The Renaissance | Lauren Jaur...

By Leblanc_B

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¿Esta es la realidad? ¿Esto nunca acabará? ¿Acaso tu amor fue solo una ilusión? No estoy segura, lo único que... More

Prólogo
Ediciones
Capitulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17
Capitulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
C A N C E L A D O
Capítulo 21
Capítulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capitulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo Final: Parte 1
Capítulo Final: Parte 2
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

Capítulo 16

196 21 15
By Leblanc_B

Camila miraba con atención cada paso que su hermana daba al trepar por el almacén, había mucha nieve y una gran ventisca

La morena jadeó con miedo al verla resbalar

—¡Estoy bien!—grito Sofía desde arriba

—¡Ten cuidado!—contesto Camila

La menor continuo escalando, ese grito había sido para su hermana pues era la única que se preocupaba de más, sus otros tres amigos esperaban tranquilamente refugiados bajo los árboles

Camila era la única que estaba al pie de las puertas atenta a lo que su hermana hacia

—Mila…—llamo Emma por milésima—ven con nosotros, podrías enfermarte

—Voy a subir.—dijo al ver a su hermana cada vez más alto

___________ la tomo del brazo

—Tranquilízate.

—Algo puede pasarle—señalo—iré a ayudarla

—Sofía lleva más de un año entrenando con nosotros. Es totalmente capaz de enfrentar lo que hay ahí adentro—la soltó—no dudo de tus capacidades Mila pero apenas llevas un mes entrenando, a ti podría pasarte algo y prefiero evitar eso

—Entro.—anuncio Gerard

—¿Por qué se ofrece siempre a hacer esto? ¿No sé supone que ustedes también pueden?

Los tres amigos se pusieron a reír

—Si, pero ella quiere impresionarte.—respondió el hombre mientras se acercaban con los caballos—siéntete orgullosa, hermana mayor

Después de pocos minutos la puerta se abrió

—Misión cumplida.—Camila se acercó a su hermana para revisarla—no me hice daño, Mila

—Esta bien. Vamos

Habían viajado durante un mes, el invierno ya estaba sobre ellos, con suerte llegarían a la comunidad con el hielo derritiéndose casi por completo. Camila había sido más sobreprotectora que antes, en especial con su hermana

Prefería alejarla del peligro, evitar que peleará contra humanos o infectados. Ella se hacía cargo
Dejaron a los caballos y cerraron las puertas

—Parece que había más humanos aquí.—dijo Sofía

Había lámparas de gas dentro del lugar, y un sitio para descansar, pero no había señales de humanos

—Se fueron hace tiempo.—dedujo Emma por el polvo en todo el sitio—estamos a salvo

—Descansemos. Habrá una tormenta pronto, no podremos seguir hasta mañana

Hicieron una fogata, se acercaron para comer y recuperar energías. Camila veía alrededor, desde que está con los amigos ahora todo se veía diferente, podría ubicar perfectamente los lugares de escape, las estructuras que la ayudarían a moverse, o lo que podría usar para defenderse

Ya nada era automático o técnico, no se trataba de correr, cubrirse y disparar como le enseñaron en el distrito. Ahora confiaba totalmente en ella y sus instintos, así como en sus amigos

En poco tiempo, con casa situación se había forjado un vinculo incluso más fuerte que antes entre ellos, usaban el corazón y la cabeza todo el tiempo, eran libres

Y era lo que Camila necesitaba

—Nunca nos dijiste cómo fue que nos encontraste Mila.—dijo Sofía dejando la olla con agua en medio del fuego y dejando caer unas hierbas que habían recolectado

—Regrese por el mismo camino que tome. No tenía ninguna pista más que los rumores de las personas—conto—me acercaba a la gente solitaria, a grupos que parecían amables y preguntaba por el ángel de la muerte

