No recuerda un momento exacto en donde su relación de desconfianza, paso a la de compañerismo y a lo último en algo más íntimo entre ellos.
Las palabras cariños y promesas tiernas de un futuro juntos, para ellos era en vano. Kisame sabe que ninguno de los dos tiene salvación, no obstante Itachi cree fuertemente que el único con una oportunidad es Kisame. Ambos desde muy pequeños vivieron en carne propia, la crueldad de los humanos, distorsionando en su cerebro la perspectiva de la realidad. Cada uno eran llamados traidores y asesinos en sus respectivas aldeas, en el libro bingo al resto del mundo, están metidos en lo profundo de la oscuridad en donde nadie los sacará de ese lugar, pero Itachi cree sacar a Kisame de eso.
Kisame ha tomado una decisión y no piensa retractarse; el día que Itachi de su vida por sus pecados, él lo seguirá al sueño eterno. Una decisión que Itachi, aunque no lo aparente, le aterra y desespera. No quiere llevarse a más nadie a su fatídico final, considera suficiente tener las manos manchadas de sangre de sus familiares y la consciencia carcomiendo de la culpa por todo el dolor provocado a su hermano menor.
—Te veo peor que los otros días — comenta Kisame, dejando en el suelo una bandeja que llevaba en sus manos, encima de ella traía un vaso de agua y las medicina del otro.
—Lo merezco. —Fue su corta y débil respuesta.
A esas alturas, Kisame desistió en hacerle cambiar la perspectiva que tiene así mismo. Son criminales, no debían de sentir algún tipo de remordimiento por las víctimas que cargan a sus espaldas, pero Itachi es diferente. En muchas ocasiones trató de que hablará, sobre sus motivos de la masacre Uchiha, mas nunca le contó nada y siempre respondía:
—Lo hice porque quería probar mi poder.
No le cree, nunca me creyó desde que empezó a profundizar con el Uchiha.
—Me iré, el líder me necesita para una misión en Kumo —anunció, Kisame viendo como Itachi asentía.
Pain sabia sobre la situación-la enfermedad en sus pulmones- de uno de sus subordinados, no se arraigaría a mandarlo y la misión fracasase, pase a saber las excelentes habilidades del Uchiha.
• • •
Entre más pasaba los días, Kisame notaba un cambio drástico en Itachi y este se negaba en tomar sus medicinas. Se estaba desesperando, teniendo miedo que la muerte de su compañero fuera por su enfermedad y no como este quería; ser asesinado a manos de su hermano menor.
Habían noches en donde Itachi se despertaba con muchas náuseas, pase a no comer casi nada en el día. Bajo unos cuantos kilos en poco tiempo, el dolor en sus ojos y la ceguera, era peor. A ese paso, Itachi iba a morir. Kisame programo un viaje, en uno de sus días libres y a escondidas para buscarle una medicina más fuerte a Itachi. Podría llamarlo egoísta y cruel, pero una parte de él, no quiere que Itachi abandone este mundo.
Bien que lo seguiría hasta la muerte, pero, ¿Cómo asumir la muerte de la persona que más ama en el mundo? Una cosa es la promesa propia en seguirlo, otra es vivir ese sentimiento de perdida que lo atormento en el pasado. Y es curioso, las personas que mataron a sus padres y hermanos, fueron ninjas de Konoha, en tiempos de guerra; repudia a Konoha por eso y más. Pero, ¿Por qué no repudiar a Itachi? Prácticamente hizo lo mismo que esos ninjas que le quitaron a su familia, mas hay algo en el Uchiha que le hace imposible llegar a tener algún sentimiento negativo a su persona.
Una semana. Fue lo que duró el viaje de Kisame y en efecto, pudo conseguir una medicina más fuerte para Itachi.
Para la sorpresa de Kisame, Itachi no protesto en tomar la nueva medicina y aunque mostró mejoría al mes, seguía con ciertos síntomas que no entendía.
—Al parecer no funcionó del todo —concluyó Kisame, al ver como Itachi pasaba largos minutos devolviendo lo poco que podía comer.
Itachi no es alguien de dormir, pero ahora pasaba de dos a tres horas durmiendo en horas de la tarde. En las misiones, su rendimiento no era el de meses atrás y eso le preocupaba. Kisame tenia que volverse muy observador, porque sabe que el otro jamás le diría como se sentía en realidad, sabe su deseo de morir y esta llegando a pensar que algún día, Itachi se iría sin que se dé cuenta para morir lejos y no ser seguido en su sueño eterno.
No iba a permitir que Itachi se fuera de su lado.
—En realidad, no quise quedarme sólo. —Empezó hablar Itachi de repente—. Debí matarlo, pero no pude. Visualice mi futuro, viéndome sólo, sin él y decidí dejarlo vivir, condenarlo a algo que no tiene culpa. Yo soy el culpable por mis malas decisiones. —Suspiro, sin quitar la mirada del río.
