Puella Magi Yuko Magica

By anxki98

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La ciudad de Okinawa parece albergar nada más que una rutina típica en la vida de sus habitantes, pero dos ch... More

Capítulo 1: Lo que desde las sombras se esconde
Capítulo 3: ¿Acaso crees en tus verdaderos sentimientos?
Capítulo 4: La reunión de los cinco, cara a cara
Capítulo 5: Los deseos te juegan en contra
Capítulo 6: El Ave qué cayó
Capítulo 7: Me dijiste qué me acompañarías hasta el final
Capítulo 8: Cuándo la desgracia te persigue
Capítulo 9: Time Eclipse, el bucle del sufrimiento
Capítulo 10: No quice dejarlos
Capítulo 11 (Final): Nunca olvidé la promesa qué les hice

Capítulo 2: Talvez esta sea mí salida..

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By anxki98

En el último capítulo.

Natsumi: No deberían meterse en cosas qué no entienden.

Yuko: Natsumi-San, ¿Cuál fue tú deseo?

Natsumi: Eso.. Eso no te incumbe.

Más tarde en la habitación de Yuko...

Yuko: ¿Cumplir un deseo? ¿Y Ser una chica mágica? ¿Enserio puedo serlo?

Kyubey: Sí, sólo debes hacer un contrato conmigo, pero sí no estás segura ahora, estaré contigo hasta que estés convencida de tener un deseo qué quieras cumplir.

Un pequeño silencio inundó la habitación de la chica, hasta que Yuko ya estaba decidida...

Yuko: Muy bien, siendo así... Deseo qué...

Puella Magi Yuko Magica

Capítulo 02: Talvez sea mí salida...

A la mañana siguiente.

La melancólica mañana qué ya era una rutina común para las dos chicas, se hacía presente. Cuándo el inmenso frío parecía expandirse mientras cada persona se dirigía a realizar sus actividades cotidianas, mientras tanto, pasamos a la casa de Sayumi por un rato.

Sayumi: Mamá.. ¿Vas a irte tan rápido otra vez?

La madre de Sayumi, cuyo nombre era Keiko Ito, era una señora a la cuál se le notaba mucho qué estaba inmersa en su propio trabajo, casi parecía qué era lo único que hacía en todo el día, sin descanso alguno de aquella labor.

Keiko: Sayumi, por favor, no empieces otra vez con eso, ya sabes qué no tengo tiempo.

Dijo con algo de desinterés.

Sayumi: Tú nunca tienes tiempo...

Ante esto, la señora hizo una mueca de molestia, y se limitó a responder.

Keiko: ¿Y Qué esperabas? ¿Acaso crees que el dinero lo regalan? ¿O crees qué lo hago por gusto?

Sayumi: Simplemente.. Me gustaría que me prestaras más atención en vez de estar inmersa en tú trabajo sin siquiera hablarme, ¿Es mucho pedir?

Dijo Sayumi levantando un poquito la voz.

Keiko se encontraba molesta, por lo cuál se limitó a responder de manera tosca.

Keiko: ¿Y Qué esperabas? ¿Qué luego de que tú padre nos abandonara me hiba a resultar fácil hacerme cargo de tí? Eres una desagradecida, trabajo muy duro para darte de comer y sacarte adelante, eres tan inmadura qué no te das cuenta qué estoy ocupada porqué me tocó hacerme cargo de tí.

Eso último hirió a Sayumi, quién no pudo evitar llorar ahí mismo, aquellas lágrimas qué rápidamente bajaban por sus mejillas y mojaban levemente su uniforme parecían ser resultado de una tristeza arraigada, una soledad agobiante de la qué Sayumi quería salir. Sayumi se limitó a irse mientras se despedía de su madre con tristeza.

Sayumi: Adiós, mamá, qué tengas suerte en tú trabajo..

Sayumi salió corriendo, sentándose en la banca de un parque, mientras seguía llorando y veía su reflejo en un charco de agua, dónde el reflejo denotaba a una Sayumi muy triste y angustiada.