—Debió ser muy difícil

—Lo fue. Me enviaban a lugares extraños a veces. Me metí en varias trampas por confiar—su hermana recargo su cabeza en su hombro—hasta que llegue a una ciudad, la gente iba y venía pero no había maldad ahí, parecía armónico. Aunque había muchas ruinas, parecía que estaban trabajando en algo grande ahí

—¿Y que sucedió después?—pregunto __________ interesada

—Pregunte por ustedes. Y de inmediato me llevaron con su líder. Era una niña, sorprendentemente—comento

—¿Sabes su nombre?—Emma se inclinó al frente

—Dina. Ese era su nombre

—Parece que esa niña lo logro.—Sofía se reacomodo—ganaron—sonrieron

—Ella me dijo que estuvieron ahí, que gracias a ustedes lograron ganar paz. Y después me dio un mapa para seguir, dijo que era la ruta que ustedes estaban tomando

—Copio nuestro mapa—dice ____________ con gracia

—Me entregaron un auto, por eso llegue antes que ustedes a las vías. Me enteré de los planes y retrase sus maniobras—exhalo—ese día escuché entre los sobrevivientes que estaban ahí y lo demás ya lo saben

—Fue toda una aventura ¿Eh?—Camila se puso a reír y asintió

—Lo haría de nuevo—sus ojos brillaron

Pasaron la noche comiendo entre risas, desde que las hermanas se habían encontrado los chistes nunca faltaban en sus comidas, tampoco las anécdotas de las dos mejores amigas

La madrugada cayó, confiados todos se quedaron dormidos, había una tormenta afuera y el lugar estaba asegurado

Cometieron el error de subestimar al virus

—¡ARRIBA!—grito la ojigris

Los amigos se despertaron asustados por los golpes

—Es una horda. Hay que irnos, romperán las puertas—aviso Emma

—No nos dejarán salir, están alrededor del almacén.—dijo Gerard mientras todos recogían sus pertenencias

—No me seguirán a mi.—informo ___________

—¡YO LO HARÉ!—escucharon gritar

—¡SOFIA, REGRESA!—exclamo la morena

La menor estaba en la parte de arriba, había hecho una antorcha improvisada y se acercó a una de las ventanas

—¡TE VEREMOS EN LA TORRE AL NORTE!—grito Emma

Sofía salto hacia la nieve

—¡Por aquí idiotas!—grito moviendo la madera con el fuego

Los cuatro vieron como la horda empezó a perseguir a la morena, Gerard abrió la puerta

—¡Apresúrense!—tomaron a los caballos

—¿Qué haces?—exclamo la ojigris

—¡Voy por mi hermana!—acomodo las riendas de su caballo

—Hay que seguir el plan.—__________ hizo el caballo detenerse

—¿Cómo puedes dejar que haga algo así?—grito enojada

—¡Por qué ella puede!—exclamo—síguelos y déjamelo a mi

Camila tomo a regañadientes las riendas del caballo de su hermana

—Si algo le sucede…—Camila estaba molesta con su amiga

—No serías la única que me odiaría.—gruño la ojigris—nada le pasará, no lo permitiré—aseguro

Los caballos salieron a la tormenta, __________ agudizó su oído y siguió las huellas en la nieve. El caballo se movía lo más rápido que podía, el animal llamaría la atención de los infectados

Sofía seguía corriendo, el aire frío le hacía doler los pulmones, el fuego se empezaba a consumir y eso le preocupaba, era la única manera en que podrían verla

La tormenta le hacía difícil observar a su alrededor, sabía bien que muchos infectados se habían perdido en medio de la tormenta, pero muchos aún estaban detrás de ella buscándola. Tomo su arma cuando el fuego se detuvo

Su linterna era la única que iluminaba, buscaba como podía las bengalas en su mochila, un grito la hizo sobresaltar y disparo al frente acabando con dos infectados, continuó corriendo sin dejar de buscar