—¿Malas decisiones? —cuestiona Kisame, sin entender esa parte.
—Asesinar a mi Clan, a cambio de dejar vivir a mi hermano o apoyar a mi Clan y dejar que se efectuará el golpe de estado. Todo fue una orden, cumplir la de mi padre o la de mi líder en ese entonces —contó una verdad que Kisame desconocía.
No le sorprendió escuchar esa verdad. De por sí, es era muy sospechoso ciertas actitudes de Itachi a la hora de matar en las misiones.
—¿Me odias? —cuestionó ante el silencio del otro—. Soy peor que un asesino cualquiera, peor que tú y los demás —añade, ahora mirándolo a los ojos, sin su Sharingan activo.
A Kisame le sorprendió verlo por primera vez, sin esos ojos rojos que la confesión de hace minutos atrás.
—No te odio. Te admiró y te respeto, la perspectiva que tengo de ti, no cambia con lo que me acabas de contar —aclaro seguro de sus palabras.
Sin decir nada más, apoyo su frente contra el pecho de Kisame y este pasa una mano por la espalda del Uchiha.
Tal vez, si aquello lo hubiese confesado en sus inicios, Kisame no tuviera reparos en atacarlo y denunciarle al líder de su dudosa lealtad a Akatsuki. En cambio ahora, en ese punto de su relación; amigos, compañeros y amantes. Kisame no tiene ni la más mínima intención de atacarlo, de ninguna forma.
Quiere protegerlo y cuidarlo, pero Itachi no se deja.
• • •
No entendía del porqué Itachi le evitaba. Lleva varias noches que Itachi se aparta de su lado y se va a caminar, sabe que no duerme mucho, pero últimamente casi no duerme y eso le preocupa. Tampoco podía darse ese lujo de preguntar a los demás Akatsuki sobre Itachi; primero que ellos no son amigos, ni mucho menos familia, están unidos por un propósito egoísta e individual, segundo Itachi no es de estar contando al mundo entero sobre su estado y tercero nadie le importa a nadie, cada quien vela por lo suyo.
Quiso darle su espacio a Itachi, pero le desesperaba que volviera a ser el Itachi de sus principios. Al menos ahora, se tienen cierto compromiso silencioso de fidelidad y también de intimidad. La intimidad entre ellos, no es solo sexo, abarca muchas cosas que son importantes y sagradas para ambos.
—Itachi —llama Kisame viéndole levantarse y saliendo de la habitación que compartían, mientras se tapaba la boca con una mano.
Quiso seguirle, pero su atención se fijo en un pergamino que Itachi lleva escondiendo por varias semanas. Kisame no le gusta revisar las cosas de Itachi, pero en esta ocasión haría la excepción, cada día ve a Itachi peor y este no tiene la intención de comunicarle lo mínimo de su salud, ni se deje ayudar. Es consciente que el próximo año, sería en el que Itachi morirá a manos de su hermano menor y puede que todo eso haga que se descuide más de lo habitual.
Se pone de pie y se dirige hacia donde se encuentra el pergamino. Le pareció extraño la facilidad que logró abrirlo, normalmente Itachi los sella con algún Genjutsu o trampa de menor calibre. Una vez que lo termino de abrir, quedó sorprendido al ver que era recomendaciones sobre hierbas abortivas. No le fue muy difícil unir todas las piezas del rompecabezas para llegar a la conclusión tan obvia y la cual no se había dado cuenta; Itachi estaba embarazado.
—¿Por qué revisas mis cosas? —La voz de Itachi, le sorprendió y apretó más el pergamino entre sus manos.
—¿Por qué no me dices las cosas? —responde con otra pregunta.
Al alzar su mirada, pudo observar esos ojos vacíos de color rojo y un rostro inexpresivo.
Hasta ahora se reprocha del porqué sigue esperando de que Itachi sea más abierto, cuando eso nunca va a pasar, no en esta vida. Sabe que él es así, pero se le hace difícil no enojarse cuando pasan ese tipo de cosas y ahora, ¿Un embarazo?
—Quieres que te hubiese contado sobre mi embarazo y planear una feliz espera —expresa en tono sarcástico, sin cambiar su expresión.
—Tan solo con decirme, ya es algo —reprocha, mientras cerraba el pergamino y lo dejaba a un lado.
No había gritos, tonos alzados. Solo un Kisame molesto y un Itachi cansado de todo. Sus discusiones parecían más una charla sin ganas que otra cosa y eso se debe a la personalidades de cada uno.
Itachi suspiro y asintió, dándole la razón a Kisame. Después de todo era de los dos, no de él sólo.
—Tengo cuatro meses y no quiere irse… se aferra mucho a mi y no lo quiero tener —confesó, en lo ultimo quebrándose su voz.