Sayumi: Yo.. Yo no sé qué hacer.. Yuko es mí única compañía, pero necesito que mí mamá pase tiempo conmigo otra vez.. ¿Enserio soy una carga? ¿Enserio nada más me tiene con ella porqué le tocó hacerse cargo de mí y no porqué realmente me quiera? Yo.. Yo.. Desearía que mí mamá pasara mas tiempo conmigo.

Sayumi pudo ver cómo en el reflejo del charco una figura se haría presente en su hombro, se trataba de Kyubey.

Kyubey: ¿Enserio eso es lo qué deseas, Sayumi?

Sayumi: Kyubey.. ¿Tú puedes cumplir mí deseo, verdad?

Kyubey: Así es, nada más debes hacer un contrato conmigo y cumpliré tú deseo, a cambio de que te conviertas en una chica mágica.

Sayumi se sacó sus gafas por un momento y limpio sus lágrimas, y lo pensó, y realmente, quería que su mamá verdaderamente la quisiera, qué ella ya no estuviera sola, y quería realmente qué su madre pasara más tiempo con ella, Sayumi no tenía a nadie más con quién estar aparte de Yuko, pero le dolía estar sola el resto del tiempo, por lo cuál, y luego de pensarlo, Sayumi se puso sus gafas otra vez, y miró a Kyubey, estando decidida de cuál sería su deseo para convertirse en una chica mágica.

Kyubey: ¿Cuál será el deseo con el qué tú alma brillará?

Sayumi: Yo.. ¡Yo deseo qué mí madre pase más tiempo conmigo!

Kyubey: Tú deseo ha sido concedido.

Sayumi sintió cómo por un momento, empezaba a flotar, mientras una gema empezaba a brillar en frente de ella, esa gema brillaba con un color violeta, el cuál resplandecía de una forma bastante bonita, esta gema cayó en las manos de Sayumi, quién miró la gema con mucha curiosidad.

Sayumi: ¿Qué es esto, kyubey?

Kyubey: Es tú gema del alma, lo qué te permite ser una chica mágica, es importante, así qué nunca te distancies de ella.

Sayumi: Muy bien.. Y Entonces.. ¿Mí deseo ya está cumplido?

Kyubey: Sí, pero deberás esperar hasta el final de tú jornada escolar para comprobarlo por tí misma.

Sayumi: ¡Muchas gracias, kyubey!

Sayumi abrazó a Kyubey, mientras este realmente no sabía cómo reaccionar.

Kyubey: Esto es a lo qué los humanos le llaman.. ¿Afecto?

Sayumi: Sí, ¿No lo sabes?

Kyubey: Soy un incubador, nosotros no podemos entender muy bien las emociones humanas, pero hago mí mejor intento.

Sayumi y Kyubey se dirigieron a la escuela, encontrándose a Yuko en el camino, sin embargo, cuándo Sayumi se disponía a tomarla por sorpresa, se dió cuenta de qué Yuko tenía..

Sayumi: ¿Tienes una gema del alma, Yuko? Entonces.. ¿También eres una chica mágica?

Yuko: Sí, y por lo qué veo, también has perdido tú deseo, Sayumi-San.

Sayumi: Eso es genial, pero.. ¿Cuál fue tú deseo?

Yuko se quedó callada, sin responder a la pregunta. Luego de un momento algo incómodo, la cara de Yuko pasó de ser una expresión seria, a ser una expresión de alegría y risa, mientras Yuko reía tomando del hombro a Sayumi, poniéndola un poquito nerviosa.

Yuko: Oh, Sayumi-San, es un secreto.

Sayumi no quizo preguntarle más sobre su deseo a Yuko, y en su lugar, ambas decidieron ir a su escuela, para seguir con su jornada académica normal.

Mientras Yuko y Sayumi estaban en clases, por otro lado, veíamos la historia de otra de nuestras protagonistas.

Una maestra hiba llamando a varios alumnos para entregarles sus calificaciones, hasta que le tocó el turno a...