Se deslizó por una colina sin dejar de correr, tenía que encender la bengala o no la encontrarían. Finalmente encontró el objeto y no espero ni un instante en activarlo, dos metros a su alrededor se iluminaron de tono rojo

Se lanzaron contra ella, el infectado había mordido su mochila y la jalo de espaldas a la nieve, la bengala cayó a la nieve y ella llevo sus manos al frente para alejarlo de ella

Más rugidos se escuchaban cercanos a ella y fuertes pisadas

Jalaron la ropa del infectado y dispararon a su cabeza

—¡Toma las riendas!—grito la ojigris

Sofía subió al caballo y seguidamente su amiga se montó detrás de ella, hicieron galopar a su caballo, Sofía se encargaba de seguir el camino mientras que la ojigris aniquilaba a todo infectado que se encontrasen

—¡Ahí!—señalo _________

Tomaron otra dirección siguiendo la bengala que dispararon al aire sus amigos, varios metros a lo lejos los esperaban con la reja abierta. El caballo entro y cerraron

Entraron a la torre

—¿Cómo se te ocurre hacer eso?—grito Camila sosteniendo a su hermana—¿Te das cuenta de lo arriesgado que fue?

—Lo tenía bajo control, puedo cuidarme sola—contesto Sofía un poco cansada de la actitud de la morena

—¡Es mi deber cuidarte!

—¡Ya no soy una niña!

—¡Para mí si!—grito, su voz se quebró y de inmediato empezó a llorar—tenias tres años cuando nos alejamos, sigues siendo mi hermanita pequeña, no importa cuanto hayas crecido, no volveré a fallar, no volveré a perderte

Sofía la abrazo con fuerza, Camila sollozo al sentirse pequeña entre los brazos de su hermana menor

—No fue tu culpa la forma en que las cosas sucedieron. Pero he crecido, sé cómo cuidarme, y si no confías en mí, confía en tu mejor amiga—Camila levanto ligeramente la mirada, ahí estaban los tres amigos que se habían mantenido al margen—ella me enseñó a defenderme, confía en sus enseñanzas

Camila respiro profundamente para recuperarse, Sofía tenía razón, había crecido, crecido en medio de este mundo destruido, por ley era más apta que todos los que tuvieron que aprender a sobrevivir

Su mejor amiga había sido su mentora, confiaba en que había aprendido lo suficiente

Se alejaron para mirarse

—Tenme paciencia, entender que has crecido es difícil para mi—Sofía acaricio el rostro de su hermana

—Siempre seré tu hermanita.—le sonrió
















Leah avanzaban sobre la nieve, las nubes en el cielo no dejaban espacio al sol esa tarde, ella y otro grupo de sobrevivientes voluntarios habían salido a revisar las trampas, otros soldados también estaban en la zona protegiéndolos

—¿Esta bien señorita?—pregunto una mujer

Leah giro la cabeza, aquella mujer era baja, su rostro tenía arrugas y su cabello ya estaba pintándose de blanco

—Si, estoy algo distraída creo.—contesto sacando la rama filosa incrustada en el conejo, con cuidado lo dejo en la canasta que la mujer tenía

—¿Por qué está aquí en el frío? Usted podría estar en la comunidad descansando—la mujer mayor había notado el rango de la joven gracias a su uniforme

Los soldados ahí eran de rangos bajos, o cadetes, pero aún así estaban dentro de una zona segura

Los niveles se dividían en cadetes, soldados, guardias y agentes de nivel doce a uno. Sus uniformes eran diferentes dependiendo a su función, la joven ojigris era agente de nivel cinco

Los únicos que poseían el nivel uno eran su madre, Logan, Perrie, Matthew y Camila, el resto estaba entre los niveles cinco y dos

—Me gusta sentirme útil.