Por primera vez Kisame vio a Itachi llorar. No era un llanto, pero una lágrima resbalo por el pómulo, seguido de la mejilla y seguido de otras cuantas. Ni lo pensó mucho, antes de ponerse de pie e ir hacia Itachi, una vez lo suficientemente cerca lo envolvió entre sus brazos y ahí fue que lo escucho romperse por completo, mientras que con brazos temblorosos Itachi le correspondió al abrazo.
Entendía las posibles razones que Itachi tendría para no tenerlo; ambos criminales y sin futuro, el único futuro sería la muerte. De seguro Itachi no quería condenar a nadie más a un destino miserable, así como condenó a su pequeño hermano menor. Y Kisame proyecto un futuro en donde ese ser no nacido, sacará todos sus rasgos físicos y sea burlado como lo fue él en su niñez, sin padres y el blanco de las burlas, luego creció y vieron su potencial, la aldea lo quiso utilizar.
Todo es complicado y no le reprocha a Itachi lo que estaba tratando de hacer, lo entiende.
—¿Lo sabías? —pregunta, refiriéndose a que si era consciente de que podía quedar en estado.
—No. Si fuese el caso, tendría mucho más de precaución y esto no hubiera pasado —admite, sin querer alejarse de Kisame.
En el tiempo que llevan juntos, es la primera vez que se expone tan débil ante Kisame y eso no le gusta, siempre aparento ser fuerte y tener control de las cosas, pero en esta ocasión, no era así.
—No todo lo puedes planear y salir a la perfección. Creo que ya haz aprendido la lección con anterioridad. —Ante las palabras de Kisame, Itachi solo pudo asentir dándole la razón.
Itachi sabe que algo en su profundo ser, rechaza sus errores. Ese algo que quiere hacerle creer que cada una de sus decisiones fueron correctas, cuando la realidad es otra. Tanto así que cierta parte de si mismo, niega la responsabilidad del camino que escogió su hermano menor, la otra parte lo acepta con gusto y culpa. Ahora traerá a un ser al mundo que de seguro cargaría con sus pecados, aplicando la típica frase de: «Los hijos pagan los errores de los padres». Y eso le aterra.
Puede ser bueno con los niños, pero a la final es un desastre. Después de todo, hirió irreversiblemente a su hermano menor y pase a los rostros de horror de todos esos niños Uchiha, él les quitó la vida con su katana. Aun tiene pesadillas al dormir, despertándose por la noche y sentarse a mirar el cielo o algún punto en específico, luego siente los brazos de Kisame rodearlo, sin decirle nada y sólo brindándole confort.
—Nacerá en marzo —dice Kisame de repente.
—Sí. El mes donde cumples años —confirma Itachi, seguido de un suspiro.
Ahora Kisame no piensa que Itachi puede morir a causa de su enfermedad o en la batalla que tiene planeado con Sasuke. Itachi puede fallecer, a la hora de dar a luz y pensando le bien, no sabe como lo hará Itachi. Había escuchado de hombres embarazados, pero jamás tener uno tan cerca, y menos se imaginó que Itachi sería uno de ellos.
• • •
En el transcurso de esos meses, todo se complicó. La enfermedad de Itachi se agravó y su estado lo debilitaba, a tal punto de tirarlo semanas en cama.
Kisame tuvo que hacer maniobras para ocultar el embarazo de Itachi al mundo. Noticias que Sasuke estaba en busca de su hermano mayor, llego a oídos de casi todo el mundo Shinobi y eso alarmó más a Kisame, era muchas cosas que debía de hacer para no ser descubiertos, las excusas que presentaba ante el líder sobre la ausencia de Itachi en las reuniones, se le estaban agotando.
Un mes. Solo falta un mes para que Itachi dé a luz.
Hay noches en donde Itachi no duerme por los movimientos del bebé, por el día se encuentra quieto y por la noche es donde se inquieta. También la incomodidad de hallar una posición cómoda, las pesadillas de la masacre Uchiha y la ansiedad que parecía consumirlo con lentitud, son las razones de sus noches en donde no duerme. Aunque el insomnio y pesadillas, ya eran presentes en su vida, antes del embarazo.
—Vuelvo en dos días —avisó a Itachi, quien solo exhalo con fuerza.
Kisame cerró ambas manos en puño, lleno de rabia e impotencia, sin poder hacer nada. Itachi no se lo mencionó, pero lo pudo notar; al respirar y al hablar, Itachi sentía como el pecho se le desgarraba y le provocaba una tos horrible. Su cuerpo se estremece ante la idea de Itachi muerto, es su destino y voluntad, y él la va a respetar. Meses antes tenía la promesa en irse con Itachi, pero ahora no puede hacerlo, no dejará en soledad a esa nueva vida que tiene tanto de Itachi como de él.
¿Cuándo dejo la lealtad hacia Akatsuki y se desvío hacia Itachi? No lo sabe. Puede ser al momento que empezó amarlo o antes, no tiene exacto el momento. Luego de la muerte de Itachi, su vida y lealtad sería al nuevo ser vivo.
