Entre un amor y medio (Entre...

By therealbrunette

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¿Qué ocurre cuando comienzas a sentir por dos personas totalmente distintas? Un cantante famoso. Un chico enc... More

ENTRE UN AMOR Y MEDIO
Cositas varias
1 | Desastres de café
2 | Encuentro con la fama
3 | Deuda cobrada
4 | Pasen y vean
5 | Crónicas de una borracha principiante
6 | Encuentros fortuitos
7 | Platos rotos
8 | Mi primer luces, cámara y acción
9 | Beth junior en camino
10 | Preguntas y no respuestas
11 | Invitación (in)directa a una boda
12 | Conóceme poco a poco
13 | Locura prometida, locura cometida
14 | Primera vez confiando en Cooper
15 | De sala en sala y voy porque me toca
16 | El chocolate sabe mejor así
17 | Lo mejor son los fans
18 | ¿Sí o no?
19 | Un paso más para ser amigos
20 | Sesión de tortura, digo de compras
21 | Jareth al rescate
22 | Somos amigos
23 | Las viejas chismosas de la resistencia
24 | ¿Allen y yo en una boda?
25 | Entradas a domicilio
26 | Primero el alcohol y luego las confesiones
27 | Problemas, confusiones y líos mentales
28 | Un te quiero en el aire
29 | "Tenemos que hablar" nunca suena bien
30 | Un beso revelador
31 | Noche de chicas, Marvel y golosinas
32 | ¿¡Cómo dices que dijiste!?
33 | Al final todo sale a la luz
34 | Un problema acaba, pero el drama continúa
35 | Complejo de detective activado
37 | La chica que soluciona los problemas ajenos
38 | Oferta de disculpa 2x1
39 | Quieras o no las explicaciones siempre llegan
40 | Primer intento de recuperarte
41 | ¿Recreando citas?
42 | Nuevo hobby favorito
43 | Viaje por sorpresa
44 | Conociendo a los Allen
45 | Eres la persona indicada
46 | Nuestra canción
Epílogo

36 | Descubierto el culpable, descubierto el inocente

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By therealbrunette

Sé que Ava no me tiene ninguna estima, pero de ahí a que haya invadido mi privacidad y luego haya contado un secreto que no le pertenece, hay un gran paso, uno de los graves. Nunca imaginé que llegaría a ese nivel de maldad, menos teniendo en cuenta que es una de las mayores fans de Hudson Allen. Parece que eso no ha sido impedimento alguno para hacerle daño a su estrella favorita, porque es obvio que después de salir todo a la luz nada iba a ir bien.

Decido que es hora de dejar de escuchar las risas entre las dos personas que hay en el baño aparte de mí, por lo que, tiro de la cadena con la intención de hacerme notar para luego salir del cubículo. Esta vez el baño se queda en completo silencio, no se esperaban que hubiera alguien más.

Cuando me encuentro cara a cara con ellas, lo primero que veo es la cara de estupefacción de Ava, también puedo vislumbrar algo de temor en su expresión, pero pronto se recompone.

Me fijo en la persona que hay a su lado. A primera vista no sé quién es, pero al darle un pequeño repaso recuerdo que es su prima, esa que tiene nombre de muñeca diabólica. Lo que me lleva a preguntarme qué hace aquí, no trabaja en este sitio.

—Pero mira a quien tenemos aquí — dice Ava, una vez se ha recuperado de su asombro, provocado por mi presencia.

Puedo notar en el tono de su voz la burla y el desafío. Se acerca para comenzar a caminar a mi alrededor. La prima, que parece no tener mucha personalidad, le sigue el juego a mi compañera de trabajo.

La verdad es que compartir ambiente laboral con esta chica siempre ha sido como estar con la típica chica de instituto que intenta hacerse superior a los demás haciéndole la existencia imposible, lo cual es lamentable por su parte, teniendo en cuenta que debería de ser más madura que todo eso. La diferencia aquí está en que, esto ya no es la escuela, todos hemos crecido y madurado, por lo que, estas cosas ya no afectan tanto, o más bien en absoluto, como antes.

Apostaría cien dólares a que Ava era ese tipo de chicas cuando iba al instituto, y lo peor de todo es que si lo fue, es del grupo que nunca llegó a cambiar. Siento pena por ello y por ella.

—Pareces estar muy orgullosa de lo que has hecho — la miro con los ojos entrecerrados, maldiciéndola por dentro.