—Si, a nosotros también—señalo

Los voluntarios eran en su mayoría gente adulta, algunos venían con niños que querían jugar con la nieve o ver el bosque, todos estaban en parejas ayudándose

Leah se fijó en un padre y su hijo, el hombre le enseñaba cómo funcionaba la trampa donde había una ardilla, y le explico cómo desprender al animal de esta, el menor observaba maravillado a su padre y dejó el animal en la canasta antes de avanzar tomados de la mano

—Extraña a alguien, ¿No es así señorita?

—Si…—exhalo—a mi madre.—volvieron a avanzar—ella y yo hacíamos esto cuando yo era niña, revisábamos las trampas o las hacíamos

—¿Dónde esta ella?

—No lo sé, ni siquiera sé si está con vida.—la mujer se sintió conmovida, la tomo del brazo

—Mis años de vida me han enseñado a ver cuándo alguien está sufriendo por dentro—sonrió—usted siempre se ve fuerte, y puede hablarme de esto como si no le afectara. Pero en sus ojos se nota que la extraña mucho

Leah respiro profundo, su tono de voz no había flaqueado en ningún momento, ni tampoco su postura. Pero aún no sabía cómo ocultar el dolor en su mirada

—Ella volverá señorita. Estoy segura—dijo y camino hacia el grupo de sobrevivientes que ya estaban listos para regresar

Leah tomaba esas tareas no para mantenerse ocupada, esa en especial la tomaba porque le hacía sentirse cerca de su madre, la llevaba a los recuerdos más preciados que tenía con la mujer de ojos grises

Y la ayudaba a mantenerse sobre la tierra, a recordar su mayor lección de vida. Recordarse porque estaba ahí, y quien quería ser

—¡Silencio!—pidió Leah levantando la mano

Miro alrededor levantando su arma, el sonido de pisadas alertó a todos los cadetes y soldados. Leah les hizo una seña para que no se movieran y avanzo con lentitud

Preparo su rifle en sus manos y apunto al frente entre los árboles, respiro profundo apuntando con firmeza, exhaló al momento de disparar

Los sobrevivientes celebraron al igual que los cadetes y soldados. Se acercaron para ver al enorme ciervo tirado en el suelo, iban a tener unos días de muy buena comida

Leah ato una soga a los cuernos del animal como había aprendido desde adolescente

—Muy bien, hora de regresar. Ustedes, hagan guardia y llévenlos de regreso—indico a un grupo de cadetes—y ustedes, ayúdenme a llevarlo

—Nosotros lo haremos, señora.—dijo uno de los soldados

La mayoría eran jóvenes como ella, todos nuevos

—Les ayudaré, será más fácil si lo hacemos juntos.—les sonrió

Todos sin excepción dejaron salir el aire de sus pulmones dejando la tensión atrás, habían estado actuando con mucho cuidado cerca de ella, después de todo la joven ojigris era de muchos rangos superiores a ellos y debían tratarla como tal y obedecerla sin titubear

Además se sentían intimidados por su fuerte presencia, por la seguridad y fuerza que emanaba, aunque está solía perderse por el aura de armonía y gentileza que también irradiaba, había tranquilidad en sus movimientos, en sus ojos y voz

Todos la admiraban en secreto, por lo lejos que había llegado siendo tan joven, y por tan genuina actitud

—¿Listos? Uno, dos, tres.—juntos empezaron a arrastrar al animal

—Ojala todos nuestros superiores fueran como usted—comento una de las cadetes—algunos son muy duros y crueles con nosotros

—Si, los entiendo. Se que la comandante busca fuerza física y mental en su ejército. A veces es muy pesado—dijo siguiendo la conversación y haciéndolos sentir con más confianza

—Todos deberían ser amables como usted, sería más fácil para nosotros—Leah sintió su pecho llenarse de orgullo al escuchar ese comentario

—Sigan trabajando, no olviden como se sintieron siendo cadetes. Y cuando ustedes sean superiores recuerden ser amables. ¿De acuerdo?