Al principio, no entendía muchas cosas de las que decía Itachi, conforme pasaba el tiempo fueron temiendo sentido una a una y le daba toda la razón.
• • •
Doce horas de viaje, subidas y bajadas, pero al final pudieron llegar. Kisame consiguió una Kunoichi renegada en el país del agua(su país natal), en donde Itachi fue atendido y afortunadamente la mujer tenía experiencia con ese tipo de embarazos, razón por la que Kisame depositó su confianza en ella y todo saliera bien.
—Todo saldrá bien, Itachi —consoló, ante la inquietud del Uchiha. Acuno una mano del otro, entre sus dos manos y luego darle un beso en el dorso de esta. No lo admitiría, pero sentía miedo de perderlo en ese momento, Itachi estaba débil y probablemente no resistiría.
La Kunoichi alistó todo para el parto de Itachi. Kisame se mantenía a su lado y observando cada movimiento de la mujer. Una vez todo listo, inició todo el procedimiento.
Entre más pasaba el tiempo, más la vida de Itachi colgaba de un hilo. Kisame se mantenía fuerte en aquel momento y recordó porque muchos repudiaban los sentimientos. Los sentimientos te exponen y te hacen débil, se niega en perder a Itachi y al bebé, no se reconoce así mismo ante la situación. Nunca en la vida había sentido miedo, ni cuando veía a la muerte frente de sus ojos, pero en esos momentos lo hace; siente miedo de perderlos.
Fueron horas cruciales que al final, escuchando el llanto del bebé y ver consciente a Itachi, pudo sentirse aliviado. Ambos habían sobrevivido.
—¿Qué… es? —pregunto casi inaudible, tan solo fue escuchado por la Kunoichi.
—Es un niño —respondió la mujer, una vez que corto el corso umbilical, limpió, reviso y envolvió al bebé entre varias mantas se lo paso a Kisame, para ahora terminar de atender a Itachi que estaba apunto de perder la conciencia—. No se preocupe, es normal que se desmaye, considerando su debilidad —tranquilizó a Kisame al sentirlo inquieto.
Teniendo a su bebé en brazos y dejando que la Kunoichi hiciera su labor con Itachi, se limitó en observar a ese pequeño ser. El bebé es muy pequeño, piel pálida, con dos marcas bajo en sus pómulos que parecen agallas y cabello azul oscuro, no pesaba casi nada y le parecía la cosa más hermosa que había visto en su vida. Lo único que heredó de él, fue el cabello y las marcas, de resto tiene rasgo de Itachi.
—Tengo que protegerte con mi vida —prometió, ante el movimiento suave del bebé entre sus brazos.
Estaba tan ensimismado viéndolo, que ni cuenta se dio a que hora calmo su llanto, ni cuando Itachi perdió la conciencia. Al final todo había salido bien, pero sabe que se viene algo del cual no sabe como seguir viviendo, cuando eso pase; la muerte de Itachi, cada día estaba más cerca.
• • •
—¿Le podemos llamar Shisui o Tenma? —sugiere Itachi, cargando al bebé. Desde que lo tomo en brazos, no la despegado su vista de ese pequeño e inocente ser.
Un fuerte dolor se presentó en su cabeza, al oír esa voz diciéndole: Inocentes también eran esos niños que mataste en esa noche.
Trago grueso y apretó con fuerza sus parpados por unos segundos. Hasta él mismo le sorprende que siga cuerdo, teniendo en cuenta el historial para nada sano de su vida.
—Tenma —contesta Kisame, entendiendo la mirada de Itachi, luego de divagar por unos segundos en sus propias pensamientos.
Para Kisame no paso desapercibido, esa mueca de dolor por parte de Itachi. Entiendo que en el fondo, no quería llamar a su hijo «Shisui», ya que sentiría una falta de respeto a su difundo amigo-primo. Itachi se culpa, de no haber cumplido en su totalidad la promesa que me hizo, así mismo tampoco quiere nombrarle como ningún Uchiha; por respeto. Tenma era adecuado, su amigo a quien vio morir a manos de ese enmascarado que se hace llamar “Madara” y pase que no iniciaron bien, poco a poco una amistad se empezó a formar entre los dos. Tema no era Uchiha, así que no le faltaría al respeto, antes le guardaría ese recuerdo y honor, al gran Ninja que pudo llegar a ser.
Itachi sonrió, al ver como su bebé se removía entre su brazos buscando su calor. Y Kisame puede asegurar, que es la primera vez viéndolo sonreír y teniendo esa expresión tan fresca, cualquier persona que lo viera y no conociera su historial, jamás pensaría que es el mismísimo quien asesino a todo un Clan en una noche.
—No puedo cuidar, ni proteger a nadie, pero bien que sé amar mal a otra persona —dice Itachi y el otro no le contradijo.
