─¡Oye Eun-soo, escúchame! ─la llama su amigo, la menor se coloca los auriculares en el cuello y se vuelve para prestarle atención.
─¿Qué pasa? ─pregunta la pelinegra.
─¿En serio dejaste el esgrima?
─Ah, eso... así es, lo dejé ─dice ella─, ¿Por qué?
Lo mismo le había preguntado su hermano quien se había encargado de pagar cada clase para que su hermana cumpliera uno de sus tantos sueños en el deporte.
Pero el porque, ella tampoco lo sabía.
─¿Por qué? ─se pregunta a ella misma con la mirada distraída, sonríe─, no lo sé, nunca lo pensé, solo lo dejé porque quise y ya, que más da.
─¡Soo-a! Te convertirías en una esgrimista ¿Qué no querías eso? ─la chica empieza a caminar ignorando los regaños de Su-noo─, Lee Eun-soo te hice una pregunta.
─Tengo muchos sueños, pero no puedo hacer todo, ya no ─dice mirando hacía al frente, su mirada se concentra en Harua que se encontraba sentado mirando un libro tranquilamente, el corazón de Eun-soo se conmueve y deja caer algunas lagrimas─, aveces no se puede tener todo lo que uno quiere, y ya me harte de no tener un propósito fijó, así que solo voy a estudiar.
─No seas así Eun-soo... ¡Oye Eun-soo!
|Capítulo 40: Las palabras que no salen|
CHA EUN-SOO
Había pasado un mes desde que Eun-soo habló con Harua acerca del futuro y las cosas que habían hecho mal en su relación y hasta el momento ninguno de los dos se había acercado para hablar.
Eun-soo había dejado la mayoría de sus pasatiempos, como el esgrima, Taekwondo, fútbol entre otros deportes para simplemente concentrarse en subir sus calificaciones. Últimamente le obsesiona una única cosa, entrar a la universidad de Seúl.
De vez en cuando observaba a sus amigos practicar ya que se acercaba su debut grupal y otras veces se quedaba estudiando horas extras hasta que no podía más. En todo ese tiempo pudo pensar en sus actos y se dio cuenta de que Harua tenía razón en todo, fue injusta e inmadura, solo le importaba sentirse enamorada y olvido tomar en serio su relación con el menor.
Reflexionó sobre eso cada día y trataba de pensar maduramente para alcanzar a Harua.
─Regresa a casa cuando hayas terminado de estudiar. Sino lo haces entonces iré a recogerte.
─Eun-woo, veámonos este fin de semana, quiero pasar tiempo con mi hermano favorito.
─Soy tu único hermano mocosa.
─Cierto ─su hermano ríe.
─Entonces así será pequeña, cuídate, te amo.
─Yo también, por favor aliméntate hermano.
─No lo olvidaré ¿De acuerdo? ─le dice antes de cortar la llamada.
─Eun-soo... ─la chica de vuelve encontrándose con Harua.
─¿Estudiabas horas extras? ─pregunta él menor, Eun-soo asiente─, ¿Cómo has estado? ─pregunta el chico poniendo su mano sobre el hombro de la mayor, Eun-soo alza la mirada encontrándose con los ojos del más alto, sus mejillas se sonrojan y sus manos forman un puño.
─He estado bien, ¿y tú? ─su voz buscaba sonar firme, sin embargo sonó muy tímida y frágil de lo que ella esperaba.
Los dos se encontraban en la biblioteca, en alguno de los pasillos, era el lugar más discreto para hablar dentro de la escuela, la biblioteca era perfecta, pues aquí ningún ruido los interrumpiría y podrían hablar tranquilamente.
─No puedo estar mejor ahora que te veo ─dice sonriendo─, me alegra poder escuchar tu voz después de un tiempo.
─Ha pasado un mes ─habla ella.
─Lamentó no haberte buscado, quise hacerlo tantas veces, pero no sabía cómo.
─No te culpo, de hecho no quería buscarte ─Harua agacha la cabeza─, porque quería esperar un poco para decirte esto ─dice ella tomando la mano del menor.
─¿Qué quieres decirme? ─la chica se acerca poniendo su mano libre sobre la mejilla del menor y deja un beso en los labios de este, Harua abre los ojos sorprendido─, Eun-soo.
─Te amo Harua ─el chico vuelve a besarla luego de escucharla decir estas palabras.
PARK SUNG-HOON
─Hyung, necesito un libro para estudiar.
─Iré por el a la biblioteca, espera aquí, no se vayan sin mi...
¡QUÉ INTENSOOO!
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Gracias por leer, y lamento que sea tan corto.
Si tengo algún error lo arreglare pronto.
~HaiNoHaru