5.- Volver a casa
Chloe no pudo convencer a mamá de quedarme con ella en su apartamento. Ahora me encontraba preparando mi equipaje de nuevo para regresar a casa.
Todo gracias a David.
—Espero y tú madre se arrepienta y te deje venir de nuevo conmigo ¿Te imaginas viviendo yo sola? Qué tal si alguien viene y roba...eso es aterrador.
—No lo harán Chloe, yo también espero regresar contigo. —metí el último par de zapatos y cerré la maleta.
— ¿Y si me violan o peor, me matan?
—Eso no sucederá. Nos vemos mañana en clases —salí del apartamento y fuí a casa.
De lejos noté a mamá y Dav discutiendo, no se oían bien. Sólo podía escuchar gritos, entre ellos dos. Pero claramente sabía que la discusión se debía a mudarme de nuevo con ellos.
—Ahí viene. —mamá apuntó a mi dirección.
— ¿Qué pasa? —quise saber.
—Lo que pasa es que dormiremos en la misma habitación —Dav habló moviendo las manos en el aire.
Y eso era algo que Dav no aprobaba pues ambos tenemos gustos diferente y dormir juntos sería un completo error. Si uno no le arruinaba la noche a otro, el otro se lo arruinaría y sería un competo lío.
— ¿Y?...—mamá se adentro en casa y esperó para que entráramos.
—Todo es tu culpa David —rodé los ojos y entré.
Mamá nos ordeno ir a nuestra habitación. Compartir la misma habitación con mi hermano, no es nada agradable; es incómodo, muy incómodo para ambos.
Pero no teníamos de otra.
Dejé las maletas en el suelo y me recosté en la cama boca arriba, cerré los ojos. Esperando descansar un poco.
La calma saltó al momento en que Dav se recostaba a mi lado. En este momento comenzaría el infierno para ambos. Pero lamentablemente tendríamos que asumir las consecuencias.
—Ni me pidas que acomode tus cosas porque no lo haré—susurró Dav.
—Lo harás.
—No.
—Sí, me debes una
—Demonios. —Dav se puso de pie y fue por mis maletas del suelo y empezó a acomodar cada una de mis cosas.
–o–
A la mañana siguiente le gané la ducha a Dav. Me tuve que despertar una hora más temprano para que no lo notara y yo poder tener una linda y larga ducha.
Tomé mi bolso y baje a desayunar.
—De la casa a la escuela, de la escuela a la casa—escuché a mamá decir mientras venía de la cocina y dejaba mi plato en la mesa—. Mientras que su castigo termine, yo misma los llevaré al instituto ¿me oyeron? Nada de salidas
Mamá aparcó el auto cerca de la escuela, bajé y me despedí de ella.
Fui a mi casillero a sacar algunos cuantos libros. Chloe se acercó a mí y empezó a decir que anoche tenía mucho miedo porque sentía que alguien la vigilaba. La campanilla sonó y fuimos a la primera clase, y así sucesivamente. Las clases fueron realmente aburridas.
Salí junto con Chloe a fueras del instituto a esperar a que mamá llegará . Cuando lo hizo me despedí de Chloe y después entré al auto.
Al llegar me senté en el sofá junto con Dav, quien se encontraba viendo una película o serie, no sabía bien que era.
—Surgió un problema en el trabajo, regreso pronto. Nada de salir o les irá peor —mamá dijo, Dav y yo asentimos. Luego mamá salió.
—Espero y está pesadilla acabe pronto —dije, le quite unas chips a Dav de su tazón, el gruño y reí.
—Yo igual. Conocí a algunos amigos.—movió un poco su cabeza.
Decidimos en hacer una maratón de series, para no aburrirnos me recargue en su hombro y empezamos a ver la primera.
Estaban por dar las nueve y media de la noche, estábamos viendo la última serie. Quizás después seguiríamos pero por hoy había acabado.
Mi celular vibró, lo tomé de la mesa del centro. Era un mensaje de Jos.
"Princesa, paso por ti en una hora, ponte sexy para mi"
Por más que quisiera salir con Jos, no era posible.
"No puedo :("
"¿Por qué?, no, no quiero saber. Ponte lista ¡ahora!"
"Jos, en serio no puedo"
"En una hora."
"Jos... De verás no puedo :/"
Le envié el último mensaje sin esperar respuesta alguna.
Después de terminar de ver las series, ambos subimos a nuestra habitación. Eran cerca de las once.
Espero que Jos me entendiera que no era posible salir hoy con él. Si en verdad pudiera con facilidad le diría que sí pero hoy no era este caso.
Me coloqué la pijama y me recosté en la cama, en seguida Dav hizo lo mismo.
—Esto es muy incomodo—Dav se enredo entre las cobijas.
—Lo sé, te odio. —Me di la vuelta dándole la espalda.