Tan solo el relato que le contó Itachi sobre sus razones del porqué tomó esa decisión, supo que hay algo “mal” en Itachi. Tiene un concepto de amar y proteger, muy erróneo a lo que es en realidad, hasta la persona más cruel y despiadada sabe a la perfección lo que es un amor sano e insano; lo de Itachi es insano y llegando a un punto extremista. Lo triste de todo, es que en su momento Itachi estaba convencido que era lo correcto y sano, tarde se dio cuenta de su distorsionada perspectiva del mundo y las emociones.
—Yo lo haré por ti —prometió—. Le contaré todo lo bello y fuerte que eres, también la persona que fuiste antes de tu muerte —aseguro, tragando grueso.
Dos meses. Faltan dos meses para el final de Itachi y nadie puede hacer nada para detenerlo.
• • •
Su compañero, amante y amigo. Sentir el Chakra elevado de Itachi, dándose cuenta que activo su Susanō, fue en aquel momento que sintió una fuerte punzada en el pecho, sabe que esa sería la ultima carta de Itachi.
Tuvo que usar un Clon de agua para cuidar a Tenma, en un lugar no tan alejado del sitio, pero que no le fuese a pasar nada, mientras que él se quedaba hacer guardia y nadie interrumpiera la pelea entre los hermanos Uchiha's. Quería intervenir y sabe que si lo hace, puede salvar a Itachi y herir a Sasuke a gravedad, pero no lo hace porque eso jamás sería perdonado por el Uchiha mayor.
Aparte de hacer guardia, tuvo que enfrentarse a un secuaz de Sasuke. No esta tan fuerte como él, pero la dio buena pelea y le entretuvo unos minutos, así no se hundiría en su mente ante baja de Chakra que emitía Itachi, su enfermedad le estaba haciendo estrago en todo su cuerpo y además que Itachi luego de dar a luz, su cuerpo quedo más débil que antes y no quiso tomar medicamentos fuertes para su mejora.
«Al menos Tenma te tuvo durante un año a su lado.» Pensó Kisame con cierto dolor. El primer año de vida, es muy poco probable que lo recuerde.
Al menos pudo conocer y observar otra faceta de Itachi. Estar escondiendo su hijo de Akatsuki y el mundo, es difícil y cada día se dificultad más. Itachi creo un cuaderno en donde hacia anotaciones diarias, hasta ahora Kisame desconoce su contenido y así será hasta que Tenma sea un adulto y se lo pueda entregar; fue la voluntad de Itachi.
Itachi pudo darle un último abrazo y beso a su pequeño hijo, mientras le decía algunas palabras que sabe que jamás recordará en su mente, pero si en su corazón. También Kisame y él, tuvieron una última noche juntos, en donde las palabras, besos, caricias y demás no faltaron, haciéndose la vaga, absurda y cliché promesa de reencontrarse en alguna otra vida.
Sintió su corazón romperse y a través de su Clon, pudo enterarse se que Tenma había estallado en llanto; en ese momento Uchiha Itachi había muerto a manos de su hermano menor.
El enfrentamiento son ese secuaz de Sasuke termino y él… se quedó ahí parado durante un tiempo, dándose se cuenta que estaba lloviendo.
—Itachi amaba la lluvia —dijo al aire, sabiendo que nadie lo escucharía.
El día de la muerte de Itachi, fue un día lluvioso y nostálgico. Un día que jamás olvidaría. En ese instante, Kisame sentía tantas ganas de ir por su cuerpo, pero esa fue otra petición de Itachi.
«Déjalo que se lleve mis ojos y mi cuerpo no tenga un entierro digno, porque no lo merezco, Kisame.»
Nada de lo que salía entre los labios de Itachi últimamente era bonito, todo llevaba esa esencia agría y trágica, tan característica de su personalidad y vida. Quedándose unos minutos más en ese lugar, decidió irse a recoger a Tenma y empezar a planear su supuesto deceso.
• • •
No fue tan complicado que meses después, Kisame fingiera su muerte, pero a cambio fue herido de gravedad. Lo único que a Kisame le importaba en esos momento era Tenma y que crecería sólo, sin ninguno de sus padres y no entendía el porqué Sasuke lo estaba buscando, ¿Se enteró de la existencia de Tenma? Sería imposible, tanto él e Itachi, lo escondieron muy bien que ni siquiera Akatsuki llegaron a sospechar algo.
Los días pasaba y cada día se le hacia un infierno sentarse, al ponerse de pie volví a caer. Todo le estaba saliendo mal, no entiende en que fallo o tal vez… su hora llegó.
—Estoy bien, no pongas esos ojos —consuela Kisame a Tenma.
Tenma balbucea con sus ojos llorosos y pone su pequeña mano en una de las mejillas de Kisame. Aun es un bebé, no entiende nada de lo que esta pasando a su alrededor, pero no le gusta ver a su papá hacer muecas de dolor. Kisame sonríe porque Tenma saco muchas cosas de Itachi y entre más pasa los días, más parecido tiene con el Uchiha.