—Si señora.—respondieron con fuerza y al unísono haciéndola reír

—Y por favor, llámenme Leah.—dijo haciéndolos sonreír



















Los días siguieron pasando, los amigos se movían siempre que podían, estaban demasiado cerca, habían llegado a su última parada donde esperaron con paciencia que el hielo se derritiera, el sol estaba saliendo más seguido, y aunque hacía frío ya casi no había nieve ni hielo

El invierno estaba acabando

Los amigos aprovechaban su estadía para seguir entrenando, habían llegado a un pequeño pueblo cerca de las montañas y el inmenso bosque, alejándose de la ciudad

Gracias a Camila sabían que ahí había grupos de Insurgentes, y que en ese mismo estado estaba el asentamiento enemigo, había sido muy tenso para ellos llegar ahí, tuvieron que cuidarse el triple, si eran capturados jamás podrían escapar

Los cinco habían iniciado una última carrera de punta a punta en el pueblo, era algo personal para ellos, pero para Camila era diversión asegurada

—¡Si volvemos a perder juro que me daré un tiro!—jadeo Emma corriendo cerca de __________

—¿Dónde esta?—grito Sofía

Cada uno seguía su propio camino, todos habían hecho un plan individual para ganar, estudiaron atajos, estructuras, movimientos, todo para llegar a la meta

—¡Carajo ahí viene!—grito Gerard desde el techo

Escucharon el grito de Camila, un grito alegre

—¡Tuvieron segundos de ventaja!—grito Camila alcanzando a las tres mujeres—¡Los veo en la meta, lentos!

Los cuatro vieron frustrados la forma en que la morena se alejaba

Camila se había esforzado, porque había tomado todo como un juego, y le divertía correr junto a sus amigos, aprovechaba esa ventaja que no sabía que tenía

Velocidad y reflejos

Sufría con las pruebas de fuerza, las pasaba con mucho esfuerzo, pero nadie podía vencerla al correr, era rápida, era la más rápida de los cinco

Cuando llegó a la meta al final del pueblo celebró sobre el techo, aún tenía mucho que aprender y practicar, pero ya estaban seguros que no la superarían al correr

—Maldita sea.—gruño Sofía luego de llegar al techo

Habían llegado casi dos minutos después

—¿Duele el ego muchachos?—pregunto sonriente viéndolos sentarse en el suelo

—Presumida.—dijo Emma haciéndola reír

Se permitieron descansar, Camila tenía una sonrisa de oreja a oreja, había perdido la cuenta de las veces que había ganado esa carrera, sus amigos estaban frustrados pero no podían ocultar la sonrisa de satisfacción al ver a la morena tan feliz

—¿Por qué no vienen aquí?—pregunto Emma viendo hacia el inmenso bosque

—Este es un pueblo muerto, no hay nada útil aquí, está fuera de nuestro radar y los insurgentes tampoco lo ven útil, podríamos quedarnos todo el tiempo que queramos aquí—explico Camila

—¿Sabes cómo llegar a ellos?—cuestiono Gerard

—Es fácil perderse, pero, solo se que debemos ir al oeste. Encontraremos drones o alguna antena y podremos mandar una señal.

—Mañana a primera hora.—exhalo Gerard—verán a su familia de nuevo—dice con emoción

Los cinco celebraron mientras veían el sol esconderse detrás de las montañas

Las dos amigas ni siquiera pudieron dormir de la emoción esa noche, permanecieron despiertas incapaces de aguantar la emoción, y apenas vieron los rayos de sol despertaron a sus amigos

—Esta muy inclinado—jadeo Sofía

—En un kilómetro el terreno se compone—informo Camila—estén atentos a drones o alguna antena

Los minutos y después las horas, a cada paso que daban sentían un peso menos en sus hombros

—¿Qué es eso?—señalo Sofía

—¡Una antena!—exclamo Camila

En uno de los árboles había una luz parpadeando, la morena tomo un aparato de su mochila y escaló el árbol hasta la antena conectando la máquina, escucho los Suspiros agotados de sus amigos

