23 de Agosto del 2022.
—Buenas tardes.—bostece, entrando a la cocina.
—¡Gaia!.—gritó.
—Dios mío, Evaluna no grites. Todavía me duele la cabeza.
—Perdón. ¿Has visto twitter hoy?.
—No, ¿por que?.
—Metete, la gente se volvió loca.
Desbloquee mi teléfono con rapidez, y fui a Twitter.
—Ay dios mío.—exprese al ver los tweets.
—Todas las redes están así. Ya los han etiquetado como en ochenta post de paginas de farándula.
—La cague.
—Nah, simplemente empezaste otra temporada de la novela favorita de medio mundo.
—Que consuelo.—la mire mal.
—Es que también es mi novela favorita, no puedo decirte mucho.—se levanto de la silla donde se encontraba sentada.—Te voy a hacer algo para que desayunes.
—Dale, gracias.
Jamás me imagine que todo esto pasaría en las redes.
Por Dios Gaia. ¿No recuerdas como fue cuando confirmaron su ruptura?. Twitter estuvo de luto como una semana.
Pequeños detalles que me hace olvidar el alcohol.
Muéstrale esos Tweets a la gente, estoy segura de que mueren de curiosidad.
Voy voy.
Ay mira, soy yo.
Estupida.
Todavía no entiendo como dijiste todo eso.
Tú me dejaste.
¿Que se suponía que hiciera?. Lamentablemente, no te controlo.
Reí en voz alta, causando que mi hermana volteara a verme.
—¿Que paso?.
—Mira este.—entre risas me levante de mi silla, y fui a mostrarle.
—Ay literal eras tú. Lo peor era que pretendías seguir tomando.
—Ja. Lo que faltaba era que terminara exponiéndome más.
Same chica, same.
No tengo pruebas, pero tampoco dudas.
Me gusta cuando le dicen las verdades a la gente.
Yo mejor no opinaré.
NO!
Ay chica por Dios, tú sabes que te encantaría verlo.
No, que miedo, imagínate verlo hoy después de todo lo que dije anoche.
El que tenga miedo a morir que no nazca.
Yo no quería nacer, so si, si me da miedo morir. Igual ni siquiera creo que nos veamos, es muy poco probable que vaya.
Pongámoslo de esta forma: El lleva años sin ir al cumpleaños de Adrián porque se la vive ocupado, y si está año casualmente puede ir, por algo es amiga.
No digas que es el destino.
Pero lo es.
¿O tal vez solo quiere ir?.
Si pensar eso te hace sentir más tranquila, hágale.
Deje la conversación que estaba teniendo conmigo misma, para hacer twittear algo. Lo escribí cuidadosamente, asegurándome de que estaba bien escrito, y lo subí.
No tomo mucho tiempo que la gente empezara a interactuar con mi publicación, pero lo que me dejo boquiabierta fue que el interactuara.
AY.
¿Que pasa?.
¿Soy yo, o esas fueron mariposas?.
Shit.
—Eva.—llame a mi hermana.
—¿Que?.—no conteste.—Gaia, ¿que pasa?.—volteo a verme.—¿Que viste?.
—Dios mío, amo Twitter.—Camilo entro a la cocina, me miro a mi y luego a Eva.—¿Que le pasa?.
—Eso quiero saber yo.
El peli-negro miro su cel unos segundos, antes de volver a hablar.
—Ya se que tiene. Mira.—se acerco a su esposa.—Gustavo retuiteo su tweet, literal segundos después de que ella lo subiera.
—Aqui hay amor.—mi hermana mayor comenzó a cantar por lo bajo.
—¡Eva ya!.—le pedí.
—¿Ahora si hablas?.—río.—Ese chamo.—volvió a reír.—Se nota tanto que sigue pendiente a ti.
—Fue solo retuitearme algo, eso no significa nada.
—Gigi, tu bien sabes que no ha sido solo eso.
Tiene razón.
Lo se, y eso me asusta.
¿Gaia?.
¿Si?.
¿No se te olvida algo?.
¿Que?.
La gente no tiene el contexto de esta historia.
Oh, es cierto, lo olvide por un minuto.
Siempre tu tan olvidadiza.
Bueno personitas, voy a explicarles que esta pasando aquí. Todo empezó hace unos cuantos años...
(...)
Años atrás.
10 de Diciembre del 2012.
—Dale Gigi, no seas así.
—Pero es que.—resople.—No entiendo para que quieres presentarme a tus amigos Adrian.
—Porque te la pasas encerrada cada que vienes a quedarte conmigo. No me gusta eso, yo estoy por allá divirtiéndome y tu aqui encerrada con la cabeza metida en un libro.
—No tienes que sentirte mal por eso, yo soy feliz leyendo.
—Gaia please. Te prometo que si te sientes incomoda nos vamos, solo inténtalo. Se que es difícil para ti eso de socializar, y por eso mismo quiero que vayas, bien sabes que es bueno que salgas de tu zona de comfort.
—Ay esta bien.
—Gracias, te amo.—beso mi mejilla, y yo lo mire mal.—Estupida.—ambos nos reímos, y yo abrace a mi primo.
—Deja de insultarme y mejor vamos, antes de que se me quiten las ganas.
—Uy no, vamonos.—tomo mi mano.
—Espérate.—agarre mi libro, una botella de agua, y juntos salimos de la casa.
(...)
Desde que llegamos al parque donde mi primo se encontraría con sus amigos, he estado sentada apoyada en un árbol leyendo. Cuando llegamos, el me presento a sus amigos, Fernando y Gustavo, para ser sincera, ambos me cayeron bien, simplemente no se de que podría hablarles, y tampoco quiero interrumpirlos, andan ahí patinando. Y si tengo que ser honesta, la verdad es que yo y las patinetas no somos muy amigas.
Con la esquina de mi ojo, pude ver como alguien se sentó a mi lado, pero no logre distinguir quien era.
—¿Que lees?.—alce mi mirada, y me tope con Gustavo.
—Un libro.—el río.
—Obvio, ¿pero que es?, ¿de que trata?.
—Es un romance.
—¿Y lees otros géneros o solo ese?.
—Pues depende de como me sienta, tengo un montón de libros, a veces leo libros tristes, otras veces sobre el duelo. Pero no se, hoy me sentí con ganas de leer un romance.—le expliqué.
—Se nota que te gusta mucho leer, te estaba observando ahorita, es como si el libro te atrapara y te llevara a otra dimensión.
¿Me estaba observando?.
—Eso es exactamente lo que me sucede.
—Que lindo.—asentí.—¿Vives aquí en Caracas?. No te he visto casi por estos lados.—me pregunto, intentando crear una conversación.
—Si, pero me la paso viajando por el trabajo de mi papá. De paso no vengo casi por aquí, la mayoría del tiempo Adrian me visita a mi.
—¿Son muy unidos ustedes?.
—Demasiado, y por lo que me ha contado el, ustedes también son bien cercanos.
—¿Te habla de mi?.
—De vez en cuando.
—Que tierno, se merece que lo bese.—ambos reímos.
—Si se lo merece.—bromee junto con el.
Quien diría que esta pequeña conversación seria el comienzo de algo tan bello e importante.
Pero como acabo de decir, este a penas es el comienzo...
•••
AAAA MI EMOCIÓN POR ESTA NOVELA ES DE OTRO MUNDO.
Les esta gustando???
🖤