«Ojalá estuvieras aquí para verlo, cada día de parece más a ti.» Dice en su mente y se siente afortunado por ver aquel crecimiento, y quiere seguir haciéndolo, sin importar el resto.
Alrededor del mes, ya podía sentarse y parece sin mucho dolor, su herida la siente peor y su estado no luce bien, pero entre más pasa el tiempo, aquel dolor se hace soportable. Además que no le gusta hacer llorar a Tenma, soportaría ese dolor hasta donde pudiera y no puede acudir a la Kunoichi que atendió el parto de Itachi porque fue asesinada hace meses atrás.
—Debo saber resistir por ti… —Suspiro, al sentir unas punzadas en su costado, pero un calambre horrible le recorrió toda su espalda dejándolo estático por unos minutos.
Giro su rostro hacia Tenma y agradeció verlo durmiendo.
«No quiero dejarlo sólo y no puedo salir tan libremente, ya que el mundo sabe que estoy supuestamente muerto.» Pensó, al descartar la idea de irse con Tenma en brazo, en una búsqueda de algún medicamento para esos malestares.
Lo único que le quedaba era seguir soportando todo, no por él, sino por Tenma.
• • •
El tiempo paso y Kisame, no se recuperó, pero seguía en pie por Tenma.
Tenma cumplió sus dos años, permaneciendo en las sombras del mundo. Una guerra paso e Itachi estuvo revivido por el Edo Tensei y fue una gran lástima no poder verlo, solo se pudo ese cuenta por la marca de Chakra tan reconocible para él.
A ese punto de su vida, sentía que no podía seguir y que algún amanecer ya no podría ni ponerse de pie, dejando a su hijo a la deriva. Kisame sabe que su alguien llegase a enterarse sobre la existencia de Tenma y la procedencia de ese mismo, sería “algo” que cualquiera apostaría mucho dinero a su captura o cabeza, sabiendo que es un niño, pero eso al mundo Shinobi no le importa, hasta él mismo ha matado niños e Itachi también lo hizo-aunque es esa época, Itachi también era un niño, un detalle que todo el mundo omite o quiere pasar por ignorante-, ambos saben lo cruel del mundo. Y con Tenma no harían la excepción, es más, le tendría mucha hambre por los padres que tienen.
Cada día comprende a Itachi y su deseo de abortarlo a como dé lugar, ese terror de exponer y lanzar a su hijo a una jaula de depredadores.
—Si llegó a morir, ¿Quién te protegerá? —Se pregunta así mismo, sentando al frente de un lago y viendo como Tenma al otro lado juega con un muñeco que le compre hace dos meses atrás.
Viven en una pequeña casa, alejada de la civilización y en donde se supone no serán encontrados, sus ojos le pesan, su cuerpo no responde y es que sabe que algún día llegaría ese momento; su muerte. Esa herida, se volvió mortal para él, al punto de irlo matando lentamente y de por sí, ya es extraordinario que este vivo sin ninguna medicina. Su vista se hace borrosa y ve como alguien carga a Tenma entre sus brazos, no logra distinguirlo y trata de ponerse de pie, pero no puede, antes su cuerpo se desploma por completo en el césped.
—Tenma… —pronuncia débil, volteando su cuerpo boca arriba y su respiración se vuelva acelerada, junto a los fuertes y doloroso golpeteo de su corazón contra su pecho.
—¿Quién lo protegerá? —dice una voz, que logra reconocer como…
—¿Uchiha… Sasuke? —Logra distinguir, no solo su voz también su marca de Chakra y no sabe como pudo encontrarlos.
Teniendo su visión borrosa, alcanza a medio a ver como Sasuke carga a Tenma entre sus brazos, estando de pie, siente algo húmedo caer a su rostro y alcanza a oír el llanto de su hijo.
—¿Qué tan cruel sería yo, vengarme de verdad de mi hermano con su pequeño hijo? ¿Se retorcería en su tumba, ver que tanto sufre este niño? —cuestiona Sasuke, dando un paso atrás cuando Kisame reúne fuerzas y lanza una mano en atacar, pero sabe que sería un intento inútil, aun así trato de hacerlo.
—Tenma… —Vuelve a pronunciar Kisame, sin éxito en seguir hablando y viendo como Sasuke se aleja con su hijo en brazos.
Trato de moverse, hablar o cualquier cosa, pero todos sus intentos fueron inútiles. Sasuke la persona que odia a Itachi con todo su ser, se esta llevando a Tenma y él nada puede hacer, antes con cada intento su muerte se acerca más.
—Kisame, Kisame, Kisame. —Escucha esa voz que tanto extraño y voltea su rostro, viéndolo con tanta claridad que es donde supo que su muerte, en definitiva llego.