"Matsubara Akira"

¿Eh? - Dijo la chica con sorpresa -

Maestra: 7 de 10.. Sigue practicando.

Akira: Pero, yo...

Maestra: No está mal, pero no te conformes con ser mediocre.

Esto último hizo qué Karieru no pudiera evitar llorar, y salió un momento al baño, dónde todo lo que sus padres le habían dicho se intensificaba.

"Deja de ser mediocre"

"¿Acaso no quieres asegurar tú futuro?"

"Nuestra hija parece ser inútil"

Todos los días era lo mismo, una constante angustia por no saber sí podría tener un futuro asegurado cómo le decían sus padres. Era eso lo qué hacía qué la chica, de apenas 13 años, no supiera qué hacer.

Akira: Yo.. Yo quiero tener un buen futuro, pero lo doy todo, enserio, ¿Qué más puedo hacer? ¡¿QUÉ MÁS PUEDO HACER PARA CONTENTARLOS?!

Exclamó la chica en un tono furioso, mientras arrojaba una pequeña lata de gaseosa a un contenedor de basura, haciéndolo caer, de un costado de este, dónde la oscuridad reinaba en un rincón, Karieru pudo observar cómo dos ojos se hacían presentes. La chica empezó a temblar, pero antes de qué tratara de huir, sintió a algo pararse en su hombro.

Sí te sientes angustiada por tú futuro, un deseo podría cambiar eso..

Exclamó una voz.

Akira: ¿Quién eres tú?

Yo soy.. Un amigo.

Akira volteó a verse en el espejo y vió a Kyubey parado en su hombro, por lo cuál lo tomó tratando de examinarlo.

Kyubey: Tranquila, mí nombre es Kyubey. Soy un incubador, y ayudo a chicas cómo tú, a cambio de que hagan un contrato conmigo y se conviertan en chicas mágicas.

Akira: ¿Chicas mágicas? ¿De qué estás hablando?

Kyubey: Sí, puedo convertirte en una chica mágica a cambio de qué pidas un deseo, no te preocupes por eso.

Akira: Yo.. Yo.. Talvez lo considere después.

Kyubey: Igualmente, cuándo sepas qué deseo quieres pedir, yo acudiré a tí.

Akira: G-Gracias..

La niña salió corriendo del baño, le parecía muy extraño sobre lo qué ese aparente gato le había hablado, ¿Chicas mágicas? ¿Y De dónde había aparecido? La chica hiba tan inmersa en sus pensamientos qué sin querer se chocó con alguien.

Sayumi: Lo siento, ¿Estás bien, niño?

Akira: Soy una niña..

El cabello corto de Akira le daba a impresión de qué era un niño, solía ser normal qué la confundieran, ante esto, Sayumi se disculpó, ayudando a Akira a levantarse, y yéndose cada quién a sus respectivas clases.

Con el pasar del tiempo, la jornada escolar finalizó, y mientras la noche hiba cayendo, y así, Yuko y Sayumi irían saliendo del salón, pero votarían una cierta aura de inquietud en los pasillos. Algunas personas parecían caminar sin rumbo fijo, por lo cuál ambas las siguieron, y se dieron cuenta de qué se trataban de más Kagesutkis.

Yuko: ¡¿Hay Kagesutkis en nuestra escuela?!

Kyubey: Así es, algunos han sustituido a sus compañeros, así qué dense prisa.

Sayumi: Muy bien, pero.. ¿Qué?

El entorno se empezó a distorsionar, pasando todo a un escenario mucho más psicodelíco, un escenario lleno de cosas bizarras y aún sentido aparente.

Yuko: ¿En dónde estamos?

Kyubey: Están en un laberinto de bruja, son laberintos generados por una bruja, aquí los Kagesutkis son mucho más peligrosos, tengan cuidado.

Sayumi: ¿Porqué hay camarones con bigote volando por ahí?

Kyubey: Es parte del sin sinetifo que conlleva caer en la manipulación de una bruja, deben derrotarla rápido.

Yuko: ¿Y Dónde está?

Kyubey: Ahí.