—Oh, querida — agarra un mechón de mi pelo con desprecio — no sabes cuánto. Gracias a tu descuido he podido sacar un buen beneficio — ríe.

No sabría decir si el hecho de que no intente esconderlo es bueno o malo. Por fin termina su paseo alrededor mío para volver a colocarse al lado de su prima.

—¿Se supone que has sido la única mente brillante de eso o te ha ayudado tu querida prima? — señalo a la susodicha.

—Digamos que ella me ha ayudado a difundirlo un poquito — en ningún momento me quita la mirada de encima.

—Así es — le da la razón la otra, muy orgullosa también — tengo algunos contactos que han hecho que pueda salir en las noticias lo antes posible.

—No teníais ningún derecho de hacer lo que habéis hecho — les digo molesta.

—¿Y eso a nosotras qué más nos da? — contesta Ava, muy sobrada — nadie nos puede impedir nada y nadie sabrá que hemos sido responsables de nada.

—Ahora yo lo sé.

—¿Y crees que alguien te va a creer? No tienes pruebas en contra de nosotras — vuelve a hablar mi compañera, muy segura de sí misma y de lo que dice.

—Todos me creerán — aseguro.

—Si tú lo dices... — rueda sus ojos, como si estuviera cansada de aguantarme — es tu palabra contra la nuestra.

—Te dije que te arrepentirías de haberme hecho hacer el ridículo delante de toda una discoteca entera — se burla de mí.

¡Venga ya! Eso pasó hace más de un mes. Hay personas que se quedan estancadas en algo insignificante y no avanzan. Annabelle es una de ellas.

A ver si madurara un poco, falta le hace.

Parece que pienso en voz alta porque la ofendida me mira de forma despectiva e indignada, pero esta vez es lista y decide no decir nada.

—Pobre Iris, se quedará igual que está. Eso te pasa por creerte mejor que yo. Suerte para cuando intentes demostrar lo contrario — dice esto con chulería.

Tras decir aquello Ava se dispone a salir del baño, pero mi voz hace que se detenga antes de llegar a salir.

—Nunca subestimes el poder de un teléfono móvil.

Nada más decir eso, quien sale primero del baño soy yo. Cuando paso por su lado puedo ver la confusión en sus caras, intentando descifrar lo que he dicho. Por mi parte, las miro mientras sonrío, esta vez la burla va dirigida a ellas y no a mí.

Cuando ya estoy fuera saco mi móvil del bolsillo de mi pantalón y paro la grabación de voz que he comenzado desde que he salido del cubículo. En estos momentos me siento triunfante, sonrío para mis adentros.

No vamos a mentir y decir que no hemos visto las suficientes películas como para no saber que grabar confesiones en momentos como estos sería inteligente. He sabido eso desde que tenía pensado salir de ahí para enfrentarme a ellas. Espero que se haya grabado bien y se escuchen sus voces lo suficientemente claro como para entender bien lo que están diciendo.

Después de esto ya recuerdo cómo pudo pasar. El día que vi a Ava salir de mi oficina, según ella porque necesitaba folios, en realidad fue a cotillear, y para su suerte y mi desgracia encontró mi conversación con Jareth en el portátil.

Qué estúpida fui al dejarlo encendido y con la aplicación de mensajes abierta. Es por eso que cuando me vio se asustó de esa forma y se vio tan apresurada de salir.

Ahora que sé quién ha sido la responsable de todo este problema tengo que ponerme a pensar en alguna forma de arreglarlo. Aunque Ava haya sido la total causante de revelar tal secreto, me siento algo culpable al saber que en parte ha sido gracias a mi descuido.

Además, sé que debo avisar al señor Harrison sobre esto, pero eso lo dejaré para cuando tenga más o menos todo pensado y vea que tengo la posibilidad de solucionar, aunque sea una mínima parte.

También estoy deseando llegar a la parte en la que le demuestro a Jareth que sí puede confiar en mí y que él se equivoca. Cuando se dé cuenta de ello, espero que se disculpe conmigo y me dé las explicaciones que me debe.

Una vez de vuelta en mi oficina decido ponerme en marcha con la exclusiva, ya va siendo hora de terminarla y considero que, aunque las circunstancias para Jareth no sean las mejores, publicar ahora un escrito sobre él no es mala idea. Más cuando este solo pretende decir cosas buenas, porque si en este momento miras cualquier red social, lo único que sale cuando pones el nombre de Hudson Allen en el buscador son las palabras "farsante", "mentira" o cualquier sinónimo a eso.