—Itachi. —Cuanto extraño decir aquel nombre y sintió alivio al verlo sonreír en respuesta.
Sintió como pasaba su mano por sus azules cabellos, descendiendo por su frente, mejilla, cuello y se detuvo en su pecho, lo vio inclinarse hasta dejar un suave beso en sus labios.
—No te preocupes, él no le hará daño. Tu tiempo aquí ha terminado y nuestro hijo queda en buenas manos. —Lo tranquilizó y así Kisame lo hizo.
Itachi no mentiría con eso, así que le creyó y dejo que la muerte lo terminará en abrazar.
>>>>>>>>>………….
Años Después…
Nunca pensó verse en esa situación, es más, jamás pensó volver a Konoha; la aldea que tanto daño le hizo a él y su familia. Pero Kakashi a cargo y luego Naruto, las cosas mejoraron. La verdad lo que paso esa noche de la masacre Uchiha fue revelada, el mal liderazgo de Hiruzen también, al igual que los sucios experimentos que hacia Orochimaru junto con la corrupción del consejos y los malos movimientos de Danzo. Todo fue revelado, limpiando muchos nombres que fueron manchados y protegieron a la aldea.
—No fuiste un héroe para mi, pero si a toda una villa y al mundo Shinobi, eso si te lo merecías —expresaba Sasuke, delante del monumento que hicieron de Itachi en una parte de Konoha junto al de otros Uchiha's.
—Fue malo y bueno —agrego Tenma sonriendo.
Sasuke lo miro de reojo y asintió.
Tenma Uchiha, actualmente tiene veinte años y leyó todo lo que Itachi le dejó en vida, no le ocultó nada y le contó la verdad como es, no se justificó en ningún momento, solo relato su vida hasta el ultimó día que compartió a su lado y también le contaba mucho de Kisame.
—Gracias, tío —agradeció sonriendo al mayor quien negó con su cabeza.
—Eres una esperanza. Lo fuiste y lo eres, yo también lo soy, pero en diferentes historias. Lo tuyo una esperanza de iniciar de cero, la mía una esperanza egoísta, pero ahora soy feliz —contó Sasuke, recordando la conversación que tuvo con su hermano en el Edo Tensei.
—¡¿Por qué lo hiciste?! —grito sintiendo ardor en su garganta.
—No tengo una excusa y si la tuviera, no sería válida. Maté a nuestros padres, nuestra familia, a todo un Clan —respondió con calma—. ¿Hay una razón justificable para hacer tal cosa? —cuestionó, sin quitar su fija mirada en el rostro de su hermanito.
—¡No la hay! Pero… Yo te admiraba, te quería y… ¡Me lastimaste! ¡Me dejaste sólo! ¡Los mataste! ¡¿Por qué me dejaste vivir?! —Explotó lleno de ira, dolor y resentimiento.
—Te deje vivir por una razón egoísta. Tu eras mi motor de vivir, eras mi esperanza de seguir con esta enfermiza razón que creí durante años… pero solo te lastime y solo provoque mucho sufrimiento en ti. Tu eras la esperanza de papá, él estaba segura que cambiarías el Clan a bien o mal, pero lo harías. La esperanza de mamá de seguir al lado de nuestro controlador padre y algún día librarse de su lado. Lamento hacerte cargar con mis errores, Sasuke. —Sonríe como lo hizo antes de morir.
Entendía poco, pero no entendía mucho, en esos momentos.
—Karin es medico, ella sabe mucho y examinó tu cuerpo, ¿Qué eres? ¿Y que salió de ti? —pregunto más calmado que antes.
Tantas preguntas y tan poco tiempo. Tanto dolor y tan poco puede expresar. Tantas emociones y tan poca son las que logra entender y manejar.
Sasuke se dio la vuelta, dejando a Tenma sólo que le gustaba quedarse minutos hablándole como si le escuchará y él le da su espacio para eso.
Aquel día del Edo Tensei, mediante un Genjutsu Itachi le mostró toda su vida hasta el último momento de su existencia y pudo entender tantas cosas, no obstante su odio hacia Itachi no ceso; una balance de amor y odio hacia su hermano mayor, aceptó que ninguno de esos dos sentimientos los dejaría y que vivirían con él. No puede perdonarlo, ni puede culparlo, tan extraño, pero algo que sólo él puede comprender.
Empezó a criar a su sobrino, actual excelente Shinobi todo un prodigio como Itachi y tan fuerte como Kisame, una perfecta y balanceada combinación de los dos. En cuanto a lo físico, lo único que heredó de Kisame fue el color de cabello, estatura, las marcas que parecen agallas y una complexión física similar. Lo que es su piel, sonrisa, ojos y nariz, entre otras cosas las heredó de Itachi. Ante los aldeanos la procedencia de Tenma es un misterio, aunque las personas cercanas sospechan que es hijo de Itachi y una vez un Hoshigaki visitó Konoha que se le quedó mirando de más a Tenma, personaje que de tanto insistir entrenó en varias ocasiones al menor y Sasuke también contribuyó mucho en la formación de su sobrino.