A lo lejos se podía ver a una figura basten te extraña, la cuál se limitaba a emitir lamentos, ella era...

Abigail, la bruja de las ruedas.

La bruja empezó a lanzar varias ruedas hacia nuestras protagonistas, mientras los Kagesutkis se acercaban siendo más agresivos qué antes, pues al no estar ante ningún otro humano, ya no tenían qué aparentar comportarse y ser uno, por lo qué las chicas se transformaron, adquiriendo sus trajes de chicas mágicas.

Sus armas son un hacha y un martillo respectivamente.

Lejos de todo ese caos, Akira hiba saliendo de su clase, cuándo al entrar al baño por un momento vió cómo una compañera de clase suya se quitaba su.. ¿Máscara? Ante ella estaba otro de esos seres, viéndola con su rostro inerte y cadente de emociones, alcanzando a susurrar un leve "Corre"

La chica corrió lo más rápido qué pudo, hasta encerrarse en el cuarto de limpieza de la escuela, lugar dónde volvió a tropezar con Kyubey.

Akira: ¡¿Qué son esas cosas?!

Preguntó la chica asustada.

Kyubey: Son Kagesutkis,
ellos son criaturas que imitan la forma de los humanos, son todos aquellos humanos que en alguna ocasión se dejaron llevar por un sentimiento demasiado negativo, y por ende, una bruja pudo aprovecharse de eso para volverlos seres de pura oscuridad y sin más misiones que suplantar personas.

Akira: ¿Qué debo hacer?

Kyubey: Aún puedes pedir tú deseo.

Akira: Es qué.. Sí permito qué me atrapen voy a terminar igual, pero sí sigo así.. Yo..

Kyubey: ¿Cuál es tú deseo, Karieru?

Akira: ¡Deseo dejar de tenerle miedo al futuro!

Un brillo se hizo presente, denotando que el deseo de la chica había sido cumplido. Por otro lado, Yuko y Sayumi se encontraban peleando con la bruja de manera torpe, sin saber coordinarse bien. Solían chocar mucho entre ellas o directamente tropesarse y fallar sus ataques, esto hizo qué Sayumi cayera, y estaba a punto de ser golpeada por una avalancha de ruedas, hasta qué...

Alguien la tomó rápidamente, disparando hacía dónde se encontraba la bruja, se trataba de Akira.

Nota: Este es el diseño de Akira cómo una chica mágica.

Sayumi: ¿Eres la chica de la mañana?

Akira: Emm... ¡Puedo explicarlo!

El arma de Akira era un boomerang que también le serivía para tomar impulso, así, las tres chicas mágicas lucharon contra la bruja, sin exito alguno, cayendo todas en un pequeño crater que su caída había formado.

Yuko: ¿Qué hacemos?

Sayumi: ¡No tengo idea!

Akira: Así que vamos a morir, ¿No? Fue un gusto conocerlas por un corto período de tiempo...

Las tres chicas se abrazaron, pero de repente, un disparo se escuchó, Natsumi empezó a disparar, su arma se trataba de una sombrilla qué por extraño que suene, podia disparar, Natsumi se presipitó a caer encima de la bruja, y luego de varios disparos la empezó a atrevesar haciendo qué su sombrilla girara rápidamente. Ante esto, las tres chicas decidieron ayudarla, de manera bastante torpe, pero lo hicieron, siendo finalmente Yuko quién le daría el golpe final a dicha bruja, de la cuál quedarian pedazos, y semillas del sufrimiento.

Natsumi descendió lentamente con su sombrilla, y se dirigió rápidamente hacia las chicas, pero antes de qué Yuko pudiera agradecerle, esta la tomó de la mano bruscamente, mientras las regañaba.

Natsumi: ¿Qué parte de que no se metan en cosas que no entienden no son capaces de entender?

Preguntó la chica furiosa.

Akira: P-Perdón.. Yo sólo quería ayudar..

Yuko: Natsumi-San.. ¿Porqué no nos ayudas?

Sayumi: Deberías relajarte, podríamos ser amigas incluso.