No obstante, he de decir que también están los fans que le son fieles, que lo defienden y creen que hay una explicación razonable para que Jareth haya ocultado su verdadera identidad, por así decirlo.

Cierro la puerta con la intención de que nadie moleste para poder escribir tranquila, pensando bien qué voy a utilizar y lo que no. Al principio iba a ser una simple exclusiva hablando un poco de él, pero ahora que todo ha cambiado, el artículo también debe hacerlo. De todos modos, puedo reutilizar algo de la información que he ido obteniendo conforme lo he estado conociendo.

No sé si el señor Harrison estará de acuerdo con todo esto después de haberle enviado lo que tengo hecho hasta el momento, pero si ese no es el caso, me encargaré de que lo esté.

Aparte de escribir, también pienso en alguna forma de arreglar todo este asunto. Sé que no es culpa mía lo que ha pasado, pero en parte me siento culpable. Además, soy periodista y si no hago mi trabajo para contar la verdad y que me oigan, no podría considerarme como tal. También quiero hacerlo porque creo que es lo correcto, ayudar a alguien que me sigue importando, aunque haya sido un cretino al no querer creerme.

El primer paso será terminar esto y hablar con el señor Harrison para publicarlo y difundir el artículo, es probable que después de eso los fans que están tan descontentos apacigüen su furia. Después, intentaría llegar al medio visual, quizá Melissa pueda ayudar con ello, ya que, le dijo a Beth que su marido conocía a alguien del medio.

Me apunto quedar con las chicas como una tarea que hacer más.

El último paso es esperar a que todo esto se solucione, o que al menos el ambiente se calme. A causa de mi descuido se ha provocado una gran revuelta, así que, no puedo quedarme de brazos cruzados.

Ha pasado todo el día, sin darme cuenta es hora de irse. Me quedo unos minutos más, no me queda demasiado para terminar lo que iba a ser la exclusiva. Le doy el retoque final al último párrafo y listo, aunque no lo doy por completado hasta que lo leo entero una última vez. Cuando he terminado de hacerlo, me quedo satisfecha con el resultado.

Solo somos unos pocos los que quedamos en la planta, así que, me dispongo a recogerlo todo. Todo menos el ordenador, pues me dirijo a la impresora para sacar a papel lo que he escrito y mostrárselo a mi jefe. No puedo irme sin haber hablado antes con él sobre mi idea.

Por suerte siempre es el último en irse del lugar, por lo que, cuando llamo a su puerta, todavía me lo encuentro dentro de su despacho.

—¿Qué hay de nuevo, señorita Cooper? — habla mientras ojea una serie de papeles sobre la mesa. Tiene aspecto de cansado, después de haber pasado todo un día aquí, como el resto de días.

—Buenas tardes — saludo primero — me gustaría hablar con usted sobre mi trabajo respecto a Hudson.

Parece que capto su atención, ya que, levanta la vista y deja de hacer lo que estaba haciendo segundos atrás. Con un gesto de su mano me indica que me siente, le hago caso. Una vez en frente de él, Harrison no me quita la mirada de encima, esperando a que siga hablando.

—He estado pensando en todo lo que está pasando ahora y en cómo podría llevarlo con lo que he escrito. He llegado a la conclusión de que debía cambiarlo, al igual que las circunstancias lo han hecho.

—¿Y qué es lo que propone? — pregunta, se ve interesado en lo que digo.

—Le he hecho unos pequeños cambios. En lo que he escrito hay información que ya le envié en su momento y otra que no. Al principio iba a ser algo más técnico, pero ahora, tal y como está la situación, considero que escribir algo más personal hará que la situación no sea tan catastrófica.

—Así que esto no solo trata de su trabajo — asegura mirándome fijamente, como si quisiera que le confirmara lo dicho.

—Cuando todo empezó me dijo que lo conociera para escribir lo mejor de él. Al inicio lo hice, pero ahora sé que lo conozco más de lo que podría haber pensado antes, conozco todas sus facetas — o eso quiero pensar — y pienso que, si cambio lo que en un principio teníamos planeado, podría escribir un mejor artículo. Ayudarle es algo que beneficiaría a ambos lados.

Harrison se queda pensativo durante unos largos segundos. ¿He dicho ya lo nerviosa que me ponen sus silencios, aunque siempre que ha pasado no ha acabado en algo malo?