—Lo hice bien, no tienen nada de que agradecer y pueden descansar en paz. Su hijo es un Ninja muy capaz —dijo a la nada, mientras se dirigía a la torre Hokage.
Mientras tanto Tenma al frente del monumento de Itachi, se agacho y saco dos anillos que siempre guardaba desde sus diez años, en sus bolsillos y puso uno en cada mano. Sonrió al verlos por unos minutos y luego alzo su mirada.
—Esto es lo más preciado de ustedes que tengo. —Miró con cierta nostalgia, esa enorme figura de piedra—. No sabría como dirigirme a ti… ¿Mamá? ¿Papá? Y a Kisame… ¿Padre? No se, así que no te molestes cuando te llamo mamá y así lo seguiré haciendo. —Suelta un par de risas—. Mamá y papá, sé que están bien y algún día los voy a conocer, mientras tanto sigan protegiéndome desde donde se encuentren y aunque no los conocí, a los dos, los amo mucho. —Termina de decir, guardando otra vez los anillos a su bolsillo.
Se limpio un par de lágrimas que salieron, con el dorso de su mano y se puso de pie. Siempre que hablaba con sus padres, las lágrima no faltaban y la sonrisa al final tampoco. Su tío Sasuke, hizo el papel de madre y padre a la vez, lo quiere tanto y admira igual, que cada día le agradece por haberlo criado tan bien.
—Mi tío Sasuke, es una gran persona. Es fuerte y muy admirable, y tiene a una persona que lo entiende y lo ama mucho. —Vuelve a reír, para luego darse la vuelta y alejarse del monumento.
Es feliz y fue feliz durante todo su vida. Se siente orgullo de tener a tío tan fuerte, orgulloso que pase las cosas malas que hicieron Itachi y Kisame las historias de antes de ser desertores ronden en el mundo Ninja.
«Siempre hay una esperanza, mientras que haya vida.»
Esa fue la frase de Itachi que dejó a lo ultimo de sus notas y ahora Tenma le concede toda la razón. Su tío y él, siempre fueron una esperanza.
Y mientras que Tenma se alejaba, Itachi y Kisame observaban a su hijo alejarse, pero feliz que haya creciendo siendo un buen joven y muy fuerte, todo gracias a Sasuke. Ahora los dos podrían dejar ir con “tranquilidad” sus almas al más allá, porque su hijo es todo lo que ellos alguna vez no fueron.
Fin.
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¡Hola!
Aquí sin actualizar otras cosas, pero si subiendo cosas nuevas, perdón 😅
Este OneShot lo empecé a escribir por ahí... A finales de Febrero y tenía una idea desde a principios de años, sobre el KisaIta y más para el cumple de Kisame(por eso puse que Tenma nació en Marzo y aunque no lo especifiqué nació el 14 de Marzo, día de mi cumpleaños jejeje 💖). PERO como vieron me desvíe demasiado y se centro más en Itachi que en Kisame y esto debía de ser Fluff, pero no, termine matando a mis dos personajes favoritos 😭 bueno era necesario, no creía que los dos tuvieran alguna salvación.
Necesito escribir Fluff de esta bella Ship, porque lo necesita y lo necesito 😫
Sobre el título, batalle demasiado en encontrar uno digno, a la final el título es más por Sasuke y Tenma. Sasuke por toda esa oscuridad que y pudo hacer su vida, criando a su sobrino y Tenma fue feliz, pase al peso de sus padres. Esperanza en Kisame también porque dio todo y se mantuvo firme por su pequeño y en Itachi confiándole a Sasuke seguro de que Tenma quedaría en buenas manos. Enredado, pero por ahí fue el titulo y más esta en japonés, me pareció muy bonito.
Lamento los errores en el escrito en general, pero estoy un poco baja de ánimos y si lo leo para corregirlo, capaz lo borro y si me gusto cuando lo termine (Hace días atrás). Lo leeré luego y cuando termine muchos pendientes 😅
Y sobre esa «Persona que ama a Sasuke» lo deje a la imaginación del lector, ya que esto es KisaIta y no me quería desviar, además se pueden hacer la idea que ese amor es «Amistoso» y no romántico, siento que Sasuke sería feliz en su soltería y viajando por el mundo, en este caso criando a su sobrino + viajando, sin compromisos amoroso.
Aclaraciones:
-Tenma Izumo, fue compañero de Itachi en el grupo Genin y posteriormente fue asesinando por el enmascarado(Obito) al frente de los ojos de Itachi. Y aquí le puso ese nombre a su hijo, por el cariño que sentía por su difunto compañero.
- kibō希望 = Significa «Esperanza» en japonés. Lo encontré en un vocabulario/diccionario.
Y sin más, Muchas Gracias por leer ❤