—Tranquilos, en cuanto entre y dejé el mensaje vendrán hasta aquí por nosotros—explico, en la pantalla apretaba diferentes secciones, largos códigos aparecían

Los cuatro dejaron sus cosas en el suelo y se acomodaron para descansar

—¡Tengo hambre!—exclamo Sofía haciéndolos reír 

—Tendremos una gran bienvenida. El ángel de la muerte y sus asesinos en Ashestown, será divertido—dice Camila desde la rama

—Se acabo, lo logramos—dice Emma con una sonrisa

—No canten victoria, no hasta que estemos ahí—dijo Gerard

Dentro de la comunidad Alycia entro a la sala de sistemas

—Infórmenme.—pidió

—Detectamos a alguien intentando hackear una de nuestras antenas—dijo Jessica

—Deben ser insurgentes. Quieren entrar a nuestro sistema—dedujo Leigh Anne

—¿Dónde están?—Alycia se acercó al radar

—En los límites de nuestra zona. ¿Aviso a nuestros equipos de afuera?—pregunto Jessica

—No, sus amigos están ocupados en otras misiones.—veía los cinco puntos en el radar—¿Por qué son tan pocos?—Alycia pensó rápidamente—enviare a uno de los equipos de custodia, será sencillo capturarlos

—Si señora.—dijeron las dos amigas

—Sáquenlos del sistema. Bloqueen su señal—indico antes de marcharse

—A trabajar.—Jessica se acercó a su computadora

Los minutos seguían pasando, los cuatro amigos miraron hacia arriba al escuchar a la morena quejarse

—¿Qué ocurre?—pregunto la ojigris

—¡Mierda!—exclamo viendo su monitor apagarse—me echaron del sistema.—informo mientras desconectaba el aparato—esa debió ser Jesy

—Al menos ya saben que estamos aquí.—dice Emma mientras Camila bajaba del árbol

—Estén atentos, seguramente piensan que tratábamos de hackear su sistema. No vendrán con buenas intenciones—advirtió la morena

—Excelente.—se levantaron volviendo a tomar sus cosas—avancemos, los encontraremos en el camino

Entre suspiros volvieron a caminar. No llegaron muy lejos antes de que se escuchara el ruido de motores

—Llego la diversión—empuñaron sus armas por instinto

—Tranquilos, recuerden que son los buenos.—dice Camila

En cuestión de segundos dos vehículos y cinco motocicletas aparecieron entre los árboles, levantaron sus manos en rendición cuando estos se detuvieron

—¡Suelten las armas!—grito un agente

—¡Tranquilos! ¡No somos insurgentes!—respondió Camila

—¡Dije que suelten las armas!

Los cinco dejaron caer todas sus armas y sus mochilas

—Pertenezco a Ashestown.—hablo la morena mientras se acercaban a ellos—soy una…—no pudo terminar antes de que la golpearan en el abdomen

Los cuatro reaccionaron ante la agresión y trataron de moverse, sin embargo disparos al suelo los hicieron detenerse

—Hijo de perra.—exclamo Sofía viendo a su hermana de rodillas sobre la tierra

—¡No te muevas!—grito el agente cuando ___________ avanzo hacia su amiga

Todos se sintieron impresionados como a pesar de las armas apuntándole y los tiros de advertencia no se detuvo hasta llegar a la morena

—Que valiente. Pero no lo serás por mucho tiempo—el hombre se acercó apuntándole a la cabeza

—Serás castigado por esto—aseguro Camila levantándose con ayuda de su amiga

—Silencio, rebelde.—exigió, incapaz de sostener la mirada gris retrocedió—ya saben que hacer

—Tranquilos. Estaremos bien—dijo __________ mirando a sus amigos

Los esposaron con las manos en la espalda, los llevaron hasta uno de sus autos haciéndolos entrar en la parte de atrás

