fuerza de un clase alta retraía su brazo después de que su golpe hubiera sido bloqueado, solo pudo mirar con asombro al joven diablo de cabellera castaña.
Con una ceja levantada la atención de Gael había sido atraída por el joven diablo que había bloqueado su golpe, sus miradas se encontraron en el segundo siguiente, ambos analizaron al otro con rostros de piedra, sin importarles el ligero vapor que se produjo cuando ambos brazos habían colisionado.
Con intereses, Gael miro al joven diablo cuando había logrado detener su ataque en especial cuando el aura que percibió del joven demonio no era mayor a la de un demonio de clase media sin embargo no se perdió la capa de energía que cubría el dorso de su brazo, justo el lugar donde su brazo había golpeado
Issei por su parte simplemente se comparo la fuerza del demonio con la fuerza de Raizer, ya que era la mejor Bara de medir que tenia fue claro que la fuerza de este diablo fue Igual pero sus Dreagernauth había fue más que suficiente para soportar el golpe, unicamente dejando un ligero entumecimiento. 'Si usará su refuerzo debería ser más que suficiente para apalear al demonio'. Fue lo que primero que pensó, tuvo que pasar otro segundo, que con su magia de aceleración de pensamiento era un momento considerable de tiempo antes de que se diera cuenta de que esta situación se podía resolver sin una pelea. 'Debo estar demaciado estresado si en lo primero que pienso es en formas en las que le puedo ganar'. Nego para si mismo. "Creo que hay un malentendido, si pudieras disculparte con mi amiga". Su mano hizo un gesto para señalar a Claire aún tirada en el suelo. "Podríamos olvidar este asunto". Acababa de llegar a la ciudad lo último que quería era verse envuelto en un problema que le impidiera conseguir una espada.
Gael solo miro a la mujer tirada el la suciedad como un cerdo. "Je". Unicamente dejando escapar una risa vulgar que le mostró sus dientes, divertido por el pequeñín delante suyo que le estaba pidiendo que se disculpara. A él, Gael capitán de los guardias, por que debería importarle o siquiera molestarse o inclinarse ante una humilde sirvienta. " Je... Jejeje ha ha ha ha". Lo que comenzó como una risa seca se volvió una sonora carcajada que también contagio a los guardias parados a un lado. "Te lo daré chico eres gracioso, arrodíllate y pídeme perdón y consideraré no dejarte medio muerto, toma lo como un favor por hacerme reír a mi y mis chicos". Issei tuvo que admitir que este Gael era algo, para sorprenderlo dos veces seguidas de este modo que lo dejo atónito.
"Acaso sabes lo que estás diciendo". Para su sorpresa fue Claire quien hablo primero, sacando a issei de su aturdimiento.
"Creo que lo que mi amiga quiere decir es que tú comenzaste con esto primero, así que deberías ser quien se disculpe". Trato una vez más mediar en la situación para evitar que esto escalara a más pero el escupitajo que cayó en sus tenis a continuación lo irritó e hizo la furia dentro de el se encendiera.
"Ahora, tendrás que besas mis botas si quieres una disculpa". Los diablos alrededor miraron al joven castaño con expresiones de lastima y compasión, a los ojos de todos Issei no era más que un joven demonio que había intervenido por su amiga y ahora tendría que bajar la cabeza y humillarse públicamente para evitar que lo mataran. Por otro lado Claire se quedó atónita por las acciones del guardia y su corazón se detuvo por un segundo, cuando estuvo a punto de ver una ejecución publica.
"Estaba bien". '¿¡Que!?' Fue el pensamiento en común de todos los presente ante el tono tan plano del castaño. '¿Acaso de verdad lo iba a hacer?' Se preguntaron todos cuando Issei se empezó a bajar la cabeza.
Claire quería decir algo detenerlo y evitar que hiciera tal cosa, una palabra a Lady Ravel y la cabeza de Gael rodaría antes de que callera el sol y sin embargo no pudo. Tampoco hubo necesidad cuando un puño blindado aterrizó en la barbilla de Gael, los ojos del capitán de la guardia se volvieron blancos y sus pies se abandonaron el sueño. "¡Que nadie digan que no trate de solicitar las cosas de forma civilizada!". Exclamó molesto antes de tornarse los dedos, ese único golpe no bastaría para dejarlo fuera eh iba disfrutar esto, en especial por qué este no se iba a regenerar.
Espero que les haya gustado, este capitulo resultó bastante fácil de terminar, después de superar el bloqueo, y estoy satisfecho con el resultado del capítulo, el proximo capitulo no debería resultar tan difíciles de escribir, en especial por qué ya están escritos desde hace dos a tres años, así que solamente tendría que dar una revisión para publicarlos.
Sin más, me despido, dejen su estrella y comentarios que toda crítica es buena además que suben mi moral.