🚨 Antes de leer toma en cuenta que hay consumo de sustancias, somnofilia y no consentimiento 🚨
Mientras Mikey estaba fuera de Japón Sanzu se encargaba no solo de liderar en su nombre, también de cuidar su posesión más valiosa: Hanagaki Takemichi. Al principio había sido un fastidio, pero con el tiempo el fastidio se convirtió en fascinación, ese mugroso tenía algo que terminaba encantando a todos.
Llegó al punto en que se sintio cómo si le faltará el oxígeno, le enfurecía ver a Mikey tomando lo que el quería, pero así era su vida ¿No? Mikey tomaba, tomaba y tomaba y no le importaba nada ¿No era injusto que aún en el infierno Mikey tuviera un pedazo de cielo? ¿No estaban todos condenados por su culpa? Entonces ¿Por qué Mikey podía tener un respiro mientras los demás se ahogaban?
Sanzu siempre había jurado ser leal a Mikey y lo era de verdad, pero por primera vez en su vida anhelaba poseer algo de su rey ¿Quién podría culparlo cuando el tipo tenía a todos en Bonten comiendo de la palma de su mano?
Había empezado como una sucia fantasía mientras miraba porno, la idea de cogerse a alguien inconsciente siempre le había calentado bastante, luego ese alguien tomo el bonito rostro Takemichi. Realmente no había planeado hacerlo, pero todo se había puesto a su favor, de repente un día se vio consiguiendo la droga necesaria para noquearlo y cuando sus más fieros protectores se ausentaron al mismo tiempo, decidió que por una vez el tomaría el respiro, aunque fuera por un momento el tendría el cielo.
Ya lo tenía todo planeado y preparado.
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Sanzu estaba tranquilamente terminando su trago mientras sonreía, le alegraba enfermizamente ver a Takemichi tomar la bebida que el mismo le había preparado especialmente. Estaba demasiado feliz porque solo debía esperar y sus sueños más sucios se harían realidad. No tuvo que esperar mucho, cuando vio al pelinegro marcharse dando tumbos contra las paredes supo que la diversión estaba por comenzar.
Takemichi entro a su habitación tambaleándose, no entendía porque estaba tan mareado si solo había tomado un par de copas. Como pudo se aventó sobre la cama y se quedó dormido mientras aspiraba el aroma de su Mikey.
Sanzu siguió a Takemichi con calma y en silencio, cuando entro en la habitación y vio a su premio tirado boca abajo sobre la gran cama se relamió los labios con gusto, la emoción corrió por sus venas y no necesito más droga que la adrenalina y la lujuria.
Se acercó a la cama y acaricio con delicadeza el sedoso cabello negro, con el índice recorrió un poco de la piel del bonito rostro, si Mikey supiera lo que le iba a hacer a su adoración seguramente lo mataría con sus propias manos, pero “ojos que no ven, corazón que no siente ¿Cierto Mikey?” dijo a la nada.
Mientras más miraba a la persona inconsciente su pantalón más se apretaba sobre su entrepierna, anticipando todo lo que le podría hacer. Su mano recorrió la columna bajando hasta el trasero que apretó y amaso a su antojo, casi sentía que podía babear.
Sin soportar el impulso, comenzó a frotar su erección vestida sobre ese perfecto par de glúteos, llevaba tanto tiempo deseando hacerlo, cada que estaban cerca en un elevador o cuando lo veía inclinado sobre alguna mesa, solo quería tomarlo y embestirlo, así que poder disfrutar de la perversa sensación ahora lo tenía al límite, su erección encajaba perfectamente y estaba tan excitado que su humedad ya manchaba sus costosos pantalones.
Uso toda la fuerza de voluntad que tenía para dejar de moverse contra el cuerpo, cuando se separó obtuvo los condones y el lubricante que dejo sobre la cama, luego se quitó el chaleco, el cinturón y giro a Takemichi poniéndolo boca arriba.
Sonriendo como un maníaco empezó a desvestirlo.
Una vez que lo tuvo en toda su desnuda gloria tomo fotos para preservar el precioso momento. Se dio su tiempo para acariciar y tocarlo por todos lados, una vez satisfecho con eso se entretuvo pellizcando y lamiendo los pezones como si de una golosina se tratará.
Deseaba poder marcarlo por todos lados para que todos vieran que había sido suyo, pero si no quería que le cortaran el pene y después la cabeza, debía contenerse.
Dejo los pezones y lamiendo y besando toda la piel que podía bajo hasta el miembro flácido de Takemichi, comenzó a lamerlo para despertar una erección mientras Takemichi en su inconsciencia soltaba suaves suspiros y gemidos que motivaron más a Sanzu, quien lo metió todo en su boca mientras sentía como la erección crecía contra su lengua, mantuvo un ritmo lento saboreando el líquido preseminal y el momento, intentando alargarlo todo lo que pudiera.
