Lo más difícil del contacto cero ni siquiera es no poder hablarte, lo más difícil es tener que dejarte y alejarme, eso y aceptar que juntos somos un gran y completo desastre, que en vez de sanar destruimos. Tener que aceptar que separados somos más nosotros acompañados de un corazón roto, aceptar que somos un obstáculo para el otro, aceptar que ya no existe un nosotros.
Y creo que está bien ir aceptando esta realidad, que está bien fallar, que somos nuestra prioridad ahora mismo, aceptar que mi amor por ti sigue vivo. Y no está mal admitirlo, por que siempre he sido sincera hasta conmigo misma, no puedo engañarme y engañar a mi mente cuando mi corazón siente y habla por si solo, con todas esas acciones que hago sin pensar, como escuchar música melancólica y llorar de la nada, como pensar en tu sonrisa y sonreír con melancolía, como amanecer un día entristecida y al otro lleno de energía.
Creo que de eso se trata la vida, de ir aceptando las caídas incluso estando a la deriva.
No negaré que a veces me cuesta ceder y dejar de luchar contra lo que debo y quiero hacer, pero supongo que es parte de crecer. Al principio fue como una montaña rusa de emociones, traté de esconderme tras canciones y dejar de lado mi tristeza, como si eso solucionará todos mis problemas, es obvio que no fue así, que un día tuve que dar lo mejor de mi y seguir, continuar por mi bien y dejar de pensarte a cada instante, dejar de apuntarte en mis planes y sobre todo, dejar de abrazar a tu recuerdo como si fueras tu junto a mi ahora mismo
Luchamos demasiado por esto, sangramos a momentos y lloramos como nunca antes habíamos llorado por alguien más, supimos amarnos y apoyarnos en el otro, pero nunca aprendimos a soltar del todo
Ahora que no estás mi vida está yendo por muy buen camino, aunque a veces la tristeza me acoge, sobre todo mientras pasa la tarde y la soledad me saluda con ironía. Y yo solo puedo pensar en la dicha que tengo y tuve de tenerte en mi vida, de compartir todos estos años a tu lado, aunque no todo fue lindo y un cuento de hadas, tengo que admitir que para mi fue un placer compartir todos estos años a tu lado.
Espero te sientas igual que yo al respecto, y si no es así, nunca lo sabré realmente. Con esto me permito continuar y por fin soltar tantos recuerdos y vivencias a tu lado, me permito ser feliz sin pensar en el pasado, pero sobre todo me permito dejarte de lado.
Y aunque la marea que formamos juntos sea un caos, se que el mar tratará de arreglarlo, almenos hasta que cure mi corazón y tu fortalezcas tu coraza, hasta entonces espero seas muy feliz.