-¿Que piensas hacer después de todo esto? ¿Te irás a Kanto, verdad?- Satoshi se asustó al escucharla. Llevaban ya un rato callados, y su pregunta fue tan rápida... Ella se levantó de la arena.
-Pues... Supongo que si... Después de verte como Reina de Kalos, claro.-Se calmó, y volvió a mirar a la playa.- Bueno, no. Le he prometido una cosa a Eureka, y no me iré hasta hacerlo...
-...-La chica no respondió nada. De hecho, lo último de lo que tenía ganas en ese momento era de hablar del momento de separación.
-¿Y tu?-El chico la miro. Enseguida noto que algo no iba del todo bien en la mente de Serena- ¿Te encuentras bien?
-S-Si... -No consiguió que su voz no se quebrara. No quería que el se fuera. Después de muchos años lo había recuperado, y no quería volver a perderle... Pero era algo fuera de su alcance. Y una lágrima rebelde resvalo por su mejilla.
-¿Serena, estas...?
Se levantó acelerado. ¿Era su culpa? Seguro que había dicho algo que no debía. Ahora le odiaria, seguro.
-No llores... Serena lo siento, yo...- Gruño desesperado. No estaba precisamente familiarizado con esos nuevos sentimientos. Normalmente hubiese dicho alguna tontería, y la chica se hubiese animado. Pero con Serena era distinto. Se ponía muy nervioso. Así que hizo lo que el corazón dictó
La abrazo. Al menos así dejaría de ver sus lágrimas. Ella acabo de derrumbarse, y comenzó a sollozar.
-No quiero que te vayas... No... Quédate...- Sus hombros se elevaban y se bajaban al ritmo de sus palabras. Se aferraba al chaleco del chico, y el la abrazaba.
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Mientras, dos hermanos miraban a través de la barandilla del centro Pokemon.
-¡Serena! - La pequeña rubia fue detenida por su hermano
-Espera. Mira, Eureka.
La chiquitilla vio a Satoshi abrazar a Serena. Entonces entendió.
-¿Estas esperando a...?
-Si no lo hace, le diré a Pikachu que le electrocute está noche. Por que ella ya no puede mandarle más señales.
-Pobrecita... Me pregunto por qué llora...
-Pues por culpa del de siempre. Vamos adentro, va...
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-No me voy a ir, Serena... Tranquila...-Poco a poco, recobró la compostura. Intento entonces salir de los brazos de Satoshi, pero el no la dejo.- Espera. Quiero que estés del todo bien cuando volvamos. O me temo que Eureka me colgará por los pies del balcón...
Serena se río. Su pequeña "hermanita" era muy adorable, pero a veces era peligrosa. A Satoshi le solía gastar bromas.
-Me alegro de poder hacerte reír. Pensaba que me odiabas...-Ella negó con la cabeza- Me alegro... Escucha. Mañana por la tarde tienes algo importante, ¿recuerdas? Has de demostrarle a Kellya que no te volverá a pisar.
-No se si podré... Ella es mejor performer.
-Eh, hazlo por Shauna. O mejor... Hazlo por mi, ¿vale?
-Para ti es fácil decirlo, estas aún en las semifinales, pero...
- Eso sólo me da puntos a favor. Es tu final. Además, se lo prometiste a tu madre. Volver como la Reina de Kalos.
-Sólo si tu ganas.
-Sería chistoso... La reina de Kalos, y el campeón... -Se río por lo bajo.
-No entiendo...
-Es que sería gracioso que diese esa coincidencia. Que ganasen dos personas que han viajado juntos...
-Bueno... El destino existe. Quien sabe. Ya estoy mejor... Deberíamos volver. Mañana son también tus semifinales, tienes que dormir.
- Durante el periodo de Liga yo no duermo... Doy vueltas en la cama hasta las 5 y después salgo a correr, o a hacer cualquier cosa...
-Pues deberías dormir... si no, no rendiras. Y eh, te necesito a tope mañana para animarme.
- Oh, disculpe princesa.-Se río- Ahora enserio, tranquila, hoy dormiré. Pero si ganas, ten en cuenta que mañana por la noche haremos una fiesta increíble.
-No haremos fiesta, que nos conocemos y a ti te va más una fiesta que a un tonto un lápiz...
-Bueno, vamos para arriba. Antes he visto a Eureka y Citron asomados, y creo que Eureka ya está buscando cuchillos...
Continuara...