Natsumi: No gracias, de momento no quiero desviarme de mí objetivo y ustedes no parecen comprender en qué esto es más que andar de un lado para otro. Y Ustedes dos, cuiden de la niña, sí al menos van a arriesgarse, cuiden de ella. Tomen, yo me largo.

Natsumi les lanzó unas semillas de sufrimiento a las tres chicas.

Yuko: ¿Qué es esto?

Kyubey: Son semillas de sufrimiento, las chicas mágicas pueden utilizarlas para purificar sus gemas del alma. Son huevos de bruja, pero no les harán daño, no sé preocupen. Es lo único qué les pido a cambio de haberlas convertido en chicas mágicas.

Cuándo las chicas pusieron las semillas en sus gemas, estas brillaron, dándoles más energía, esos brillos alumbraban los pasillos de la escuela, qué se salían del caos establecido por la bruja para volver al cotidiano escenario qué es.

Y Así, las tres chicas salieron de la escuela, siendo ya bastante tarde.

Yuko: Bueno, creo qué ya es hora de regresar a nuestras casas, perdón por haberte hecho esperar.

Sayumi: Es cierto, y perdón por no presentarnos, ella es Yuko Yurawashi, y yo soy Sayumi Ito, ¿Cuál es tú nombre, pequeña?

La chica bajó la cabeza, y con algo de timidez dijo

Akira: Akira Matsubara..

Yuko: ¿Akira?

Sayumi: Bonito nombre, y veo qué también eres una chica mágica cómo nosotras, debes sentirte desorientada siendo una chica mágica tan joven.

Akira: En general, siempre me siento desconcertada..

Yuko: No te preocupes, eso cambiará, apartir de ahora podemos ser amigas, ¿Qué te parece?

Sayumi: Yo apoyo la idea.

Akira sonrió levemente mientras le daba las manos a Yuki y a Sayumi, normalmente no somos tratar con muchas personas, pero estas chicas habían demostrado ser amigables con ella y después de todo, era una buena idea qué trabajaran juntas cómo chicas mágicas.

Akira: ¡Me parece bien!

La chica abrazó con mucho cariño a sus ahora, dos nuevas amigas, y después de un rato, las tres chicas regresaron a sus respectivas casas.

En la casa de Sayumi..

El rechinar de la puerta en la oscura y fría noche hizo qué Keiko, quién se encontraba en la sala esperando su hija, se levantara recibirla.

Keiko: ¿Dónde estabas, Sayumi?

Sayumi: Yo.. Emm.. Se me hizo tarde al tomar el metro, lo siento, es qué yo..

La chica pelovioleta fue interrumpida por un abrazo de su mamá, la cuál soltaba unas pequeñas lágrimas, mientras seguía abrazándola de una forma en la qué nunca lo había hecho.. Sayumi empezaba a darse cuenta de qué su deseo enserio se había cumplido.

Keiko: No te preocupes, realmente me preocupé demasiado, pero.. Ven conmigo, no te dejaré sola otra vez.

La cara de la chica emanaba una felicidad demasiado evidente. Por fin, ya no estaría tan sola..

Más tarde en la noche, en la habitación de Sayumi..

Sayumi: Entonces.. ¿Mí deseo de verdad se cumplió? Siendo así.. No me imagino lo genial qué será ser una chica mágica. ¡Y Daré mí mejor esfuerzo!

A lo lejos, se podía observar a un chico llegar a su casa, para sentarse en su cama, en la oscuridad qué inundaba la habitación, el chico se levantaría para tomar una botella y lanzarla bruscamente contra la pared, mientras en un pequeño fragmento de uno de los cristales, podíamos ver su cara.

Fin.

¿De qué sirve lamentarte? Mientras tú pierdes tiempo lamentandote en vez de tratar de solucionar tus problemas, estos mismos avanzan. Desearía tener alguna solución a mis problemas... ¿Qué quién soy?

Capítulo 3: ¿Acaso crees en tus verdaderos sentimientos?

¡Nos vemos la próxima semana con otro capítulo de Yuko Magica!

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