—Disfruten el viaje.—sonrió el agente antes de que les taparan la cabeza con una bolsa de tela

Dentro de la comunidad de pronto se escucharon alarmas cerca de la puerta principal, los civiles cercanos a la zona fueron alejados pero se mantuvieron cerca para observar lo que pasaba

Cadetes y soldados hicieron una barrera entre los civiles y la entrada

—¿Qué está pasando?—pregunto James acercándose junto a sus amigas

—Uno de los grupos trae a prisioneros insurgentes.—informo uno de los soldados

—¿Saben algo del equipo alfa?—cuestiono Dinah

—Están a salvo, la comandante ya les ordenó volver, estarán aquí en treinta minutos—dijo antes de correr hacia la puerta

—¡Prepárense! ¡Ojos abiertos!—gritaba Connor mientras la pequeña puerta se abría

Los soldados apuntaban hacia las cinco personas que caminaban al interior y también vigilaban fuera de los muros por si fuese una trampa

—¡Cierren la puerta!—ordeno Connor y todos volvieron a entrar—¡De rodillas!

—¿Algún herido?—pregunto Allyson mientras llegaba con Matthew

—Al parecer no.—contesto Leigh Anne, los amigos vieron como obligaron a las cinco personas a caer sobre sus rodillas

—Por eso los insurgentes nos odian tanto.—comento Jessica viendo la forma en la que los habían capturado

—Estas son todas sus pertenencias señor.—dijo una de las soldados mientras su equipo dejaba las mochilas apiladas

Dinah entrecerró los ojos observando la pila de cosas sintiéndose familiarizada con algunas de las pertenencias

—Enciérrenlos. Disparen a matar si se resisten—ordeno Connor

—Sera mejor que nos suelten.—los amigos se estremecieron ante aquella voz—o estarán en graves problemas

—Cierra la boca, rebelde.—dijo uno de los soldados acercando la punta de su rifle a la nuca de la mujer de rodillas—¿Quién demonios te crees?

—Camila Cabello, agente nivel uno.—contesto

Los presentes se miraron entre sí, la morena apretó los párpados por un instante cuando la luz le dio en los ojos después de que le quitarán la bolsa de la cabeza

—Mila…—jadeo Allyson

—¡Alto agentes!—los guardias se interpusieron cuando los amigos se acercaron

—Estas viva, qué alivio.—sonrió Connor falsamente al igual que la morena

—Ahora quítame estas cosas y libera a mis amigos.—ordeno

—Primero los revisaremos.—movió la cabeza y uno de sus hombres se acercó con el aparato

Puso este en la nuca de tres de ellos

—Estos están limpios.—informo y retiro las bolsas

—No puede ser…—mascullo Leigh Anne apenas vio sus rostros—carajo.—dijo al ver como acercaban el aparato a la nuca de ella, llevó su mano lentamente hasta su arma

Se hizo un largo silencio mientras el aparato revisaba la cabeza de la última persona

—¡Infectada!—grito

Los guardias alejaron a Camila, su hermana y sus amigos, todos rodearon a la mujer de rodillas

—¡No se atrevan a disparar!—grito Camila

—¡No la toquen!—exclamo Gerard cuando tres guardias apuntaron a su amiga

Él, Sofía y Emma intentaron liberarse pero solo lograron que los tirarán al suelo boca abajo

—¿Cómo se te ocurre traer a una infectada a nuestra comunidad?—regaño Connor, este se acercó a ella—¿Cuánto tiempo llevas infectada?

—Casi cuatro años.—contesto. Los presentes se miraron entre sí con incredulidad

—Imposible…—mascullo el hombre, con cuidado se acercó a ella y levanto sus mangas en busca de alguna cicatriz, retrocedió al ver la marca de la mordida en su antebrazo—¿Qué eres…?

Se hizo un profundo silencio

—El ángel de la muerte.