— Gracias por voltearte, así me das más privacidad para hacer mis cosas.
—Asqueroso—moví mi mano hacía atrás pegándole en su estómago. Luego gimió de dolor.
Apagué la lámpara que estaba a mi costado y me acomode más en la cama, abrazando una almohada.
Mi celular sonó, era una llamada entrante.
—Apaga esa maldita cosa Sofía—mi hermano masculló.
Agarré mi móvil y fui al baño para allí contestar:
— ¿Dónde demonios estas?
—Jos...—dije, lo que sonó más como una pregunta.
—Sí, soy yo. ¿Y ahora dónde estas Sofía? Llevo casi dos horas esperándote abajo. —dijo desde la otra línea.
—Estoy en casa, perdón por no decirte que ya no vivo en el apartamento con Chloe...
Casi reí tan fuerte que podría despertar a los vecinos, que Jos esperara en la recepción del apartamento era realmente gracioso.
— ¿Chloe?...dame tu dirección, voy para allá.
—Jos no, no puedo, estoy castigada
—Gatita no me hagas perder la paciencia y dime tu dirección.
—No Jos...
— ¿Por las malas? O ¿por las buenas?
—Bien. Vecindario tres, avenida cuatro y número diecinueve —dudé mucho de darle mi dirección, pero por fin lo hice. Y espero no arrepentirme luego.
—Sé donde es, voy para allá.
Después de unos minutos la puerta sonó, aún me encontraba en el baño. Bajé cuidadosamente, y me asomé a la habitación de mamá. Lo que pude notar que aún no llegaba.
Abrí la puerta y ahí se encontraba Jos.
—Hola—sonrió
—Jos ya te dije que no puedo salir hoy. —Me recargue en el marco de la puerta.
—Vístete—me ordenó —. O... ¿Quieres que entre y lo haga yo mismo? Porque sabes que soy capaz de hacerlo Sofía.
—Vale, espérame un momento.
—Lo que órdenes. — Cerré la puerta y subí de nuevo a la habitación.
Saqué unos jeans negros al igual que una chamarra, una blusa y unos zapatos grises. Me alise un poco el cabello.
— ¿Qué haces? —Mi hermano se asomó al baño mientras me cepillaba.
—Dav necesito un favor...
— ¿Saldrás? —se rasco la nuca con pereza.
—Saldré—afirme—. ¿Me cubres? —pregunté poniéndome frente a él.
—Solo no llegues tarde...y borracha. —se alejó de mi y volvió a caminar a la cama.
Salí de casa, planeaba salir por la ventana pero era muy peligroso. Mamá no estaba así que ¿por qué no salir por la puerta principal?
Caminé al auto de Jos, bajo sus gafas y así observarme mejor. Un Wow salió de su boca e hizo que me sonrojara, me subí al asiento del copiloto y luego nos fuimos.
Llegamos a una casa lujosa. Jos bajó del auto y rodeó éste para poder abrir mi puerta.
Jos caballeroso, me gusta.
Entramos a la casa. Una fiesta. Había una fiesta. Nos acercamos a los demás chicos: Isaac, Bryan y Nico.
—Has llegado tarde, las cervezas se han agotado. —Isaac dijo.
—Hubo un pequeño problema ¿verdad Sofía?—asentí
Jos tomó de mi mano y nos sentamos en un taburete, junto con los demás chicos.
—Isaac, vamos por un par de bebidas —Jos golpeó el brazo del chico y luego los dos salieron del lugar.
— ¡Cuidan a mi chica!—Gritó Jos desde la salida.
Que Jos me llamará como su chica me empezaban a dar pequeños sentimientos a él.
Pero tenía que tener en mente que sus palabras fueron "Yo no me enamoro, no hago esas tontadas" Y yo temía de perder y enamorarme de ese chico.
En verdad tenía miedo.
—Y bien Sofía ¿ qué te parece este mundo de fiestas?. —Bryan dijo desde el fondo.
—Genial, supongo. —levanté los hombros.
—Es mucho para una niña como tú. —dijo Nico y exhaló el humo de su cigarrillo
— ¿Perdón? —me giré a él.
—No sé como Jos se fijo en ti, si sólo eres una niña de diecisiete años que quiere jugar a ser mujer.
— ¿Cuál es tu problema?
—Yo sólo digo que tú no eres el tipo de chica que Jos busca —él sonrió—. Ni te acercas a lo que Jos ha tenido.
— ¿Y cuál es el tipo de chica que Jos busca? —cuestioné y Nico volvió a exhalar humo.
—Preguntaselo a él.
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Hola ¿cómo están? ¿Qué tal les parece Nico? ¿Creen qué fue muy duro?
Qué les parece Jos?
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No sean lectoras fantasmas.
Att: Bethxx