—¿Tiene algo escrito? — por fin vuelve a hablar.

—De hecho, lo tengo escrito todo — al decir eso, le muestro el papel que tengo en la mano. Se lo tiendo.

Mi jefe le echa un vistazo por encima. Por la expresión de su cara puedo deducir que algo le agrada, lo cual es bueno.

—Si esto es lo que quiere publicar, no hay ningún problema. Creo que es bueno — me sonríe, dándome el aprobado.

No puedo evitar sonreír. Uno, porque me alegra saber que le sigue gustando el trabajo que hago, y segundo, porque mi plan de arreglar todo el tema sigue en pie.

—Muchas gracias, señor Harrison — digo, agradecida de verdad.

—No se preocupe. En cuanto esté listo se publicará — me sonríe, de forma amigable.

—De acuerdo, aunque, ¿le importaría si se publica un poco después? Me gustaría que él lo leyese primero — le pido como favor.

He querido comentárselo al señor Harrison primero porque quería tener antes el permiso y el conocimiento de que saldría justo ese escrito a la luz. Al darme el visto bueno, ya quiero hacérselo leer a Jareth y que vea como yo le veo y el resto del mundo debería verle. Por quién es realmente, porque considero que es una persona que merece la pena conocer.

Cuando veo que me mira dudoso, hablo.

—Prometo que solo tendrá que esperar un par de días cómo mucho — le aseguro.

—Está bien. En dos días publicaré este artículo — asiente con la cabeza y me devuelve la hoja de papel donde está el texto.

—Gracias — le agradezco por segunda vez.

—Que tenga una buena tarde, señorita Cooper — se despide, me lo tomo como que me está echando de su despacho.

—Igualmente, señor Harrison — me despido yo también, antes de salir del despacho.

Vuelvo para coger todas mis cosas. Mientras salgo llamo a Beth para que venga a recogerme, necesito que me lleve a casa de Jareth. Me coge la llamada cuatro tonos después y me dice que estará aquí en quince minutos.

En esos quince minutos decido esperar dentro del edificio, por lo que, me da tiempo a hacer una pequeña cosa más. Saco el ordenador de mi cartera y un pendrive, mando la grabación de voz de Ava confesando desde mi móvil al portátil y la guardo en la memoria externa, se la daré a Jareth junto al artículo.

Le pido un sobre a la mujer que está en la recepción e introduzco ambas cosas dentro. Lo cierro y escribo: Espero que esto sea suficiente para que me creas. Cinco minutos después, Beth ha llegado.

—¿Qué tal? — pregunta nada más subirme al coche.

—Ahora mejor. Ya sé quién fue la responsable, cuando lleguemos a casa te cuento.

—Se viene chisme — dice emocionada Beth. Si mi amiga tuviera que elegir una palabra favorita, seguramente una de ellas sería esa.

—Antes necesito que me lleves a donde Jareth — le pido.

No tengo que decir nada más porque Beth vuelve a poner en marcha el vehículo sin rechistar ni preguntar. Nunca dejaré de pensar que tengo a la mejor amiga a mi lado.

También supongo que estar en el Four Seasons ya no le sirve de nada, así que preferirá estar en casa que en una habitación de hotel. Por eso le he dicho que me lleve a su piso.

Cuando llegamos, Beth tiene suerte al encontrar un lugar donde aparcar su coche. Ella me espera ahí mientras yo subo a dejarle el sobre a Jareth. Cuando estoy frente a su puerta, como no quiero verlo en este momento, lo dejo en el suelo, justo donde se puede ver tanto si vas a salir como si vas a entrar.

Llamo al timbre por si está en casa y me voy apresuradamente, antes de que le dé tiempo a abrir la puerta y me vea, con la esperanza de que, al ver lo que acabo de dejarle, arregle uno de los problemas que hay entre nosotros por el momento, el de su confianza en mí.

El resto ya se verá.








***

Bunaaaaas! Qué tal? Aquí otro capítulo más. Espero que os haya gustado :))

Aquí seguimos, esperando a saber si por fin se van a perdonar o qué va a pasar con nuestros dos protas, je, je.

Si queréis saber como sigue este drama ya sabéis! Y el que tenga curiosidad por leer lo que ha escrito Iris, tendrá que esperarse a los extra, ahí escribiré lo que ella puso :)

Un saludito para todos <3
Nos vemos en el siguiente capítulo!

Ya sabéis que podéis encontrarme en instagram como littlebrunettee.

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