La bolsa fue retirada de su cabeza, el grupo de amigos se quedó helado al verla, había jadeos de sorpresa y murmullos de los guardias y civiles a lo lejos

—Eres una maldición.—dijo Connor

Tal frase alteró a muchos provocando el desorden entre guardias y civiles. Escuchaban como gritaban que los echarán del lugar o los asesinaran, otros exclamaban sobre la cura y la salvación de la humanidad, todo entre empujones e insultos

Pero no fue hasta que uno de los guardias golpeó a la mujer de ojos grises que los amigos reaccionaron

—¡Suéltenla!—grito Dinah

—¡Deténganlos!—ordeno Connor apuntando al grupo de amigos que sin dudarlo empezaron a pelear con sus propios compañeros con tal de acercarse

Con las manos esposadas y armas apuntándole lo único que ___________ podía hacer era soportar las patadas que el guardia le proporcionaba

De pronto los golpes cesaron, Matthew empujo con fuerza al guardia

—¿Qué estás haciendo?—se quejo y trato de volver a acercarse

—Aléjate de ella.

Ignorando la mirada amenazante el guardia levanto el rifle para golpear a la mujer, Matthew se interpuso tomando el arma, con un codazo lo hizo desestabilizarse y pudo arrebatarle el objeto, el hombre cayó al suelo con un alarido después de que el pelinegro le rompiera la nariz de un golpe con la culata

Disparo al aire haciendo que todos guardarán silencio

Los civiles vieron sorprendidos como la familia de agentes noqueó a muchos de sus soldados y ahora con armas en sus manos rodeaban protectoramente a los cinco

—¿Estás bien?—pregunto Matthew mientras le quitaba las esposas a su amiga

—Estoy bien.—asintió con una mueca de dolor, Leigh Anne se apresuró a quitarle las esposas a sus otros amigos

___________ tomo la mano del pelinegro levantándose, este la sostuvo de la cintura para ayudarla a moverse

—Si alguno de ustedes vuelve a tocar a mi hermana. Se las verá conmigo.—Matthew amenazó en voz alta 

—No pueden hacer esto.—dijo Connor mientras el y su equipo los apuntaban

—Intenta detenernos.—reto

La familia empuñó con seguridad sus armas antes de caminar, los guardias bajaron sus armas y se hicieron a un lado permitiéndoles el paso

Alycia caminaba rápidamente en los pasillos del pentágono, había mucho alboroto entre las personas ahí adentro, todos repetían lo que ella aún no podía creer

“El ángel de la muerte está aquí”

—Maldición.—murmuro dejando la tranquilidad de lado y corrió hasta las celdas—apártense.—ordeno

—Comandante no debería estar aquí, estás personas son peligrosas—dijo Connor tratando de detenerla

—Quítate de mi camino.

El hombre a regañadientes se alejó

Su suerte se había terminado

Alycia paso su tarjeta en el sensor y las puertas se abrieron, fuera de las celdas el grupo de amigos esperaba su llegada

—Esta aquí…—aviso Camila al ver a sus amigos alejarse de las rejas, ella y sus amigos se pusieron de pie en el interior de la celda

—¿Quién?—pregunto Emma

Alycia se paró frente a la celda, su corazón latía con mucha fuerza, su respiración apenas llegaba a sus pulmones

—¿_________?—llamo Gerard a su amiga—¿Conoces a esta mujer?

Emma, Sofía y Gerard miraron preocupados a su amiga, se había quedado sin habla al ver a la ojiazul al otro lado de las rejas

—Ella es…—su voz tembló

—Hola hermanita.






























Al fin!

Se acabó toda la edición, lo que sigue serán escritos nuevos. Espero estén disfrutando de la historia, muchas gracias por su paciencia

Datazo para las personas que son nuevas en esta historia, ¿A que edad se enteraron que Sofía moría en la versión original?

Ese fue el cambio más significativo en esta edición, espero les guste. Nos leemos pronto

—Carter






















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