Dejo de chupar y libero la erección para poder verla, era más bonita de lo que hubiera imaginado nunca y no podía decidir si el sería el activo o el pasivo, mientras tomaba otra foto se debatía mentalmente hasta que decidió que está vez el sería el activo, no podía perder la oportunidad de hundirse en ese perfecto culo.
Tomo el lubricante y abrió más las piernas de Takemichi, unto frío líquido en el bonito orificio que iba a profanar y luego en su dedo índice que introdujo con lentitud mientras lo masturbaba. Estuvo jugando con su dedo tanteando en su interior en busca de la próstata, supo que la había encontrado cuando la bonita erección se agitó y Takemichi gimió fuerte.
Sanzu atacó el punto una y otra vez, observando embelesado las reacciones de Takemichi y deseando poder poseerlo mientras estaba consciente, aumento el ritmo y la fricción hasta que encantado vio el semen salir a chorros, sin pensarlo dos veces volvió a meter la erección en su boca y la trabajo hasta dejarla limpia, después lamió el resto del líquido del abdomen de Takemichi.
Una vez satisfecho y aún saboreando el sabor del semen en su paladar empezó a quitarse el resto de la ropa. Una vez desnudo acaricio levemente su erección que estaba goteando y lista para profanar al sol de Bonten, nuevamente volvió a arremeter contra la entrada de Takemichi está vez usando dos dedos y haciendo el movimiento de tijera para abrirlo bien, introdujo un tercer dedo y después cuando tuvo cuatro dedos metidos hasta los nudillos decidió que estaba listo.
A regañadientes tomo un condón y se lo puso, uso mas lubricante sobre su miembro y puso la cabeza contra la entrada, siseo de placer al introducirse lentamente, disfrutando cada segundo de esa cálida y húmeda estrechez, una vez que sus testículos chocaron contra el trasero gimió fuerte, un estremecimiento lo recorrió de pies a cabeza al ver su sueño cumplido y como pudo tomo otra foto para el recuerdo.
Embistió con lentitud, perdido en la deliciosa sensación, con cada embestida que daba fue aumentando el ritmo hasta que en la habitación solo se escuchaba el duro golpe de la piel contra piel y los ruidosos gemidos de Sanzu que estaba fascinado mirando como su miembro se perdía dentro de Takemichi, definitivamente esa sensación era la mejor maldita droga del mundo.
Se detuvo un segundo solo para salir de Takemichi y voltearlo, lo acomodo levantando su precioso trasero usando una almohada como soporte y de nuevo se introdujo lentamente en su interior, la nueva vista solo le hizo sentir mariposas en el estómago, ver la carne de esos glúteos moverse al ritmo de sus embestidas lo calentaron más, los deseos de llenarlo de su semen y dejar su huella en el eran arrebatadores “si tan solo pudiera preñarlo” pensó, poder quitarle eso a Mikey sería un gusto que estaría dispuesto a darse.
Sus manos sujetaban la suave carne de las caderas, procurando no dejar ninguna marca mientras entraba y salía con lentitud, no sabía cuando iba a poder repetirlo, así que estaba prolongando su orgasmo todo lo que podía.
Cada que sentía que iba a llegar apretaba con sus dedos sobre la base de su pene para retrasarlo y luego retomaba el ritmo, pero cuando sintió que ya no podía más se dejó ir, el ritmo de sus penetraciones aumento hasta que se volvió errático y el orgasmo más abrumador que había sentido nunca lo golpeó, gimió tan fuerte como pudo y se vació dentro de Takemichi.
Se mantuvo dentro unos minutos más, saboreando las oleadas de placer post orgásmico y luego salió, se quitó el condón y vacío el contenido sobre la espalda baja de Takemichi mientras sonreía, sabiendo que se alguna forma dejo algo de si en el.
Después de limpiarse acomodo a Takemichi de lado y el se recostó detrás para abrazarlo, olfateo su aroma a madera y bosque fresco, era la mezcla de su colonia y la de Mikey. Inhaló suavemente ya que necesitaba sentir esa paz por un segundo antes de arreglar todo y seguir con su triste vida, viendo de lejos y anhelando.
Sanzu limpio la escena, acomodo la cama como pudo y vistió a Takemichi, antes de irse depósito un suave beso en la frente y salió del lugar.
Takemichi jamás se enteró de nada.
Sanzu no se sentía culpable, se dio el lujo de poder respirar de nuevo, aunque fuera un horrible crimen, aunque fuera a costa de su rey, pero por una vez volvió a sentirse libre y vivo.
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Ok, sean amables, ya se que debería estar actualizando otras historias que apremian más, pero denme un respiro ya que es mi cumpleaños hoy y esto es un autoregalo ❤️
Los tkm, gracias por seguir aquí y si son nuevos bienvenidos, chequen mis demás historias en mi perfil.